Conozco un pibe que se enamoró de una colombiana y se fue a vivir allá. Consiguió un buen laburo (nada del otro mundo, sigue siendo de clase media) y me cuenta que lo que se ve y dice de Colombia y los noticieros de otros países es una exageración tremenda.
Lo que dicen los noticieros hay que tomarlo con pinzas. En el 2001 nos pintaban poco menos que en una guerra civil y si bien la situación era complicada todos seguiamos con nuestra vida normal, mas allá del “toque de queda”.
Como así también tengo un amigo que vivió en Israel muchos años y cuando le rpegunté si la gente vivía con miedo a los bombardeos me dijo lo mismo, que las cosas por tv se exageran. Allá la gente seguía haciendo su vida normal, igual que acá. Incluso llegó a decirme que vivía con mas inseguridad acá que en Israel, lo cual de por si es sumamente llamativo.
Buenio,convengamos que la cupula dirigencial israeli les chupa las bolas a medio mundo occidental a cambio de beneficios econòmicos, que se redistribuyen en forma de una mejor calidad de vida para pocos millones de habitantes. Argentina no ostenta ese “beneficio”.
En cuanto a la inseguridad, asistimos a una època en donde existe una falta de còdigos total que lleva a que algunos pibes te pegen un tiro por una miseras zapatillas. Es una realidad innegable, pero suponer que es un grave problema, es un disparate. En todo caso, el grave problema de insguridad es que un medio quiera imponer su propia agenda polìtica a todos los gobiernos de turno. Pasa que eso no vende, porque el morfo no existe. Mejor dichpo, no se hace pùblico.
Por mas que no sea solo una sensacion creo que la solucion no es “desaparecer a la gente” ni los post.
Hay que convivir con lo que generamos generacion tras generacion,como sociedad somos culpables de lo que pasa hoy en dia.Decadas de bienestar menemista hoy nos encuentra sorprendidos como si a la delincuencia la hubiese inventado K.
Y digo bienestar menemista por no decir el mirar al costado mientras cercenaban una generacion entera.
De no creerEl programa “6, 7, 8” le sale al Estado Nacional más de medio millón de pesos por mes
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[li]El domingo último, el diario Clarín publicó un trabajo que realizaron alumnos de la Maestría en Periodismo de Clarín y la Universidad de San Andrés.[/li][li]El informe asegura que el ciclo producido por Diego Gvirtz le sale al Estado más de 500 mil pesos por mes. Los sueldos, aparte.[/li][/ul]El domingo pasado, El Gran Diario Argentino publicó u trabajo realizado por los alumnos de la Maestría en Periodismo de Clarín y la Universidad de San Andrés. Los jóvenes, luego de tres meses de investigación, llegaron a la conclusión que el ciclo de Canal Siete, la Televisión Pública, le sale al Estado Nacional más de 500 mil pesos por mes.
A continuación la nota publicada por Clarín el 10 de enero de 2010. (Leer aquí [b]http://www.clarin.com/suplementos/zona/2010/01/10/z-02116948.htm[/b])
Los trabajos que se publicaron hoy fueron realizados por alumnos de la Maestría en Periodismo de Clarín y la Universidad de San Andrés. Dedicaron 3 meses completos del año de estudios a producir estos materiales, vinculados al medio ambiente, la salud y al momento político que vive el país.
La misión era restarle credibilidad a la encuesta de Poliarquía, la única que se había atrevido a pronosticar la derrota de Néstor Kirchner en las elecciones. Y habló Orlando Barone: “Yo diría que ahí hay un 20 por ciento de indecisos… el mismo diario que la publicó, La Nación, 72 horas antes de las elecciones, va a publicar un título de tapa que diga ‘Inesperada recuperación de Kirchner-Scioli, ahora van al frente por 8 puntos’. Acuérdense de esto”.
Es hora de acordarse, porque el programa “6, 7, 8”, un emprendimiento de la productora PPT de los hermanos Gvirtz, se ha convertido en un puñal de la Televisión Pública contra los medios, jueces independientes y dirigentes no oficialistas. Y le sale al Estado“20.000 pesos más IVA” por programa, según detalles del contrato que dio el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, de quien depende el Sistema Nacional de Medios Públicos, ante un pedido de Acceso a la Información presentado por alumnos de la Maestría de Clarín.
