Marcelo Bielsa - Dt Uruguay

:lol:

mas alla de lo buen dt que pueda ser bielsa, hay conceptos del juego que debe manejar muy mal para perder una final de la forma en que la perdio hoy y contra quien la perdio.

Marcelo, vengo a dejarle un abrazo, lo amo.

Día de mierda hoy, se dieron todos los resultados al revés.

Bielsa igual hace escuela, es un DT que te deja cosas, no es un numero, un resultado, que se va y no queda nada, me quedo con Bielsa toda la vida, encima gano el equipo del mediocre Simeone, que injusticia dios, este año pinta bien feo, el fin de un ciclo con el Barsa, Boca que ya tiene casi ganada la Libertadores, espero que el Mundial de Clubes no, y River que no se sabe si asciende, este año tiene todo para que si la suerte no nos acompaña ser tan horrible y doloroso como el años pasado.

No es un año lindo para el fútbol, aramix. Al menos para los que somos hinchas de River. Hoy como todos los días, soy un adepto a Bielsa incondicional. A lo Loco se vive mejor, señores.

No sé cuánto tiempo permanecerá en el cargo en Athletic, pero teniendo en cuenta lo joven que es el plantel, lo más probable es que lo mejor esté por venir.

No me considero un bielsista a ultranza como lo puede ser Timba u otros acá, pero si lo admiré, lo admiro y lo admiraré siempre como DT y ser humano en el mundo del fútbol. Mas allá de las criticas y elogios que le hice y le sigo haciendo, eso no me lo quita nadie.

Pero a los antibielsa, sí que me da gana pegarles un correctivo para que se les acomoden las ideas o para sacarles las vendas de los ojos, negadores natos parecen. No pueden ser tan así, hay algunos que me bronca leerlos y escucharlos ya.
Y si alguien del foro se siente aludido también, me importa un carajo.

San Bielsa de La Catedral

En La Catedral algunos estamos tristes por la derrota del Athletic del Bilbao en la final de la Europa League contra su similar de Madrid: el Atlético. No vayan a pensar que aquí somos vascos o de alguna de esas tierras extrañas que conforman la Madre Patria. Lo que ocurre acá es peor: somos bielsistas.
Tampoco es que tengamos discusiones muy técnicas y filosóficas sobre las estrategias y la mítica de Marcelo el “Loco” Bielsa. Jamás hemos discutido si es mejor Bilardo o Menotti, y menos si Caruso Lombardi es grande o no. Pero nos fascina que los equipos ataquen: es decir, que goleen y sean goleados. Por eso, somos bielsistas.
Como decía, estamos muy tristes porque perdió contra uno de sus alumnos: el “Cholo” Simeone (no entendemos ni queremos saber por qué hace unos años quedó de último en el campeonato argentino con el River Plate de Abreu, Falcao y Alexis Sánchez ni por qué no pudo el semestre pasado con el Racing de Teófilo, Gio y esos otros, pero reconocemos que fue un justo campeón de la Europa League con el “colchonero”).
Sin embargo, la verdadera tristeza no está en la derrota. En varios decenios de ver fútbol sabemos lo que significa perder y hemos llorado y sufrido en muchas finales. Pero con Bielsa es diferente. Hacerle tanta fuerza al Newell’s de la Libertadores del 92, a la selección de Argentina del mundial del 2002 y de la Copa América del 2004, a la selección de Chile del 2010 (lloramos mucho con el error de Bravo) y, ahora, a este Athletic de Bilbao nos ha dejado desgastados.
Difícil que otro equipo sólo con jugadores vascos pueda llegar a una final como la que alcanzó el equipo de Llorente, Muniaín e Iturraspe. Difícil pensar que el Athletic vuelva a tener otra oportunidad como ésta de alzar una copa europea. Y, aún más difícil, que nuestro querido Bielsa, con su sudadera dominguera, consiga acercarse a gritar campeón otra vez.
Pues, a pesar de la cantidad de bielsistas que hay, como nosotros, el “Loco” no gana nada desde el 2004, cuando ganó la medalla de oro en las Olimpiadas de Atenas y el Pre-Olímpico Sudamericano Sub-23 con la selección de Argentina. La verdad, Bielsa, además de esos torneos, sólo ha podido ser campeón de tres ligas en Argentina: dos veces con Newell’s Old Boys (1991 y 1992) y una con Vélez Sarfield (1998). Bielsa, para nuestra tristeza, nunca ha ganado un torneo importante.
Pero como a los hinchas y, sobre todo, a los que escriben en este blog no nos importan tanto los resultados como el “buen juego”, las ilusiones y los goles, somos bielsistas y lo seremos hasta nuestra muerte o hasta que él se retire.Mientras tanto, nos seguiremos preguntando cuándo va recibir lo que merece. No es suficiente que haya sido conmemorado como el mejor entrenador del mundo en 2001 y el mejor de América en 2009. Bielsa merece algo tan grande como la Copa del Mundo y, como sabemos que es muy probable que no la vaya a conseguir, nos contentamos con la idea de que en el Cielo San Pedro le va a tener un lugar especial reservado.
Posiblemente sea el de los perdedores meritorios, en el que Bielsa se pueda sentar al lado de todas las grandes selecciones holandesas que han fracasado en los mundiales (de las que también hemos sido hinchas).
Oramos por ti, San “Loco” Bielsa.


