Veteranas de guerra

Por Julio Leiva

A pocos días de un nuevo aniversario de Malvinas, hay una historia poco conocida de la Guerra.
El de las mujeres que estuvieron bajo el fuego cruzado. En 1982, el Ejército Argentino enroló mujeres como enfermeras, y en el ambiente castrense eran vistas como extraterrestres. Seis mujeres que eran instrumentadoras quirúrgicas del hospital militar fueron llamadas a prestar servicio durante la contienda bélica. Fueron llevadas al rompehielos Almirante Irízar, entonces convertido en hospital. Muy jóvenes, todas tenían entre 18 y 25 años, habían dejado sus vidas cotidianas para ir a defender la soberanía nacional. Forman un grupo casi desconocido: el de las veteranas de Malvinas.
Las instrumentadoras se habían embarcado en el Irízar, que en 48 horas había sido transformado en buque hospital, para atender a los heridos. Le habían puesto 260 camas, equipando sus bodegas con dos salas de terapia intensiva, tres quirófanos, una sala de terapia intermedia y dos de terapia general, además de laboratorios bioquímicos, sala de quemados y de radiología. En esta segunda parte cuentan como trabajaban arriba del Irizar relatan como fue la rendición y el regreso a Buenos aires. Y por ultimo explican porque tardaron tanto en contar su experiencia.
María Marta Lemme, Silvia Barreda y Susana Maza siguen trabajando en el Hospital militar. Las otras que se embarcaron rumbo a Río Gallegos fueron Norma Navarro que ahora trabaja en el Garraham. Cecilia Ricchieri se recibio de medica y ahora trabaja en Francia. María Angélica Sendes se jubilo y trabaja en un centro de ex combatientes de Hurlingham.

Muy buen informe, que no hay que dejar de ver

Vorterix

Por Julio Leiva

A pocos días de un nuevo aniversario de Malvinas, hay una historia poco conocida de la Guerra.
El de las mujeres que estuvieron bajo el fuego cruzado. En 1982, el Ejército Argentino enroló mujeres como enfermeras, y en el ambiente castrense eran vistas como extraterrestres. Seis mujeres que eran instrumentadoras quirúrgicas del hospital militar fueron llamadas a prestar servicio durante la contienda bélica. Fueron llevadas al rompehielos Almirante Irízar, entonces convertido en hospital. Muy jóvenes, todas tenían entre 18 y 25 años, habían dejado sus vidas cotidianas para ir a defender la soberanía nacional. Forman un grupo casi desconocido: el de las veteranas de Malvinas.
Las instrumentadoras se habían embarcado en el Irízar, que en 48 horas había sido transformado en buque hospital, para atender a los heridos. Le habían puesto 260 camas, equipando sus bodegas con dos salas de terapia intensiva, tres quirófanos, una sala de terapia intermedia y dos de terapia general, además de laboratorios bioquímicos, sala de quemados y de radiología. En esta segunda parte cuentan como trabajaban arriba del Irizar relatan como fue la rendición y el regreso a Buenos aires. Y por ultimo explican porque tardaron tanto en contar su experiencia.
María Marta Lemme, Silvia Barreda y Susana Maza siguen trabajando en el Hospital militar. Las otras que se embarcaron rumbo a Río Gallegos fueron Norma Navarro que ahora trabaja en el Garraham. Cecilia Ricchieri se recibio de medica y ahora trabaja en Francia. María Angélica Sendes se jubilo y trabaja en un centro de ex combatientes de Hurlingham.

Muy buen informe, que no hay que dejar de ver

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