Marcelo Gallardo - DT de River Plate

Sos groso, Marce!
Te banco, comuñe.

Del vestuario a la concentracion hay cuanto? 100 mts?. Capaz que no va a dar la charla tecnica ni verlos en el entretiempo …

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Yo pensé lo mismo, que armen el “vestuario” en la concentración y listo. Chupala Conmebol

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Gallardo es tan inteligente que algo se le va a ocurrir, eso seguro

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Vamos directamente al hospital.

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Otra que se me ocurre es que alquilen un helicoptero den la charla ahi y que bajen todos los jugadores en paracaidas.

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DAAAAAAAAAAALEEEEEEEEE TIEMPO DE MIERDA PASA MAS RAPIDO LA CONCHA DE TU MADRE!!!

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MUÑEEEE MUÑEEEECO

Para mi, el Muñeco cuando quiera dar una indicación durante el partido, desde la platea, el Paddock o algo de eso, tiene que hacer una seña, desde los parlantes del estadio poner una sirena o alarma para que la gente se de cuenta de que el Muñeco quiere hablar, se callan todos sin hacer ni un ruidito y que se escuche al Muñeco dar las indicaciones como si fuera un partido a puertas cerradas, total en los coliseos, cuando los gladiadores peleaban, el emperador se dirigía a toda la gente hablando y todos escuchaban y ahí no había parlantes, micrófono ni nada eh :mrgreen:

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Quería compartir lo que escribió Sorín en Marca. Marcelo Gallardo, retratado por Sorín: 'Con la luz de un ganador melancólico y humilde' - MARCA.com

"Teníamos 14 años cuando nos enfrentamos por primera vez. Yo jugaba en Argentinos Juniors y él en River. Era tan bueno Marcelo Gallardo que ese día ‘La Mula’ Castillo no le quitó los ojos de encima, ni el cuerpo. Pero hubo un descuido, un giro, un desliz y la octava de River nos ganó con gol suyo, en pleno Boyacá.

Después no lo volvimos a ver más en inferiores. Porque Gallardo ya estaba entrenando con los profesionales mientras nosotros pulíamos gestos y aprendíamos de táctica en la época del acné.

Marcelo era un adelantado, un visionario. Resolvía. Tomaba decisiones como adulto.

La vida nos juntó en el River multicampeón de los 90. Ese de Francescoli, Ortega ‘El Mono’ Burgos, Astrada Crespo… Un grupo fuerte y ganador .

Galla ténia entonces la misma clase para patear un tiro libre que en la actualidad para hacer una sustitución en el momento justo. La misma prolijidad para vestirse combinando los colores, que ahora esencia y obsesión para planear sus piezas contra un adversario hostil.

Tenía la valentía para pedirla siempre de espaldas, con la responsabilidad a cuestas sin pesarle. Sea a nivel familiar para ayudar a los suyos, o con los diarios titulando “El hijo de Passarella (selección 94)”. La responsabilidad siempre lo desafió y él la pecheó y se adaptó con el instinto de un sobreviviente. De Merlo al principado de Mónaco, donde brilló su categoría y fue recibido en alfombras rojas. Marce encantó y se encantó con el status

Siempre fue perseverante y ambicioso. A La hora de la siesta (Panamericanos 95, donde fuimos oro) jugando al truco, o en la concentración del Monumental; incluso en nuestros duelos de tenis-pong (juego que creamos en esa época dorada de River). Firme Galla, el mismo teniendo que batallar por un espacio entre talentos y amigos: Burrito Ortega, Aimar en la selección…

Estratega, audaz e incisivo, como fue en las inferiores, donde nos aniquiló, Marcelo siempre estuvo agazapado y preparado, esperando su momento.

Tuvo un final inmerecido como jugador en River, que lo hizo crecer en un exilio obligado. Fue en Uruguay (Nacional) donde encontró el puerto de la calma, del respeto, ramblas para pasear entre mates y retirarse con gloria dosificada. Y una puerta natural que se le abrió para foguearse como técnico. Pero Marce nunca entendió de pases cortos inútiles y sí de asistencias filosas. De evaporar etapas. De visualizar el panorama del juego y, en consecuencia, los triunfos, cuando aún no existía el GPS.

