Vamos a convenir que cuando DAP hizo lo que hizo sonaba mas a un reclamo de River en solitario que a un pedido conjunto. Pero recién acaba de darse un partido que hace rato no veía. El gol anulado … pero lo del penal es alevoso!!!. Y claro como ahora se cagó a un equipo chico el reclamo es general ( basta ver comentarios de la gente en OLE antes y después de este partido ) Este fin de semana empezó torcidísimo. Con todo lo que se juega se llega a dar uno mas de estos arbitrajes de acá al Domingo y esto no se como termina.
Yo creo que Passarella pataleó, pero pataleó tarde, me hubiera gustado que lo haga cuando nos robaron en Mendoza, o en otro momento; Pero bueno ya esta, si era el momento o no se sabrá mas adelante.
Ahora lo mas importante para salvarnos de la promoción pasa por los jugadores, que tienen que jugar de una puta vez a meter goles…
¿Cuantos muertos hay en el fútbol argentino como para que la razón de exigir la renuncia de Grondona sea penales no cobrados y la nominación irregular de un árbitro? Parece un chiste de mal gusto, diluye todas las críticas que se le pueden hacer a Grondona.
¿O sea que para vos lo mas “inteligente” es quedarse calladito la boca y que quede todo como esta?
Passarella hizo lo que todo River pedia,ir a la AFA y decirle en la cara al Capo Mafia que a River lo estaban cagando con los arbitrajes.Cuando digo que tenemos las de perder,no lo digo por que el reclamo no sea justo,lo digo por que los alcahuetes se van a poner del lado del mafioso y River solo no puede cambiar las cosas.
Seria lamentable tener un presidente que se haga el boludo mientras nos cagan todos los domingos.
Parece que ves futbol desde ayer,los hinchas de casi todos los clubes del pais quieren desde hace 20 años que Grondona se vaya.Desde que tengo 13 años escucho las peores cosas de Grondona.
[b]Bufones del rey: los “sijulistas”[/b]
Detrás de la figura omnipotente de Grondona están sus incondicionales, un reducido grupo de dirigentes que lo acompañan en todas sus iniciativas y nunca lo cuestionan. [b]Quiénes son.[/b]
Por [Marcelo Rodríguez (*)](http://442.perfil.com/?autor=marcelo-rodriguez) 21 de mayo de 2011 | 10:56
[IMG]http://442.perfil.com/wp-content/uploads/2011/05/468x321x0521_grondona_g-468x321.jpg.pagespeed.ic.rpXNns_8FQ.jpg[/IMG] Bufones del rey: los "sijulistas" / Get (Diario Perfil) Al señor del anillo todavía le gusta contar la historia. Y a Noray Nakis, que [b]mandó a hacer la joya[/b], le brillan los ojos cuando escucha el cuentito. Su jefe toma aire y se cruza las manos sobre el pecho antes de decir: “Ramsés II tenía que elegir a las dos chicas más bonitas de un harén. Y como no podía saber quiénes eran, mandó a buscar dos anillos y se los dio a su asistente para que les diera uno a cada una de las chicas, sin que las otras se enteraran”. No es el momento en que sonríe. Julio Grondona disfruta, más que nada, el remate: “Pero el asistente le dice al faraón que en una fiesta se iba a descubrir la situación. Entonces Ramsés II le contesta: [b]‘Todo pasa’”[/b].
“Grondona levanta un teléfono y decide absolutamente lo que sea, incluido el árbitro que te pone para dirigir”, le apunta al Diario Perfil Andrés Ducatenzeiler, ex presidente de Independiente. De todas maneras, el omnipresente titular de AFA también apoya su juego político en un entorno minúsculo. Los principales guardianes del sistema son José Luis Meiszner (Quilmes), Nakis (Deportivo Armenio), Enrique Merelas (El Porvenir), Germán Lerche (Colón), Héctor Domínguez (ex presidente de Gimnasia La Plata) y Hugo Cotz (gerente). Son las caras elegidas de un álbum en el que las demás figuritas son pura decoración.
Lo explica en off un allegado a un club grande: “Las reuniones de Comité Ejecutivo son los martes a las 19. Pero el Viejo empieza a cocinar todo el día anterior; cita a algunos presidentes, de a uno, en su estación de servicio de Sarandí. Y sigue con esa dinámica el mismo martes, en AFA, a partir de las 13”. Con el sijulismo en marcha y sin nadie capaz de desactivarlo, recién entonces llega la hora del montaje final. “Las reuniones no son deliberativas, son aprobatorias”, aporta Pablo Abbatángelo, miembro del Foro Social del Deporte.
