Acción, reacción, acción. Un concepto clásico. El Occidente moribundo presiona a Rusia con las sanciones. Rusia responde con el anuncio de las armas hipersónicas, imbatibles. Occidente presiona a Rusia con el cuento para niños del envenenamiento de espías. Rusia anuncia que tiene un sistema alternativo al SWIFT y a Internet que puede poner en marcha en cualquier momento si hay más sanciones. EEUU presiona a China con los aranceles. China responde con más aranceles y poniendo en marcha el petroyuan.
Cuando en 2008 Rusia y China se dieron cuenta del declive occidental iniciaron, por separado, sus propios caminos para poner en marcha el nuevo mundo multipolar alejado del injerencista occidental mundo unipolar. Dos años más tarde terminaron viendo que hacían el tonto yendo cada uno por su lado y unificaron esfuerzos. Desde entonces no han hecho otra cosa que fortalecer su cooperación, hoy elevada al rango de “asociación estratégica”. Para hablar con exactitud, el nombre oficial es “Asociación de Coordinación Estratégica Global entre China y Rusia” que implica una mayor coordinación e integración de ambos países en la Unión Económica Euroasiática, que hegemoniza Rusia, y la Nueva Ruta de la Seda que hegemoniza China. Estoy hablando de algo tan importante como redes de infraestructura, energía, seguridad, finanzas, inversión e información.
Y la estupidez y ceguera occidental y sus comportamientos para asustar a los niños -como acaba de hacer Gran Bretaña hablando de “la malignidad rusa”- no hacen otra cosa que fortalecer esa asociación. Ayer estuvo en Moscú el Ministro de Defensa de China y lo que dijo debería hacer pensar a Occidente, si es que hay alguien que piensa ahí: “EEUU debe saber qué tan cerca están los ejércitos de China y de Rusia”. Junto a esta impactante declaración hay que anotar que es el primer viaje del ministro de Defensa chino desde que asumió el cargo, tras el crucial XIX Congreso del PCCh, lo que indica cuáles son las preferencias de China.
China y Rusia ya tienen un acuerdo de cooperación militar en marcha que incluye la “coordinación estratégica entre los dos países para favorecer el trabajo conjunto de las dos partes para hacer frente a las nuevas amenazas y desafíos de seguridad y para mantener la paz y la estabilidad regionales”. Ahora, con estas declaraciones, se ha dado un paso más y se agrega “la estabilidad mundial”.
El viaje del ministro de Defensa chino, se enmarca en la resolución adoptada por el XIX Congreso del Partido Comunista de China de fortalecer la relación bilateral con el único país, Rusia, con el que China tiene una asociación colaborativa estratégica global mutua, lo que refleja el nivel que han adquirido los vínculos chino-rusos y el nivel sin precedentes de las relaciones entre ambos.
Acordaos también de que Rusia es el tercer contribuyente (después de China y de India) del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII) y veréis lo que supone esta asociación, ahora mucho más sólida tras la declaración del ministro de Defensa chino.
Rusia está hoy por hoy muy por encima de Occidente en armamento de calidad. China está consolidando su posición como primera fuerza económica y asestando duros golpes como el petroyuan. Rusia y China, China y Rusia ayer dieron una muestra de unidad y de fuerza sin parangón. Unidad y fuerza contra la prepotencia occidental.
Con ello, Rusia ha dejado muy claro que apoya a China en el Mar Meridional. China ha dejado muy claro que apoya a Rusia frente a las estupideces agresivas de Occidente. Rusia y China, China y Rusia han enfatizado su “posición unida en el ámbito internacional” (sic). Como dijo el ministro chino, Wei Fenghe, “hemos querido enviar un mensaje claro a las potencias occidentales” (sic).
¿Queréis más? Pues el anuncio de que los dos países se unen para crear un sistema integrado de navegación basado en el Sistema Global de Navegación por Satélite de Rusia (Glonass) y el BeiDou chino. Ello va a cubrir toda Eurasia. De nuevo, adiós, Occidente, adiós.
La iniciativa de fusionar dos sistemas separados tiene como gran objetivo crear un sistema mundial conjunto de navegación por satélite que cubra a todos los países de la Organización de Cooperación de Shanghái (China, Rusia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán, India y Pakistán). Si se tiene en cuenta que es más que probable que este verano la OCS acepte a Irán como miembro de pleno derecho, os daréis cuenta de lo que está pasando. Sumad a los países de la Unión Económica Euroasiática que no están en la OCS (Bielorrusia y Armenia), a los países observadores de ambas instancias (como Siria de la UEE, Mongolia y Afganistán de la OCS) y otros como Vietnam que ya tienen un Tratado de Libre Comercio con la UEE. Y a Filipinas, que está a punto de firmar una alianza con China para explotar de forma conjunta los recursos del Mar Meridional. Incluso sin perder de vista a Corea del Norte, que está desplegando una inaudita ofensiva diplomática con China y Rusia para salir del atolladero y que no sería muy sorprendente que se sumase a cualquiera de estas iniciativas una vez se hayan suavizado un poco las sanciones.
Es decir, que el paso que se da hacia la Asociación Gran Eurasia es de tal calado que deja casi en la insignificancia a Occidente, por población y por recursos.
La demostración de unidad y fuerza ruso-china no sólo va a ser militar. Se está muy cerca del punto de inflexión definitivo, que es la incorporación oficial de Rusia al petroyuan, y no hay que perder de vista lo que está haciendo Rusia acaparando oro dado que el petroyuan se apoya, precisamente, en el oro. Es decir, que habrá una demostración de fuerza y unidad monetaria también.
Por cierto, China da otro golpe a EEUU: acaba de anunciar que impone aranceles a los productos de EEUU por un importe de 50.000 millones de dólares. Entre los productos, la soja, la gran base electoral de Trump y que había quedado fuera de los primeros aranceles de represalia y que supone ni más ni menos que la tercera parte de toda la soja que exporta EEUU. Esto es importante porque ahora se fortalecerá el eje BRICS ya que es Brasil el segundo gran exportador de soja hacia China. Junto a los que impuso el otro día, por valor de 3.000 millones, ya está a muy poca distancia de los aranceles que impuso EEUU a China por valor de 60.000 millones. También se incluye el maíz, con lo que la industria agrícola estadounidense va a sentir un dolor inaudito, lo que va a conllevar un enorme efecto indirecto en EEUU con un fuerte impacto político.
La guerra no ha hecho más que comenzar. Es la guerra definitiva de Occidente contra el mundo, especialmente contra China y Rusia, para intentar impedir lo inevitable: su decadencia como poder hegemónico mundial. Os dije que estamos en el siglo de Eurasia. Cuanto antes nos vayamos dando cuenta de algo tan evidente, mejor.