El Pizarrón (II): River muestra signos positivos
Es un torneo de verano, sin duda. No marca nada, ni tampoco es una marca definitiva. Pero sí es un punto de partida. River, este River que llega de la B Nacional para convertirse en el primer equipo de esa categoría que ganó un torneo estival, demostró estar a la altura en compromisos en los que se enfrentaba al morbo y a medir que tan verdad era eso de la diferencia de categoría.
Seguro que la diferencia de categoría existe, no es lo mismo cruzar a Guillermo Brown de Puerto Madryn con Racing. River es un gigante dela Argentina y, esa diferencia que tiene de letra en el abecedario la suplanta con jerarquía. Ningún club de primera trajo a jugadores como David Trezeguet y Leonardo Ponzio, sacando a Boca, claro. Y eso se nota.
Ante Estudiantes, el partido fue pésimo. Alejandro Domínguez no anduvo bien y Fernando Cavenaghi y Rogelio Funes Mori casi no tuvieron peligro. Eso sí, la diferencia no se notó y, en un partido peleado, el 0-0 terminó siendo el resultado.
Ante Racing, todo cambió. Casi con el mismo equipo, River, en el primer tiempo, fue ampliamente superior a uno de los subcampeones del torneo de Primera División. Jugó muy bien Alejandro Domínguez, Funes Mori lució letal y hasta Fernando Cavenaghi se mostró más solidario.
En defensa Jonatán Maidana y Ramiro Funes Mori maniataron a Teófilo Gutiérrez y, en el medio, Ezequiel Cirigliano primero y Leonardo Ponzio después, lograron controlar. En el banco de River, el equipo de la “B”, estaban Carlos Sánchez, polirubro ex Godoy Cruz y David Trezeguet, campeón del mundo y campeón en Europa. Jerarquía. Eso recuperó River en estos seis meses que estuvo en el ascenso, una estadía que se prolongará, mínimo, medio año más.
Los signos son positivos. El Chori fue un gran conductor –casi marca un golazo de mitad de cancha-, Funes Mori definió bárbaro, Cavenaghi siempre encontró el espacio, Lucas Ocampos aportó frescura hasta que se lesionó. Cirigliano, uno de los más jóvenes, es el patrón del mediocampo y Leo Ponzio, uno de los “nuevos” demostró que puede jugar como “8”, asi como también como “5” o incluso en la última línea.
Atrás, River todavía busca arquero. Estos 180 minutos, ante el Pincha y la Academia, Daniel Vega no pasó mayores sobresaltos y, en la carrera con Leandro Chichizola está igual.
Ramiro Funes Mori luce como una alternativa más que potable para acompañar a Maidana, el patrón de la línea de 4. El Melli mayor corta, juega, luce con buen timming y, algo no menos importante, cuando tiene que cortar con falta, lo hace. Sin ponerse colorado. Luciano Vella jugó frente a la Academia, aunque el titular es otro Luciano: Abecasis que sumó mucha frescura y sorpresa por ese andarivel de la cancha, un lugar que con Paulo Ferrari, River no terminaba de aprovechar. Por izquierda, en cambio, entre Carlos Arano y Juan Manuel Díaz dirimen ese puesto, en el que parece ser el lugar más flojo.
En la segunda mitad, River cambió. Salieron Arano, Cavenaghi, Ocampos y el Chori. Entraron, Sánchez, Trezeguet , Juan Manuel Díaz y Abecasis. La estructura no se resintió. Es más, entre el ex Tomba y el franco-argentino construyeron el 2-0. Y, en las últimas jugadas de ataque, ellos más Abecasis pudieron haber convertido un tercer gol.
River, a cinco días de enfrentar a Boca, muestra signos vitales positivos. El equipo ya tiene una base, no se desarmó, se reforzó y limpió bastante del lastre que tenía acumulado. Además, luce más variantes que en la última parte de 2011 y Almeyda, por ahora, las está utilizando bien. Falta una vida para el final de la carrera, que comenzará el 4 de febrero en Isidro Casanova, en la visita ante el duro Almirante Brown. Un River jerarquizado y renovado buscará volver a donde pertenece, la élite del fútbol argentino. Partidos como el de ayer lo dejan muy en claro.
¿Y Boca? El superclásico es un partido aparte y, sin duda, que ganarlo para el Millo sería un bálsamo, una caricia tanto para el plantel, que va de punto y para los hinchas, que van preparados a soportar el regocijo del rival de toda la vida. Sí se pierde será lo lógico, claro está. Lo cierto es que el Superclásico que se avecina será mucho más parejo de lo que se pensaba hace unos días. Y eso lo logró River. River y un nivel de Primera, aunque hoy no esté en esa categoría.
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