El hombre que se reclina sobre el respaldo de su asiento sonríe. Como un pase de magia en el tiempo, hay una leyenda que continúa. Don Julio, el que manda ininterrumpidamente en AFA desde 1979, cierta vez aprovechó un campeonato juvenil disputado en Egipto para traerse una estatua de Ramsés II. Acaso no quiere perder de vista al faraón, el del “todo pasa”, ese que gobernó durante 66 años. Socios del poder. José Luis Meiszner es el espejo en el que Grondona mejor se ve reflejado. El hombre de Quilmes es, además de secretario ejecutivo de la Presidencia, presidente del Comité Organizador de la Copa América Argentina 2011. Así de largo es el/los cargo/s que ocupa. Proporcional a la extensión de las nomenclaturas es la confianza que en él deposita su jefe. “Grondona lo escucha mucho a Meiszner”, señala un dirigente que concurre a las reuniones de la calle Viamonte. También toma consejos de Domínguez y Cotz, ambos con cargos rentados.
En su tablero, las otras fichas con las que cuenta incondicionalmente para poder poner en jaque al resto se concentran en Merelas, Nakis y Lerche. Obsecuencia, fidelidad y ambiciones son las palabras que mejor definen la relación de poder entre el mandamás de AFA y sus adláteres: “Antes de que Grondona hable, Lerche ya le está diciendo que sí. Está convencido de que si sigue así, Colón va a salir campeón”, se queja otro presidente, que prefiere mantener su nombre en reserva.
En tanto, Merelas custodia con lupa a los dirigentes del ascenso y toma vuelo en asuntos de selecciones juveniles. El presidente de El Porvenir (ocupa el cargo desde hace 25 años, aunque sólo en una oportunidad lo refrendó en las urnas) fue el que arrastró a Tocalli a la renuncia como DT del sub 20. El arte del disimulo fue acometer contra el ayudante Miguel Tojo. Una vez resuelto el tema, Merelas colocó a su amigo Walter Perazzo, que con el tiempo se quedó con el puesto de Tocalli. ¿Y Nakis? Lo dicho: al presidente de Armenio le gusta que el Jefe siga contando el cuentito.
La estatua. Grondona está ahí, firme, sin que nadie pueda moverlo. “Yo intenté cambiar el sistema, pero es imposible. Ir contra Grondona es como chocar contra una pared”, se resigna Raúl Gámez. En su momento, el entonces presidente de Vélez trató de abrir el juego. ¿Cómo? Con una propuesta para que participaran en la elección de presidente 200 ligas del interior, cuyos dirigentes –consideraba– “no estaban contaminados con prebendas políticas” ni sus clubes cautivos de la soga extendida por AFA. Grondona hizo un guiño y armó la pantomima. Explica Gámez: “Crearon una comisión con Meiszner, Julio Macchi (de River) y Alfredo Derito (presidente de la liga sanjuanina). Fue para peor; querían que el sistema fuera todavía menos democrático”.
La principal barrera que separa el sillón de Grondona de las aspiraciones de otro candidato es que para ser presidente de AFA se necesita, por lo menos, el aval de siete asambleístas. “Nadie puede conseguir el apoyo de tantos dirigentes con el miedo que se le tiene a este hombre”, aventura alguien de peso de un club de Primera. Hasta ahora, el único que se animó a oponerse en elecciones y– padeció la soledad– fue Teodoro Nitti, cuando él mismo se votó en 1991. Yo digo. Es transparente; Grondona no se esconde. Según Gámez, el presidente de AFA “quiere que la gente sepa que tiene poder”. Y profundiza su teoría: “Es una típica actitud mafiosa”. A partir del affaire Passarella, el entramado de prestidigitación quedó más expuesto. Por ejemplo, Grondona impuso a Patricio Loustau como árbitro del superclásico, cuando la fecha anterior ya había dirigido a Boca. La traba antirreglamentaria fue aventada por Don Julio ante los ojos del mundillo del fútbol.
