¿Asesinaron a Nisman?

@hombre nis;

Ahora se la agarran con este pibe que no sabe ni decir 2 palabras de corrido sin trabarse. Labure, SI, labure. Busquemos golpes bajos en el archivo de cada persona que diga algo malo de nosotros, demostremos que si nos cuestionan la van a pasar mal. Cualquier parecido con el significado de extorsión es pura coincidencia. Desviemos el foco de discusión, no para limpiar nuestra imagen, sino para ensuciar la del resto.
Todo muy normal, siga siga.

Che, hablando un poco de EEUU, Iran e Israel, 3 paises mencionados en este thread…

Even Fox News is outraged at Boehner and Netanyahu’s plan to undermine Obama

Fox News is not exactly known as an ally of the Obama administration, especially when it comes to disputes between Obama and House Speaker John Boehner, or disputes between Obama and Israeli Prime Minister Benjamin Netanyahu.

Yet two prominent Fox News hosts, Chris Wallace and Shepherd Smith, harshly criticized Boehner and Netanyahu on Friday for secretly arranging a Netanyahu speech to Congress that is transparently aimed at undermining President Obama, and set up without the White House’s knowledge.

The White House, State Department, and many foreign policy observers, including prominent former US ambassador to Israel Martin Indyk, expressed outrage over the move. And, in a sign of just how many lines Boehner and Netanyahu crossed, so did the two Fox News hosts.

“I agree 100 percent,” Wallace said when Smith read a quote from Indyk criticizing the Boehner-Netanyahu maneuver. Wallace went on:

And to make you get a sense of really how, forgive me, wicked, this whole thing is, the Secretary of State John Kerry met with the Israeli Ambassador to the United States for two hours on Tuesday, Ron Dermer. The ambassador, never mentioned the fact that Netanyahu was in negotiations and finally agreed to come to Washington, not to see the president, but to go to Capitol Hill, speak to a joint session of congress and criticize the president’s policy. I have to say I’m shocked.

Smith said, “it seems like [Netanyahu’s government] think[s] we don’t pay attention and that we’re just a bunch of complete morons, the United States citizens, as if we wouldn’t pick up on what’s happening here.”

Wallace pointed out that Netanyahu might face political backlash in Israel over this “very risky political strategy,” which could damage Israel’s relationship with the United States.

Here is the backstory: On Wednesday, Boehner announced that he had invited Netanyahu to come speak to a joint session of Congress in late February (later pushed to early March) on Obama’s nuclear negotiations with Iran, which both Boehner and Netanyahu oppose, and which Republicans are seeking to blow up by forcing new, deal-killing sanctions on Iran. What made this such a remarkable breach is that Boehner had reached over Obama to make the invitation, which he and Netanyahu kept secret from the White House. That is a major breach in US foreign policy, which is supposed to be unified; things like official visits by heads of state almost always go through the White House.

Perhaps worse, Republicans are letting a foreign leader use the floor of Congress to bash the American president, thus not just allowing but helping a foreign country meddle in American foreign policy. (This is not the first time either. Republicans invited Netanyahu to speak to Congress in 2011, an opportunity he also used to lambast Obama.)

For his part, Netanyahu is once again attempting to undermine the American president who is by far his most important ally, and is using Congress as a campaign stop on his own bid for reelection in Israel’s March elections.

“BIBI AND DERMER MIGHT HAVE FINALLY GONE TOO FAR”

While backlash was anticipatable, Netanyahu likely did not imagine it extending to Fox News.

“After watching this I think Bibi [Netanyahu] and [Israeli ambassador to the US Ron] Dermer might have finally gone too far,” Lisa Goldman, the director of the Israel-Palestine Initiative at the New America Foundation, wrote on Facebook of the Fox News segment. “They miscalculated the American Zeitgeist and didn’t realize that when a foreign power, even a favorite ally, shows a lack of respect for US institutions, a red line has been crossed.”

To Goldman’s point, both Smith and Wallace, in expressing outrage at Netanyahu, pointed out that the Israeli leader had defied President George W. Bush’s demand that Israel cease settlement growth in the West Bank, and had resisted Bush’s efforts at an Israel-Palestine peace deal. The issue, for them, was not principally one of partisan politics, but of this ostensible ally repeatedly mistreating the United States and its president, regardless of political party.

If the Netanyahu government and Ron Dermer’s embassy are watching this, and they certainly should be, they should be alarmed that even this crucially important element of their American support base is beginning to see the Netanyahu government as less of an ally

Even Fox News is outraged at Boehner and Netanyahu’s plan to undermine Obama - Vox

Hasta los de FOX saltan con esto !! Cabe aclarar para algun desprevenido que FOX es a Obama lo que el Grupo Clarin a los K, y su rival CNN vendria a ser la version gringa de 678.

USA busca acercarse a Iran pero recibe chirlito (chirlazo!) de Yisrael… habra pasado lo mismo con Argentina ?

[b]Irán y Rusia firman un acuerdo de cooperación militar [/b]

Irán y Rusia firmaron un acuerdo el martes para expandir los vínculos militares durante una visita a Teherán del ministro de Defensa ruso.