Como el programa se emite seis veces por semana, a un costo individual de 24.200 pesos, las 24 emisiones mensuales totalizan unos 580.800 pesos. Y sólo por la puesta en el aire, porque los sueldos de la conductora, María Julia Oliván, y de los panelistas Orlando Barone, Sandra Russo (ahora Carlos Barragán), Cabito, Carla Czudnowsky y Luciano Galende no fueron detallados. “Los mismos no obran en poder del Sistema Nacional de Medios, ya que estos no se encuentran en relación de dependencia del organismo”, indicó el jefe de Gabinete.
Consultado al respecto Diego Gvirtz, señaló: “Es un disparate que se diga que ganan 90 mil pesos por mes. Los sueldos son el 10 o 12 por ciento de esos montos. Buscar esa información es antiético y persecutorio. Nadie pregunta cuánto cobran Marcelo Bonelli, Gustavo Sylvestre o Joaquín Morales Solá”, se quejó. Barone, en tanto, prefirió la ironía: “Decí que cobro un millón de pesos anuales”, propuso, antes de cortar la comunicación.
El panel tiene una particularidad: casi no presenta matices, todos suelen estar de acuerdo, en especial, si se trata de defender a la gestión K. Anteayer, Barone sentenció: “El gran poder mediático está a favor de la oposición”. Y, hace una semana, sus compañeros defenestraron al jurado de notables que había designado la revista Noticias para elegir al peor periodista del año, deshonor que recayó en el propio Barone. El programa contestó con el informe “La Corporación Mediática versus Orlando Barone”.
La Ley de Medios, las posiciones del campo y las noticias políticas publicadas en Clarín figuran entre las obsesiones de la emisión, que este año continuará en pantalla como una de las principales propuestas del Canal 7. El titular de la emisora, el cineasta Tristán Bauer, sostiene que el programa es “un ejemplo” que “ayuda a tener una mirada crítica sobre los medios”.
El programa atravesó sobresaltos, por ejemplo el 16 de julio, cuando quiso tratar el tema del enriquecimiento de Néstor Kirchner. Aquella vez, fue sacado del aire repentinamente y el invitado especial, Ricardo Foster, filósofo y miembro del grupo de intelectualesK Carta Abierta, no pudo decir ni “mu”. ¿Qué pasó? No se sabe, porque la Secretaría de Medios no respondió esta pregunta, contenida en otro pedido de Acceso a la Información. De todos modos, lo que se vio al aire fue elocuente. Barone alcanzó a decir: “Aunque no creo que mi opinión importe demasiado, no me gusta que la fortuna de los Kirchner haya crecido de esa manera, esos terrenos en El Calafate pudieron haberlos vendido cuando ya se hubieran retirado a ver los pájaros”.
Irrumpió en el aire el grito de una mujer, proveniente de una publicidad que mostraba a una araña hablando por teléfono y la asustaba. El programa fue al corte.
De vuelta al piso, Oliván sorprendió: “Bueno, nos despedimos, que lástima que no pudimos conocer la opinión del licenciado Foster”. Y Barone quiso aclarar: “No hubo ningún llamado desde El Calafate y vamos a seguir tratando el tema de la declaración patrimonial de los Kirchner mañana”. El programa terminó y, al día siguiente, no se habló más del tema.
Otro momento incómodo se produjo después de un informe que aseguraba que el sueldo mínimo alcanzado durante la gestión K equivalía a más kilos de pan que durante toda la etapa del retorno democrático. El periodista Martín Caparrós, invitado ese día, se dio cuenta enseguida que el cálculo estaba hecho en base al precio del pan difundido por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y no en base a los precios reales de las panaderías, hasta cuatro veces superior. Los panelistas quedaron descolocados. No importó: todo lo que se dice allí termina coronado por el esmero de un grupo de aplaudidores.
Hablando de periodismo independiente, y comprabando una vez mas que contados son los casos en lo que esto es realmente asi, hoy sucedió algo que puede parecer una pavada pero justamente por eso, si se oculta algo tan pequeño como lo que paso a contar, que puede esperarse cuando se trata de asuntos de mayor importancia.
La viuda de Sandro, redactó una carta donde agradecía a los médicos, a los fans, a la gente que la rodeó y hacía referencia a la atención dispensada tanto por los Kirchner y Scioli. El párrafo dice
“agradezco la preocupación y la ayuda que en absoluta privacidad nos brindaron la Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, el Jefe de Gabinete Aníbal Fernández, que todos los días llamaba personalmente para interesarse por la salud de mi esposo y que resolvió no pocos problemas operativos”. También indicó que el gobernador de la provincia de Buenos Aires Daniel Scioli, brindó su apoyo como “fruto de su larga amistad con Roberto. A todos los sentimos auténtica y desinteresadamente a nuestra disposición”.
