Hombres: (Para las hembra’).
Voy a aclarar que como hombre que soy, pongo más atención a mis alrededores femeninos. Entonces la reseña de los hombres va a ser más corta y menos detallada. Pero a ustedes, sexo opuesto, les quiero decir algo sobre todas las clases de hombres:
Posibilidades de garche: 100%. (TODOS LA QUEREMOS PONER, NO TENEMOS EXCUSAS, MOLESTIAS, INCONVENIENTES, HASTA INCLUSO “NO TENEMOS NOVIAS”).
El Rolinga:
Acecha dentro de los límites raciales. O sea, busca rolingas. Aunque como mencioné antes, no le hace asco a nada.
El pantriste:
Lo podés identificar porque antes de que llegue el profesor se pone a jugar al ajedrez con sus secuaces. Además, así haga 35º de calor a la sombra, va a llevar yuxtapuesta en su cuerpo su campera y su buzo polar. Él aún no conoció los encantos del libido femenino.
[b]Posibilidades de erección: 25%.
Posibilidades de eyaculación precoz: 75%.[/b]
El Zurdito:
Su táctica de cacería se basa en el tratado marxista. En su sector social, el más piola no es el que tiene el pito más largo, es el que tiene la barba más larga. Te va a querer coger en nombre del socialismo. Lo bueno es que cree en la internacionalidad de las conchas, cualquiera le viene bien. Frase característica: “Carne con ojo, carne que cojo”.
El Langa:
Lo podés identificar porque básicamente se acuesta en el asiento y viste Kevingston. Va a estudiar porque sino los padres le cortan los víveres y los fondos. Peor aún, porque no le prestan el auto. (O le quitan el que le compraron). No entiende nada, no va a aprobar ningún parcial. Su táctica para levantar es indefinida e incoherente. No va a decir nada inteligente y su futuro es en una facultad a título pagado. (En definitiva, prototipo de lo que ustedes eligen).
El veterano:
Plomero/Gasista que desea estudiar Arquitectura. Imposible no hacerse el irresistible e intentar levantarse alguna pendeja. Jamás ví uno que lo lograra.
Va a simpatizar, dentro de un grupo de chicos más jóvenes, con el único propósito de ponerla. Su método de conquista, se extiende por todo el conocido “falso exhibicionismo”, primero te muestra la edad, después te muestra el auto y por último el sueldo. Bagayero hasta en el hígado trasplantado, sinceramente no le hace asco a nada.
El Heavy:
Comenzaron como los “pantristes”, pero fueron versados en la rama del Dios Metal. Esto les dio un poco mas de viveza, orientación, realidad y un verdadero tenedor libre de conchas. Como metalero es un amigo de fierro, como arquero es de madera. Tiende a resaltar su machismo con tachas, cadenas y cuero, cubriendo de una forma bastante fetichista su verdadera personalidad.
Su chamuyo no pasa de gritar a puro pulmón “quiero concha”.
El “provinciano” o “pajuerano”:
Por extraña razón, tienen cara de hacerse mucho la paja. Se esfuerzan mucho, les rinde poco (tanto en el estudio como en las mujeres). Si te hacés amigo, no va a faltar la oportunidad de que te inviten a una peña. Preguntan todo.
Los porcentajes son proporcionales a la onda que le pongas. Si le ponés onda la ponés (o te la ponen). Y pedirle una lapicera, podés a cualquiera.
Ojalá esto les guste, sino me voy a tener que poner un parripollo.
Os despido, onanistas del siglo 22.
Este texto no sería posible sin la presencia de Ares de Arduz, que me supervisó la escritura sirviéndome cocacola y hablándome del faso.