Serguei Shoigu dijo, en declaraciones a agencias de noticias rusas, que Moscú quiere desarrollar “una relación militar a largo plazo y multifacética” con Irán en un momento en el que ambos países hacen frente a sanciones occidentales. Él dijo que el nuevo acuerdo incluye la expansión de la cooperación antiterrorista, el intercambio de personal militar para su formación y entrenamiento y un acuerdo para que las respectivas marinas utilicen con más frecuencia los puertos del otro país.

Avissssa, bolú

[b]Nisman Y El Regreso De La Muerte

SE ENRARECE EL COMIENZO DE UN AÑO ELECTORAL[/b]

Un fiscal respetado que investiga un crimen atroz llega a la conclusión de que el presidente de su país se ha hecho cómplice de los delincuentes responsables a cambio de algunos favores económicos; días después de hacer pública la denuncia, lo encuentran muerto, con una bala en la sien, en el baño de su departamento que tenía las puertas cerradas. Pero no se trata del argumento de otra novela negra. Es la realidad actual argentina, la de un país cuyos gobernantes califican de mafiosos a aquellos jueces y fiscales que no les gustan, en el que es normal que los dueños del poder adquieran fortunas fabulosas, en que todo es posible.

Hasta la madrugada del lunes, cuando de golpe se difundió la noticia de la muerte del fiscal Alberto Nisman, podía preverse que Cristina superaría los problemas que le había ocasionado verse acusada de indultar a los iraníes por su presunto papel en la voladura de la sede de la AMIA. Desde el punto de vista de los militantes antiimperialistas que pululan en el kirchnerismo, las pruebas en contra del país de los ayatolás genocidas eran de origen cuestionable, ya que según ellos las habían aportado los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Israel y diversos miembros de la Unión Europea, y, de todos modos, se trataba de algo que sucedió hace mucho tiempo.

Así las cosas, se decían, ¿no sería mejor dejar el asunto en manos de una “comisión de la verdad” bilateral conformado por juristas argentinos e iraníes y, mientras tanto, conseguir algunos barriles de petróleo barato a cambio de granos? Aunque el arreglo así supuesto podría considerarse poco digno, quienes lo avalaban por lealtad hacia la jefa máxima aseguraban que, en el mundo que efectivamente existe, todos los gobiernos anteponen los intereses económicos a sus pretensiones morales.

Por lo demás, parecería que Cristina, aconsejada por su amigo el extinto Hugo Chávez y pensadores geopolíticos de la talla de Luis D’Elía, no creía en “la pista iraní”. Aficionada a las teorías conspirativas, les habrá resultado bastante fácil a los amigos de los ayatolás convencerla que se trataba de un invento de los infinitamente astutos israelíes con su Mossad, la CIA yanqui, el MI5 de los piratas británicos y otros imperialistas perversos. Se trata de la explicación más caritativa de aquel memorándum que, para el desconcierto universal, puso patas arriba la política exterior del país.

La muerte de Nisman cambió todo al enfrentar a Cristina y sus simpatizantes con un desafío que es decididamente mayor que el planteado por su voluntad indisimulable de congraciarse con los feroces teócratas de Irán, pasando por alto lo de la AMIA y la embajada de Israel, o la presunta entrega del manejo de la política exterior a personajes tan esperpénticos, y tan poco recomendables, como D’Elía y Fernando Esteche, el cabecilla de Quebracho, una banda de matones que los servicios de inteligencia de las distintas organizaciones policiales, de las fuerzas armadas y la ex SIDE tienen fichados desde hace décadas pero que, por razones que nunca han sido aclaradas, permiten continuar provocando desmanes violentos.

Aunque oficialistas como el ubicuo Sergio Berni se apuraron a calificar de suicidio la muerte súbita del fiscal, otros que no comulgan con el kirchnerismo dieron por descontado que fue asesinado o, lo que es lo mismo, que fue obligado a suicidarse. Patricia Bullrich, la que por su propia trayectoria sabe cómo piensan los “idealistas” que fantasean con cambios revolucionarios, llegó a decir que “me cuesta creer que la Presidenta haya ordenado que lo maten”, de tal modo reforzando una sospecha que con toda seguridad persistirá.

Por cierto, no ayudó a ahuyentarla el mensaje que difundió Cristina a través de Facebook en que se preguntaba “¿Qué fue lo que llevó a una persona a tomar la terrible decisión de quitarse la vida?”, para entonces especular en torno a los motivos por los cuales el fiscal había interrumpido sus vacaciones familiares para regresar de súbito al país, además, claro está, de aludir, una vez más, a la hipotética influencia de las tapas de Clarín. Puede que las conjeturas más alarmantes que están dando vueltas carezcan de fundamento, pero en el clima político actual pocos, muy pocos, realmente creerán que el enemigo más temible de la Presidenta se haya quitado la vida por razones exclusivamente personales.

En los días previos a su muerte, Nisman no brindaba la impresión de ser un hombre atormentado por dudas que, por miedo a protagonizar un papelón ante el Congreso como preveían los kirchneristas, que se preparaban para la pelea tratándolo como un lunático peligroso que había confeccionado una denuncia que, en palabras de Jorge Capitanich, era “disparatada, absurda, ilógica, irracional, ridícula”, optaría por poner fin a su propia vida. Al contrario, parecía sentirse muy pero muy seguro de sí mismo y, en entrevistas con los medios, se mostraba plenamente capaz de reivindicar en un encuentro con los diputados las denuncias explosivas que había formulado. Si bien quienes habían hablado con él sabían que era blanco de amenazas y que se preocupaba por lo que podría suceder a sus dos hijas, entendían que poseía la fortaleza anímica necesaria para seguir adelante. Puede que, como asevera Berni, los datos concretos disponibles hagan pensar que Nisman sí se suicidó, pero toda la evidencia circunstancial apunta en la dirección contraria.

