En la noche de ayer estuvimos cenando con 500 socios de River de diferentes extracciones (conmigo llegaron a hablar gente de Lancioni y de Santilli), y más allá del diálogo, cada más amplio, puntual y contundente de Caselli con la gente, me llamo poderosamente la atención Don Alfredo Davice.
Yo pensé que era un hombre de mucho mas edad de la que tiene. Pero esto no sería un problema para mi, porque las grandes civilizaciones edificaron su grandeza con los consejos de ancianos. No digo que Davice lo se, y eso es perecisamente lo que estoy tratando de destacar.
Estuve charlando con él unos quince minutos y quede sorprendido de su frescura de pensamiento, y de sus nobles sentimientos millonarios. Davice está muy preocupado por esta situación, y por eso volvió al “ruedo” de la política. Además, como bien lo destacó durante la charla, ve en Caselli al personaje ideal.
“Si, se parece al loco Liberti”, me dijo en determinado momento, aclarandome porque le decían “loco”…ya que era por sus faraónicas ideas, las que a la corta se transformaron en realidad.
“Un día vamos a tener el Estadio más grande de la Argentina, y van a terminar diciendonos que somos todos bacanes”, cuenta la historia que dijo Antonio Liberti una vez en la esquina de Libertador y Tagle, cuando el Río de la Plata aun llegaba a esos terrenos en donde hoy está edificado el Monumental.
“HAY QUE PONERSE LAS PILAS COMO NUNCA, TRABAJAR CONTINUAMENTE PARA SALVAR A RIVER DE ESTE ABISMO”, dijo en un momento con el rostro compungido.
Al despedirme de él me dió un abrazo y un apretón de manos que son el signo más saliente de su vitalidad.
A tener en cuenta este detalle, porque estámos hablando del mejor presidente de River de las últimas decadas, y está dispuesto a dar la vida por River.