Con asombro hoy veo que tanto América como canal 9 dan la noticia de la carta, y los periodistas resaltan que había agradecido a médicos, fans y periodismo. Me dije, no quiero pensar que son capaces de reproducir la carta a medias por cuestiones políticas. Y si … “llamativamente” omitieron el párrafo en que se hace el agradecimiento a las autoridades. Supuse, inocente, que en el retorno al piso podrían aclarar la omisión. Pero no.
Por eso digo si en algo tan chiquito son capaces de ocultar información de acuerdo a la conveniencia, uno se pregunta de hasta donde son capaces de llegar en temas trascendentes.
Hace poco también leí una carta de Leuco haciendo casi que de la muerte de Sandro una cuestión política y de militancia, de que hubo 3 días de duelo nacional por Mercedes Sosa y no por Sandro, y armó un berenjenal mamarrachesco con tal de usar cualquier tema para armar bardo.
Esto me recuerda a un chiste de Mafalda donde Felipe dice “Puff que calor!” y Guille inocente pregunta “ES por el gobierno verdad?” a lo que Mafalda remata “Pobre todavía no sabe repartir bien las culpas”. Y acá me parece que varios medios, no por inocentes, son un poco ese Guille.
PD : Menos mal que Patronelli no se sacó la madre en el Dakar. Si no ya me veo el título de algunos medios “Cristina le aflojó los tornillos al cuatri”. :lol:
ayer en el programa, pusieron un informe de los 6 años K, cuando tocaron el tema campo,pusieron el dia que renuncio Lousteau, y M.L Santillan y Santo presentaban la nota, y al toque que iba el video hubo un error y demoraron 2 seg mas y filmaron/engancharon a estos dos dandose la mano como festejando y al bostero de Santo haciendo un ademan bastante claro, como alegrandose de que el conflicto se hubiese cargado al ex ministro de economia… sin palabras, cuando lo vi me quede8|
De última, a la inseguridad existente en todos lados, los medios la usan para vender sus noticieros. Ver que gente común cae por sectores marginales es algo que sensibiliza y atrapa frente a la pantalla.
Hace mucho que se hace en EEUU, esto de vender miedo. Israel lo vende al mundo para justificar sus intervenciones militares, y resulta, que hasta la inseguridad colombiana resulta exagerada para el colombiano promedio
Diego Gvirtz: “Pergolini es el bufón de los Kirchner”
Más soberbio que nunca, el productor de TVR y Duro de Domar dispara contra el conductor de CQC. Por qué ahora critica a Néstor y Cristina.
El productor y cerebro detrás de Televisión Registrada y Duro de Domar, Diego Gvirtz, sacó a relucir su chapa de soberbio y, elogio para su producción mediante, aprovechó la ocasión para disparar contra uno de sus más grandes enemigos del mundo de la TV: Mario Pergolini.
“ Nosotros somos los más críticos en la televisión. Cuestionamos los superpoderes y el tren bala. [SIZE=2]Nosotros no somos "CQC[/SIZE]", explicó Gvirtz en una entrevista publicada por la revista Noticias. “No somos los bufones de Cristina y Néstor. Pergolini se transformó en el bufón del poder, hasta de Macri”, redondeó el productor y ejemplificó: “Ver al notero Gonzalito intentar hacerle preguntas a Cristina da vergüenza ajena”.
En relación al giro crítico que sus programas realizaron con respecto al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Gvirtz aseguró que fue consecuencia de los cambios del discurso kirchnerista, y de ninguna manera una apretada del Grupo Clarín, dónde él trabaja.
“Seguramente en algún momento compramos algún discurso o pensamiento del Gobierno, pero nos dimos cuenta de que estaban mintiendo y cambiamos. Hicimos catarsis y corregimos”, explicó, con una dosis de autocrítica. “Me hace ruido cuando dicen que quieren redistribuir y tenemos a Moreno apretando a los trabajadores del INDEC para que mientan”.
Todo pasa… No para uno que ya sabe quiénes son esos dos soretes frente a una cámara todos los días de la semana. Pero a una gran mayoría de personas, vaya a saber uno por qué, hechos como este no les merece ni la más mínima reflexión. Y así pasarán los años y los gobiernos y estas dos caripelas (o talvez otras dos similares si es que una gran cantidad de otros se avivan) seguirán recitando las mentiras que les indiquen, de acuerdo con la propia brújula beneficiaria, sus empleadores, que algún sentido de pertenencia a su causa les habrán inculcado, o tal vez sea solo un sueldo suculento.