“Eso es un detalle”, relativiza Ducatenzeiler. Quien fuera corrido oportunamente del ambiente por denuncias de corrupción en el fútbol le precisa a este diario: “Cuando Arsenal perdía dos partidos seguidos, los jugadores pedían la Bassi señal”. Ducatenzeiler aclara: “Como Batman, pero en vez de la batiseñal, reclamaban que los dirigiera ese árbitro”. La paradoja de ese caso es que el Jefe obedecía.
Como sea, el sistema de prebendas y favores personales a los dirigentes condiciona el derecho al pataleo. Passarella el martes rompió el silencio. Apenas eso. Salvo Vélez y Lanús, “los clubes están agarrados de las bolas por los adelantos de la tele”, concede un allegado a Grondona. Abbatángelo amplía: “El espera que estés deshidratado para recién ahí abrirte el grifo”. Más allá de los cuestionamientos, hay algo que no se mancha: la frase “todo pasa” nunca pierde vigencia. La sonrisa de sus bufones cuando Grondona la pronuncia, tampoco. (*) Nota publicada en la edición impresa del Diario Perfil
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[b]Un comentario[/b]
[b]Bufones del rey: los “sijulistas”[/b]
Detrás de la figura omnipotente de Grondona están sus incondicionales, un reducido grupo de dirigentes que lo acompañan en todas sus iniciativas y nunca lo cuestionan. [b]Quiénes son.[/b]
Por [Marcelo Rodríguez (*)](http://442.perfil.com/?autor=marcelo-rodriguez) 21 de mayo de 2011 | 10:56
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“Grondona levanta un teléfono y decide absolutamente lo que sea, incluido el árbitro que te pone para dirigir”, le apunta al Diario Perfil Andrés Ducatenzeiler, ex presidente de Independiente. De todas maneras, el omnipresente titular de AFA también apoya su juego político en un entorno minúsculo. Los principales guardianes del sistema son José Luis Meiszner (Quilmes), Nakis (Deportivo Armenio), Enrique Merelas (El Porvenir), Germán Lerche (Colón), Héctor Domínguez (ex presidente de Gimnasia La Plata) y Hugo Cotz (gerente). Son las caras elegidas de un álbum en el que las demás figuritas son pura decoración.
Lo explica en off un allegado a un club grande: “Las reuniones de Comité Ejecutivo son los martes a las 19. Pero el Viejo empieza a cocinar todo el día anterior; cita a algunos presidentes, de a uno, en su estación de servicio de Sarandí. Y sigue con esa dinámica el mismo martes, en AFA, a partir de las 13”. Con el sijulismo en marcha y sin nadie capaz de desactivarlo, recién entonces llega la hora del montaje final. “Las reuniones no son deliberativas, son aprobatorias”, aporta Pablo Abbatángelo, miembro del Foro Social del Deporte.
El hombre que se reclina sobre el respaldo de su asiento sonríe. Como un pase de magia en el tiempo, hay una leyenda que continúa. Don Julio, el que manda ininterrumpidamente en AFA desde 1979, cierta vez aprovechó un campeonato juvenil disputado en Egipto para traerse una estatua de Ramsés II. Acaso no quiere perder de vista al faraón, el del “todo pasa”, ese que gobernó durante 66 años. Socios del poder. José Luis Meiszner es el espejo en el que Grondona mejor se ve reflejado. El hombre de Quilmes es, además de secretario ejecutivo de la Presidencia, presidente del Comité Organizador de la Copa América Argentina 2011. Así de largo es el/los cargo/s que ocupa. Proporcional a la extensión de las nomenclaturas es la confianza que en él deposita su jefe. “Grondona lo escucha mucho a Meiszner”, señala un dirigente que concurre a las reuniones de la calle Viamonte. También toma consejos de Domínguez y Cotz, ambos con cargos rentados.
En su tablero, las otras fichas con las que cuenta incondicionalmente para poder poner en jaque al resto se concentran en Merelas, Nakis y Lerche. Obsecuencia, fidelidad y ambiciones son las palabras que mejor definen la relación de poder entre el mandamás de AFA y sus adláteres: “Antes de que Grondona hable, Lerche ya le está diciendo que sí. Está convencido de que si sigue así, Colón va a salir campeón”, se queja otro presidente, que prefiere mantener su nombre en reserva.
