Ramón Ángel Díaz

La vuelta de Ramón es una caricia en el alma (parezco Apo) después de tanto maltrato para el hincha de River. Su salida fue el principio del fin para River. Ojalá esta nueva etapa sea tan buena como la anterior y no le pichuleen con los refuerzos. De cualquier manera, de mi parte va a tener un incondicional que le va a respetar el derecho al fracaso sin puteadas después de todo lo que dio.

Hoy tengo 31 años y Ramón me remite a fines de la secundaria / principio de la facultad en donde nadie nos hacía sombra, donde veía a los equipos no sólo saber a que juegan sino hacerlo bien dominando al rival sin importar demasiado quien estuviera enfrente o cábalas y demás cosas. Son grandes recuerdos, alegrías genuinas. Las malas nos curtieron a todos en estos 10 años donde lo vimos en el infierno de la B, ya demostramos que sabemos resistir cuando la mano viene cambiada. Es hora de tener una alegría como preso que sale de la cárcel después de cumplir condena.

Eso sí, no sean pajeros. No le den la reelección al Kaiser por esto tampoco.