La convicción que está en vías de consolidarse, no sólo en círculos opositores sino también en otros que son habitualmente favorables al kirchnerismo, de que el fiscal fue asesinado, o inducido por sus enemigos a suicidarse, no puede sino perjudicar al gobierno de Cristina. Aun cuando nadie -salvo Patricia Bullrich- insinuara que la Presidenta misma tuvo que ver con un delito tan terrible, no es ningún secreto que, en los alrededores del gobierno que encabeza, hay sujetos que no vacilarían en “ayudarla” liquidando a un fiscal molesto.

A esta altura nadie ignora que el kirchnerismo, lo mismo que el menemismo en su momento, ha servido como un polo de atracción poderoso para elementos surgidos de los bajos fondos de la sociedad. No le faltan soldados, desde legisladores que apoyan automáticamente cualquier genialidad presidencial, por rara que fuera, y los aplaudidores, hasta la gente de La Cámpora y quienes hacen número en manifestaciones cuidadosamente organizadas. Confluyen en el proyecto de los santacruceños tanto corrientes procedentes del peronismo “revolucionario”, facciones izquierdistas sumamente belicosas y otras agrupaciones nada democráticas, como otras vinculadas con un sinfín de mafias de distinto pelaje.

Asimismo, por ser la Argentina un país que, de acuerdo común, está entre los más corruptos de América latina, pero en que muchos temen que esté por ponerse en marcha un operativo mani pulite local, abundan los que tendrían motivos para intentar intimidar a los interesados en impulsar uno, advirtiéndoles que hay límites, comenzando con la persona de la Presidenta, que les convendría respetar. También se ha hecho sentir la presencia ominosa de sicarios del crimen organizado y de los carteles de narcotraficantes que se han afincado aquí.

Y, es innecesario decirlo, hay que tomar en cuenta la posibilidad de que sujetos del submundo de los incontrolables servicios de inteligencia, que el Gobierno está tratando de incorporar a su propio movimiento pretendidamente nacional y popular, hayan querido vengarse de alguno que otro desaire, o que los iraníes, enfurecidos por la muerte de un general en el ataque israelí contra Hizbolá en Siria, hayan decidido desquitarse eliminando al odiado fiscal Nisman y, mientras tanto, incomodar al gobierno argentino por haber perdido interés en el pacto de impunidad.

A pesar de los esfuerzos, mejor dicho, las súplicas, de quienes sólo quieren vivir en paz, la Argentina aún no ha logrado dejar atrás la sombra de la violencia política. Los alarmados por la retórica divisiva, a veces brutal, que es propia del llamado “estilo K”, siempre han advertido que, tarde o temprano, la agresividad verbal podría verse seguida por la violencia física, retrotrayéndonos a tiempos que la mayoría preferiría consignar a los libros de historia. Huelga decir que la muerte sospechosa de Nisman ha renovado tales temores. El líder porteño Mauricio Macri no es el único que espera que se haya tratado de un momento “bisagra”, de “un antes y un después”, en el que la sociedad en su conjunto tome conciencia de los peligros latentes para impedir que surjan nuevamente a la superficie.

Comparten sus sentimientos los miles de personas que reaccionaron frente a la muerte de Nisman movilizándose en centenares de localidades para protestar contra lo que enseguida tomaron por un crimen político. Temen que un gobierno resueltamente setentista nos devuelva a una de las décadas más nefastas que ha conocido el país, una en que disentir era un crimen capital y todos los días murieron asesinadas personas tan prestigiosas como el fiscal, por suponer que, para defender sus propias conquistas, a algunos les parecería mejor sembrar miedo en la sociedad para que deje de soñar con obligarlos a rendir cuentas por lo hecho en el transcurso de los años últimos (Revista Noticias).

James Neilson

Nisman y el regreso de la muerte | Tribuna de Periodistas

Pidió “prudencia en hipótesis”

[b]Garzón: “El Gobierno no tiene nada que ver con la muerte de Nisman”[/b]

El exjuez español Baltasar Garzón aseguró que “el Gobierno argentino no tienen nada que ver” con el fallecimiento de Alberto Nisman, y agregó que, incluso, el Ejecutivo y los funcionarios involucrados en la denuncia del fiscal “son los más perjudicados con su muerte”.

Bueno, si garzon lo dice, palabra santa. Como el boludo de Coki, recien justificando la salida del periodista y diciendo “si se sentia perseguido, que ponga una foto del agente”. No entiendo como sigue el boludo este, ya ni funcional es.

igual con la publicación del pasaje quedó demostrado que no lo estaban siguiendo :lol:

Pero ojo, escrachar en un aeropuerto a echarri es de pelotudos

Garzón es un juez de prestigio internacional y reconocido. Capitanich es ex gobernador de una provincia, jefe de gabinete.

Peras con peras, no con manzanas.

