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Nicolás Maduro creó un 0-800-Sabotaje para denunciar conspiraciones
El sistema comenzará a regir a partir del lunes próximo; “No va a haber grupetes de la derecha con la posibilidad de dañar esta patria”, advirtió el mandatario
Nicolás Maduro aseguró que esta iniciativa evitará que la derecha dañe el proyecto de país. Foto: Archivo
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la creación de un 0-800-sabotaje para que cualquier ciudadano pueda denunciar conspiraciones o actos que atenten contra la paz y estabilidad del país.
El sistema, que forma parte de las medidas especiales adoptadas para luchar contra “la derecha fascista” y la “burguesía amarilla”, entrará en funcionamiento el próximo lunes 16 de septiembre,según reprodujeron los medios locales.
Al comunicar esta iniciativa, el presidente venezolano indicó que servirá de centro de información para que el pueblo pueda denunciar intentos de desestabilización.
“El pueblo de Bolívar, el pueblo de Chávez, lleno de valores democráticos y con ganas de tener y seguir teniendo patria, va a seguir teniendo patria. No va a haber grupetes de la derecha con posibilidad de dañar este proyecto tan hermoso”, advirtió Maduro.
[u]Con un 0800-Sabotaje, Maduro completa su saga conspirativa - 14.09.2013 - lanacion.com *[/u]
Con un 0800-Sabotaje, Maduro completa su saga conspirativa
En medio de la crisis económica, creó una línea telefónica para denunciar actos contra la revolución; la iniciativa se suma a otra decena de acusaciones de complots
Maduro tocó el redoblante, ayer, durante un acto de gobierno en Caracas. Foto: EFE
CARACAS.- Venezuela contará desde pasado mañana con una nueva herramienta para “luchar” contra las conspiraciones que, según la literatura oficialista, resquebrajan el sueño de Hugo Chávez: el número telefónico 0800-Sabotaje.
“Como parte de las medidas especiales contra la guerra económica, la guerra eléctrica que ha desatado la burguesía amarilla, la derecha fascista, hemos activado un centro de información para que en tiempo real ustedes nos hagan llegar perlitas”, sorprendió ayer el presidente Nicolás Maduro, una vez más, en una cadena nacional obligatoria de televisión. La revolución bolivariana ya tiene su propio teléfono de la esperanza.
La crisis aguda de desabastecimiento y escasez de alimentos y productos básicos, que cumple 11 meses sin que se vislumbre un final, golpea con tal dureza a la revolución que Maduro se ha visto forzado a elevar aún más el grado de “conspiranoia” con el que justifica la deriva económica, social y política de su proyecto.
El nuevo líder chavista justificó la creación del Órgano Superior de la Economía porque así garantizará el “abastecimiento y el funcionamiento de toda la economía”, además de “dirigir la guerra económica entre el gobierno y el pueblo” (aunque quiso decir lo contrario).
El gran reto, según Maduro, será “neutralizar todos los factores que sabotean la vida económica del pueblo”. Y para ello contará con un estado mayor militar. “Trabajará junto a las salas de batalla social, consejos comunales, comunas y movimientos sociales. Esta instancia la voy a dirigir yo personalmente. Asumo la batalla económica contra los planes de la guerra fascista contra el pueblo”, dijo.
El nuevo líder bolivariano también acusa a “los gringos y al imperio [por Estados Unidos]” de su desastrosa gestión económica, criticada por más del 67% de la población. Incluso se atreve a poner fecha a la próxima conspiración planeada desde la Casa Blanca: “Hicieron el plan Colapso Total. Piensan que en octubre, Venezuela colapsa”.
Los aliados de Barack Obama para semejante operación serían tanto la oposición política, liderada por Henrique Capriles, como los empresarios locales, a los cuales Maduro suele amenazar: “Vamos a imaginarnos lo peor, el plan Colapso Total triunfa, Maduro cae, viene un presidente pelucón [el calificativo que utiliza el presidente Rafael Correa para señalar a la burguesía ecuatoriana]. Señores de la empresa privada, ¿ustedes creen que un presidente fascista va a poder gobernar a la Venezuela del siglo XXI que formó Chávez? ¡Jamás!”
En la Venezuela del surrealismo mágico, las supuestas “conspiraciones” y los constantes intentos de “golpe de Estado” son tan frecuentes como los errores dialécticos de su presidente. Todo hace prever que el teléfono 0800-Sabotaje (0800-72268253) se verá desbordado. Sus operadores tendrán que recoger las denuncias de los seguidores de la revolución que creen el mensaje oficialista.
Cuando la semana pasada el 70% del territorio se apagó, Maduro impuso su teoría del “golpe eléctrico” a las explicaciones del ministro: “Fue un sabotaje. No nos van a sacar de aquí, aunque nos apaguen 1000 veces la luz”.
La misma “conspiranoia” se utilizó desde el poder para justificar el origen de la explosión hace un año en la refinería de Amuay, que costó la vida de 47 personas y pérdidas económicas de 1100 millones de dólares. “Un ataque brutal”, resumió Rafael Ramírez, presidente de Pdvsa. Una acusación basada en la desaparición de varios pernos, que ni sindicatos ni expertos han creído.
“Todo indica que era un sabotaje”, insistió el propio Maduro. “Allí están las pruebas? Contra Chávez la ensayaron en varias, pero el golpe fuerte fue Amuay”, añadió.
El “hijo de Chávez” fue el primero en anunciar al mundo, horas antes de su muerte, que al comandante revolucionario sus enemigos le habían inoculado el cáncer que le devoró. “Tengo la certeza, en lo personal, de que Chávez fue asesinado”, dijo la semana pasada, al cumplirse seis meses de su fallecimiento.
Nada se sabe de la famosa comisión científica que se iba a formar para “investigar los antecedentes y origen de esa extraña, abrupta y sorprendente enfermedad que se apoderó de su cuerpo en el momento de mayor plenitud de sus fuerzas y energías físicas y creadoras para la patria”.
Maduro se sintió en la obligación de continuar las denuncias antiimperialistas de Chávez y Fidel Castro con un saldo llamativo: 11 conspiraciones y cuatro intentos de magnicidio en lo que va de año. Terroristas salvadoreños, paramilitares colombianos, el ex presidente Álvaro Uribe, veneno, francotiradores… Un arsenal digno de una novela de John le Carré, que a buen seguro centraría su obra en el más rocambolesco de todos, el que elevaba a Maduro al trono del Olimpo político: “El plan era eliminarme a mí en simultáneo al ataque contra Siria. Es una ofensiva imperial, camaradas”.
ALGUNAS TEORÍAS PECULIARES
Varios son los complots que denunció Maduro
Cáncer inoculado
Cuando aún era vicepresidente a cargo del Ejecutivo venezolano, afirmó que los “enemigos históricos” del país le habían “inoculado” el cáncer a Chávez
Envenenamiento
A fines de mayo, dijo que un grupo de expertos proveniente de Miami y dirigido por Roger Noriega querían inocularle un “veneno” a él
Sabotaje económico
En julio, denunció que el dólar paralelo era “uno de los principales instrumentos del sabotaje económico que tienen quienes quiere embochinchar y dañar” al país
Guerra psicológica
En agosto, aseguró que detrás de las mafias que asaltan a mujeres para cortarles el cabello hay una “guerra psicológica” contra Venezuela
Sicarios colombianos
Pocos días después aseguró que dos sicarios del ex presidente colombiano Álvaro Uribe habían intentado asesinarlo