Candidatos a vocal: Primer caso declarado, Pablo Singerman
En esta campaña que pinta a polarizada pocos son los candidatos que llegarán a diciembre con chances. No es una novedad, como tampoco es una novedad que muchos candidatos actuales en realidad son candidatos a vocal de otra lista.
¿Cómo funciona este mecanismo? Es muy simple. El candidato X, que no mide ni tiene la capacidad logística y financiera necesaria, lanza su candidatura presidencial. Así consigue cientos o miles de adhesiones, logra aceitar una logística interesante y se transforma en un atractivo y amenaza para los grandes candidatos.
Estos grandes candidatos, que están en constante diálogo con todos los otros candidatos a través de sus “operadores”, le ofrecen a este pequeño candidato algunos lugares en su lista sábana como potenciales vocales y, desde luego cargos ejecutivos en una potencial presidencia, a cambio de integrarse a la campaña y sumar a sus adeptos.
Así los candidatos a vocales logran si gana su candidato entrar en Comisión Directiva con un cargo ejecutivo -al que pueden renunciar cuando la opinión pública condena a su presidente- o, si su candidato sale segundo, pueden entrar como vocal por ser primera minoría pero sin cargo -aunque luego en una alianza pueden llegar a un cargo-.
Esto no es pura teoría. No señores. Vayamos a los ejemplos. Darío Santilli entró como vocal de Comisión Directiva en el primer mandato de Aguilar pero por la oposición. Luego en el segundo mandato, tanto Darío Santilli como Antonio Caselli llegaron pero por la mayoría. O sea, por la lista de Aguilar. Desde luego, en un tiempo y gracias a sus pretensiones electorales y los desmanejos dirigenciales (basicamente por la venta de los porcentajes a Hardoy, Locarno y Villareal), se alejaron del oficialismo. Otro caso es el de D’Onofrio, debemos decirlo. El CEO de La Caja entró por la oposición en el último mandato y así se mantuvo durante los cuatro años. Otros candidatos como Quintás o Cavallero se mantienen en el oficialismo, el primero sigue en su cargo y el segundo renunció hace muy poco.
Ahora que llegan las elecciones varios pequeños candidatos están por cerrar sus alianzas y los miembros de Comisión Directiva quieren perpetuarse en el club. En esta categoría entra Pablo Singerman, un fiel ladero de Aguilar que acaba de lanzar su campaña para escuchar propuestas y apoyar al mejor candidato. En sus propias declaraciones se puede leer perfectamente: “No vengo a pedirles que me voten como candidato a presidente de River, sería uno mas… vengo a decirles que si el modelo que proponemos es el que ustedes sueñan, nos acompañen para, juntos apoyar al mejor candidato” (fuente: Pablo Singerman: proyecto 2009).
Fuente: Politica en River