Estan en la misma bolsa y se terminan pudriendo

Por varios motivos: el puterío, ver la reacción de Pichetto (no lo ví en la última foto mafiosa que se sacaron los kks apoyando a kret, por las repercusiones en la banca oficialista del congreso…

---------- Mensaje unificado a las 12:34 ---------- El mensaje anterior habia sido a las 12:31 ----------

El oyarbidet gallego.

Cuando las palabras faltan, aparecen los agravios.

Vamos bien.

garzón que me traiga un café con medialunas, boludo

Ahí hay una hipótesis: Argentina acuerda con Irán, apoyados por EEUU, pero Israel no está de acuerdo y embarra la cancha.

Seguro. Citar las declaraciones de este topo del mossad y darle entidad a las payasadas que dice no es desviar el foco de atencion.

Entidad le dan ustedes publicando ilegalmente datos privados. ¿Por qué no publican los gastos reservados de Cristina? Mamita, lo que hay que leer.

Lo importante es que Nisman nunca hizo un carajo. Desde que se hizo cargo de la causa que no pasó nada.
Lo dice Lanata en esta misma nota que ya la pasó otra persona del foro, pero vale la pena replicarla entera.

Tócala de nuevo, Nisman
Por Jorge Lanata | 19/11/2006 | 07:21

La causa AMIA suma hoy 113.600 fojas. Son 568 expedientes de doscientas fojas cada uno, a los que deben sumarse 400 legajos de “Investigación”, 1.000 paquetes de siete a ocho legajos, cada uno con intervenciones telefónicas, y 1.500 carpetas con información de la SIDE. En esas 113.600 fojas, 568 expedientes, 400 legajos, 1.000 paquetes y 1.500 carpetas no hay nada. Si nos dedicáramos a hacer un tótem judicial con esa cantidad absurda de papel, podríamos llenar varios cuartos en una casa. Varios cuartos llenos de nada.

En verdad, y para ser exactos, no se trata de Nada Absoluta: hay operaciones de los servicios e inteligencia, de la Policía, de gobiernos extranjeros, estupidez de jueces y fiscales, corrupción, gestos miserables y después nada. La misma nada presente en las ochocientas y una páginas del dictamen del fiscal Nisman, nada ratificada por el juez federal Canicoba Corral.

Pero la Nada, como nos enseñó Michael Ende en La historia interminable, no es neutral. En la pelea de Bastian y Atreyu la Nada es una especie de representación de todos los pensamientos oscuros del hombre, que destruyen su deseo de soñar. “Todos los personajes de Fantasía que caen dentro de la Nada se convierten en mentiras al pasar al mundo real”, escribe Ende. La negra y viscosa Nada de la AMIA sepulta en la injusticia y el olvido la muerte de ochenta y cinco personas.

El fiscal Alberto Nisman tiene serios problemas de memoria; hace algunos días volvió a repetir lo mismo que el año pasado: anunció avances en la investigación presentando sólo información vieja. El año pasado lo hizo con el espectacular descubrimiento del conductor suicida Ibrahim Berro, quien luego se convirtió en radicheta. Este año repitió su modus operandi solicitando la captura de ocho iraníes por los que él mismo había pedido en 2003, y sin aportar un solo nuevo dato. El 21 de febrero de 2003 el fiscal detective Nisman solicitó junto al ahora ex fiscal José Barbaccia al destituido juez Juan José Galeano la captura de 22 iraníes basándose en información aportada a la causa por el espía Jaime Stiusso. Vale la pena recordar que Barbaccia renunció luego de haber sido apartado de la causa en la que se le reprochan, entre varias irregularidades, el haber practicado filmaciones ilegales en la fiscalía a su cargo, haber filtrado información a la prensa en su viaje a Alemania en diciembre de 2003, cuando recibió la declaración del Testigo “C”, Abolga-shem Mesbahi, disidente del régimen iraní, tergiversando el contenido de su declaración, y haber sido expulsado de la audiencia por el juez alemán, circunstancia que originó una cuestión diplomática que no registra antecedentes en las relaciones exteriores de nuestro país. Hoy Barbaccia apeló su procesamiento dictado por el juez Lijo por haberle ofrecido al mecánico Claudio Cotoras la suma de 100.000 dólares a cambio de imputar a Carlos Telleldín y a Juan José Ribelli en el atentado y por el delito de falso testimonio agravado, ya que afirmó, bajo juramento, desconocer el pago de 400.000 dólares efectuados a Carlos Telleldín.