En tanto, Merelas custodia con lupa a los dirigentes del ascenso y toma vuelo en asuntos de selecciones juveniles. El presidente de El Porvenir (ocupa el cargo desde hace 25 años, aunque sólo en una oportunidad lo refrendó en las urnas) fue el que arrastró a Tocalli a la renuncia como DT del sub 20. El arte del disimulo fue acometer contra el ayudante Miguel Tojo. Una vez resuelto el tema, Merelas colocó a su amigo Walter Perazzo, que con el tiempo se quedó con el puesto de Tocalli. ¿Y Nakis? Lo dicho: al presidente de Armenio le gusta que el Jefe siga contando el cuentito.
La estatua. Grondona está ahí, firme, sin que nadie pueda moverlo. “Yo intenté cambiar el sistema, pero es imposible. Ir contra Grondona es como chocar contra una pared”, se resigna Raúl Gámez. En su momento, el entonces presidente de Vélez trató de abrir el juego. ¿Cómo? Con una propuesta para que participaran en la elección de presidente 200 ligas del interior, cuyos dirigentes –consideraba– “no estaban contaminados con prebendas políticas” ni sus clubes cautivos de la soga extendida por AFA. Grondona hizo un guiño y armó la pantomima. Explica Gámez: “Crearon una comisión con Meiszner, Julio Macchi (de River) y Alfredo Derito (presidente de la liga sanjuanina). Fue para peor; querían que el sistema fuera todavía menos democrático”.
La principal barrera que separa el sillón de Grondona de las aspiraciones de otro candidato es que para ser presidente de AFA se necesita, por lo menos, el aval de siete asambleístas. “Nadie puede conseguir el apoyo de tantos dirigentes con el miedo que se le tiene a este hombre”, aventura alguien de peso de un club de Primera. Hasta ahora, el único que se animó a oponerse en elecciones y– padeció la soledad– fue Teodoro Nitti, cuando él mismo se votó en 1991. Yo digo. Es transparente; Grondona no se esconde. Según Gámez, el presidente de AFA “quiere que la gente sepa que tiene poder”. Y profundiza su teoría: “Es una típica actitud mafiosa”. A partir del affaire Passarella, el entramado de prestidigitación quedó más expuesto. Por ejemplo, Grondona impuso a Patricio Loustau como árbitro del superclásico, cuando la fecha anterior ya había dirigido a Boca. La traba antirreglamentaria fue aventada por Don Julio ante los ojos del mundillo del fútbol.
“Eso es un detalle”, relativiza Ducatenzeiler. Quien fuera corrido oportunamente del ambiente por denuncias de corrupción en el fútbol le precisa a este diario: “Cuando Arsenal perdía dos partidos seguidos, los jugadores pedían la Bassi señal”. Ducatenzeiler aclara: “Como Batman, pero en vez de la batiseñal, reclamaban que los dirigiera ese árbitro”. La paradoja de ese caso es que el Jefe obedecía.
Como sea, el sistema de prebendas y favores personales a los dirigentes condiciona el derecho al pataleo. Passarella el martes rompió el silencio. Apenas eso. Salvo Vélez y Lanús, “los clubes están agarrados de las bolas por los adelantos de la tele”, concede un allegado a Grondona. Abbatángelo amplía: “El espera que estés deshidratado para recién ahí abrirte el grifo”. Más allá de los cuestionamientos, hay algo que no se mancha: la frase “todo pasa” nunca pierde vigencia. La sonrisa de sus bufones cuando Grondona la pronuncia, tampoco. (*) Nota publicada en la edición impresa del Diario Perfil
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[b]Un comentario[/b]
No faltés el respeto Andrés, porque yo te podría decir que parece que interpretás textos desde ayer después de este comentario.
Casi todos los clubes del país quieren que se vaya Grondona, yo quiero que se vaya Grondona, pero resulta que es parte de la poderosa FIFA y socio del Gobierno Nacional que apoyás (y al que para decirla mafioso hay que presentar la filmación de los chanchuyos, y si la presentás la sentencia judicial), y que probablemente esté en el gobierno 4 años mas…y que la marcha se organizó por el árbitro y los penales y encima pretende ser capitalizada políticamente por Passarella y Vila.
No fue mi intencion faltarte el repeto,mis disculpas.el hecho de que apoye a este gobierno no me inhabilita para decir lo que pienso de Grondona desde hace mucho tiempo,no soy un fanatico que se va a dar vuelta por que grondona rompio con Clarin.Te respondi de esa manera por que tu comentario hace alusion a que recien ahora se lo critica por un par de penales y sabes bien que se le da con un palo desde siempre.
