Ramón Ángel Díaz

el autentico Angeluz.

quien libro a River de cangrejum ortibummmm…Ramóooooon
a quien tuvo que llamar el forro de Passarellummmm…Ramóooooon
quen se la mando a guardar a Riversitumm75cummm, Patitiumm, Dani3litumm, Luqui9tumm…Ramónnnnnn

vayan agregandom foristum que no me acuerduuummm…chachommmmm.

[i]Martes 21 de mayo de 2002

RIVER

Por qué se fue

Aguilar le cerró la puerta a Ramón Díaz porque quiere un técnico con otro perfil. Apuesta a un hombre elegido por él, que no sea dueño absoluto de los triunfos.

L e cortó la luz. La dirigencia de River le dijo stop, no va más al “iluminado”, como le gusta al presidente nombrar a Ramón Díaz. ¿Conmoción? ¿Injusticia? ¿Final cantado? ¿Acierto? La decisión de Aguilar y compañía encierra un sinfín de especulaciones sobre los verdaderos motivos de la negativa a prorrogarle el contrato. Algunos atendibles, otros un tanto sorpresivos, todos opinables.
Se fue Ramón, un dato irrefutable de la realidad. Pero, ¿por qué?
Suena chocante para una porción grande de hinchas que River prescinda del técnico más ganador de su historia apenas un día después de su última vuelta olímpica. Sin subirse al exitismo, los dirigentes cortaron por lo sano y le dieron salida más allá de los pergaminos. La primera declaración oficial habla de otro perfil de conducción, otra alternativa. ¿Más seria? ¿Menos carismática? Eso creen. En Núñez, o al menos en esta Comisión Directiva, preocupaba la verborragia del Pelado, su imán con la gente y su trascendencia mediática, que en cualquier momento podía transformarse en un boomerang, atento a los antecedentes de un riojano ganador, con tendencia a manejar el club como propio.

En ese punto se corporiza una idea fuerza de Aguilar. Al doctor no lo motiva que en el fútbol actual los laureles de los éxitos sean casi exclusivamente de los técnicos. El, como presidente, no comparte este reparto de méritos y lo seduce tener una participación mayor en el proceso. Se sabe, heredó un cuerpo técnico, un plantel, en definitiva, una maquinaria en funcionamiento y sólo tuvo que mantenerla, aceitarla pero no transformarla. Cumplido ese proceso, le llegó el momento de la decisión. Y su ego le indicó que está ante la posibilidad única de elegir, decidir, arriesgar con un nombre nuevo. Apuesta a ganador, asume el riesgo porque sabe que los dividendos cotizarán de otra manera si Pellegrini extiende el camino del éxito.

Cortita y al pie. Un suspiro. Eso duró ayer a la mañana la reunión entre Ramón, Aguilar, Omar Labruna, el vice segundo Domingo Díaz y el secretario Mario Israel. Cinco minutitos en los que poco se dijo, mucho se entendió.
—Buenos días.
—¿Querés decir algo, Ramón?
—No hace falta. Hablen ustedes…
—Te informamos que no vamos a prorrogarte el vínculo porque tenemos otro proyecto futbolístico, queremos otro perfil de técnico. Desde ya, no hay reproches sino una elección diferente.
—Está bien. No hay problemas. Agradezco que me hayan dejado aumentar mi prestigio, me quiero ir bien y no cerrar ninguna puerta.

Palabras más, palabras menos, ése fue el diálogo.
Allegados al cuerpo técnico señalan que el Pelado llegó al club sabiendo que su suerte estaba echada y, por eso, optó por no cuestionar nada. No irse en medio de un escándalo con la seguridad de que su vuelta no es imposible en un tiempo cercano. Eso sí, “creemos que es una injusticia”, agregaron. Seguramente, de eso hablará hoy, a las 11.30, cuando ofrezca una conferencia de prensa en el club. Del lado de los dirigentes, resultó un alivio que el técnico no saliera a tirar bombas para los cuatro costados. Y que la segunda salida del riojano no haya sido tan traumática como la de comienzos del 2000. Obviamente, ellos no descartan un regreso futuro del riojano. “Es un paréntesis”, dijo el presidente.