Nisman debería mejorar su círculo íntimo. Lo curioso del pedido de los 22 iraníes es que estos ocho, que se suponen nuevos, se encontraban en la primera lista de 2003. Nisman pidió entonces –y Galeano concedió– la detención de Hadi Soleimanpour, ex embajador de Irán en Argentina entre los meses de junio de 1991 y agosto de 1994. Soleimanpour fue detenido en Durham, Reino Unido, pero según una nota, fechada el 12 de noviembre del mismo año, el secretario de Estado del Ministerio del Interior inglés decidió dejarlo en libertad por falta de pruebas, “no librar una orden para proceder contra Soleimanpour” y hacer cesar la orden de arresto preventivo pedida por Nisman sobre la base de que “el voluminoso material que conforma el pedido de extradición formulado por Argentina no cumple, prima facie, con los requisitos probatorios exigidos por el Reino Unido” (nota de fojas 916, con traducción a fs. 927/929 del “Incidente de extradición de Hadi Soleimanpour”). La fiebre de detención de Nisman aquel 2003 era imparable: el 16 de mayo, junto a Barbaccia y Eamon Mullen (el otro ex fiscal acusado de irregularidades en la causa), reiteró a Galeano el pedido de captura de los 22 anteriores y agregó otros seis iraníes. Galeano siguió firmando. Hasta que Interpol volvió hacia atrás con los pedidos insistiendo en la poca seriedad de la investigación y agregó un detalle conmovedor: uno de los buscados estaba muerto (lo que hubiera, de hecho, facilitado su captura).Cuando Galeano fue apartado de la causa por el Tribunal Oral, el nuevo juez, Canicoba Corral, insistió con los pedidos de captura de los iraníes: una asamblea de Interpol los rechazó por 91 votos contra 9 a favor. La asamblea le dijo entonces a Canicoba: “El Comité Ejecutivo nota, en particular, que las órdenes de detención fueron firmadas por un magistrado cuya intervención en el caso fue declarada irregular por las autoridades argentinas competentes”. El jefe de la Oficina Jurídica de Interpol fue todavía más claro: “Unicamente nuevas órdenes de detención firmadas por un juez diferente y basadas en un examen de la prueba que respalde los cargos podría justificar el restablecimiento de las difusiones rojas”. “Difusiones rojas” es, en el argot de los organismos de seguridad internacionales, “la búsqueda de los sospechosos”. Interpol fue aún más alllá: “Hasta tanto ello ocurra, rige el cese de búsqueda de los sospechosos iraníes dispuesto por la Secretaría General del organismo” (fojas 118.958 de la causa). La sucesión numérica de Nisman sugiere, sin embargo, algunas preguntas básicas: ¿por qué primero eran 22, luego 12 y ahora 8? ¿En cuál de los tres pedidos se equivocó? ¿O se equivocó en los tres? Nunca, en ninguna de las cientos de miles de fojas, el detective Nisman nos anuncia pruebas nuevas que desincriminen a algunos de los 22, o de los 12, o de los 8, o que los incriminen aún más. Perdón: sí hubo un cambio; a fojas 479 Nisman dice que, en el papelón Soleimanpour, “un nuevo análisis de las pruebas obrantes en la causa nos lleva a concluir que no revisten entidad suficiente como para dictar una medida de coerción en su contra”. Es la versión larga para decir que metió la pata. Bien podría costarle un juicio político, pero parece que la Argentina da para todo.

Lo que no ha ido en descenso, sino más bien todo lo contrario, es la propensión del detective Nisman a la prosa judicial: hay que tener muchas ganas de escribir para tapar la Nada con ochocientas una páginas. Ganas o ser Martín Caparrós, quien ya ha impuesto un estilo de vida con sus brillantes textos largos. Nisman tiene a quien admirar. Lo curioso de la acusación fiscal es, además de su extensión, su diversidad: desde la página 42 hasta la 102 Nisman nos explica la historia del terrorismo en el mundo, citando bibliografía muy diversa. Sólo una cita suena un poco lamentable: la atribuida al libro Cien palabras para explicar el islam, de Soulemane Bachir Diagne, Barcelona. Le faltó incluir Mahoma explicado a los niños.

DICEN QUE DICEN
A fojas 258 de su dictamen Nisman transcribe el corazón de su investigación, su punta del ovillo: “La elección de este atentado –dice– se realizó en una reunión de seguridad máxima del Estado, bajo la presidencia de Rafsanshani el sábado 14 de agosto de 1993. En esa reunión estaban presentes los profesionales militares y miembros fijos de la alta seguridad” (traducción de la información aportada por los disidentes iraníes a fs. 65/70 del legajo 209).
La única prueba de esta reunión son dichos de oídas de terceros. No hay ningún testigo de haber visto u oído directamente algo, por ejemplo:

  • A fojas 256 Abolhassan Bani Sadr, ex presidente del Sha, líder de la oposición y director de un diario opositor en el exilio, dice: “Si Irán está por detrás, la decisión la debió tomar el Consejo”.
  • Alí Reza Ahmadi, ex integrante del Servicio Exterior del Sha, dice que “sabe que la decisión se tomó en esa reunión”. Nunca explica por qué ni quién le dijo.(fs 256).
  • Reza Zakeri Kouchaksaree, presidente de la Resistencia Iraní, dice que “sabe que la decisión se tomó en esa reunión”. Idem anterior.
  • Hadi Roshanravani, consejero de la Resistencia Iraní en el exilio, dice que “se enteró por medio de fuentes de los mujaidines en Irán que el atentado fue decidido por las más altas autoridades” (fs. 190).
  • Meshabi “C”, disidente y desertor iraní: “La decisión se tomó en el ’93 y estuvo Rabbani” (fs. 256 y 259). “Conozco y obtuve toda la información del atentado a la AMIA de los responsables del servicio de inteligencia de Irán.”
    Nisman, con estos testimonios, da por probada la reunión. Y Canicoba Corral los cree verosímiles.
    Entonces, avanza otro paso: “Según la Secretaría de Inteligencia, Rabbani partió con destino a Irán el 18 de junio de 1993 y regresó el 29 de octubre de ese año (fs. 552). “No parece arriesgado –dice Nisman– concluir que fue a participar de esta reunión.”
    Esa es toda la prueba que las ochocientas (y una) páginas de Nisman ratificadas por Canicoba tienen contra Irán. El resto –como gran parte de esto– son informaciones de inteligencia, informes entregados por SIDE, CIA y Mossad que no figuran como tales en el expediente sino como información propia de la supuesta investigación argentina.
    Dice en la acusación otro arrepentido: “Más del ochenta por ciento de las operaciones terroristas que han tenido lugar en el mundo entero han sido realizadas directa o indirectamente por Irán”. Y el fiscal toma esas afirmaciones como prueba.
    —Aplaudimos al sistema judicial de la Argentina –dijo la Casa Blanca al conocerse la decisión de Canicoba Corral.
    —Aplaudimos la búsqueda tenaz de la Justicia –dijo el portavoz Tony Snow– contra los autores del atentado. Llamamos a todos los gobiernos a apoyar al gobierno argentino.
    Irán tiene petróleo y gas, y se anima a montar un reactor nuclear sin pedir permiso. Y de Irán a Irak cambia una sola letra.

