La noche estuvo romántica. Compartimos una pizza y bebimos vino. Mirábamos Los 8 escalones por canal trece. Por supuesto que jugamos a responder las diferentes consignas. No me gusta alardear, pero le saqué bastante ventaja en literatura, historia y demás. Aún así, ella me sacó kilómetros en matemática. Cuando el programa se fue a la pausa, me fui al sillón y de allá le dije Veni un ratito, Mercedes. La noche se puso íntima. Empezamos a besarnos y acariciarnos. Ella me decía que nadie la había besado como yo lo estaba haciendo.
-Realmente, JuanCarp16, sabes besar. No mentías cuando me decías que tus labios eran los mejores del distrito.
-Esa canción es del 2006 -dije yo, ante una pregunta del programa de Guido Kaczka-. Ella se sorprendió, rió y me comió la boca. Basta de televisión, dijo. Y entonces se puso encima mío tapándome la visión de la tele. Empecé a pasar mis manos por su espalda con furiosa suavidad. Fui bajando despacio, hasta llegar a la cola, quedándome un tiempo allí. No podía parar de manosear sus nalgas mientras nos besábamos con exagerada lengua. Mientras me desabrochaba la camisa se empezó a escuchar algo, como si alguien tocase la puerta o la ventana…
-¿Qué es ese ruido? -dijo Mercedes.
-No sé. Ha de ser algún visitante tocando quedo a la puerta de mi cuarto…
Se escuchó otra vez un raro golpe. Y entonces le dije a Mercedes:
-Es un visitante a la puerta de mi cuarto queriendo entrar. Algún visitante que a deshora a mi cuarto quiere entrar. Eso es todo y nada más.
Entonces me levanté, abrí de par en par la puerta de mi cuarto y llamé. Oscuridad, y nada más. Y por allá se vio correr el gatito del vecino que había venido a molestar en la ventana. Pero la puta madre, dije… ¡era solo el gatito de mi vecino!
-Jaja -rió Mercedes-. Me parece que esto cuenta como un percance sexual, Juancarpito. ¡Podrías ir y escribirlo en el foro!
-¿Te parece? -le pregunté.
Me dijo que sí, que por supuesto, que esto había que contarlo. Y me obligó a que lo haga rapidito porque no podía estar mucho tiempo sin mí.
Pasaron quince minutos, siento su voz, me está llamando.
-JuanCarp16, ¡no te tardes mucho más!
-Ya voy, merceditas, esperá que me despido de los muchachos.
Y bien amigos, alguien me espera en la habitación contigua. Buenas noches.