Federico Luppi murió esta madrugada en la Fundación Favaloro, donde estaba internado desde hace unos días a la espera de poder ser trasladado al FLENI para iniciar un proceso de rehabilitación. En los últimos meses, el actor de 81 años estuvo luchando con varios problemas de salud, derivados de un fuerte golpe en la cabeza que sufrió en abril pasado.
El actor se encontraba en plena actividad laboral cuando una caída en abril pasado en su casa lo cambió todo. La contusión en la cabeza le produjo un coágulo cerebral, lo que complicó aún más su salud, que ya había sido internado en marzo por una retención de líquido severa. Estaba por iniciar una gira teatral con Las últimas lunas dirigida por su mujer Susana Hornos, una obra tierna, lúcida y sencilla sobre la vejez.
Apreciado tanto en el cine español como en el local, el actor forjó aquí y allá un estilo singular. Sus personajes, siempre contundentes con gestos mínimos, lograban conmover e identificar al público. Protagonizó incontables éxitos desde Los pasos perdidos (2001), El laberinto del fauno (2006), Lisboa (1999), Un lugar en el mundo (1992), Martín Hache (1995), Lugares Comunes (2002), Cuestión de principios (2009) y la emblemática Plata dulce (1882), entre muchas otras.
Federico Luppi murió esta madrugada en la Fundación Favaloro, donde estaba internado desde hace unos días a la espera de poder ser trasladado al FLENI para iniciar un proceso de rehabilitación. En los últimos meses, el actor de 81 años estuvo luchando con varios problemas de salud, derivados de un fuerte golpe en la cabeza que sufrió en abril pasado.
El actor se encontraba en plena actividad laboral cuando una caída en abril pasado en su casa lo cambió todo. La contusión en la cabeza le produjo un coágulo cerebral, lo que complicó aún más su salud, que ya había sido internado en marzo por una retención de líquido severa. Estaba por iniciar una gira teatral con Las últimas lunas dirigida por su mujer Susana Hornos, una obra tierna, lúcida y sencilla sobre la vejez.
Apreciado tanto en el cine español como en el local, el actor forjó aquí y allá un estilo singular. Sus personajes, siempre contundentes con gestos mínimos, lograban conmover e identificar al público. Protagonizó incontables éxitos desde Los pasos perdidos (2001), El laberinto del fauno (2006), Lisboa (1999), Un lugar en el mundo (1992), Martín Hache (1995), Lugares Comunes (2002), Cuestión de principios (2009) y la emblemática Plata dulce (1882), entre muchas otras.
Actorazo, de mis actores argentinos favoritos junto con Darín y Alterio. Como persona en si puede ser un poco chocante, y mas si tenemos en cuenta que tiene acusaciones de violencia de género, pero para mí como actor y artista argentino fue un crack.
Estuvo en pareja con Haydée Padilla. La cagó a palos toda la relación, incluso una vez la tiró del auto en movimiento.
Tiene un hijo adolescente en Uruguay que se negó siempre a reconocer, lo insultó y una vez creo que escupió a un periodista que le preguntó sobre el tema, hace 1 o 2 años.
Un actor tremendo, de los más grandes que ha dado el mundo. Si lo juzgamos por sus opiniones políticas ya es cuestión de cada uno. En lo personal no me importan mucho, porque su obra está muy por encima y un actor es eso simplemente. Un actor, no un sabio o gran pensador. Que era inteligente no me cabe la menor duda, pero esa cualidad puede aplicar mucho para algo que se robe todo su valor (dejando de lado lo demás).
Sobre su vida personal no tengo idea, tampoco voy a juzgarlo. Me jode mucho el justiciero señalador de red social, y esto no lo digo por nadie del foro y críticas puntuales con conocimiento de causa. Me refiero a los anónimos que buscan mierda o sangre todo el tiempo, porque además de no existir por cuenta propia se cuelgan de existencias ajenas para exponer una supuesta autoridad moral. De ahí sacás garcas que venden coches mellizos y forras que de 4 hijos sólo 1 es del marido.
El famoso dilema de separar o no la vida de la obra. Para mí son dos cosas distintas. No podés decir que era un mal actor porque era un sorete hijo de mil putas, pero tampoco el talento te puede eximir de señalar sus miserias. No creo que sea un golpe bajo decirlo ahora, el tipo era un flor de hijo de puta y listo. No lo va a extrañar nadie. Heidegger fue filonazi y eso no quita que haya sido tremendo filósofo por ejemplo.