UNA VIEJA HISTORIA
La historia de involucrar a Irán en el atentado contra la AMIA no es nueva: a fojas 7213 del Cuerpo 36 se informa que una de las agendas de Telleldín apareció recortada y que apareció también, en la casa del entonces sospechoso (ahora liberado por el Tribunal Oral), “un papel” que decía “Embajada Islámica de Irán”. Telleldín tuvo que escribir unas veinte veces aquello de “Embajada Islámica de Irán” y fue sometido a una pericia caligráfica (como si el hecho de portar esas palabras en un papel configurara un delito). A fojas 26.988 se observa que los peritos Picasso, Giménez, Noguera, Comba y Anzorena “no encontraron similitudes entre la letra del papel y la de Telleldín”.
El recorte llegó a la agenda de Telleldín “plantado” y quizá provenga del mismo jardín en el que se plantó el motor de la Trafic, como veremos más adelante. La insistencia de Estados Unidos e Israel en involucrar a Irán en el atentado no es ideológica sino estratégica: nadie en su sano juicio podría defender a Irán, con un presidente proclive a las declaraciones nazis y serias violaciones a los derechos humanos en el interior del país, pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, con perdón de la tautología.
Si, como todo indica, el atentado llegó de Siria, la estrategia de involucrar a Irán se vuelve mucho más clara:

  • Desde la Guerra del Golfo el régimen de Damasco es aliado de Estados Unidos contra Irak.
  • Siria e Israel disputan parte de los territorios ocupados (las Alturas del Golán), y culparlos de la AMIA agregaría otra piedra en un camino lleno de obstáculos para esa relación cada vez más tensa en la frontera norte de Israel.
    La investigación de la AMIA está montada sobre pies de barro: uno de ellos, quizás el más significativo, es la supuesta existencia del coche bomba al que sólo una testigo vio. María Nicolasa Romero, enfermera de la Policía, declaró en la causa que esa mañana fue sorprendida por la explosión junto a su hijo y su hermana, mientras se dirigían a un jardín de infantes vecino. “Mientras caminaban por la vereda impar de Pasteur al 600 (N del A: la misma de la AMIA), el niño se soltó de su mano y comenzó a correr, por lo que ella y su hermana debieron apurar el paso hasta darle alcance en la esquina de Pasteur y Tucumán; que al descender de la calzada para iniciar el cruce los tres se vieron obligados a retomar la vereda para evitar ser atropellados por una camioneta color beige que lentamente circulaba por Tucumán y, para tomar Pasteur, giró hacia su derecha en forma cerrada”. En ese segundo, quizá segundo y medio, Nicolasa pudo proteger a su hijo, volver a subir el cordón, ver el rostro del conductor y advertir que poseía rasgos árabes. Si el cargo de director de la CIA estuviera vacante, Nicolasa debería ocuparlo. Su hermana, a fojas 165 del expediente, no vio el coche bomba.
    Un equipo de investigación dirigido por el autor de estas líneas y formado por once personas investigó el atentado y descubrió por lo menos a diez testigos sobrevivientes que estaban mucho más cerca de la puerta de la AMIA que Nicolasa y nunca vieron a la famosa Trafic. En estas páginas se reproduce un mapa con su ubicación y datos personales:
  1. Juan Carlos Alvarez, el barrendero que se acercaba al volquete que estaba en la puerta de la AMIA mirando hacia ahí, y sobrevivió de milagro.
  2. Daniel Joffe, el electricista que reparaba el carburador de su Renault a menos de quince metros, con el auto ubicado según el sentido del tránsito y perfecta visibilidad de la puerta.
    3-4) Los policías Bordón y Guzmán (uno en el bar Caoba y otro apoyado en el patrullero).
  3. Gustavo Acuña, que cruzaba desde un negocio vecino hacia el kiosco de Marcelo Fernández.
  4. Adriana Mena, empleada de la imprenta frente a la AMIA.
  5. La vecina María Josefa Vicente, en el balcón del tercer piso de Pasteur y Tucumán, mirando hacia la calle.
  6. Gabriel Villalba (empleado de la empresa de equipamientos odontológicos Narbi-Herrero), que estaba en Pasteur 675 cargando un aparato en una pick-up Dodge estacionada en doble fila.
  7. Alejandro Benavídez, dueño del bar Catriel, que cruzaba Pasteur en dirección a Tucumán.
    10-11) Los colectiveros que se acercaban por Tucumán hacia Pasteur.
  8. Rosa Barreiro, que llevaba de la mano a su hijo Sebastián y estaba a menos de cinco metros: no escuchó ni el motor de la Trafic, ni el chirrido al subirse al cordón.
    Los automóviles que circulaban por Pasteur hacia Lavalle.
    Como ya comentamos, el detective Nisman dio crédito a diversos informes de la SIDE, como los que en 2003 concluyeron que “quien condujo el coche bomba fue el miembro del Hezbollah libanés Ibrahim Berro”. La versión de Berro, en verdad, provenía del FBI y fue reprocesada por los espías locales. Nisman le exhibió las fotos de Berro a Nicolasa y no lo reconoció, aunque aclaró que “era un muchachote como éste, de esta contextura” y que “veía un parecido en el rostro”, pero aclaró “que no estaba totalmente segura”. Luego se supo, según la familia de Berro, residente en Estados Unidos, que Ibrahim murió en 1994 en Talousah bajo el ataque de un helicóptero israelí.
    Otros datos sobre la supuesta Trafic merecen ser mencionados:
  • Ningún testigo quiso firmar el acta de “descubrimiento” del coche bomba.
  • El acta de secuestro del motor tampoco fue firmada por los bomberos.
  • Eduardo Magnano, jefe técnico de CIADEA (Renault), escuchaba la radio a dos horas del atentado y recibió la visita de una comisión policial con un paragolpes en la mano. Querían saber si era el paragolpes de una Trafic (fojas 29.480).
  • El POC (Departamento de Protección del Orden Constitucional) y la SIDE pincharon el teléfono de Telleldín cinco días antes de que el motor de la Trafic fuera “descubierto”.
  • La Trafic, según consta en el expediente, tenía el motor de un modelo y la carrocería de otro. Lo que sí se veía clarito era el número del block: 2.831.467.
    En su acusación, el detective Nisman vuelve a transitar un mito demasiado viejo: que el explosivo llegó desde el exterior, en este caso “en 1990 desde Brasil, porque los iraníes habían encontrado posibilidades de almacenar este tipo de materiales”. Según las pericias, la AMIA fue volada con amonal, un explosivo compuesto por nitrato de amonio (un fertilizante) y polvo de aluminio (sirve, por ejemplo, para teñir pinturas de color plateado). En ocasión de nuestra investigación, envié a un cadete –ex profeso sin documentos– a comprar nitrato y polvo en un comercio a cinco cuadras del Obelisco. Lo único que le pidieron fue el número de CUIT. Después mostré por televisión lo complicado de conseguir un explosivo en Argentina.