Casi ganada la Libertadores? De donde? Le faltan cuartos, semis y final. Y esto no es realismo eh.

Conociendo el culo bosteril y como los equipuchos de la copa se cagan todo ante bocaca, pensas que pueden llegar a perder o quedar afuera contra alguno?
Yo pienso como aramixs1, y no solo la libertadores, viendo que en la final de la champions están el Chelsea y y Bayern Munich tambien creo que van a ganar el mundial, aun que realmente no vi mucho a esos equipos.

do mil do
do mil do
do mil do

Se les acabaron los argumentos.

Hoy lo escuché a Vilouta en La Red… mamita… que mal le hace al periodismo personajes así.

Hay una frase del propio Bielsa excepcional, algo asi como al ignorante diganle que el que pierde es un inutil porque asi esta planteado. Por eso le pegan a Bielsa, porque ven un resultado.

Que razon tenia Xavi Hernandez cuando le lei en una entrevista diciendo que de futbol entiende un 5% de todo el mundo que lo sigue.

La verdad, ni les discutiría. Leo los argumentos y, además de ser súper banales (2002, 1ra ronda, dos mil dó), dicen falencias por doquier. Hablan del centro, como única herramienta de Bielsa, cuando sólo sería cosa de ver una recopilación de la selección de Chile, para darse cuenta, que ni siquiera la mitad de los ataques y goles, eran en utilización de ese recurso. Ahora, seguro, lo juzgarán por lo visto en un sólo partido. Ellos se lo pierden.

El final de Bielsa en Chile también fue un 0-3 no? pero este último fue mejor.

“domildó” fue un mundial, que lo quieran esconder es otra cosa, no fue una Europa League, un mundial!! Supuestamente favoritos y 13 días duramos.

A no olvidar que Marce no tiene plan b, en las importantes siempre se caga, y todavía falta Messi…

coincido en que descalificar completamente a bielsa por lo del 2002 no esta justificado, pero es el mismo extremismo que tienen los fanaticos de bielsa cuando por ej dicen que es el mejor dt del mundo o el mejor dt de la historia argentina que no tiene titulos por falta de suerte. estuve viendo gran parte de la final de ayer y el tipo no evoluciona en nada, comete hoy los mismos errores que cometio hace 10 años y seguramente cometio durante toda su carrera. el equipo maneja un solo ritmo, no tiene pausa, no pondera las virtudes del rival. el madrid le aviso desde el minuto uno que de contra le ganaba el partido y, tozudamente, fiel a lo bielsa, cayo en ese juego para terminar papelononendo en la final. para mi es un buen tecnico, que tiene cosas muy positivas, que cuando el rival da para ser superado sus equipos se muestran como aplanadoras futbolisticas y da gusto verlos presionar y ser verticales, pero cuando el rival tiene mejores jugadores, o esta mas afianzado como equipo, puede perder 0-5 tranquilamente y va a intentar hacer lo mismo aunque no funcione nunca.