Cara y ceca. Los méritos de Ramón quedan así archivados para mejor ocasión. Porque sobre cada uno de ellos, los dirigentes tienen una visión diferente. Reconocen que es ganador por naturaleza. Pero agregan que el club no quiere caer en esta cuestión maniquea de que lo único que interesa es ganar, que no hay otra opción. También son felices con la identidad gallina del técnico saliente. Pero hoy se invierten los gustos: “Decidimos romper con las antinomias históricas del club… Nada de alonsismo o antialonsismo, passarellismo o antipassarellismo, ramonismo o antiramonismo”, dijo Aguilar ayer. Más: la llegada con la gente, ese paraguas protector que brinda el entrenador fue y será útil en otros momentos. Hoy los directivos no sienten mayores demandas de los hinchas y pueden direccionar su mira con mayor tranquilidad y sin temor a equivocaciones.

Con ese margen de error, Aguilar encara lo que podría denominarse su primer acto de gobierno. Hasta aquí mantuvo el estado de cosas tal como las heredó. A partir de esta decisión, comenzó a ejecutar. Y detrás de cada posición hay un mensaje. Por ejemplo, el cortarle la cabeza a Ramón debe tener lecturas en orden descendente. No hay intocables. Que lo sepa el plantel a la hora de hablar de números y nuevas condiciones económicas. Un River más austero, en definitiva.

Apuesta riesgosa. Si de algo no hay dudas es que la jugada del presidente es tan arriesgada como valiente. Ponerse en el ojo de la tormenta con mucho que perder y, quizá, no tanto para ganar, es destacable. Pero, ¿qué descarta y a qué apuesta? Descarta un vestuario con la sensación eterna de conflicto. Relega el poco diálogo de Ramón con sus dirigidos por el manejo más fluido de las relaciones que posee el chileno. Que, además, trasciende esas paredes para proyectarse en el trato con los directivos. ¿Qué más? “Incorporamos un nivel de discusión más elevado… La posibilidad de sentarse en una mesa y no agotar la charla en el fútbol”, confiesan desde el seno de la CD. Por eso, la debilidad de Aguilar es Marcelo Bielsa, inaccesible en estas épocas para River.

Otro elemento a considerar es el intercambio Primera—Inferiores. Históricamente, el riojano desestimó la labor del semillero, a pesar de nutrirse constantemente de él. Nunca tuvo relación con Delem, y hoy es fría con Rossi, quien además trabaja al lado de Hernán Díaz, enfrentado con el DT. Y, se sabe, la nueva dirigencia hizo numerosos cambios abajo y no tolera cortocircuito alguno. Más, la Hormiga suena para integrar el flamante cuerpo técnico.

Ramón se va envuelto en un halo de injusticia y sin elementos contundentes en contra de su continuidad. Sin peleas públicas con los dirigentes, sin graves conflictos internos en el plantel, con el consenso de un sector enorme de la hinchada y, como si fuera poco, campeón. Parece que de poco le sirvió el nuevo maquillaje de tipo organizado, más detallista que en su etapa anterior, que incluyó un informe de 300 páginas. O el haber guardado bajo cuatro llaves su conducta fácilmente irritable ante las críticas.
Se va con la imagen intacta. Presto para volver a apagar otro incendio. ¿Hasta cuándo?[/i]

EL MAS GRANDE ENTRENADOR DE LA HISTORIA

vamo vamo con el revisionismo, dale dale.

encara! encara! hee fuuuiiiiiij, no te quedes…

esto…esto he para los pibe nuevo, que no alcanza para opinar viendo la tele, hay que leer la historia si quere habla de fulbo.

//youtu.be/LAHBilOlyU8

Lo del minuto 3.39 en adelante es orgasmico, ya me clave 20 pajas con el pe pe pe de Ramon

[i]Sábado 12 de febrero de 2000

EL FINAL DE RAMON

Fue

Ramón presentó su “renuncia irrevocable” como DT. ¿Los detonantes? La mala relación con los dirigentes, el tema refuerzos y una cuestión de imagen.