LA PISTA SIRIA
Con respecto a las motivaciones políticas del atentado, Nisman (¿o deberíamos decir la línea Galeano-Nisman-Canicoba?) habla de una cuenta, de dos cuentas, de una cuenta de Irán, de una cuenta numerada en un banco que nunca se encontró, de un depósito, de dos depósitos, de diez millones, de doscientos millones, del atentado contra la AMIA, del atentado contra la Embajada de Israel, de distintos enviados, de distintos contactos, de mensajes de Menem, de mensajes a Menem, etc., etc., etc.
La llamada “pista siria” se dejó de lado en la “investigación” de Galeano:

  • En 1988 Menem visitó el país de sus antepasados y buscó allí ayuda financiera para su campaña. Los sirios le aportaron, según diversas fuentes, unos cuarenta millones de dólares. Este dato fue confirmado a los periodistas Norberto Bermúdez y Carlos Torrengo por el dominicano Nemen Nader en Madrid.
  • Menem prometió entonces a los sirios y los libios la entrega del misil Cóndor y protocolos de transferencia de tecnología nuclear. Los planos del Cóndor terminaron en el Pentágono, el acuerdo nunca se produjo y la plata nunca volvió a su origen.
  • Hay quienes piensan que el acuerdo con Siria era mayor: Siria tiene un lucrativo comercio de heroína y opio en el valle de la Bekaa, y es el principal exportador de heroína a Europa. Eso genera excedentes financieros de dinero negro que, por aquel entonces, buscaron sin éxito lavarse en Buenos Aires.
  • Las figuras de Ibrahim al Ibrahim a cargo de la Aduana en los primeros años de Carlos Saúl y la cotidiana presencia de Monzer Al Kassar, ciudadano sirio con nacionalidad argentina, el Yomagate y las inversiones de Abdala Rashid al Aalí en Santiago del Estero completan la cantidad de sirios por metro cuadrado necesaria como para empezar a preguntarse sobre el punto.
  • “Esta bomba me la pusieron a mí”, fue lo primero que dijo Carlos Menem al enterarse del atentado en la calle Pasteur.
  • Esta bomba me la pusieron a mí.
    Después, preguntó por Zulemita. Su hija no vivía ni estudiaba en el Once. Al año siguiente su hijo moriría en un confuso accidente en San Nicolás.
    Según el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, Menem estaba convencido del origen sirio del atentado. Cuando poco antes de salir del gobierno recibió en la Casa Rosada al Premio Nobel de la Paz Eli Weissel, Menem le dijo que conocía el origen y los autores del atentado contra la Embajada de Israel, pero que no podía hacerlo público. Weissel le relató esta extraña conversación al entonces procurador general de la Nación, Angel Agüero Iturbe.
    En noviembre de 1994, algunos meses después del atentado, Menem volvió a pisar Damasco, después de cinco años de intentarlo. Recién entonces recompuso las relaciones con el país de sus padres.
    “El Hezbollah es la única organización que realiza atentados con coches bomba”, dice en la acusación de Nisman el especialista Ariel Merari. Se equivoca: los otros que usan coches bomba, y a razón de unos treinta y cinco a cuarenta atentados por año, son los carteles colombianos de la droga.
    La causa AMIA, las 113.600 fojas, 568 expedientes, 400 legajos, 1.000 paquetes y 1.500 carpetas se construyeron eligiendo primero el resultado y luego la forma de llegar a él. Un rápido repaso de los diarios muestra de modo más que evidente las cortinas de humo:
  • 25 de octubre de 1997: Galeano está dispuesto a seguir la pista iraní. Pidió a Alemania los antecedentes de un atentado iraní en un restaurante.
  • 22 de noviembre de 1997: AMIA: se vuelve a pensar en Irán. Interrogan al “arrepentido” Moatamer.
  • 25 de noviembre de 1997: Detonarán 350 kilos de explosivo en una Trafic. Lo hará la productora de TV de Raúl García y Néstor Machiavelli.
