Augusto Batalla - O'Higgins (parte 1)

Va queriendo…

me gusta como está revirtiendo su imagen, condiciones sobran

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Poco a poco recupera el nivel que tenia antes del superclasico. VAMOS PIBE

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lo mio es cabala. igual que el puty.

te patean 2 veces 1 gol, sos la basura

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Cada vez más seguro, bien pibe.

DEJALOS QUE LA GILADA SIGA HABLANDO.

Para mi nunca tuvo nada que revertir. Uno o dos errores los tienen todos. Es algo que no mancha la imagen de ningún arquero, y menos si tienen 20 años.

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Nobleza obliga, siempre te critiqué y hoy anduviste muy bien. Ojalá mantenga este nivel. Para mí estaba bastante condicionado psicológicamente también. Habrá que ver como responde en alguna parada brava.

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pero acá te tiras un pedo sin olor y te llueven puteadas de todo tipo… es así el foro, se pasa del paraíso al infierno y viceversa muy rápidamente.

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A mi lo que mas me preocupa es la cruz de los partidos importantes, no el partido vs el ante ultimo de 30, que igual atajo bien.

Pero necesitamos arquero para esas definiciones, Trapito lo dejó claro.

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Totalmente, ojala pueda responder bien porque es un buen arquero, pibe y salido de nuestras inferiores. Pero lo importante se va a ver ahi

Increíblemente no se mandó ninguna cagada, pero esos enganches contra el rival cerca, basta que me hace acordar a un sin manos que roba en el Inter

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Buen partido de Carrizito Jr, a ver si estos partidos lo hacen despegar de una vez por todas

-¿Cómo imaginás tu futuro: en Europa?

-Pienso en objetivos cortos, en Godoy Cruz, en Quilmes, la Copa, Tigre. Toda mi vida, desde que tengo tres años, fui consciente de que mi sueño es ganar la Libertadores con River. Y recién después de hacer eso, ver qué pasa. Y si logro ganarla y el club me da la posibilidad de seguir, y ves que todos están contentos y venís a trabajar con placer, me darían muchas ganas de seguir

mientras otros idiotas se tatúan las champions

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Hagamosle una estatua a Batalla

A ver si le suben el nivel en el Fifa 17 que es un colador el hijo de puta

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(La misma pregunta, distintas respuestas)

¿Cuáles son tus sueños como profesional?

-Ahora, quiero ganar la Libertadores siendo titular. La última Copa la viví desde adentro, la del 96 la vi en videos y eso me quedó grabado para toda mi vida. Después, como jugador, uno sueña con un Mundial y una Champions, y si se puede ganar?mejor. Yo pienso que la mentalidad es todo, hay tipos que están preparados para ganar, y por ahí es un matungo, pero gana por eso. Hay que prepararse.

http://www.lanacion.com.ar/1994982-augusto-batalla-tuve-que-asumir-los-errores-para-volver-a-ser-un-arquero-confiable

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BATTLE

La nota completa con Battle, muy buena, se lo nota muy maduro mentalmente y tiene toda la pinta de que de mas grande, va a ser voz de mando en el plantel, sea el equipo que sea en el que le toque estar, tiene personalidad y alma de líder

“Después de debutar en la Copa me largué a llorar en el vestuario”

[SPOILER]-¿Estás más tranquilo?

-Sí, en todos los aspectos de la carrera de un futbolista, en pocos meses pueden pasar un montón de cosas. A mí me tocaron momentos muy ingratos y otros de mucha felicidad, pero uno con el tiempo va asumiendo todo. Y hoy me siento más en paz a la hora de entrar a un campo de juego, estoy más tranquilo.

-Te pasaron buenas y malas incluso en un mismo partido: ¿te iba a estallar la cabeza?

-Ja, sí, el cuerpo, la cabeza, el corazón empieza a latir de otra manera, porque se acumularon buenas y malas en cuestión de minutos. Y eso te lleva a que toda esa ansiedad te haga cometer errores. Más allá del cariño que le tenemos a esta camiseta, debemos tratar de serenarnos, ponernos en paz para rendir. El mundo del fútbol es muy difícil de llevar, agobiante, y más cuando tenés 20 años… Se hace jodido llevarlo adelante con la calma que uno desearía, pero me siento más tranquilo.

-¿Te autoexigías mucho?

-Uno siempre se exige. Los primeros seis meses tratás de hacer todo perfecto, y uno tiene que entender que es un partido de fútbol, que las cosas no van a salir siempre así, que te puede ir muy bien o muy mal, pero que eso no te tiene que sacar del eje. Con el paso del tiempo sumo experiencia que me ayuda porque después de todo hay pocos arqueros de 20 años que puedan estar atajando en un equipo grande. Todavía me quedan cosas por aprender.

-Hablando de eso, conocés a Werner de las selecciones juveniles… ¿Hablaste con él después de lo que le pasó?

