Si uno quiere cambiar, tiene que reaccionar. Esconderse en el aliento injustificado es ser cómplice de lo que hoy nos pasa.
Pongo este ejemplo que representa lo que muchos alguna vez pidieron. Medidas que tomaron los hinchas de San Martín y que lograron sacar del club al presidente, máximo exponente de la mafia y que tenía controlado totalmente el club, golpeando inclusive a los hinchas que se manifestaban.
SI UNO QUIERE, PUEDE.
Los protagonistas
LOS HINCHAS AGITARON LAS AGUAS
Al viernes siguiente de haberse consumado el descenso de San Martín al Argentino A, un grupo de hinchas se congregó en la plaza Independencia para exigir la renuncia del presidente Rubén Ale y el resto de la comisión directiva. Se bautizaron como los Autoconvocados y ellos decidieron, en una medida sin antecedentes en la historia del club, no asistir al estadio hasta que se cumpliese su pedido. Sus marchas movilizaron a los demás simpatizantes del equipo de La Ciudadela.
ORGANIZADOS PARA PELEAR EN LAS URNAS
Al principio participaron de las marchas, pero después decidieron hacer valer sus derechos como socios. Decidieron organizarse y crearon la agrupación Juan Carlos Carol, con la que pretenden participar de la vida institucional del club de La Ciudadela. En principio, su lista será encabezada por Samuel Semrik, aunque no se descarta que se unan con la de Emilio Luque. Quieren mayor participación femenina en las listas y que se cree una comisión de los hinchas.
SU AUSENCIA LE COSTÓ CARO
El presidente Rubén Ale no pudo dominar la tropa de su club y terminó renunciando. Primero solicitó licencia por enfermedad, cuando en realidad permanecía detenido en un sanatorio por orden de la Justicia. Después, cuando no podía controlar el normal desenvolvimiento de la vida institucional de la entidad, el 23 de octubre renunció definitivamente. Desde su lecho de enfermo y lugar de arresto, la “Chancha” pidió la unidad, pero no lo consiguió.
UNA RENUNCIA QUE TRAJO MUCHA PAZ
Abraham Salame se hizo cargo del club desde que Ale pidió licencia. Intentó de todas formas y sin éxito lograr que los hinchas volvieran al estadio. No pudo reordenar ni siquiera a los integrantes de la comisión directiva, que comenzaron a renunciar por cómo manejaba al club. Los Autoconvocados también le cuestionaron no haber respetado un acuerdo para que la paz volviera a La Ciudadela. Sin ningún respaldo, renunció el jueves y su partida aceleró el inicio de la etapa de transición en la entidad.
Y esto duró meses eh, fue un semestre entero.
En mi opinión el hincha de River tiene que alejarse de la cancha, no apoyar más esta destrucción, manifestarse sin rendirse, empezando aunque sea de a pocos y sin desistir.
Cualquier otra cosa será pan para hoy y hambre para mañana, aunque por ahora todo es hambre.
Citando a Ariel: “es ilógico pensar que van a refundar a River los mismos que lo refundieron”