Quedar afuera en primera ronda de un mundial con el maximo candidato no me parece algo banal…

No comparto que lo traten de perdedor o de mal dt, cuando ya demostro que no lo es, pero entiendo que mucha gente le tenga cierto recelo por lo del 2002. Al fin y al cabo a la mayoria aca mas que nada le importa lo que paso con la seleccion. Creo que para reivindicarse deberia volver a dirigir a la seleccion y tener exito.
Yo a Bielsa no le tengo bronca por el Mundial porque la seleccion me chupa un huevo, pero lo traslado a Simeone para entender la postura de los “antibielsistas” (me refiero a la gente con algo de criterio, no a un Eduardo Feinmann): yo lo detesto por haber salido ultimo con River, que haya ganado la copa de no se que con el Atletico la verdad que no me cambia en nada la imagen que tengo del tipo. Si el dia de mañana vuelve y gana la Libertadores, bien, ahi probablemente lo mire con otros ojos.

Llego a deshoras con esto. Pero llego. Y lo quería compartir.

¡Bielsa, carajo!

Fermín de la Calle

¡Athleeeeeetic! El grito retumbó en el Bulevard Oroño en una fría noche rosarina calada por la humedad penetrante del río Paraná. Allí, en uno de los apartamentos del edificio más imponente, un escalofrío sobrecogió a Marcelo Alberto Bielsa al escuchar asombrado aquel rugido. Lo confesaría días después a través de una llamada telefónica. A 11.000 kilómetros del Botxo, aquel 7 de julio, la jornada en que Urrutia fue proclamado presidente del Athletic, Bielsa entendió la grandeza del Athletic mientras cerraba la maleta que le acompañaría a Lezama.

Atraviesa el fútbol años de militancia, tiempos de trincheras absolutistas, de mozarts y salieris. Mourinhistas, guardiolistas, maradonianos… Un escenario que no es ajeno a quien apadrinó en Argentina La Tercera Vía, alternativa al maniqueísmo futbolístico por excelencia: bilardistas y menotistas. El bielsismo trasciende al fragor dialéctico, a la polarización balompédica. Incluso el guardiolismo ha bebido en él. Aquel día que Pep visitó la quinta familiar de los Bielsa en Máximo Paz, aquel día en que David Trueba fue central y tuvo como pareja a una silla… Minucioso hasta la obsesión, estajonovista hasta la hipocondria, Bielsa se estrenó como técnico en la Universidad de Buenos Aires realizando un casting entre 3.000 jugadores. Luego llegaron los ochos años en la cantera de Newell’s, los dos títulos con el titular del Coloso de Parque Independencia, las lágrimas derramadas en la final de la Libertadores de Morumbí ante Sao Paulo, el Apertura con Vélez, la decepción con el Espanyol, donde se le atravesó en medio de la vía Pékerman, y la selección albiceleste. Su sueño. Una pesadilla en la que terminó aplastado por el inexorable peso de un fútbol que paga los excesos de su oscura dirigencia, de un campeonato devaluado por la descapitalización que conlleva la venta indiscriminada de talento, por la corrupción del fútbol local, por el efecto nocivo de una prensa histriónica que practica el resultadismo radical (con honrosas excepciones) y, especialmente, por la inexistencia de un libreto de juego. En una palabra, por el cáncer del cortoplacismo. Años, los de la Selección, que siguen alimentando el caudal de reproches de los que se nutren sus detractores, quienes desdeñan el oro olímpico de Atenas donde, por cierto, ganó sin encajar un solo gol.

