Subasta su virginidad por Internet para ayudar a los pobres
Una chica brasileña de 20 años subasta en internet su propia virginidad y con la recaudación quiere emprender un proyecto de construcción de casas para familias pobres de Santa Catarina, su estado natal.
Catarina Migliorini, quien acaba de cumplir 20 años, asegura ser una chica «muy romántica» y sostiene que su elección no tiene ninguna relación con la prostitución.
“Si lo haces solo una vez en la vida no eres una prostituta. Así como si una vez en tu vida tomas una foto preciosa, no te conviertes automáticamente en fotógrafo”, asegura Catarina.
La subasta terminará el próximo 15 de octubre y hasta el momento la oferta más alta es de 190.000 dólares americanos. La identidad del ganador permanecerá en el anonimato hasta la publicación de un documental producido por un cineasta australiano.
El reglamento prevé que Catarina se encuentre con el ganador a bordo de un avión para no incurrir en ningún delito ya que en Brasil la prostitución es legal pero la explotación está penada.
“El dinero será todo para mi proyecto y la producción australiana no recibirá ni un centavo”, asegura la chica.
“El ganador podrá estar una hora conmigo, conversar también pero no besarme. Deberá usar preservativo. Tengo 20 años, soy responsable de mi cuerpo y no estoy haciendo mal ninguno. Lo único que me preocupa es que mi familia no sufra”.
Subasta su virginidad por Internet para ayudar a los pobres
Una chica brasileña de 20 años subasta en internet su propia virginidad y con la recaudación quiere emprender un proyecto de construcción de casas para familias pobres de Santa Catarina, su estado natal.
Catarina Migliorini, quien acaba de cumplir 20 años, asegura ser una chica «muy romántica» y sostiene que su elección no tiene ninguna relación con la prostitución.
“Si lo haces solo una vez en la vida no eres una prostituta. Así como si una vez en tu vida tomas una foto preciosa, no te conviertes automáticamente en fotógrafo”, asegura Catarina.
La subasta terminará el próximo 15 de octubre y hasta el momento la oferta más alta es de 190.000 dólares americanos. La identidad del ganador permanecerá en el anonimato hasta la publicación de un documental producido por un cineasta australiano.
El reglamento prevé que Catarina se encuentre con el ganador a bordo de un avión para no incurrir en ningún delito ya que en Brasil la prostitución es legal pero la explotación está penada.
“El dinero será todo para mi proyecto y la producción australiana no recibirá ni un centavo”, asegura la chica.
“El ganador podrá estar una hora conmigo, conversar también pero no besarme. Deberá usar preservativo. Tengo 20 años, soy responsable de mi cuerpo y no estoy haciendo mal ninguno. Lo único que me preocupa es que mi familia no sufra”.