El jueves por la mañana, mientras la derrota con los pibes de Boca era más herida que cicatriz, un dirigente de River marcó el numero de su presidente, David Pintado. Y escuchó una voz al borde del llanto: “No soporto más. ¿Sabés lo que va a ser aguantar a este hombre? No. Yo ya tengo decidido que no voy a viajar ni a Córdoba, ni a México, ni tampoco a Colombia”.
Semejante conclusión de temporada tenía una historia detrás. La relación ya desgastada entre Ramón Díaz y los dirigentes empeoró con un enero “grosero y descortés” del Pelado, quien aprovechó cada cruce para pasar factura por la rebaja del salario, hacia adentro, y hacia afuera para levantar la voz en reclamo de refuerzos.

El mismo jueves, pero al mediodía, Pintado recibió otro llamado. Esta vez de Antonio Caliendo, representante de Ramón: “Doctor, entiendo que el ciclo de Díaz en River está cumplido. Voy a hablar con él para convencerlo y, si es así, seguramente mañana presentará su renuncia”. Pintado cortó, y claro: ya no estaba al borde del llanto.
Crónica del adiós. Encendida la mecha, Pintado, Davicce e Israel (integrantes del Consejo de Fútbol) se reunieron con Caliendo por la tarde y reiteraron el encuentro por la noche en el hotel Caesar Park. La charla se extendió hasta las 3.00 del viernes. Y Caliendo oficializó la noticia: “Señores, Ramón se va”. Pero no se animaron a confirmar la noticia. “No sé de dónde sacaron eso”, dijo Israel en un diálogo de madrugada con Olé.

Para algunos de sus pares, en cambio, la mirada era distinta. “No te puedo confirmar nada, pero algo pasa. Yo, por las dudas, tengo preparada la botella de champagne en la heladera”, confió uno de los directivos que con más fiereza se enfrentaron a la gestión del Pelado.
Con más o menos transparencia, los integrantes de la Comisión llegaban a una conclusión. Y sonreían: Ramón, el mismo Ramón al que no sabían cómo darle salida, les traería en bandeja su cabeza. ¿Cómo llegaba este regalo? "Caliendo le hizo entender que si lo echaban no podía pensar en dirigir en Europa. Siempre le insistía con una frase: Andate que te van a rajar, boludo. Y el tema de los refuerzos ya era una vergüenza. Por eso accedió a renunciar. Siente que se va con toda la gloria. ¿Una oferta de afuera? No, no hay nada. Lo que sí puedo decir es que los dirigentes se quedaron duros con esta actitud de Ramón: ellos hicieron de todo para rajarlo, pero al final fue Ramón el que terminó poniendo los huevos sobre la mesa", relató un allegado al técnico.

Esto, claro, en estas circunstancias, porque apoyados en la denuncia del periodista Adrián Paenza (“Ramón les pide plata a los jugadores”), los dirigentes le habían rodeado la manzana. “Nunca nos olvidamos del famoso si me echan, hablo”, afirmó un directivo.

