Leanlo que vale la pena
Amí solo me pasa
Shot at 2011-05-17
Vieron que siempre todo el mundo anda diciéndo por ahí que “En este país están todos locos”. Bueno, yo sabía que era así pero ayer lo confirmo totalmente. Esto que voy a contar me pasó tomándome el 56.
Siempre que te subís a un colectivo sabés que algo va a pasar;que se va a enojar una vieja o que va a subir una tipa preñada y nadie le va a dejar el asiento. Pero esto sinceramente me superó:
Me llama Pipo y me dice:
-Pelotudo, vení a mi casa que tengo el Caballeros del Zodíaco 2.
-Tirame la goma boludo, estoy durmiendo.
-Dale forro, vení que en 20 horas y 9 litros de café lo damos vuelta.
-Bueno dale.
Así que me dispuse de conseguir la moneda loca y fui al kiosko a comprar un atado de puchos. El Kioskero agarró la moneda de un peso, me miró con cara de orto y me dijo: “La próxima vez vení a comprar con 10 mangos, porque de ESTAS no hay”. Yo le dije: “Loco, yo no elijo la plata que tengo, si fuese así estaría fumando habanos en Suecia y haciéndome un lifting de pito”. Se cagó de la risa y me fui.
Llegué a la parada y adelante mío había un hombre de raro aspecto junto con otro hombre y 2 mujeres, pero el primero era muy raro. Era un tipo de unos 50 años. Lo raro en él es que se notaba que era una persona nerviosa. Hacía gestos rarísimos y como que murmullaba todo el tiempo. En un tiro, el tipo dice algo murmurando y pensé que me hablaba amí y le pregunté: ¿Qué pasa loco?. Y me miró con la misma cara que miraba Jack el destripador a sus víctimas antes de descuartizarlas y fumarse uno. “Disculpá” le llegué a decir.
En fin, el colectivo tardó en llegar, el mismo tiempo que yo pasé de chiquito tratando de hacer el KameHame-Ha convencido de que en algún momento iba a salirme . El amigo de este hombre y las otras dos mujeres pasaron y él se quedó sacando boleto. Y así fue cómo empezó esta odisea que duró casi 1 hora.
El hombre, pide 4 boletos…Tenía que poner como 4 pesos y pico en monedas. Yo muy cerca suyo, ví toda la tramoya porque atrás tenía 2 personas más queriendo subirse.
Bueno, parece, que el tipo antes de viajar había roto el chanchito, porque veo que del bolsillo del saco, saca 40 monedas de 10ctvs. Te juro, era demasiadas. Y así como las sacó, las puso TODAS en el cosito ese para las monedas . La máquina se trabó del orto, empezé a leer errores en el tablero donde te dice cuánto hay que poner. “DEMASIADAS MONEDAS” decía. El chofer le dijo: (Los choferes siempre dicen JEFE: es un sentimiento natural de inferioridad) “Jefe, no ponga todas las monedas juntas”. A lo que el tipo le responde “No puse todas juntas, estaba poniendo de a una”. Y yo, defensor de la justicia le digo: “Dale loco, no te hagás el gil que yo te ví, las tiraste todas juntas como si fuesen fotos de Mirtha Legrand en bolas”. Los que estaban en el colectivo se reían…pero no por mucho tiempo. El tipo pidió boleto de nuevo y esta vez empezó a poner bien las monedas. “4.30” decía el tablero. Iba poniendo y yo me divertía viendo cuánto faltaba para poner la moneda de 1 peso que le había garrapiñado a mi Kioskero preferido. (Es mi preferido porque es terrible ortiva pero conmigo se ríe). Entonces pasaba: 4.30…4.20….4.10…. imagínense TODO con monedas de 10 y de 5.
