En 2020, eliminó al River de Gallardo en semis, que había alcanzado las 2 finales anteriores de la Copa y ganado en 2018 (también semifinalista en 2017). En seguida, le ganó la final al Santos, que es un rival local histórico, tricampeón.
En 2021, le ganó al São Paulo en cuartos, su clásico y máximo verdugo, que ya le había eliminado 4 veces por Libertadores y también le había ganado la final del torneo estadual 2 meses antes. En seguida, eliminó de visitante al Atlético Mineiro más ganador de la historia, campeón en esa misma temporada del Brasileirão (con un récord de 83 puntos) y de la Copa de Brasil, lo que es un hecho histórico que solo se lo había alcanzado una vez antes. En la final, le ganó a Flamengo en su “Era Dorada” (3 veces finalista de Libertadores y bicampeón entre 2019 y 2022).
Ahora, en 2023, elimina al Atlético Mineiro por 3ª vez consecutiva y se enfrenta a la Bosta.
Si gana esta serie, Palmeiras, en 4 años, habrá eliminado a los 2 clubes más grandes de Argentina (River y Bosta), a 2 de los clubes más grandes de Brasil (Flamengo y São Paulo), a 2 de sus clásicos rivales (São Paulo y Santos) y al equipo más ganador de la historia de Atlético Mineiro – todo por Copa Libertadores.
Esto sin mencionar todo lo que logró a nivel local.
Ni siquiera hay mucho que discutir: es de las eras más ganadoras y exitosas de la historia de cualquier club brasilero o sudamericano, tranquilamente.
Lo único que le faltaría para hacerlo por completo sería eliminarle a Corinthians en alguna instancia internacional (lo hizo en competencias locales, así que tampoco se lo puede decir que le hace tanta falta).
Pero, primero, hay que cogerle a la Bosta ladrona el jueves, nomás.