El tiro del final. A bordo de su camioneta Mercedes Benz azul oscura, y seguido por el Rover de Omar Labruna, Ramón llegó a las 8.50 de ayer al Monumental. Esperó que su amigo se bajara del auto; se metió con velocidad en el vestuario; salió a la cancha con el plantel y dirigió la práctica.
Desde las 10 se hizo evidente: algo pasaba. Primero llegó el representante del Pelado, Antonio Caliendo (junto con Juan Berros, su hombre en la Argentina); y más tarde fueron arribando Davicce, Israel y Pintado. “No es el momento de hablar. Tenemos algo importante que firmar”, se excusó Davicce.
El cuerpo técnico volvió al vestuario tras la práctica. Pasado el mediodía, y cuando los jugadores ya se habían ido, Ramón abrió la puerta con una sonrisa de compromiso. “Muchachos, voy a hablar cuando aprendan”, aleccionó a los más o menos 80 periodistas que lo buscaron de arrebato, y volvió a meterse. “El silencio es salud. Pero organicé una conferencia de prensa en la sala por ustedes”, apareció y dijo minutos después.
Sin prensa a la vista (los medios ya estaban instalados en la sala), el DT cruzó el pasillo y subió al primer piso del club junto con Labruna; el coordinador del plantel, Luis Wilson; y el profesor Oscar Dean.
Esos instantes ofrecieron la mejor síntesis del final: los dirigentes y el cuerpo técnico ocuparon oficinas diferentes, y negociaron la conclusión del vínculo a través de Caliendo, quien fue y vino de un cuarto a otro llevando ofertas y contraofertas y cerró el trato: a Ramón le documentaron una deuda por 270 mil dólares (consideraron su trabajo hasta el 29 de este mes); a Labruna por 450 mil; a Giulietti por 150 mil y a Dean por cerca de 40 mil.
Mientras tanto, la desprolijidad regaba el club y un dirigente le pedía a un periodista el teléfono de Leonardo Astrada en Porto Alegre. “Ahora que se fue Ramón, tiene que volver el Negro”, justificó.

Ultimas imágenes. Firmaron todo. Ramón, Labruna, Pintado y Davicce se encontraron en la escalera. Bajaron hasta la sala de
conferencias. Se sentaron. Y el Pelado leyó la despedida que el mismo había redactado: “Como mis ideas y mis convicciones no coinciden con la nueva estrategia de la institución, siento la necesidad de presentar la irrevocable dimisión al cargo de director técnico de River”.

Estaba nervioso. Llamó “Alberto” a Davicce y miró a todos con los ojos llorosos. Escuchó a Pintado: “Esto es decisión de Ramón. Nadie le pidió que renunciara”.

El final. Técnico y presidente se abrazaron de compromiso, para las fotos, mientras Davicce estiraba el brazo en un gesto “paternal” y palmeaba la mejilla del Pelado.

“Si venís al club, no vas a ver a nadie triste”, cerró un dirigente.
Porque en su feliz lectura, claro, ya no contaba en el club a Ramón.

Olé. Fue[/i]

Boludo.

ES UN ASCO LO QUE OPERABA LA PRENSA PARA AGUILAR.

UN ASCO.

Se dan cuenta las cosas que dice la nota? “Una jugada tan arriesgada como valiente…”

:evil:

GRRRRRRRRRRRRRRRRRRR!!!

Se me inflo la yugular todo mal.

8|
claro, si era san martin aguilar por echarlo… que hijos de remil putas!

Deja Vu.

10 años despues mejor reir, que llorar.

La lluvia pirotecnica de fondo. AJDSLJKFLAÑJSKFJKASFLÑKAD

imposible no quererlo. No se puede ser hincha de River y no querer a Ramón Ángel Díaz.

CORRETE SIMEONE

¿Alguien sabe si su majestad se hará presente hoy en el templo?

Pensar que hay muchos que sí, son hinchas de River (creo) y no lo quieren. Yo los veo y…pobrecitos

LA CARA DE RAMÓN Y EL MONO, COMO RECORDANDO VIEJAS ANÉCDOTAS, QUE HERMOSURA.

No creo, está de gira (?) por Europa.

Que “grandote” esta el mono Burgos :lol:

como era eso de que ramon va a europa y le dicen “correte grone”?:lol: encima de todo, ignorantes a mas no poder…

Posta, que argumento boludo. El nabo ese con peinado raro que está en la foto, lo conocen en toda Europa, y sin embargo a nosotros nos dejó en coma 4.

LO QUEREMOS DEJAR A AFUERA BOCA DEL CAMPEONATO TITI

5° Aprende a vivir y sabrás morir bien - Confucio
4° Si Buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo - Albert Einstein
3° Pienso y luego existo - René Descartes
2° Seras lo que debas ser… o no seras nada - Jose de San Martín

Le queremo’ ganar el campeonato a Boca ¡Tití! - Ramón Angel Diaz