Por la mañana del martes 8, la comunidad qom La Primavera de Formosa volvió a ser noticia por el atentado que sufrieron Rolando y Edgardo Díaz, hijo y nieto de Félix, el cacique, cuando el terrateniente aledaño a sus tierras –que disputa-, Alberto Celia, los sacó corriendo a tiros de arma de fuego. Aunque ambos salieron ilesos, Félix se encargó de contar a lavaca el suceso que dimensiona la realidad de la comunidad hoy, seis meses después del acampe en 9 de julio que duró otros 5, de la fallida mesa de diálogo y una larga cadena de promesas incumplidas por parte de los gobiernos nacional y provincial: “Esto nos pasa día a día, son problemas gravísimos como la quema del rancho de mi nieto hace 10 días o la persecución que sufrimos de parte de estos personajes que siguen impunemente intentando amedrentarnos”.
El 23 de noviembre se cumplirá un año de la represión sobre la comunidad que desencadenó el apoyo internacional, esos meses de acampe, y esas gestiones oficiales que no parecen haber llegado a proteger la integirdad de la comunidad.
Criaturas
La reconstrucción de los hechos marca que el tal Alberto Celía ocupa una porción del terreno que los qom dicen propio. Así, ésta vez decidió marcar territorio dando órdenes a sus peones de disparar a dos personas que por allí andaban: Rolando Díaz y Edgardo Díaz, un hijo y un nieto, ambos adolescentes, del cacique qom Félix, que dice: “Es terriblemente preocupante porque se trata de criaturas que no tienen nada que ver con el tema y las cuestiones políticas o las problemáticas territoriales. Pero han sido violentados los derechos que tienen como niños que son. No sé si a Celía lo manda el gobierno provincial, pero sí que es responsable”.
La mesa del silencio
En el comunicado que publican en su página (Comunidad Potae Napocna Navogoh (La Primavera)), donde hacen un racconto de toda la historia de su reclamo, aprovechan para pedir “se reanude la mesa de diálogo” promesa del Ministro del Interior Florencio Randazzo que rápidamente giró a su vice, Mario Barbosa Romero, encargado de las convocatorias que no se han concretado. El gobierno provincial ya no forma parte de la Mesa desde que Félix fue electo cacique por la comunidad.
En esa elección qom, el gobernador formoseño Gildo Insfrán empujó candidato propio, Cristino Zanabria, sin éxito, a fuerza de camionetas, frazadas, comida, planes sociales y extras similares. Otra de las exigencias a la comunidad fue consolidar de ese modo la personería jurídica necesaria para acelerar los trámites para el reconocimiento del territorio.
Los qom cumplieron en estas dos cosas: elecciones y personería. Todavía esperan los DNI quemados durante la represión del 23 de noviembre de 2010 (“de eso ni se habla”, explica Félix), el relevamiento territorial prometido y la reanudación de la mesa de diálogo. Félix: “Para nosotros es importante el diálogo, es la manera de destrabar cualquier conflicto. Nosotros no queremos ser enemigos de nadie pero queremos que nos respeten como nosotros respetamos. Tenemos la voluntad de hacer las cosas como corresponden. Ya no queremos tener de enemigos al gobierno y a los criollos, queremos que nos respeten como debe ser”.
Qom criminalizados
Para colmo, en el terreno penal los los únicos imputados por los hechos de aquel 23 de noviembre (en los que murió el qom Roberto López y también un policía, Heber Falcon) son los propios integrantes de la comunidad por supuesta ”resistencia de autoridad a mano armada” y “violación a una mujer policía”, además del corte de ruta que fue reprimido, tras el cual se quemaron unas 16 casas de los qom. El CELS se está haciendo cargo de la defensa de Félix y sus hermanos. Los policías que dispararon aquella jornada, en tanto, fueron sobreseídos “argumentando que mataron a los indígenas en defensa de su integridad física”, según la explicación de Félix.
Félix sintetiza: “Nos sentimos engañados”.
Y la esperanza, que es acaso en lo único que siguen creyendo: “Siempre tenemos la esperanza de que se solucione pacíficamente a través del diálogo”