16:18|En el primero de los reportajes que Clarín.com realiza con los candidatos a suceder a Aguilar, el ex futbolista y DT del club prometió que si es electo “se acaba la joda”. Aseguró que apelará “al sentimentalismo” para convencer a Crespo, Aimar y Saviola de que vuelvan al club. Además, habló de Maradona y avisó: “Ojo con Argentina en el Mundial”.“Las ganas de ser presidente me empezaron hace diez años”, dice Passarella.
(Entrevista: Ignacio Ortelli. Edición: Nicolás Lound.)
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Celular en mano, Passarella camina de un lado al otro por su búnker de campaña, a media cuadra del Monumental. Habla uno, cinco, diez minutos. Sale a la calle y sigue. Inquieto como aquel muchachito que deslumbró a Pipo Rossi jugando para Sarmiento de Junín, vuelve a entrar, saluda y se prepara para la entrevista con Clarín.com. Conversa con un asesor, que se ubica a su lado para sostenerle carteles con palabras que no quiere olvidar durante la nota, se relaja, respira hondo y arranca.
-¿Cuándo te decidiste a intentar ser presidente de River?
-Las ganas de ser presidente me empezaron hace diez años. Hace 22 años que soy socio, pero fue cuando estuve la última vez como entrenador que decidí que cuando dejara de entrenar me iba a presentar como candidato. Quiero ser el mejor presidente de la historia, no uno más. Yo siempre quise ser el mejor. No lo logré, ni como jugador ni como entrenador, pero adentro no me quedó nada, Como presidente va a ser igual. No me voy a guardar nada.
-¿La decisión de ser presidente fue la que terminó con el Passarella entrenador o ése ya era un capítulo cerrado?
-Jugué 17 años y casualmente fui entrenador 17 años. Parece que se me terminaron las baterías. Cuando dejé de jugar fue porque ya no tenía más ganas. Y como entrenador tuve dos etapas: hubo un antes y un después de noviembre de 1995, cuando sufrí la pérdida de mi hijo, que fue una cosa difícil para superar. Después de eso seguí hasta que en un momento sentí un poco de stress y de cansancio. Y a medida que fue pasando el tiempo reafirmé más la certeza de que lo más lindo que tiene el fútbol es ser jugador.
-En River tuviste dos ciclos como DT. ¿El Passarella presidente a cuál se parecería más?
-En la primera gané más cosas y me fue mejor. En la segunda en River no me fue tan bien. Me gustaría ganar como en la primera y en lo externo al resultado parecerme más al de la segunda etapa.
-¿A qué te referís cuando decís “a lo externo”?
-A la sociabilidad, al trato con la gente que me rodea, a comprender mucho más las cosas, a no ser tan cerrado y a saber escuchar. Todo eso creo que lo mejoré bastante y pienso ponerlo en práctica, por eso me siento muy preparado para ser el presidente de River. No en vano pusimos en la publicidad, “para ser jugador me preparé, para ser entrenador me preparé y ahora me estoy preparando”. Obviamente me estuve preparando.
-¿Estás habilitado para presentarte?
-Sí, estoy en grado de presentarme como candidato a presidente de River. No hay nada que me lo impida porque ya me dieron una sentencia firme (en la causa por el yate) y estoy sobreseído, sin antecedentes penales.
-¿Te vas a presentar más allá de que hagas una encuesta previa y no te dé como ganador?
-Es que las encuestas me dan como ganador y por eso es que hay tantas chicanas. Confunden a la gente diciendo que no me puedo presentar, que tengo una probation que cumplir y que las fechas no me dan. Entonces, me encuentro con gente en la calle que no sabe si me voy a presentar. La confunden y nosotros no tenemos mucha plata para hacer campaña como tienen los demás, por eso somos David contra Golliat.
-¿Por qué creés que River está en esta situación?
-Acá yo creo que los únicos responsables de esta gestión horrenda, lamentable y la peor de la historia son José María Aguilar y Mario Israel. Sobrepasaron a todos los demás dirigentes que se sentaban en la mesa. Yo fui entrenador de River durante 22 meses y medio y sé que el Consejo de Fútbol no existe, no decide nada. El que decide es Mario Israel. Y en todas las áreas es así, más en aquellas ligadas al fútbol.
-Santilli dijo: Passarella también es responsable porque estuvo 22 meses y medio en el club, él decidía quién llegaba y quién se iba…
-Yo me fui del club porque no pude llevar a cabo mi proyecto, por todas estas cosas que te estoy diciendo que eran manejadas por Mario Israel y cumplí con mi palabra con el hincha de River cuando le dije que si no ganaba me iba. Tenía un contrato por dos años y dos meses más, bien jugoso por cierto. Si me hubiera hecho el vivo, Aguilar tenía que echarme y pagarme todo. Y no lo hice.
-Hace poco dijiste que aprendiste con el tiempo que un jugador nunca es más importante que un equipo. ¿Cómo manejarías el tema Ortega? ¿Qué pensás que es lo mejor para él?