Y cuando el tablero llegó a, no te jodo, 0.20 la máquina escupió TODAS las monedas, y se empezaron a caer por todo el Bondi. La máquina nuevamente decía “DEMASIADAS MONEDAS” ,faltaba un cartel que dijese: “Etúpido, meté monedas más grandes o pedí 2 veces boleto”. Igual, esto no fue todo, porque mientras el Bondi seguía en la misma parada, debido a que la gente que quería subir estaba en el medio de la puerta y el tipo estaba culo para arriba juntando todas las moneditas, una buena señora decide que era prudente tomarse el 56 con 92 pendejos de todos los tamaños y religiones y empiezo a ver cómo invaden el colectivo, subiéndose, gritándo, puteándose entre ellos. Los pendejos se cagaban a palos atorados ahí entre la puerta y la máquina. Te juro, se mataban se puteaban, se robaban las mochilas. Parecía que un Jardín de Infantes Australiano yéndose de excursión. Entre estos críos había nenitas también y la señora que los cuidaba, estaba embarazada. El Bondi seguía en la parada, no se movía.
El tipo, con todas las monedas en la mano, hizo lo mismo, pidió boleto y puso todas las monedas juntas, puteándo y diciéndo: “Esto no puede ser…tendrían que poner tarjetas en los colectivos, como hacen en el subte”. Esta frase fue acompañada de todos esos tics nerviosos que te contaba antes.
La tipa que venía con los 92 pendejos gritaba de atrás “Dele señor, ¿No ve que vengo con niños?”. No terminó de decir eso, cuando miré a un pibe todo sucio que le puso tremendo sopapo a otro y le decía: “El Power Ranger es mío, puto”. Cuando tiró el “puto” yo me entré a descoser de la risa. Yo estaba entre el viejo de las monedas, la tipa que le gritaba a los críos y un pendejo con futuro de cárcel.
En fin, amí se me ocurre la brillante idea de decirle al Chofer: “JEFE, ¿porqué no le cobra en dos tandas así pasan las monedas?”. (Le dije JEFE para que sienta que alguien en el mundo lo entiende). Y me dijo: “Tenés razón pibe, vamo’ a hacer eso”. El chofer también era sensacional. Corte cabeza, lentes de contacto azul, medio pardito, con un arito en ceja y masticando chicle. Unos 24 años.
Bueno, terminó este suplicio de las monedas que había durado 15 minutos en la misma parada de Bondi y todo el colectivo se puso a aplaudir.
Yo pasé para el fondo y me instalé en una de esas barandas que hay para discapacitados motrices. Ni bien me acomodé miré para adelante y ví un malón de pendejos corriendo gritando que merecía ser filmado, pero estaba sin la cámara. Sino esto sería un video, no un texto. El colectivo no venía HASTA LAS MANOS, pero no había lugares libres. Ni bien me termino de instalar había un tipo al lado mío. Yo no sé si se había tomado 3 litros de Uvita en Cartón o si había desayunado paco, pero el tipo me empezó a hablar re emocionado cuando vió que me había sentado en esa baranda y me había apoyado contra la ventana del Bondi:
-EEEEE ahora tenés un lugar acolchonadito – me dice.
-Ehm…no la verdad que me estoy rompiendo el lomo con esto.
-¿Sabés lo que pasa?. Un chofer y un guarda, eso deberían tener los colectivos. Y empezar a matar a todos los hijos de puta de este país. Caballo, Caballo y Menem son los que nos dejaron donde estamos. Esos son los hijos de puta responsables de toda esta mierda. Hoy se piensa en YO YO YO YO, ya no se piensa en el nosotros. Un chofer y un guarda, porque las grandes empresas, como Metrovías (Aclaración mía: Metrovías: Subte) nos hacen esto. Corruptos hijos de puta.
-Eh, loco, ¿Estás bien o estás dado vuelta?.
-Dado vuelta me deja esta mierda, que nos dejaron Caballo, Caballo y Menem.
En ese momento me dí cuenta que el tipo estaba del ojete. Muy loco. Así que dejé de prestarle atención antes de que sacara un Sniper y me lo pusiera en la boca culpándome por el conflicto del gobierno y el campo. De todos modos, no se cayó. El tipo seguía hablando. En voz alta y todo el mundo lo miraba. Yo en ese momento, ví al tipo nervioso de las monedas, a los nenes cagándose a palos, a la madre o tutora o lo que mierda fuese gritándoles: “Quedense quietos carajo, se van a lastimar” entonces busqué la mirada de alguien, necesitaba una mirada cómplice para poder reírme. Y lo encontré, había un pibito de mi edad con una camiseta de boca y nos entramos a cagar de la risa.
