Arrancó el año 2009, y para unos cuantos hinchas de River, el desayuno del año se les quedó atragantado y no pueden respirar.
El River que viene de un 2008 tan contradictorio como haber salido campeón de un torneo y terminando último en el siguiente, ya arrancó con la novelita de Abreu bajándose del avión que lo llevaba a la pretemporada para huir desesperadamente a España a un equipo de medio pelo. Ya lo dice el refrán, “las ratas abandonan el barco cuando se hunde”. Y eso enciende la primera alarma.
River, el mismo River que en el 96/97 se daba el lujo de vender a una figura en millones teniendo un reemplazo formado para agarrar la posta (y eso que también teníamos a un delincuente como presidente, Alfredo Davicce) hoy es incapaz de contratar a un solo refuerzo. Es más, directamente es incapaz de pagar lo que se debe por un refuerzo anterior, como es el caso de Galmarini, por el cual Tigre no le pidió la inhibición vaya a saber por qué entramoyado político que hay atrás. Extraño en un club que tiene 7 balances positivos de corrido, ¿no? O sea, tener un balance positivo, en cualquier contabilidad, significa tener ganancias. ¿Cómo un River que da ganancias hace 7 años es incapaz de hacer ni siquiera frente a las deudas contraídas?. Según Fito Cuiña, por “la crisis internacional”. Que es lo mismo que decir “por la sequía del campo”, “porque se desbarrancó el precio del poroto de soja” o “porque me pica el juanete”. Es decir NADA, porque si diste ganancias durante 7 años, se supone que tenés un capital para hacer frente a una erogación razonable. Ante esto, existe una complicidad manifiesta del periodismo que no pregunta absolutamente NADA. Sólo algunos pocos se animan a destacar lo notorio, lo evidente de estos 7 años de balance positivo y empobrecimiento total de River, a nivel futbolístico, a nivel económico, a nivel institucional, y sobre todo a nivel histórico.
En medio de este maremagnum de contradicciones, en este mismo foro se leen posteos en el cual se aplaude la llegada de Almeyda, se “ilusionan” por Edgar Davids o directamente se pide por Aimar, y la máxima ilusión de River es un pibe que debutó en un amistoso hace 2 días, salido de las Inferiores (como fue históricamente) y que apenas jugó 30 minutos. El despelote que hizo esta dirigencia es tan notorio que el hincha mismo perdió la brújula, cuando alaba desmedidamente haciéndose eco del Olé y demás pasquines, o mismo cuando insulta desmedidamente a chicos que tienen 5 partidos en Primera, o al mismísimo Buonanotte por un semestre malo después de haber sido salvador de la cabeza de Passarella en varias oportunidades, y goleador del River campeón de Simeone. Tanta es la confusión que algunos hinchas, ante el último puesto en el campeonato de River (último POR PRIMERA VEZ EN SU VIDA), se consuelan con la tabla de ventas de entradas que nos muestra primeros. Somos los últimos pero somos más. Pan con pan…
Ya arrancó la política para las nuevas elecciones y el oficialismo tiene una bocha de candidatos posibles, arrancando por Quintás, y llegando hasta extremos como la candidatura de Daniel Bravo, hijo por el cual don Alfredo todavía debe de estar revolcándose en su tumba. Decí que se murió pronto y que no vio las totales consecuencias del desastre. Se ven por todos los barrios adyacentes al club gigantografías de Passarella preparándose para dar un salto, o un asalto, según creemos varios. Y los candidatos realmente opositores vienen por el lado de Ávila - una intriga total, cuyo único mérito es haber hecho de TyC un conglomerado gigante - y de otros candidatos que no tuvieron en el pasado votos como para sembrar esperanzas.
Este va a ser el año que vivimos en peligro, gente. No sólo por lo que pueda pasar en el fútbol, la lógica dice que si el año pasado salimos últimos con este mismo plantel, salvo que haya muchos Tortuga Fernández en las Inferiores que nos salven las papas durante 38 fechas, todo indica que se viene un crack similar. No sólo por el promedio del descenso, cosa de la que no se preocupa nadie, pero que a unos cuantos nos preocupa, porque no vemos por qué River debería de jugar mejor que el año pasado. También por lo institucional.
En diciembre, y quizás teniendo un año y medio por delante para no llegar a una situación escandalosa en el promedio, River tiene la posibilidad de elegir un nuevo presidente. Alguien con la capacidad de ir poco a poco arreglando las cagadas y las chorreadas que hicieron TODOS estos directivos desde el '83 en adelante. Por favor elijan bien. Por favor, NO ELIJAN A UN OFICIALISTA. Tampoco a un opositor de mentira (Santillis, Davicce, Pintado, Caselli y demás lacras). Y MENOS a Passarella, que de opositor tiene tanto como River de superávit.
No pertenezco a ninguna agrupación, ni tengo ningún candidato favorito, el que menos me disgusta es Ávila hoy por hoy, lo cual quiere decir que tampoco me gusta, ¿soy claro? Ni siquiera voto, porque aún logrando hacerme socio, no tengo la antigüedad requerida. Es un simple posteo de un hincha.
No dejen, NO SE LES OCURRA PERMITIR que estos hijos de puta se lleven puesto River.
Abrazos, Martín.