Farré hundió a River y revela la felicitación de Diego. Su historia, su hijo, sus sueños… Es su hora de gloria.
De aquella infancia en su Colón natal, en el club El Fortín, donde “si perdíamos por 10 goles era un buen resultado, hasta que nos organizamos y fuimos campeones”, a ese grito que aún resuena en el destruido Monumental y a un llamado muy especial. El celular de Guillermo Farré no para de sonar, pero nada de desconectarlo: “No pude atender a todos, lamentablemente”, se disculpa con humildad y respeto a full, los mismos valores que pretende que reciba Salvador (al nombre lo eligió Mariana, la mamá), su hijo amuleto: desde que nació, la B estuvo 14 partidos sin perder y accedió a la Promoción. El resto, es historia conocida. -¿Ya caíste?
-Estoy empezando a caer y me están empezando a temblar las piernitas, je… -¿Hacés una mirada para atrás y te acordás de tus comienzos? -Sí. Y lo disfrutás mucho más cuando te das cuenta de dónde estuviste. -¿Y te acordás cuando llegaste a Belgrano?
-En agosto del 2007. Fue muy loco. No me lo esperaba. Me enteré un domingo a la mañana y el lunes ya estaba entrenándome. -¿Quién te pidió?
-Estaba Pancho Ferraro y necesitaba un volante mixto. El profe Rubén Olivera, que es de Rosario, pidió referencias sobre mí y vine. -Hace poco casi te vas.
-El año pasado Belgrano tenía que hacer uso de la opción, Ferraro estaba en San Martín de Tucumán y me pidió. Pero opté por quedarme porque estaba cómodo y quería devolver la confianza que habían puesto en mí. Gracias a Dios lo pude hacer, pero me costó la relación con Ferraro… -¿Y qué cambió para que pasaran de estar últimos a hundir a River?
-Unificamos los pensamientos y nos dimos cuenta de que Belgrano no podía estar en el lugar que estaba. Después, el compañerismo, el sacrificio y la humildad para trabajar. -¿Cuánto tuvo que ver Salvador en todo esto?
-Je… No vino con un pan abajo del brazo, ¡vino con 10 kilos! Trajo el ascenso. Fue una linda cábala. Cuando iba para la mitad de la cancha después del gol, me puse el chupete para dedicárselo a él. -Decías que no pudiste responder todos los llamados, pero hubo uno que sí respondiste.
-Ja, ja. -¿Porque es cierto que te llamó Maradona?
-Sí. Más no se puede pedir. Me dijo que fue uno de los goles que más gritó en su vida. Es imposible describir la satisfacción que sentí cuando lo escuché. -¿Te dijo algo más?
-No, me felicitó. -Tenías el gol guardado.
-Había que hacer el más importante, je… Durante todo el año, cuando me cargaban que no hacía goles, yo les decía eso para que no me preguntaran más. Los otros se reían. Y fue verdad, jua… -¿Qué hacías en el área?
-Fui a presionar en mitad de cancha, recuperamos rápido y me solté para acompañar la jugada, nada más. Ahí vi que la pelota rebotó y salió para arriba, metí ese último pique de 10 metros interminables… ¡Y cómo venía esa pelota! Con un movimiento rarísimo. Me concentré al máximo para pegarle como le pegué. Si no, iba a la tribuna. -¿Y ahora?
-Esto es único e irrepetible. Pero hay que proyectarse para adelante… El sueño es jugar en Primera y mantener a Belgrano varios años ahí.
Farré hundió a River y revela la felicitación de Diego. Su historia, su hijo, sus sueños… Es su hora de gloria.
De aquella infancia en su Colón natal, en el club El Fortín, donde “si perdíamos por 10 goles era un buen resultado, hasta que nos organizamos y fuimos campeones”, a ese grito que aún resuena en el destruido Monumental y a un llamado muy especial. El celular de Guillermo Farré no para de sonar, pero nada de desconectarlo: “No pude atender a todos, lamentablemente”, se disculpa con humildad y respeto a full, los mismos valores que pretende que reciba Salvador (al nombre lo eligió Mariana, la mamá), su hijo amuleto: desde que nació, la B estuvo 14 partidos sin perder y accedió a la Promoción. El resto, es historia conocida. -¿Ya caíste?
