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De Río a Buenos Aires
Uno de los megafestivales de rock más importantes del mundo llegará a la Argentina en 2013. Nacido en Brasil hace más de dos décadas y exportado luego a Lisboa y Madrid, el tradicional Rock in Río tendrá su edición porteña el año próximo. Y la intención es crear una Ciudad del Rock al estilo de la carioca en el predio de 120 hectáreas del Parque de la Ciudad.
Así lo adelantó en exclusiva a Clarín el fundador, productor y publicista de Rock in Río en todas sus versiones, el brasileño Roberto Medina. Aunque faltan ajustar algunos detalles con el Gobierno de la Ciudad, las negociaciones están más que avanzadas. “La decisión política del Gobierno ya está y la mía también”, enfatizó.
El Rock in Río local tendrá cinco o seis fechas inmediatamente después de la edición brasileña, que comenzará el 13 de septiembre, con lo que ocuparía la última semana de ese mes y la primera de octubre. Medina estimó una inversión de alrededor de US$ 45 millones con la intención de juntar cerca de 100 mil personas por jornada. La idea es rubricar un contrato similar al ejecutado con el megaencuentro en las capitales portuguesa y española: habrá al menos tres ediciones, una cada dos años.
Desde su primera edición, en 1985, encabezada por Queen, Iron Maiden, AC/DC y Rod Stewart, por Rock in Río pasaron, en los tres países que lo hospedaron hasta ahora, artistas como Paul McCartney, Guns N’Roses, The Police o Metallica, entre muchos otros.
Todavía no hay bandas o músicos confirmados para 2013, tanto en tierra brasileña como en la argentina. Pero Medina promete que el cartel estará a la altura de la historia. Fiel a su formación como publicista, el creador del festival avisó que antes de definir la grilla realizará un sondeo porteño de unos 2.000 casos para sopesar gustos y posibilidades. De todos modos, advierte: “No te puedes dar el lujo de hacerlo con bandas que no tengan reconocimiento”.
“En el cartel que vamos a hacer ahora en Brasil, el 90% estaba en los sondeos. Tenía otras opciones también, pero básicamente está eso. Si quieres un día de heavy metal básicamente vas a estar hablando de AC/DC, Iron Maiden o Metallica; el mainstream. Deben tener el peso para llevar a 100 mil personas. Después hay más oportunidades de poner bandas nuevas. Y, al igual que en Brasil, no va a ser un festival de pop o de heavy: va a haber un día para cada gusto. Se trata de un festival de buena música. El rock es una bandera de comportamiento y el foco es la familia”.
Como en las últimas versiones, habrá varios escenarios, incluyendo el Sunset (“Fue una bomba en Brasil”, apuntó Medina), un espacio en el que bandas disímiles y de estilos variados se encuentran, realizan algún ensayo y luego improvisan un show en conjunto. Algo de esa mezcla se podrá ver en el spot con el que comenzará a publicitarse el festival en ambos países, con las bandas Sepultura y la francesa Les Tambours du Bronx tocando juntas.
Más allá de los artistas internacionales, seguramente levantará olas el proyecto de crear la Ciudad del Rock en el ex Interama, el antiguo parque de diversiones creado durante la última dictadura militar en Lugano. Sus atracciones están cerradas, luego de idas y venidas, desde marzo de 2008. En el diálogo con Clarín, Medina se entusiasmó con la posibilidad: “El proyecto está bellísimo, es el más bello de todos. Estoy muy ilusionado”.
El acuerdo implicaría que queda a cargo de la Ciudad la puesta en condiciones de las instalaciones de base (muros, césped, entradas) y en manos de Rock in Río los escenarios, puestos comerciales y demás estructuras. Todo quedaría para la Ciudad, que podrá realizar allí otros shows o recitales, pero no festivales similares.
¿Y por qué Buenos Aires, ahora? Medina habló de cuestiones sentimentales (“Parte de mi familia es argentina, es muy intensa mi relación con ese país”), pero fundamentalmente de una oportunidad: “En Brasil va a haber 300 o 400 mil personas que no van a poder ir a Rock in Río. Ir a Buenos Aires es más barato que ir de San Pablo a Río. Y como vamos a plantear un festival de igual calidad…”.
El impacto económico en Río será, según cálculos, de unos US$ 460 millones. Medina se mostró entusiasmado con el efecto en Buenos Aires: “Creo que va a tener un impacto parecido, si no más. Ustedes tienen un componente rockero más fuerte todavía
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