Enemigo militante del exitismo, Bielsa tiene un punto sadomasoquista que le hace recrearse en la derrota, como forjadora de un futuro ganador. Didáctico y pedagógico hasta el paroxismo, cada decisión suya abre el mar Rojo con las trompetas de Jericó de fondo. Con Bielsa la militancia es obligatoria, dado su peculiar modus operandi. Calla y trabaja hasta niveles enfermizos, siendo el Profe Bonini quien trata con unos jugadores desacostumbrados a la minuciosidad del rosarino. Estudioso, quasi filósofo del fútbol, su propuesta tiene en realidad mucho que ver con su forma de ser. 3-3-1-3 agresivo, directo y estajanovista que exige responsabilidad creativa a los zagueros y sacrificio defensivo a los delanteros. Una concepción orgánica del equipo que linda con principios ajedrecísticos, un ejercicio de funambulismo en el filo de la navaja. El Loco rehuye las entrevistas, sólo habla en ruedas de prensa maratonianas donde tienen la palabra todos los medios. Conviene recordar, en estos tiempos abruptos, lo de “todos”. Pocos titulares, todos superada la hora de comparecencia y una concesión: a quienes conoce, les responde mirándole a los ojos. En una ocasión un sonó su teléfono y un dinosaurio mediático argentino le advirtió: “Así como te puse, te puedo sacar”. Bielsa desatendió la amenaza. No es su guerra.

La temporada ha amanecido inquieta en Bilbao, donde muchos no le fían el turrón. Pero la experiencia dice que su fiablidad es notable en proyectos iniciáticos de tintes formativos como Newell’s o la selección de Chile… Pero necesita tiempo, bien precioso y escaso en este fútbol en el que las derrotas buscan coartada en las portadas de los diarios y las victorias esconden vigas en el ojo propio. Sostiene Ezequiel Fernández Moore, periodista argentino con cierta cercanía al técnico, que “lo mejor de Bielsa siempre está por venir”. Si el Athletic tiene paciencia para que cocine a fuego lento su receta, quizá algún día le veamos encaramado sobre algún aficionado rojiblanco repitiendo el histórico grito que profirió la tarde que ganó la liga en Caballito con la Lepra: “¡Newell’s, carajo!”. El único que se le recuerda exultante. Hasta entonces la aristocrática afición de San Mamés respirará inquieta a la espera de unos resultados que respalden su trabajo y espanten a la horda de apocalípticos detractores de su peculiar personalidad. Si la presión de los resultados y el circo que le rodea acaban desgastando a los moradores del Palacio de Ibaigane, entonces Bielsa recogerá su honestidad, sus bolígrafos de colores y se irá sin hacer ruido. Pero hasta que ocurra, en su cabeza retumbará el segundo grito que atronó en aquella noche fría y húmeda de julio en el rosarino Bulevard Oroño: ¡BIELSA, CARAJO


¡Bielsa, carajo! (II)