-Compartí mucho con Axel y con Agustín (Rossi). Con Axel, a los 17 años y con Agustín, a los 20. Por una cuestión de edades, tuve más relación con Agus, pero son dos grandes personas y arqueros. Después, de las situaciones personales es difícil hablar cuando uno no está en el día a día, pero doy fe de que son dos grandes arqueros y personas, y estoy seguro de que trabajan muy sanamente para estar donde desean.

-Lo que le pasó a Werner, salir del equipo por un error en un amistoso, ¿no te hizo valorar aún más la confianza que te dio Gallardo? Porque evidentemente eso no pasa en todos los casos…

-Lo dije siempre: le voy a estar agradecido toda la vida a Marcelo por la confianza. Y esa tranquilidad de la que hablaba antes también me la dio él, su cuerpo técnico y mis compañeros. Tengo la posibilidad de tener un DT y un grupo que me acompañaron, que confiaron en mí y que en los momentos buenos me mantuvieron en un nivel y en los malos me levantaron para volver.

-Y te dan lugar para hablar: con Belgrano se te vio insultando en el gol.

-Ja, sí, son cosas que se van dando con naturalidad. Acá nadie viene a forjar una personalidad ni a ponerse en un lugar, cada uno es quien es, y los roles acomodan solos. Me toca escuchar a los más grandes, pero también agradezco que teniendo 20 años pueda tener ese lugar para poder decir las cosas si en algún momento tengo disconformidad con algo y que me escuchen.

-¿Sos referente entre los más pibes? Cada vez juegan más.

-Sí, a uno lo pone muy contento porque sabe que hace años vienen haciendo el mismo esfuerzo que uno. Ver a Seba Driussi tan bien, a Mammana afuera, a Andrade, el Chino Martínez, a Zaca Morán Correa que ahora está volviendo, todos hacen un trabajo muy fuerte.

-¿Cómo lo ves a Martínez Quarta?

-Es un chico con unas cualidades enormes. Hay que llevarlo con calma porque tiene 10 partidos. Uno a veces escucha que lo critican como si tuviera 60, tres temporadas en 1ª, y tiene 10 partidos… Asumió la responsabilidad de jugar una final y marcar a uno de los mejores delanteros del país como Ruben y lo hizo muy bien.

-¿Sos referente, entonces?

-No sé: trato de hablar porque sé que es muy difícil. Fui uno de los primeros en estar en esta exposición tan grande, y cada vez que suben los jóvenes está bueno explicarles este mundo que te exige permanentemente, que por algo estamos en River, el club más grande de América. Tuve gente grande que me explicaba, pero al ser tan chico cuesta.

-¿Te preguntan cada vez menos por Barovero?

-Sí, y es algo lógico. Marcelo dejó un legado muy grande y marcó una historia, pero es normal que con el correr del tiempo se empiecen a actualizar las preguntas. Debí asimilar esa pregunta porque era la realidad. Voy a estar siempre agradecido con Barovero por lo que me dio como persona y como arquero, y está bueno que la gente lo vaya sintiendo así: él fue muy importante y ahora uno está en ese lugar, asumiendo un rol difícil.

-¿No creés que pasa por tu rendimiento más que por el paso del tiempo? Si fueras un desastre todos los partidos, sólo te preguntarían por lo difícil de reemplazarlo a él.

-Seguro. Si hago las cosas bien, cada vez me van a preguntar menos sobre Marcelo. Si los rendimientos siguen potenciándome, es lógico que el hincha se sienta más cómodo.

-¿Cómo imaginás tu futuro: en Europa?

-Pienso en objetivos cortos, en Godoy Cruz, en Quilmes, la Copa, Tigre. Toda mi vida, desde que tengo tres años, fui consciente de que mi sueño es ganar la Libertadores con River. Y recién después de hacer eso, ver qué pasa. Y si logro ganarla y el club me da la posibilidad de seguir, y ves que todos están contentos y venís a trabajar con placer, me darían muchas ganas de seguir.

-¿Cómo fue atajar en un partido de Libertadores?

-Uff, hermoso. Me tocó tomar responsabilidades en partidos difíciles, mi primer partido internacional fue en una final (la Recopa): fue difícil asimilarlo pero ahí estuvimos. Pero el primer partido de la Copa fue muy especial, único: pocas veces guardé una camiseta, y ésa la tengo bien guardadita. Porque siempre fue mi sueño: cuando terminó el partido se me piantaron las lágrimas y me largué a llorar. Nadie me preguntaba nada pero me miraban, porque, claro, no era lógico: habíamos ganado muy bien, estaba todo genial, no sabían si me había pasado algo, ja. Lo que me pasó fue que era mi sueño y lo había cumplido. Ahora, a replantearse objetivos, aunque eso me hizo muy feliz.

-¿Pasan los jugadores y el equipo siempre da la talla en partidos así? ¿Por qué?