-Creo que todo el club, toda la dirigencia, el cuerpo técnico y los jugadores que componen el plantel tienen que entender la situación. Ortega sufre un problema complicado, está enfermo y a una persona que está así hay que ayudarla.
-¿Mientras tanto tiene que jugar?
-Sí él quiere seguir jugando sí, es la mejor terapia. Y obviamente tiene que seguir el tratamiento.
-Sufriste las críticas de Maradona cuando dirigías la Selección. ¿Sentiste una sensación de revancha?
-No, porque si digo eso me estaría contradiciendo y yo estoy diciendo que he tenido un cambio con el Passarella del inicio. Mucho más calmo, más pensante a la hora de opinar. Me llamaron todos los periodistas para decirme “tenías razón la pelota no dobla” para que hable. Y yo nunca hablé.
-No te estarías contradiciendo porque antes tampoco le contestabas a Maradona cuando te criticaba.
-No, pero ahora sí hablé de Diego, con autoridad. Me preguntaron qué pensaba y dije que me parece que tiene que apurar el trámite de dejar de ser jugador. Porque no es fácil dejar de ser jugador. Y como técnico hay que estar en lo psicológico, en la contención del jugador, hay que conformar un grupo homogéneo, que se haga fuerte. Creo que él debe trabajar en eso, porque tiene jugadores y muchas variantes. Si logra aunar todas esas cosas, ojo con Argentina en el Mundial.
-¿Pensás en algún técnico para dirigir a River?
-No, en River no hay que pensar en el técnico. Lo primero que voy a hacer es una auditoría contable y después de ahí delinearé los pasos a seguir. Yo quiero sudamericanizar el futbol y europeizar la gestión. Se acaban esos años en que los dirigentes llegaban a las siete de la tarde para ver si podían hacer algún negocito (sic) en el club y ganarse algún peso. Se acaba la joda. Conmigo vienen los profesionales de marketing a las ocho de la mañana y les voy a exigir que le hagan ganar mucha plata al club. Quiero potenciar la marca River, que hoy está destruida. Fijate que Boca jugó con el Bayern Munich, el Milan y el Manchester United. River, en cambio, jugó en Toronto y porque salió a último momento, sino hubiera ido a jugar a Córdoba con Racing, San Lorenzo y Vélez. El gigante está dormido, hay que despertarlo.
-¿Cómo se despierta al gigante?
-Dándole credibilidad, seriedad, imagen y poniendo profesionales a trabajar. No me asusta para nada agarrar River. Estoy preparado y sé que cosas tengo que combatir.
-¿Cómo ves a las Inferiores?
-Me parece que al entrenador (Gabriel Rodríguez) que comanda las Inferiores del club le interesa más ganar campeonatos. Ganó muchos pero sacó pocos jugadores. Y su trabajo es al revés. Porque no vi que sacara ningún jugador de las características de Ortega, Gallardo, Aimar, Saviola, Crespo, D’Alessandro. Hay muchos trabajadores de la cancha, pero tenemos que potenciar nuestro punto más fuerte, que es la técnica. Eso no lo hacen acá. Eso lo hacían Delem y Curti. El mejor ojo clínico que hay en la Argentina yo lo voy a traer a trabajar a River.
-¿Quién es ese ojo clínico?
-Obviamente no lo voy a decir porque estamos en una contienda política y no quiero avivar giles.
-¿Creés que esa falta de presencia de jugadores de Inferiores en Primera influyó para que se pierda el amor por River?
-Si mis viejos me dicen que tengo que ir al colegio todas las mañanas, llega un momento que me voy a acostumbrar. Si no me insisten permanentemente, capaz que me quedo durmiendo. Y el club está así, en un estado de desidia y abandono total. Es tierra de nadie River. Los jugadores y los entrenadores no son responsables de esta situación.
¿Pero la culpa es sólo de los dirigentes?
-Mirá, así como en la derrota se juzga mal, también en el triunfo se juzga mal. La gente de Estudiantes cree que Verón y Sabella le hicieron ganar la Copa Libertadores y que los dirigentes están en tercer lugar. Y yo digo que no es así. Al margen de que tengo una excelente relación con Verón y una amistad desde hace años con Sabella, los responsables del éxito fueron los dirigentes que llevaron a Simeone, siguieron el proyecto con Sensini y luego con Sabella. Siempre mantuvieron la estructura. Lanús y Vélez también son otros dos buenos ejemplos.
-¿Cómo vas a convencer a Crespo, Aimar y Saviola para que vayan a River y no a San Lorenzo como hicieron otros jugadores?
-Solari y D’Alessandro no vinieron porque River no es un club serio. Creo que a partir del sentimentalismo podemos convencerlos. Porque han ganado mucha plata y mi lema para traerlos va a ser pedirles que le devuelvan a River un poquito de todo lo que River les dio. Los voy a comprometer más con este discurso que si les ofrezco uno o dos millones de dólares por año.