El delantero brasileño Neymar Da Silva tuvo esta tarde un recibimiento multitudinario en su presentación en el Camp Nou, adonde acudieron 56.500 aficionados, según cifras ofrecidas por el club, una afluencia comparable a la registrada en 2009 con la presentación de Zlatan Ibrahimovic.
Durante las primeras horas de la tarde, los aledaños del Camp Nou ya tenían un aspecto comparable a los de los días de partido, con mareas de aficionados dirigiéndose al estadio y numerosas unidades de la Guardia Urbana ordenando el tráfico, más intenso cuanto más se acercaba el momento del estreno.
Pasadas las 18.30 horas, Neymar, que acababa de firmar su nuevo contrato como jugador azulgrana en las oficinas del club, por fin aparecía sobre el césped, ante el delirio de la grada, mientras sonaban los acordes del himno del Barça.
Tras exhibir sus habilidades con el balón y regalar unos cuantos de ellos a la grada, el internacional brasileño, aun sin dorsal, aunque con el nombre de Neymar Jr. grabado en la espalda, dedicó unas palabras a los aficionados.
“Buenas tardes a todos. Estoy muy contento de ser jugador del Barça. Vengo a sumar y a hacer que Leo Messi sea mejor jugador de lo que es. Es un sueño estar aquí, que Dios os bendiga y ‘visca el Barça’”, declaró en un discurso en la que intercaló frases en catalán.
Mientras, los aficionados culés, algunos con la camiseta del astro -a 92 euros se vende ya en la tienda oficial del Barça- le rendían tributo desde la grada, con cánticos y pancartas de bienvenida, alguna haciendo una referencia jocosa al eterno rival. “Florentino, en Madrid, ni hay mar ni Neymar”, rezaba una de ellas.
El delantero brasileño Neymar Da Silva tuvo esta tarde un recibimiento multitudinario en su presentación en el Camp Nou, adonde acudieron 56.500 aficionados, según cifras ofrecidas por el club, una afluencia comparable a la registrada en 2009 con la presentación de Zlatan Ibrahimovic.
Durante las primeras horas de la tarde, los aledaños del Camp Nou ya tenían un aspecto comparable a los de los días de partido, con mareas de aficionados dirigiéndose al estadio y numerosas unidades de la Guardia Urbana ordenando el tráfico, más intenso cuanto más se acercaba el momento del estreno.
Pasadas las 18.30 horas, Neymar, que acababa de firmar su nuevo contrato como jugador azulgrana en las oficinas del club, por fin aparecía sobre el césped, ante el delirio de la grada, mientras sonaban los acordes del himno del Barça.
Tras exhibir sus habilidades con el balón y regalar unos cuantos de ellos a la grada, el internacional brasileño, aun sin dorsal, aunque con el nombre de Neymar Jr. grabado en la espalda, dedicó unas palabras a los aficionados.
“Buenas tardes a todos. Estoy muy contento de ser jugador del Barça. Vengo a sumar y a hacer que Leo Messi sea mejor jugador de lo que es. Es un sueño estar aquí, que Dios os bendiga y ‘visca el Barça’”, declaró en un discurso en la que intercaló frases en catalán.
Mientras, los aficionados culés, algunos con la camiseta del astro -a 92 euros se vende ya en la tienda oficial del Barça- le rendían tributo desde la grada, con cánticos y pancartas de bienvenida, alguna haciendo una referencia jocosa al eterno rival. “Florentino, en Madrid, ni hay mar ni Neymar”, rezaba una de ellas.