Fermín de la Calle

Pocos lo recuerdan ahora; Marcelo Bielsa, sin embargo, no lo olvida. Todo empezó mal, atravesado. En la tercera jornada, el Athletic aún no había ganado un partido y el run-run de los puristas de San Mamés era inquietante. Corría el minuto 12 cuando el Betis anotó su segundo gol por medio de Nacho. Amorebieta se giró al banquillo y vio a Bielsa desgañitarse. Llegó el descanso y el vestuario del Athletic se cerró a cal y canto. Todos esperaban una bronca monumental del Loco que, contra pronóstico, rebajó su habitual vehemencia y advirtió: “Bueno, chicos, seamos positivos. Peor no lo podemos hacer”. El Betis ganó aquel partido 2-3 y el Athletic llegó a la quinta jornada en puestos de descenso tras sumar dos puntos de 15 posibles. Los apocalípticos bielsistas copaban las tertulias y los páginas de los periódicos cuestionando la valía de Bielsa y su idoneidad para el banquillo del Athletic. Llegaba el derbi en Anoeta, partido que el presidente del Athletic, Josu Urrutia, tenía marcado en rojo en el calendario. Bielsa se medía a Phillipe Montanier, el llamado Guardiola francés. Aquel 2 de octubre comenzó bien para los rojiblancos. Fernando Llorente adelantó a los leones con una maniobra deliciosa en el área, pero a la hora del partido el Loco vio desfilar todo tipo de fantasmas cuando Íñigo Martínez batió a Gorka Iraizoz desde su propio campo. Con la Real crecida, Llorente, en lo que sería una constante durante toda la temporada, rescataba al Athletic con un remate a centro de Amorebieta. 1-2 final y respiro para Bielsa, que esperó a sus jugadores en el túnel de vestuarios y felicitó enérgicamente uno por uno a todos. El Athletic de Bielsa echaba a andar.

Marcelo se acercó a Markel Susaeta, que la pasada temporada solo había sido titular en 16 partidos, en muchos de los cuales tuvo que aguantar los pitos de San Mamés, y le dijo: “Oiga, Markel, usted tiene un problema. Yo creo en usted, pero usted no cree en usted. No se tiene fe. Y es una pena porque reúne aptitudes”. El rosarino trató de tocar la fibra al de Éibar. La maniobra había salido bien con De Marcos y obrado un milagro en Iturraspe, que pasó de mediocentro pusilánime a caudillo de la medular. Ahora le tocaba el turno a Susaeta. Bielsa se dio la vuelta y al pasar junto a Ander Herrera e Iturraspe les advirtió: “Carguen el juego por la derecha. Todas a Susa”. Hoy, meses después, Markel es el jugador de campo más utilizado de la plantilla, ha sido titular en más de 45 partidos, los ha jugado todos presentando cifras dobles en goles y asistencias. Aquella provocación de Bielsa logró el efecto pretendido. ‘Susa’ marcó los dos goles en la vuelta del derbi ante la Real y asistió en tres de los cuatro goles que el Athletic anotó en Alemania ante el Schalke en el histórico 3-4 de cuartos de la Europa League. Nadie pita ya al chico de Éibar en La Catedral.

El 8 de marzo descansa ya en la historia del Athletic como el día en que los Leones tomaron Old Trafford. Wayne Rooney adelantó al United en la única ocasión que concedió el Athletic en la primera mitad, pero Fernando Llorente situó las tablas en el marcador en el minuto 44, desatando el delirio en la grada. Con la testosterona por las nubes y la euforia desatada tras el gol del Rey León, Bielsa cerró la puerta del vestuario y pidió silencio. Un silencio sepulcral. “Tienen ustedes la oportunidad de hacer historia en uno de los campos más prestigiosos del fútbol mundial. Empatamos y queda el partido de vuelta, pero ustedes hoy no se juegan la eliminatoria, están en disposición de entrar en la historia del Athletic si son capaces de salir triunfantes de acá. Uno juega al fútbol para disputar este tipo de partidos en este tipo de campos”. El resto es historia. Muniain y De Marcos hicieron estéril el postrero gol de Rooney y al final, mientras ocho mil rojiblancos festejaban en las gradas de Old Trafford el triunfo, Bielsa se limitó a manifestar en sala de prensa: “Hay que felicitar a los chicos por su ambición, pero lo conseguido hoy sólo tendrá valor si lo rentabilizamos en Bilbao”. Algo que el Athletic logró emulando aquel histórico 5-3 logrado en 1957 por el Athletic ante el United de Ducan Edwards. Pero Bielsa ya pensaba en Raúl y su Schalke.

