Se rompió el romance de los barras con los K: como no apareció ni un peso, no harán más trabajos para el Gobierno. Y 250 violentos se quedan sin ir al Mundial.
Las tijeras comenzaron a trabajar a destajo hace una semana. Faltaban tres días para San Valentín pero los barras ya no creían en el amor eterno que los hombres cercanos al Gobierno les habían jurado apenas seis meses atrás. Un corte por acá, otro por allá y las imágenes del pingüino y de la K enmarcada en la V, quedaron en el piso como testigos mudos de un romance que se quebró. Desde el fin de semana pasado, las banderas argentinas con la leyenda Hinchadas Unidas Argentinas ya no hacen gala de kirchnerismo. Y el tema no tiene que ver con un desencato ideológico, como sufrió buena parte de la población, sino lisa y llanamente, económico: el apoyo para viajar a Sudáfrica se cayó y con él, el acuerdo para bancar al Gobierno donde sea.
El tema tiene un costado crítico para las caras del proyecto: cuando desde Compromiso K se acercaron a los barras para llevar adelante el proyecto, les prometieron 250 pasajes a cambio de que todos los dueños de las populares se alinearan tras el universo kirchnerista. Por eso los capos de las hinchadas de Primera, que ya tenían asegurados 150 paquetes para ellos, invitaron a sumarse a los del Ascenso. Pero ahora éstos deberán ver el Mundial por televisión. Y muchos no tomaron con calma la mala nueva, lo que augura problemas en un futuro cercano.
“Nos usaron. Trajimos a todos los del Ascenso porque aseguraron que se hacían cargo, que querían a todas las hinchadas bajo control. Y ahora dicen que no hay nada. ¿Cómo es? Hicimos campaña, metimos gente en los actos y ahora nos lanzan a los leones… al final nos ensuciamos por nada”, le dijo a Olé uno de los referentes de un club de Primera.
La duda comenzó a sembrase a mediados de enero. Los capos de la ONG debían viajar a Sudáfrica para hacer contactos de traslados y alojamientos y se suponía que el dinero de ese viaje lo pondrían allegados al Gobierno. Pero la plata no apareció. Y terminaron viajando porque se contactaron con la agencia thetvtravel.com, que los llevó gratis a cambio de que los pasajes para quienes viajaran al Mundial los tramitaran por esa agencia. A la vuelta hubo un cónclave donde Marcelo Mallo, el hombre K de la movida, blanqueó que no podrían cumplir con lo prometido. Ahí se produjo una reunión entre los referentes de las 69 barras involucradas y se tomó la decisión de sacar de las banderas las referencias al kirchnerismo. Los del Ascenso pretendían generar acciones más “contundentes”, pero los de Primera los frenaron. “Es un aviso para presionar, con nosotros no se jode. Encima, en vez de apoyarnos a los que íbamos a frenar la violencia, la banca se la están dando a los que generan internas en todos los clubes”, dijo otro pope en referencia a la barra oficial de la Selección (ver Estos…).
Consultado por Olé, Mallo reconoció que la connotación política es historia. “Muchos rechazaron el proyecto no por su espíritu, sino por su vinculación política. Entonces decidimos sacarla. ¿Si es por plata? Siempre dije que quienes participaban debían autofinanciarse, si alguno soñaba otra cosa es su problema. Nunca mentí: la ONG sigue adelante conmigo al frente”. Pero sin pingüinos en los trapos, claro.
Saludos