Argentina ex Potencia: tres músicos de primer nivel y ocho “sordos” no alcanzan para armar una orquesta
Un sencillo repaso de los nombres de la alineación titular que Sabella presentó ante Venezuela arroja una tajante conclusión: la Selección tiene delanteros excepcionales, pero de allí para atrás, son jugadores comunes y corrientes. Estamos dejando de pertenecer a la elite del fútbol mundial porque carecemos de “materia prima” y esta es una realidad con la que todos -empezando por “Pachorra”- debemos aprender a convivir
Fillol; Olguín, Galván, Passarella y Tarantini; Ardiles, Gallego y Kempes; Bertoni, Luque y Ortiz. Campeón Mundial 1978. Pumpido; Cuciuffo, Brown y Ruggeri; Giusti, Batista y Olarticoechea; Enrique, Burruchaga; Maradona; Valdano. Campeón Mundial 1986. Andujar; Zabaleta, Burdisso, Demichelis, Otamendi y Rojo; Sosa, Mascherano y Di María; Messi e Higuaín. Está claro que el fútbol argentino, salvo por sus delanteros ya no es potencia mundial y Alejandro Sabella deberá trabajar mucho para volver a llegar a un podio. Venezuela por primera vez consiguió sacarle puntos a la Argentina y lo hizo de a tres.
Los equipos a los que pertencen los once titulares que salieron en Puerto la Cruz es un dato que habla por sí mismo: Catania (Andújar pelea por no descender); Manchester City (Zabaleta alterna), Roma (eliminada por el Bratislava en la Europa League), Málaga (equipo muy chico de España para el “Micho”), Porto (Liga de segundo nivel para Otamendi), Spartak de Moscú (Rojo es suplente en torneo de tercera); Metalist de Ucrania (un Club con mucha plata y poco fútbol para Sosa), Barcelona (Mascherano rinde mejor de “2” que de “5” pero en la Selección parece ya del montón), Real Madrid (nivel de Selección para Di María), Barcelona (nivel de Selección para Messi), Real Madrid (nivel de Selección para Higuaín). Ingresaron Valencia, Genoa y Paris St Germain.
Si se analiza de dónde vienen los convocados, más los problemas que ha sufrido la Selección en los últimos años en mitad de cancha, defensa y arco, se llega a una simple y contundente reflexión: hay muuuuuy poco. Los últimos entrenadores y la gente creyeron que con Messi, Higuaín, el “Kun”, Tevez y Milito se le puede hacer cuatro goles a cualquiera, pero el fútbol tiene dos arcos y los contrarios también defienden. Con delanteros sólo no se genera peligro. Se necesita distracción por parte de defensores y volantes, pero los que tiene Argentina ni siquiera están capacitados para contener los embates rivales.
Y acá la responsabilidad es la estructura general de todo el fútbol argentino. Cuando no hay, no hay. Si se acaban las vacas no comemos más asado. Si se acaban los jugadores no somos más potencia.
Sabella entendió esto. Está claro que frente a Venezuela demoró los cambios y no debió conformarse con el empate pero le tiraron el equipo a pocos días de la eliminatoria. Si se busca por el mundo ni Zanetti, Cambiasso, Gago, Samuel (eterno lesionado), Riquelme entre algodones, Lavezzi, Garay, el Cata Díaz, Lucho González, Pablo Aimar, Saviola, Belluschi, Sebastián Blanco, Valeri, Clemente Rodríguez, Fazio, hubieran modificado la ecuación. Los que están afuera esta vez no son mejores que los de adentro.
De nivel internacional están los de arriba. En defensa y en el media: agua. Ante este panorama hay que esperar que Ricky Alvarez se consolide rápido en el Inter, que explote Lamela, que aparezcan marcadores de punta o que una camada Juvenil se consolide pero los dirigidos por Perazzo y patrocinados por “Humbertito” nos dejaron afuera de los Juegos Olímpicos de Londres y en cuartos del Mundial Sub-20 de Colombia. Ojo que hay esperanza: Van por la medalla de lata en los Panamericanos de Guadalajara.
Cabe preguntarse a futuro qué pasará cuando no estén Messi, el Kun, el Pipita y Di María. Lo mismo con Tevez. Hoy Argentina está décima en el ránking FIFA por debajo de Croacia. Mientras, Las Leonas son campeonas mundiales, el básquet está tercero en el ranking FIBA, Los Pumas llegaron a cuartos en el Mundial, el tenis por equipos (Copa Davis) aguarda una nueva final frente a España, los pibes del voley terminaron cuartos en la última Liga Mundial y tienen para diez o doce años más.
Duele mucho, pero por favor que no se muera ese inagotable tesoro llamado Fútbol Argentino. El oro cada vez brilla menos.
Fuente: PlayFutbol