-Estoy empezando a caer y me están empezando a temblar las piernitas, je… -¿Hacés una mirada para atrás y te acordás de tus comienzos? -Sí. Y lo disfrutás mucho más cuando te das cuenta de dónde estuviste. -¿Y te acordás cuando llegaste a Belgrano?
-En agosto del 2007. Fue muy loco. No me lo esperaba. Me enteré un domingo a la mañana y el lunes ya estaba entrenándome. -¿Quién te pidió?
-Estaba Pancho Ferraro y necesitaba un volante mixto. El profe Rubén Olivera, que es de Rosario, pidió referencias sobre mí y vine. -Hace poco casi te vas.
-El año pasado Belgrano tenía que hacer uso de la opción, Ferraro estaba en San Martín de Tucumán y me pidió. Pero opté por quedarme porque estaba cómodo y quería devolver la confianza que habían puesto en mí. Gracias a Dios lo pude hacer, pero me costó la relación con Ferraro… -¿Y qué cambió para que pasaran de estar últimos a hundir a River?
-Unificamos los pensamientos y nos dimos cuenta de que Belgrano no podía estar en el lugar que estaba. Después, el compañerismo, el sacrificio y la humildad para trabajar. -¿Cuánto tuvo que ver Salvador en todo esto?
-Je… No vino con un pan abajo del brazo, ¡vino con 10 kilos! Trajo el ascenso. Fue una linda cábala. Cuando iba para la mitad de la cancha después del gol, me puse el chupete para dedicárselo a él. -Decías que no pudiste responder todos los llamados, pero hubo uno que sí respondiste.
-Ja, ja. -¿Porque es cierto que te llamó Maradona?
-Sí. Más no se puede pedir. Me dijo que fue uno de los goles que más gritó en su vida. Es imposible describir la satisfacción que sentí cuando lo escuché. -¿Te dijo algo más?
-No, me felicitó. -Tenías el gol guardado.
-Había que hacer el más importante, je… Durante todo el año, cuando me cargaban que no hacía goles, yo les decía eso para que no me preguntaran más. Los otros se reían. Y fue verdad, jua… -¿Qué hacías en el área?
-Fui a presionar en mitad de cancha, recuperamos rápido y me solté para acompañar la jugada, nada más. Ahí vi que la pelota rebotó y salió para arriba, metí ese último pique de 10 metros interminables… ¡Y cómo venía esa pelota! Con un movimiento rarísimo. Me concentré al máximo para pegarle como le pegué. Si no, iba a la tribuna. -¿Y ahora?
-Esto es único e irrepetible. Pero hay que proyectarse para adelante… El sueño es jugar en Primera y mantener a Belgrano varios años ahí.
Ya no me extraña nada. En un lado el gordo dice que va a demandar a JMA y Grondona y ahora le mete la vendida de humo al boludo este? (dudo que haya visto el partido)
Ojalá lo agarre un atentado al gordo hijo de mil puta.
Y despues salia a decir que no queriamos que nos fueramos a la B. Andate a la puta que te pario gordo falopero. El fracaso de Sudafrica, no te lo sacas nunca mas de encima.
que gordo hijo de puta y caradura. era obvio. nos goza el gordo y se burla de nosotros cuando dice que va a demandar a grondona y jma, lo respalda al kaiser, y no se que mentiras mas.
Me acuerdo que tuve un compañero en el CBC que me dijo: “Yo cuando se muera Maradona, voy a ser el tipo más feliz del mundo, voy a ir a cantar al Monumental todo el partido, me voy a poner en pedo, lo voy a disfrutar más que un título de River”.
Tenía razón, qué ganas de que se muera este hijo de re mil puta.
Y la semana pasada el chabón en el programa de Andy salió a decir que no quería que River descendiera.
Es un hijo de remil puta con todas las letras loco, mal parido pero mal.
Por dios, Messi, ganá un Mundial asi lo superás definitivamente a esta mierda humana.
La verdad, ni me calienta que lo haya gritado este engendro ni que lo haya gritado Tinelli. Me chupan bien los dos huevos todos ellos.
Es claro que a ese gol lo sufrimos sólo nosotros y los cordobeses anti-belgrano, es lo más normal.