-Tiene que ver con una ideología bajada por un cuerpo técnico que tiene las cosas más que claras. Vos venís a ver un entrenamiento acá y si a los equipos de trabajo les ponés dos camisetas diferentes es un partido oficial, sea un reducido o cualquier cosa: esa intensidad, esa competencia sana con la que se trabaja es lo que lleva al grupo a estar tan compenetrado con una idea y un pensamiento. Los chicos que vienen de otro club te dicen que los primeros tiempos les cuesta horrores adaptarse, porque la intensidad y voracidad son otras. Eso nos potencia. Muchas veces llegaban los nuevos, terminaban el primer reducido y te preguntaban “che, ¿esto es así siempre?”, y vos por ahí les decías “no, hoy fue tranquilo”, ja. Es una personalidad que se fue forjando desde que asumió Marcelo y los jugadores entendieron el mensaje. Hablamos de Pezzella, Mercado, Funes Mori… Gente que no te regalaba una. Y hoy siguen estando Leo, Maidana, Rojas que volvió… No te regalan un centímetro, nada: eso hizo que los que veníamos atrás nos adaptáramos y nos contagiáramos de eso.

-¿Y cuando se vayan los Ponzio, Maidana, Rojas? ¿Seguirá todo igual?

-Y… Son muy importantes, tienen una personalidad y una talla… Son importantísimos en el presente, lo fueron en el pasado y te aseguro que lo serán en el futuro. Todos los chicos que venimos atrás entendimos el mensaje, que no tenemos que regalar nada, y el día de mañana, cuando ellos no estén, nosotros seremos los que vamos a transmitirlo. Es el secreto, no de la gloria porque nadie lo tiene, pero sí el del día a día: disfrutar rompiéndose el lomo.

-¿Te cambió la vida cotidiana ser el arquero titular de River?

-Uno trata de mantener siempre el mismo eje y de relacionarse con la misma gente. Yo sigo yendo en short y ojotas a la casa de mi vieja y eso no cambiará así sea el arquero de River, del Real Madrid, del Barcelona o de un equipo del Ascenso. Pero sí pasa que uno tiene que cuidarse más: por ahí perdiste un partido y no podés ir a tomarte un café con tu pareja o tu familia porque, más allá de que no me parezca correcto, vivimos en una sociedad a la que nos tenemos que adaptar. Pero mi vida sigue siendo la misma. Después las cosas cambian porque la exposición es grande y la gente te pone en un lugar en donde no elijo estar. Una vez lo dijo Crespo: “Iba a un boliche y no me dejaban pasar, y cuando para todos era Crespo, iba al mismo lugar y me daban de todo. Yo no fui el que cambió, yo era Crespo antes y después, entonces es la gente que lo pone a uno en un lugar que no asimila”. Me pasó de ir a comprar al almacén de la vuelta y que me quieran hacer un descuento. No, yo lo quiero pagar igual que el de al lado porque soy igual. En definitiva, uno tiene la virtud de jugar a la pelota, pero todo el mundo tiene lo suyo: el carnicero tiene la virtud de cortar la carne, porque a vos te dan un cuchillo y no sabés qué hacer; el periodista tiene la virtud de preguntar, porque a otro le dan un micrófono y no sabe qué hacer; el barrendero tiene la virtud de estar en su lugar. Todos tenemos un rol diferente pero ni uno es más ni menos, eso deberíamos entenderlo como sociedad. Y ahí vamos a pegar el click de entender que tiene haber uno que corte el pasto, uno que limpie la pileta, uno que juegue, etcétera. Tiene que haber gente que haga lo que otro no hace, y no por jugar al fútbol vas a ser mejor.

-Renegás un poco de lo que rodea al fútbol.

-Sí, reniego un poco del ambiente, en ese sentido, en que vos sos uno más.

-Pero hay jugadores que sí se creen más que el barrendero.

-No puedo hablar por otro, es mi pensamiento. Durante esta nota pasaron 15 personas que trabajan acá y me saludaron como a uno más, eso es lindo, es lo que debería ocurrir, pero no pasa usualmente. Es como vos decís, a algunos jugadores les cambia la cabeza, y ojalá se trabajara un poco más eso, en la humildad.

-¿Y qué hacés cuando no sos Batalla, el 1 de River?

-Estoy terminando el último año del colegio que me quedó colgado por el Mundial y el Sudamericano Sub 17 que me consumieron ese último año. Lo hago a distancia, a través del club, y en abril arranco con dibujo técnico porque me gusta la arquitectura. En el tiempo libre hago eso, me gusta dibujar, escribir, mirar páginas de diseño, proyectos, casas en 3D, panorámicas. La carrera de arquitectura es dura, pero quiero ir paso a paso: hacer dibujo técnico, después proyecto y construcción de obras y más adelante hacer la carrera. Ahora estoy con el colegio, resumiendo el material que me mandan, estudiando y yendo a rendir los finales.

-El final más difícil…

-Sí, el más difícil ya lo rendí, ja, y era poder estar a la altura de la Primera.[/SPOILER]

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