Basicamente es un revalúo sobre el valor fiscal de las tierras, que determina el impuesto inmobiliario. Aumenta el valor de ciertas zonas y mantiene el de otras. Supuestamente el valor está bajísimo porque hace mucho que no se revalúa.
Hoy un propietario de 30 hectáreas en San Andrés de Giles, donde el valor de la hectárea oscila de 5500 a 10.000 dólares, o uno de 60 hectáreas en la zona lechera de Navarro, pagan 1500 pesos al año por el impuesto inmobiliario rural, una cifra muy cercana al desembolso por el impuesto automotor de un trabajador de Villa Madero dueño de un Ford Fiesta modelo 2006.
No se trata de casos aislados sino de la regla. El dueño de 96 hectáreas en Salliqueló, un campo valuado en dos millones de pesos en el oeste de la provincia, o el propietario de 168 hectáreas en General Alvear, terreno para la cría con un precio de mercado de 1,3 millón de pesos, pagan menos por el impuesto inmobiliario rural que el dueño de una Volkswagen Suran modelo 2010. En las condiciones vigentes, se registran casos en los que el monto del impuesto que paga un empresario por sus tierras en Lobos o Chivilcoy, terrenos valuados en más de un millón de pesos, está por debajo de lo que ingresan en concepto de patentes por sus camionetas.
Doy fe por lo que pagan mis tíos en Rojas / Salto de las zonas mas ricas del país.
¿Y qué me decís de las tierras fiscales que el estado vende a menos de 100 dólares por hectárea, esas también deben pagar impuestos o para los amigos del poder son free?
Si seguro. Pero una cosa no quita la otra. Lo que se paga de inmobiliario por hectárea en la provincia es una joda. Me parece irreprochable que se proceda a situar los valores donde corresponde. Mas cuando al resto de la provincia nos han aumentado inmobiliarios y municipales como si fueran caramelos.
Si es en Pronvicia. Igual la reforma es bastante moderada con respecto a lo que debería ser. Ni hablar si lo ponemos en comparación a lo que el Inmboliario y Municipales aumentaron en la pronvicia.
Que evada el gobernante no nos habilita a evadir. También hay que tener en cuenta que son tierras destinadas a producción entonces, no es lo mismo que un terreno para vivienda o disfrute personal. De todos modos habría que tener un criterio unificado para todo el país. Un departamento de una buena zona de capital paga muchísimo menos que una casa en provincia o en un country de valor similar.
Según datos procesados por el Programa de Estudios Electorales y Legislativos (Peel) de la Universidad Torcuato Di Tella, efectivamente Cristina Kirchner es la presidenta que menos vetos totales aplicó desde 1983. El mayor promedio lo encabeza el bueno de Fernando de la Rúa (sobre 325 leyes aprobadas) con 23 vetos por año, seguido por las dos presidencias de Carlos Menem (18,16 y 21,5, sobre 835 y 713 leyes) y luego por la de Eduardo Duhalde, con 18,5 (181 leyes). El promedio de Alfonsín es de 8,16 (sobre 645 leyes aprobadas), el de Néstor Kirchner 9,5 (600 leyes), el de Cristina 6 (303 leyes hasta el 2010). Más curioso aún, si lo que se toma es el porcentaje de vetos totales sobre todas las leyes sancionadas, el presidente más “vetador” es quien debería –ya sea por presunta tradición radical o delicado progresismo frepasista– el más republicano: Fernando de la Rúa. Le siguen Duhalde, Menem, Alfonsín y Néstor Kirchner.