  • 28 de noviembre de 1997: Investigan a un nuevo diplomático iraní.
  • 29 de noviembre de 1997: Galeano trajo documentos que involucran a Irán.
  • 4 de diciembre de 1997: Estados Unidos e Israel señalaron a Irán.
  • 20 de enero de 1998: Alertan sobre otro ataque antisemita.
  • 6 de febrero de 1998: La Corte Suprema también le apunta a la Yihad islámica.
  • 18 de marzo de 1998: El embajador israelí Avirán pidió que se responsabilice a Irán.
  • 6 de mayo de 1998: El Departamento de Estado de EE.UU. avala la pista iraní.
  • 16 de mayo de 1998: Exigen el retiro de siete diplomáticos iraníes.
    Pasaron ocho años. La canción que se repite sigue siendo la misma.

INVESTIGACION: JL / ROMINA MANGUEL / LUCIANA GEUNA.

En definitiva, como dice al final y como se deduce, buscaron el objetivo y después se encargaron de hacerlo figurar como tal.
Además, si un fiscal federal se compromete a buscar los responsables del atentado de la AMIA y encontrar su culpabilidad, ¿por qué se dedica a otra cosa, por qué utiliza los recursos en otra dirección sin pedirle autorización al juez? Además, siguen insistiendo con Irán sin haber probado su culpabilidad (ese era el trabajo de Nisman que no hizo), que problema genera el Memorando entonces si ni siquiera se está seguro que haya sido Irán, cuando pueden haber sido los sirios, EEUU, los mismos Judios, hasta la propia DAIA, o simplemente argentinos antisemitas.
No olvidar también que uno de los implicados en la causa AMIA, comisario encargado de atrapar a los responsables y acusado de entorpecimiento de la causa fue el comsiario Jorge Alberto “Fino” Palacios, a quien pusiera Macri como cabeza de la nueva Policía Metropolitana, y que por pedido de los familiares de la AMIA fue removido del cargo. El Fino había participado en la pesquisa desde el principio y el fiscal Alberto Nisman lo acusa por un allanamiento realizado el 1º de agosto de 1994, menos de dos semanas después del atentado. Se trataba del momento clave de la pesquisa, porque es sabido que los casos que no se resuelven enseguida después de ocurridos tienden a quedar impunes. Lo concreto es que en el atentado contra la AMIA no se pudo descubrir nada de los autores materiales: ni cómo entraron o salieron del país ni dónde se armó la camioneta-bomba ni de dónde vinieron los explosivos ni quiénes fueron los cómplices locales. Se acusa a Irán, pero sólo sobre la base de pruebas muy circunstanciales y testimonios no presenciales de disidentes del régimen de Teherán. Hablando también de Macri, una de las víctimas de las escuchas ilegales por la cual Mauri está procesado es el ex Pte de la AMIA, Sergio Burstein. Todavía queda inclusive saber si las escuchas de Nisman son legales, confiemos en que si, como dijo el propio Nisman ante el juez.

En su defensa, Lanata dice ahora: “Venimos hablando del tema de la AMIA hace ya 20 años, yo tenía grandes diferencias con Nisman”, aclaró Lanata el lunes, desde Canal Trece. “Directamente no estaba de acuerdo con la responsabilidad que le dio Nisman a los iraníes en el atentado”,continuó. De esa forma, ratificó sus críticas hacia la investigación del fiscal en torno al esclarecimiento del atentado a la AMIA, pero hizo una distinción con la denuncia que presentó. “Ahora, en el medio de esa investigación el fiscal descubrió otra cosa. Que había una embajada paralela negociando la impunidad de Irán a cambio de otros negocios”, concluyó.
Lo cual es contradictorio, ratifica la incapacidad del fiscal para acusar a los iraníes pero sostiene una negociación de impunidad con Irán… pero… sin siquiera haber justificado la culpabilidad de Irán.

Cada vez mas convencido de que esto fue entre Judios.