Veo que nadie abrió el thread, así que:
Barovero: 5,50. No tuvo ninguna gran intervención. Bien en los saques rápidos, salvo en una que queda corta. Demora más de la cuenta en cada de saque de arco. Más con la intención (si es que la había) de ganarlo.
Mercado: 5. Mete un cruce clave a Borghello. Es voluntarioso, pero limitado como él solo.
Pezzella: 7. Figura, otra vez. Tiene un enorme juego aéreo y es firme por abajo. Supo lidiar con Matos en los pelotazos frontales.
Bottinelli: 5. Error gravísimo de cálculo tras el pique. Después, correcto, aunque da la sensación que el error en la salida está al caer permanentemente.
Martínez: 5. Arrancó con dudas. Después mejoró, aunque le faltó convicción en algunas proyecciones.
Sánchez: 5,50. Menos mal que otra veces, pero abusa del centro desde 3 cuartos, en parte por la falta de ideas de River. El tema es que los ejecuta pésimo.
Cirigliano: 6,50. Muy bien en la distribución, a un toque, con claridad. En la marca, tiene una salida lejos que queda pagando, pero no sufrió demasiado.
Ponzio: 6. Por momentos asume la conducción y el cambio de ritmo en el mediocampo. A veces se entretiene por demás con la pelota, pero intenta marcar el camino. Así juega River. Pésimo en la pelota parada.
Rojas: 3,50. Muy contenido, miedoso. Lejos de mostrar la buena pegada que exhibía en Godoy Cruz.
Funes Mori: 7. Muy bien aguantando cuanto pelotazo le tiraron. Inteligente de espalda. Le faltó el gol, aunque tuvo una sola opción nítida.
Mora: 4,50. Víctima del funcionamento de River. Puro pelotazo. Hoy la puede romper, mañana ser un desastre. Corre para todos los delanteros del equipo. Ninguno recibe la pelota al pie.
Villalva: 4,50. Lo marcó la raya. Culpa del técnico. No tuvo que haber entrado y menos en esa posición.
Luna: 4,50. A chocar contra todos. Lo mismo que Mora.
Almeyda: es horrible antes, durante y después de los partidos. No sabe leer uno. Los cambios fueron contraproducentes para River. Mantiene el síndrome de delanteros devenidos a volantes. El partido pedía el ingreso de Lanzini por uno de los volantes centrales y, quizás, Affranchino para ganarle la cuerda al amonestado Soto.