Passarella le envió una camiseta firmada por el plantel y el carnet de socio de privilegio a Plácido Domingo y el tenor quedó fascinado: “Agradézcanle al Gran Capitán”.
El equipo de Jota Jota está lejos de ser una orquesta. No desentona, pero todavía le cuesta sonar como una sinfónica. Lo saben los jugadores, el técnico, los hinchas y los dirigentes. Sin embargo, Daniel Passarella no pierde las esperanzas de ver a un River que dé espectáculo. Sueña y se embala con pasar la tormenta y recuperar el paladar negro, lo clásico. Por eso, imaginando lo que vendrá, el presidente quiso dar en la tecla. Pero no, no llamó a Farías para que vuelva al club. Entusiasmado, el presidente aprovechó la visita al país de Plácido Domingo para enviarle una camiseta autografiada por los jugadores y el carnet de socio de privilegio del club.
Mariano Mera Figueroa y Gustavo Guillermé fueron los elegidos por el Kaiser para sorprender y, sobre todo, hacer emocionar al músico. Y el lugar elegido para entregarle el presente fue el camarín que el español ocupó tras el concierto que brindó, ante unas 150.000 personas, el último jueves, en la Avenida 9 de Julio. Aunque no fue un regalito más. Fanático confeso del Real Madrid y futbolista frustrado tras varias pruebas en la escuela de los Hermanos Maristas de México, donde pasó su infancia y adolescencia, Domingo quedó fascinado al ver la camiseta con el número 6 en la espalda y entre todas las firmas, una especial: la del mismísimo Passarella, quien de puño y letra se la dedicó “con admiración”. Un gesto que el cantante devolvió con otro mensaje lleno de fascinación y conocimiento: “Agradézcanle mucho al Gran Capitán”.
Hubo sonrisas, fotos, abrazos y la invitación del club para que el año que viene el cantante realice el “Concierto Plácido Monumental”, al cumplirse el 40 aniversario de su primera presentación en el Teatro Colón. Un lujo.
Passarella le envió una camiseta firmada por el plantel y el carnet de socio de privilegio a Plácido Domingo y el tenor quedó fascinado: “Agradézcanle al Gran Capitán”.
El equipo de Jota Jota está lejos de ser una orquesta. No desentona, pero todavía le cuesta sonar como una sinfónica. Lo saben los jugadores, el técnico, los hinchas y los dirigentes. Sin embargo, Daniel Passarella no pierde las esperanzas de ver a un River que dé espectáculo. Sueña y se embala con pasar la tormenta y recuperar el paladar negro, lo clásico. Por eso, imaginando lo que vendrá, el presidente quiso dar en la tecla. Pero no, no llamó a Farías para que vuelva al club. Entusiasmado, el presidente aprovechó la visita al país de Plácido Domingo para enviarle una camiseta autografiada por los jugadores y el carnet de socio de privilegio del club.
Mariano Mera Figueroa y Gustavo Guillermé fueron los elegidos por el Kaiser para sorprender y, sobre todo, hacer emocionar al músico. Y el lugar elegido para entregarle el presente fue el camarín que el español ocupó tras el concierto que brindó, ante unas 150.000 personas, el último jueves, en la Avenida 9 de Julio. Aunque no fue un regalito más. Fanático confeso del Real Madrid y futbolista frustrado tras varias pruebas en la escuela de los Hermanos Maristas de México, donde pasó su infancia y adolescencia, Domingo quedó fascinado al ver la camiseta con el número 6 en la espalda y entre todas las firmas, una especial: la del mismísimo Passarella, quien de puño y letra se la dedicó “con admiración”. Un gesto que el cantante devolvió con otro mensaje lleno de fascinación y conocimiento: “Agradézcanle mucho al Gran Capitán”.
Hubo sonrisas, fotos, abrazos y la invitación del club para que el año que viene el cantante realice el “Concierto Plácido Monumental”, al cumplirse el 40 aniversario de su primera presentación en el Teatro Colón. Un lujo.