Declaraciones del propio Passarella al diario Clarin el 17 de enero de 2006 (transcripción entera):
A SOLAS CON EL KAISER : LA CURIOSA RELACION CON EL RIVAL DE SIEMPRE, COMO JUGADOR Y TECNICOEl hincha de Boca que se hizo de River
[FONT=Arial]Otra confesión, en medio de la charla con Clarín. Passarella soltó una pregunta tan sencilla como clave: “¿Querés que te cuente la noche que dejé de ser de Boca para hacerme hincha de River?”
Cómo decirle que no, cómo interrumpirle esa incontinencia verbal y sentimental del Kaiser…
Reconoció que, en su Chacabuco natal, era de Boca y que un día, con 15 años, un amigo de su pueblo lo llevó a probarse y vivió un mes y medio o dos en La Candela. Recuerda que, una tarde, Roberto Mouzo le regaló un tapón que le faltaba a uno de sus botines. Hasta que lo echaron. Hasta que volvió, a los 20, de la mano del Tucumano Hernández.
"Era enero del 74, y me llevaron otra vez. Pero el Tucumano fue adentro a hablar con no sé quién y sale al rato, diciéndome que directamente no me querían probar porque defensores tenían muchos y les faltaban delanteros. El dirigente Luis Bortnik nos dijo que lo lamentaba mucho. Y el Tucumano le anotó ni nombre en un papel: “Los que se van a lamentar son ustedes por el jugador que se están perdiendo”, le dijo.
—¿Y entonces…?
—Esa noche, deprimidos, estábamos cenando y el Tucumano me preguntó a qué otro club quería ir a probarme. Le dije “A River, para romperle el culo a esos putos de Boca”. Esa noche me hice hincha de River.
—¿Qué es River en tu vida?
—Yo lo amo y me la he jugado por River, como jugador, cuando trababa con la cabeza, cuando asumí en el 90. Los dirigentes siempre me decían: “A usted da gusto pagarle el contrato”. En el 81, con la devaluación, no me podían pagar lo que ganaba. Entonces, con el Pato Fillol rompimos nuestros contratos. Y les dije que me hicieran uno nuevo acorde a la situación. Otra vez, fui a cobrar 50 mil y terminé poniendo 30 mil para que no les cortaran los servicios al club. Ahora, firmé un contrato simbólico, más por la gloria que por la plata.
—Una semana antes, casi arreglás con Peñarol.
—Por poquito no arreglé. A mí me encanta Uruguay, uno de los mejores lugares en los que viví. Pero tampoco era para ir a poner plata de mi bolsillo. No fui: Dios sabía por qué lo hacía…
—¿La gente te perdonará aquel intento de dirigir a Boca?
—Uh, aquellos contactos con Boca fueron pelotudeces que rompieron un poco el idilio con la hinchada de River. [/FONT]
Nunca lo pude recomponer, pero creo que ahora volverá todo a la normalidad.
fuente: http://www.clarin.com/diario/2006/01/17/deportes/d-04901.htm
¿A uds les gustaría tener un presidente cuyo sueño máximo de chico era jugar en boca? A nosotros no.
Passarella podrá llenarse la boca diciendo que hoy es hincha de River, pero recordemos (ver nota de Clarin del 17/1/2006) que antes fue de boca. Eso es imperdonable. Uno nace y muere amando los colores de su club (que será el único en toda su vida). No conozco ningun hincha “verdadero” de algun club que haya cambiado a mitad de camino. SE PUEDE CAMBIAR DE AMIGOS, DE MUJER, DE RELIGIÓN, DE PARTIDO POLÍTICO, DE MASCOTA, PERO NUNCA JAMÁS DE CLUB DE FÚTBOL.
Busquemos por otro lado, este es un tipo al que el innombrable presidente (el peor de la historia) que tenemos definió como “el candidato más oficialista” Ver fotos con Domingo Díaz y Julio Macchi “a los abrazos y risas”….Seguimos con el negocio de la “transa de jugadores” parecen decirse.