En su primera fase como DT se coronó con un grupo al que convenció su mensaje directo. Entre veteranos (Chino Recoba, por ejemplo) y pibes, como fue su vida. Sabía que volvería a su patria amada rojiblanca, pero nunca imaginó que fuera tan pronto.

Para alguien que respiró River y sus pasillos desde chico, sabía que no podía fallar en su ‘one shot’. Así, de entrada, le devolvió la identidad a una institución golpeada. Le dieron la ‘chance’ (Enzo, como director deportivo) y, con su modernidad e intensidad, revolucionó Nuñez. Proyectó el nombre del club otra vez al plano mundial (campeón Sudamericana después de 17 años). Eliminó dos veces a Boca de competiciones internacionales derrumbando los tabúes, con carácter. Y cruzó la frontera de lo pensado a través de la presión alta incesante, toques rápidos, laterales que hieren y mucha dinámica. El trabajo en la pelota parada le dio frutos en los momentos en que más lo necesitó, y nunca renunció al ‘10’, a la antigua o en versión actualizada de 2015. Lo fue Pisculichi, letal en la Sudamericana, recambio de Pity Martinez, y ahora lo encarnó Viudez con perlas en medio de la vorágine semifinal .

‘Gestión de pequeños mundos’, le gusta repetir, en alusión a los jugadores. Buen trato, sinceridad y profesionalidad. Todo lo que sintió Marcelo que faltaba cuando tuvo que irse, envuelto en tristeza e impotencia, del mismo banco que hoy comanda gigante y trajeado. Orgulloso de ver la pasión y el compromiso, su motor, en su ‘staff’ y en sus ‘players’.

Tiene la luz de un ganador melancólico y humilde. Mezcla rara de tipo familiar con coraje y lucha. Pinceladas y latigazos desde su derecha cortita. Un loco por el fútbol que nunca tuvo que gritar para hacerse notar.

Su inteligencia y viveza de potrero se perciben en cada cambio consultado con Biscay, su auxiliar, compañero número 5 de sus épocas de chicos. Fueron determinantes en las dos semis contra un Guaraní que sorprendió a muchos por el muy buen trabajo del español Jubero.

Gallardo precisará de su lucidez en el anticipo para armar el 11 de gala el miércoles con bajas sensibles y encarar el dolor de no estar en el pedacito de césped reservado para los técnicos, a causa de su expulsión en el 0-0 de la primera final contra Tigres en México.

Mi recuerdo ahora es el de esa tarde en inferiores, cuando de media vuelta nos ganó él solo y luego se bancó un mano a mano a las trompadas en el túnel del vestuario.

Mi sensación es aquella que tenía cuando jugábamos juntos y, hace 19 años, ganamos esa última Libertadores con River, que hoy puede volver a ser campeón.

En el 97, con Gallardo como titular, ganamos la Supercopa y en el 98 y 99 casi repetimos la Libertadores, pero nos quedamos en semis.

Entre tres tipos, Marcelo me la pedía y yo confiaba. Hoy sus jugadores confían. El hincha de River, ilusionado y orgulloso, se rinde a sus pies, a sus órdenes. Pocos lo veían como técnico. Aquellos murmullos del exilio se transformaron en gargantas desaforadas: ‘Muñeeee, Muñeeeeeco’ gritan y gritan.".

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[li][b]River Plate Info[/b] ‏@RiverInfoPlate 4 hHace 4 horas[/li]#Sorín:“El hincha de River, ilusionado y orgulloso, se rinde a sus pies, a sus órdenes. Pocos lo veían como técnico”

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Tremendo, la puta madre!!

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La conmebol trata al muñe como si fuese un convicto la puta que los pario, que mierda les pasa? Que hizo? amenazo a la familia del arbitro?

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LA CONCHA DE TU MADRE CONMEBOL

Si hoy ganamos la copa tiene mi indulto para siempre Gallardo, no lo puteo nunca mas.

puede dar indicaciones desde el palco con un handy o ni eso???

Pase lo que pase hoy, GRACIAS Muñeco por permitirnos vivir esto. Te quiero un montón

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Pase lo que pase, gracias Muñeco.

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El dijo que en la ch arla técnica iba a estar en el entre tiempo, o sea ahora los debe de estar dando indicaciones en el vestuario

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Aguante el Whatsapp CONMEBOL PUTA!

Marcelo Gallardo.

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