Reproches tardíos
Publicado el 21 de Mayo de 2011
Por [VÍCTOR HUGO MORALES](http://tiempo.elargentino.com/autores/victor-hugo-morales)
Periodista
Debe haber sido de película. Viejos conocidos, protagonistas de antiguos enconos disimulados, pero sabiendo muy bien cada uno de ellos quién es el otro, Passarella y Grondona se enfrentaron en un duelo que tendrá nuevos capítulos. El presidente de River cruzó el Rubicón y, como Julio César, sabe muy bien que entrar al reino del emperador Grondona, así con las lanzas de punta, sin dejar las armas en la otra orilla, significa declarar la guerra. El senado romano de la AFA, los viejos beneficiarios del imperio, ya se han pronunciado, inclinando el pulgar hacia abajo. A Passarella no le cabe el retorno. Alea jacta est significa demasiado y debe seguir hacia las puertas de Roma. Menguado, con menos prensa que otrora, con un reino envilecido por sus vicios, el imperator no es el mismo. Se pasea en una túnica ya gris, con la tela envuelta en el brazo y el pelo hacia adelante, con el anillo de oro que simboliza su poder, pero no genera a su paso otra cosa que comentarios en voz baja, susurros acusatorios, miradas de desaprobación. Apoyado en las columnas de la entrada de su palacio, ve pasar el tiempo con la mirada del triste que combina poder y rechazo, la del hombre que no entiende por qué no lo quieren como él piensa que se merece.
Pero el general de la Selección campeona hace 33 años tronó tarde. Rezongó por una batalla perdida y la culpa a distancia lo salva del repudio unánime. Sólo los propios soldados de Passarella lo acompañan, y eso, con todo respeto, es poco para semejante enfrentamiento. Y, si el árbitro del domingo se equivoca en perjuicio de San Lorenzo, tendremos una nueva polémica, esta vez con los dardos acusatorios lanzados hacia Passarella, porque a nadie escapa que la fuerza mediática de su embestida fue brutal, se devora los otros temas de la semana, incluida la derrota del domingo pasado, y condiciona de paso a quien arbitre.
Juan José López aportó cordura en esta mélange de reproches tardíos y perjuicios. Decir que Loustou se equivocó sin malicia premeditada es de hombre de bien. Los males del arbitraje y del fútbol exceden al juez. Y que parte del periodismo en contra se interese en plantear ahora el tema de la corrupción de los estamentos de la AFA, significó un insulto gratuito para él. Por eso el gesto de JJ no pasa inadvertido.
Las ironías que invirtió Grondona en estas horas, contraponiendo a la furia passareliana, el estilo socarrón de sus mejores momentos muestra al mandamás de AFA con el poder intacto. Lo del prestigio es otra historia. Hace muchos años que ese deterioro es definitivo. Passarella pega “ahí”, y gana porque despierta la discusión siempre necesaria a partir de la pregunta: ¿Hasta cuándo? Pero la fecha de vencimiento la fijan sólo Dios y Grondona.
Coincido con JCh y con yomaxx. No era el momento ni la forma. Quien va a agarrar la AFA en una supuesta revolución? Vila? Passarella? Fantino? Impresentables, que agarre Vila es lo mismo que nada. Passarella la hizo bien, ahora la gente va a putear a Grondona pero hace 500 años que esta Julito en AFA. Y tiene razón el pelotudo de Quilmes cuando dijo que Quilmes se fue a la B y en ese campeonato Ortega les hizo un gol con la mano. Tampoco es que nos cagaron sistematicamente, salvo el partido con Boca y algun otro no vi ninguna campaña antiRiver. La campaña antiRiver la hicimos nosotros mismos con los planteles horribles que tuvimos. 14 puntos con Simeone, como podes hacer 14 puntos en un campeonato de 19 fechas??? dejate de joder! Si nos vamos a la B es por culpa de River y no de Grondona, y Passarella haciendose el Rambo no ayuda un carajo, se saca responsabilidad. Es hacer la heroica a los 90 minutos del partido, hubiera sido mejor hacerla a los 20 min del primer tiempo, ahora no sirve de nada. Y muchos por el odio que le tienen a Grondona se prenden en el juego de Passarella, pero River no esta así por Grondona precisamente.
Passarela y su CD deberìan haberse ocupado antes de esto…no vas a Afa y te duermen…ya quedò demostrado y este tipo de diò el lujo de no ir por màs de 1 mes—