José Ángel Íribar, que había aprovechado en febrero el enfrentamiento ante el Lokomotiv para visitar la tumba de Yashin en Moscú, entró en el vestuario sin pedir permiso. Se topó con Bielsa, quien lo abrazó desembarazándose rápidamente de él, sonrió y cuando estaba achinando los ojos descubrió aquello. El Athletic había sufrido para eliminar al Sporting portugués y meterse en la final de la Europa League. Y la tensión, mezclada con la alegría hiceron brotar las lágrimas del mítico portero rojiblanco. Bielsa, como Javi Martínez, quedó impactado por aquel gesto: “A Iríbar siempre le consulto, siempre charlamos. Siento gran admiración por él, por lo que significa”. Las lágrimas del pasado 26 de abril poco tenían que ver con las que Iribar derramó en 1977, tras perder la final de la UEFA contra la Juventus, en aquel año grandioso y maléfico en el que el conjunto rojiblanco jugó dos finales, como ahora, y las perdió. Era la primera final europea. La primera derrota y cómo lloraba el Txopo. Meses antes, un central tosco pero intenso llamado Marcelo Bielsa obtuvo la medalla de bronce con la albiceleste en el Preolímpico de Recife, en Brasil. Su mayor logro como futbolista. Décadas después regresaría a la selección como Director Técnico. Bielsa se sentó en la sala de prensa de La Catedral en medio de la algarabía generalizada por el histórico logro, empuñó el micrófono y miró al tendido por encima de sus gafas: “Antes de entrar al campo, en lo que más acento pusimos fue en jerarquizar de manera proporcionada el defender y el atacar. Ese fue el eje de la mirada estratégica y táctica del partido. En el plano emocional, el contorno del partido eximía de demasiados aprontes, porque todos sabíamos lo que el partido representaba. Después del partido lo que hice fue agradecer, felicitar reconocer y destacar que todo esto es absolutamente merecido”. Pocos lo entendieron, como siempre; todos lo aplaudieron perplejos como nunca. El Athletic había hecho historia.

Hoy Bielsa inisistirá en lo que lleva meses tratando de inculcar en la cabezas de sus jugadores: “Siempre les digo a los muchachos que el fútbol es movimiento, desplazamiento. Hay que estar siempre corriendo. A cualquier jugador, y en cualquier circunstancia, le encuentro un motivo para estar corriendo. En el fútbol no existe circunstancia alguna para que un jugador esté parado en la cancha. Soy partidario de un fútbol más urgente y menos paciente porque soy ansioso, sin duda, y porque soy argentino, por supuesto”. Cuando Bielsa salte hoy al campo en Bucarest y se tope con Diego Simeone le saludará protocolariamente, dejando pendiente una charla entre dos tipos que se admiran, se respetan y se conocen desde hace mucho tiempo. Hablarán dentro de un mes, periodo marcado por ambos con la complicidad del ayudante del Cholo, Germán Mono Burgos, portero de la albiceleste en la era de Bielsa. En el Mundial de Corea y Japón, Argentina resultó eliminada en la primera fase tras un doloroso empate con Suecia. A la finalización del partido y antes de volar rumbo a Ezeiza, Bielsa reunió a todos en el hotel de concentración para agradecer el compromiso, pero se derrumbó y comenzó a llorar desconsoladamente. Burgos se levantó a consolarlo junto a otros compañeros. Bielsa siempre ha tratado de aislar sus sentimientos de su trabajo, evitar la implicación sentimental para no contaminar el trance fundamental de la toma de decisiones. Tres veces no ha podido evitar el afecto por unos colores. Por los albicelestes de Argentina, su país, su camiseta, su gente. Por los aurinegros de Newell’s, su equipo de toda la vida, con el que ganó su primera liga. Y por los rojiblancos del Athletic, un afecto que le ha llevado a plantearse muy seriamente aceptar la renovación ya que considera que ese afecto hacia el club de Ibaigane puede lastrar las decisiones estructurales y deportivas del futuro inmediato del club. Y esta noche en Bucarest Bielsa puede acabar parafraseándose a sí mismo subido a un aficionado anónimo, como aquella tarde en Caballito con la Lepra, entonando su histórico grito. Pero esta vez en lugar del “¡Newell’s, carajo!” será el ¡Athletic, carajo! En cualquier caso, ¡Bielsa, carajo!

