[quote=“YACARE, post:3573, topic:118749”]
No estoy de acuerdo, primero porque la Copa hasta ese año era “un carma” para River…
River tenia excelentes euqipos y en la copa no podía ganarla…el 86 rompió ese estigma.
River ese año tenía muchos jugadores de la selección ganadora del 86 y del 78, era un equipo de primer nivel. Lo de la preparación f´siica lo dejo a tu criterio, creo que nuestros jugadores tenian un preparación física muy buena, por algo muchos de ellos eran de la selección argentin acampeona en dos mundiales.
Era un equipo con mucha personalidad, nunca se daban por vencidos, y si en la final tocó un equipo colombiano, no es culpa de River, ganó cuando tuvo que ganar y punto. Despues fué a Japón y le ganó al campeón vigente de la Champions, el cual sería la base de la selección Rumana que en el 94 nos dejaría fuera del mundial de Estados Unidos…
Sin el 86 y sus logros a nivel internaiconal hubiera sido difícil sacarse ese carma de encima. lo graqve despues de esos logros fué el despedir al técnico y desmembrar el equipo, que después de la mano de Griguol (técnico ajeno al paladar del club, inexplicablemente contratado) fué un desastre…
Profesionalismo siempre hubo, y las comparaciones hay que ponerals en el contexto histórico de la época. Para ese momento los rivales de River y el smio equipo del club estaban dentro de los parámetros de preparación física que se estilaban. que ahora creamos que se inventó la pólvora es otra cosa…te vuelvo a repatir, ese equipo de River tenía jugadores que habían ganado el mundial de selecciones en méxico y el mundial de selecciones en nuestro país, era un equipo sumamente competitivo, y no me vas a decir que la preparación física de esos campeones mundiales era inferior a la de los europeos de esa época a la cual se enfrentaron en ambos mundiales…
El grado de complejidad de cada torneo también se debe analizar de acuerdo a lo que se vive en cada momento. Asi ahora enfrentamos a diferentes rivales en los cuales muchos de ellos fueron campeones de copa, tambien en ese año se enfrentó rivales de envergadura y con experiencia copera…
Te repito desmerecer el 86 es desmerecer al mismo River, a los logros obtenidos por esos jugadores que tenían un equipo que cuando uno los veían en la cancha sabía que para ganarles, el contrario debía dejar jireones de la vida, porque ra un equipo que hasta metia miedo a los árbitros…
http://www.elgrafico.com.ar/2008/06/25/C-1007-river-86.php
A nivel doméstico ya era el equipo más ganador y había sumado un nuevo pergamino ese año. Le faltaba adueñarse de América y del mundo, más teniendo en cuenta que otros grandes, como Boca, Racing e Independiente, ya tenían la Libertadores y la Intercontinental en sus vitrinas. Veira supo conducir a un grupo pesado, armó un equipazo y se quedó con todo.
Aquella noche del miércoles 29 de octubre de 1986, la lluvia se hacía insoportable sobre Buenos Aires. Poco importaba, al menos para el pueblo riverplatense, que estaba dispuesto a convertir esa velada en una de las más importantes de su historia.
Y así fue, nomás. Porque aunque el América de Cali hizo fuerza e intentó por todos los medios revertir el 1-2 de la ida, esa edición de la Libertadores estaba definitivamente hecha para River. El golazo del Búfalo en el segundo tiempo aflojó todo tipo de tensiones, desató la locura en las 80.000 personas que colmaron el Monumental y se convirtió para siempre en leyenda.
Con ese tanto, River se aseguraba la bendita Copa que ya ostentaban Boca, Racing, Independiente y hasta Argentinos Juniors, y se sacaba así una espina clavada que a esa altura ya dolía bastante. Antes del duelo final con los colombianos, fueron quedando en el camino Boca, Wanderers, Peñarol (en la primera fase), Barcelona y Argentinos (en semifinales).
A todos los pasó con su estilo, con el sello que el Bambino había marcado a fuego en ese grupo de hombres que, en base a jugadores de renombre como Ruggeri, Gallego, Alonso o Alzamendi, se convirtió en un equipo que llegó a dar sensación de invencible.
Para completar un año mágico, faltaba la frutillita del postre, la Intercontinental que se disputaba en Japón ante el campeón de Europa. Enfrente estaba el Steaua de Bucarest, que venía de consagrarse en la por entonces Copa de campeones nada menos que frente al Barcelona.
El partido entre los reyes de América y Europa era parejo, trabado, cerrado. Digno de una final. El minuto 28 del primer tiempo marcó un antes y un después, no sólo para ese día sino para la historia de River: tras una falta a Fúnes en el mediocampo, Alonso se avivó y habilitó rápido a Alzamendi. El uruguayo recibió, pateó y luego de que la bola diera en el palo, la cabeceó al gol, a la gloria, a la cima del mundo.
Como lo requería su historia, River ya no tenía cuentas pendientes…
[/QUOTE]Mas a mi favor, si ese equipo era tan bueno quiere decir que lo que se logró este año contra Rivales mas dificiles fue aun mas épico, encima ganandole la final a Boca sin jugar de local.
No quiero cambiarte el pensamiento igual, vos recordaras esa copa con mucha melancolia y esta bien. Yo te doy mis motivos para decir que lo de este año fue mejor.