Cuando ví que los pendejos se iban acercando mientras se caían, les gritaban, se golpeaban ví que nadie les dejaba asiento y amí me ceba mucho cuando no le dan el asiento a las madres con los pibitos. Entonces divisé a un flaquito con cara de navo, que estaba sentado con la novia. Y como yo estaba re cebado le chasquié los dedos en la geta y le dije: “Che loco, ¿Porqué no les dejás el asiento a la señora con los pibes?”. Y acá fue donde yo más me calenté y casi termino cagándome a palos. El flaco este, me hizo el gestito de “Bajá un cambio” acompañado de un “Shhh Shhh tranquilito eh”. Y yo me saqué terriblemente, y le dije sin pelos en la lengua: “Pero la puta que te parió, ¿qué tranquilito? Vos cuando se sube alguien con pibes le tenés que dejar el asiento la concha de tu madre. Así que dejá de franelear con tu novia y dejale el asiento a la señora, cuando hagas eso me voy a tranquilizar.” Yo nunca estallo. Siempre soy tranquilo, pero como si me conociera, el pibe me miró asombrado de cómo había explotado, se levantó le dijo a la novia “Vení amor, vamos a dejarle estos asientos a la señora” y se los dejó. Me sentí poderoso.
Pero de todos modos, imagínense esto, con el loco que yo tenía al lado, hablando. Él seguía hablando y no le importaba nada. Todo lo que sucedía tenía como fondo al loco: “Porque Menem y Caballo, ellos son los culpables….el mundo globalizado, las grandes empresas, todos corruptos. Hijos de puta”.
Yo en ese momento, ya no me reía, estaba enojado. Ojo, yo no me enojo nunca, pero estaba con bronca. No sé si por todo lo que venía pasando, o porque hacía 30 minutos que debería estar jugando al Caballeros del Zodíaco con Pipo, haciéndoles el meteoro Pegaso a los demás.
Todo esto que les conté, trancurrió en 2 paradas. A la tercera, se sube una señora con más pendejos y TAMBIÉN estaba embarazada. Y venía ya gritándo, porque nadie le dejaba el asiento “Embarazada y con chicos, qué bien eh, nadie se digna a dejar un asiento”.
El loco, dio su opinión al público: “Esto mundo, globalizado y capitalista que nos dejó Menem, nadie tiene respeto por nadie, una señora embarazada y nadie le deja un asiento” Mientras decía esto, una pibita que viajó esas 3 paradas con nosotros se dispone a bajar (Que volviendo al tema de los caballeros del zodiaco, estaba para un terrible polvo de diamantes) y el comentario del loco me mató: “Uh dale, apurate apurate que no llegás a la película”. Jajaja ahí me había vuelto el humor. Pero no durante todo el viaje, porque el flaquito que me había hecho “SHHH SHHH” se me acercó…
Era medio cabeza: “Eh loco, qué onda con vos”.
Yo le digo: No loco, no tengo ganas de discutir, no me inflés los huevos que estoy medio cebado ya.
Y el flaquito me tira esta: “Loco, pedíle disculpas a mi novia por gritarle”.
Jajajaj el flaquito se había pasado 2 paradas pensando: “¿Qué hago, quedo como un cobarde ante mi novia o me hago el guacho y ligo un pete de héroe esta noche?”.
Yo le dije al pibito: Loco, no me hinchés las pelotas que me quiero ir a jugar a los caballeros del zodiaco, tomátelas.
El pibito se fue re caliente. Seguro llegó a su casa y la novia le dijo:
“Ay Gonzi, qué pelotudo ese gordito del colectivo”.
“Si, cuando lo fui a apurar, se cagó todo el Gato ese”.
Bueno Gonzi, si por puta casualidad me estás leyendo: Colgate de la manija.
Bueno, fue un viaje muy loco y después de bajarme caminé pensando en que sería lindo compartirlo con mi pequeña pero selecta secta de inadaptados como yo, que se divierten hablando de lo cotidiano.
Estoy escribiendo ya mi próximo texto que tiene más que ver con lo que hablé en el Popurrí de Pelotudeces, el cuál les prometo va a estar muy copado. Espero haberles sacado una sonrisita.
Saludos amistosos en las nalgas.