el problema no es “el sistema”, el problema es que Gallardo confió en demasía en aquellos jugadores que le son claves para llevar adelante este juego, sin tener en cuenta que algunos de ellos estaban físicamente fundidos, sobre todo en el medio campo, lo que denota que no se pueden bancar a ese ritmmo dos partidos por semana…Y acá es un aviso para el preparador físico, no sea cosa que despues tengamos una misma merma en ese rubro como en los torneos anteriores, en los cuales se empezó bien y se terminó mal…
Si se quiere mantener a ultranza la presión constante en cada partido, cosa que es muy interesante y puede dar buenos frutos, se tiene que sostener con una excelente base física, que le permita a los protagonistas poder llevar cabo esto, caso contrario terminamos como en este partido, en el cual, algunos se arrastraban en la cancha y el técnico los dejó hasta el final, caso Nacho o el mismo Ponzio, y hasta Maidana dio muestras de cansancio físico también. En esto Gallardo tiene que ver bien, y no seguir haciando los cambios en piloto automático, porque pareciera que siempre son los mismos, Alonso por Driussi, aunque en este partido el pibe era el que estaba más lúcido en la delantera, y despues D ´Alesandro por Andrade (o viceversa, según quien esté como titular en la cancha).
Los cambios deben hacerse para generar un revulsivo en el equipo que le mejore algún aspecto en el cual se está fallando o quedando a merced del contrario y no que estos sean ya una marca registrada, como un “acuerdo entre piratas”, que hace que el cambio sea cantado, sirva o no al equipo…Y menos si e la reglaentación hay un tercer cambio que se puede hacer, no utilizarlo, aunque sea para hacer tiempo estando el partido a favor nuestro…cosas que los técnicos con más experiencia normalmente hacen para enfriar al rival un rato…
Igual, lo repito, el esquema puede ser sumamente exitoso, pero se necesita que dos de las patas del mismo funcione a la perfección, y una de esas es responsabilidad exclusiva del “preparador físico”, que en este partido se vió con merma, y la otra es la de la definición de las oportunidades que se tienen de gol, que se deben concretar por lo menos en un alto porcentaje, para poder liquidar el partido antes que el rival pueda recomponer sus líneas y devolvernos el palo por palo…