Plan B, sí tiene; que no renuncie ni modifique su intencionalidad o finalidad de jugar, no quiere decir que no aplique variantes. Tú acá hablás muchas veces de él como si hubieras seguido toda la carrera de él. Una vez te leí decir que Chile a Brasil le había salido a jugar de la misma manera que a las demás selecciones. Y eso, ya es una falacia. Es más, en ese partido en particular, Chile salió a presionar más en el medio, a tratar de bloquear a los Brasileros y de ahí, tratar de abrir la cancha para poder profundizar. Pero bueno, Chile en el par a par individual, es muy inferior. Y en eso, la colectividad, muchas veces, no la puede sobrepasar.

A mí que me digan que Brasil goleó a Chile no me mueve un pelo. En el historial, Brasil nos ganó no sólo 0 - 3, sino que 0 - 4, 0 - 5 y 0 - 6, y teniendo a los mismos jugadores como Valdivia y Suazo en cancha, por ejemplo. A eso súmale el detalle, que Chile siempre estuvo atrás, y que ni por casualidad tuvo la chance de anotar.

Bielsa no juega siempre 3 - 3 - 1 - 3; no siempre utilizó enganche, no siempre cuando dispuso línea de 4, cumplió la misma movilidad. A mí me parece que se quedan mucho con la estética a la hora de prejuiciar.


En ningún momento mencioné que es algo banal. El tema, es que pasan los años, y ese sigue siendo el único argumento para desprestigiar a Bielsa. 2 partidos impiden ver el laburo que ha hecho Bielsa durante todos éstos años. El 2002 le pesó en lo que hizo en Chile, el 2002 le pesó en lo que hizo y ha hecho en el Atletic, y así vamos. Todo bien, sigan con la herida en el pecho; nadie les pide quererlo, nadie les pide amarlo. Pero por favor, sepamos reconocer las virtudes y lo sembrado.

Hermoso textos, muuuuuuuuy buenos.

Yo lo de los ritmos y la pausa, no lo veo como un defecto. Ese es su estilo de fútbol. Eso sería como decir que los equipos defensivos, están llenos de males, porque más allá de salir a contener y presionar en los contragolpes no hacen mucho más. Mmm, no lo creo.

Es por eso que decía, Ariel. Bielsa tiene su estilo e identidad; no es un técnico camaleonico, razón por la cual, difícilmente cambie abruptamente. Eso sí, es llamativo ver que lo que se le elogia en algunos técnicos se le reprocha a bielsa. El tipo sabe/conoce las limitaciones de sus equipos y de sus jugadores. La unica diferencia, es que el ante un rival superior, sale a atacarlo (o a intentar doblegarlo) y arriesga; lo cual, me parece más sano y significativo que quedarse esperando a que llegue el primero de los contrarios.

Eso del plan B pierde fuerza al ver que a lo largo de la temporada, el athletic, ha cambiado de esquema diversas veces y ha manejado la pelota y los tiempos de diferentes maneras.

A vuelvo a aclarar por sí no se entendió. Lo “banal” no es el mundial en sí. Lo banal es querer ocupar ese argumento para tapar todo el laburo demás, no sólo en la selección Argentina, sino también, a lo largo de su historial.

A mi me parece mas digno quedar afuera en primera ronda cascoteándole el rancho a un rival que comerme 4 y un baile vergonzoso con el primer rival relativamente serio que me tocó. Así y todo, a uno 10 años después se lo sigue ninguneando y al otro le pidieron continuidad a su “proyecto”.