Los Madrid-Barça (I)
Ahora que empieza este rally de Clásicos (qué poco me gusta esa palabra) del que creo que voy a acabar cansado, toca un poco hablar de los mismos. Como todos sabemos ya cómo juega cada uno y demás, vamos a intentar recordar los primeros Barça-Madrid, cómo fueron, qué significaron, y en definitiva a hablar de un poco de historia de uno de los partidos con más rivalidad del orbe futbolístico.
Primeros partidos
Para encontrar el primer duelo entre los dos grandes del fútbol español, tenemos que remontarnos al 13 de Mayo de 1902, poco después de la fundación del Real Madrid el 6 de Marzo de ese mismo año. El enfrentamiento fue un partido de la Copa de la Coronación, un trofeo creado para celebrar la subida al trono del rey Alfonso XIII y que fue el primer campeonato de fútbol a nivel estatal en España, organizado por el aquel entonces Madrid FC. Al año siguiente y dado su éxito se le cambiaría el nombre por el que ahora conocemos todos, la Copa del Rey. Los participantes aquel año fueron el propio Madrid FC, el New FC, también de Madrid, el Barça y el Espanyol, y el Bizcaya, un combinado del Athletic Club y el Bilbao FC.
El enfrentamiento entre Barça y Madrid fue en semifinales, y el equipo catalán se llevaría la victoria por 3 goles a 1 ante 2000 espectadores. En la final, no obstante, sería derrotado por el Bizcaya, primer campeón de la historia de la Copa. Ambos equipos no se enfrentarían de nuevo hasta 1906, en un amistoso en el que el Barcelona ganaría 5-2. Oficialmente, no se volverían a enfrentar hasta 1916, en Copa, donde tras llegar a un partido de desempate se registraría un hoy sorprendente, entonces habitual, 6-6. La primera “manita” en competición oficial fue en Copa, en 1926, con un 1-5 a favor de los culés.
Con la inauguración de la competición liguera, la temporada 1928-29, llegaría el primer enfrentamiento en Liga de Barça y Madrid. Los culés perderían por 1-2, aunque acabarían ganando la primera Liga de la historia. La primera liga merengue sería en la temporada 1931-32. Durante la Liga 1934-35, el Madrid consiguió ganar al Barcelona por 8-2. A la vuelta, el Barcelona vencía al Madrid por 5-0, siendo este el primer 5-0 de la historia. La primera final de Copa entre Barça y Madrid, el 21 de Junio de 1936, apenas un mes antes del inicio de la Guerra Civil, sería favorable para los madridistas con un 2-1. Ya no volverían a enfrentarse hasta los años 40.
Primeras polémicas
Durante los primeros años de la posguerra, los resultados abultados serían una constante. Entre varios resultados, nos encontramos con un 5-4 en un amistoso, un 5-5 en la Liga 1942/43, un 5-0 para el Barcelona en la 1944-45 y un 6-1 para el Real Madrid en la 1949-50. Pero sin duda el resultado más sorprendente, por abultado, y que es la primera polémica agria entre Barça y Madrid lo encontramos en la vuelta de las semifinales de Copa del Rey en la temporada 1942-43.
En la ida, el Barcelona ganó 3-0 en Les Corts. Parecía que el pase a la final estaba garantizado para los culés, pero a la vuelta el Real Madrid conseguiría un contundente y, hasta la fecha, el mayor resultado obtenido en un Barça-Madrid: 11-1 para los merengues. Los barcelonistas hablan de que aquel partido fue una encerrona, de que el ambiente en las gradas era criminal y permitido por el régimen. Muchos dicen que el General Moscardó entró en el vestuario azulgrana para dictar cómo debían jugar para evitar avalanchas. El hoy fallecido ex-presidente del COI y por aquel entonces periodista en el diario “La Prensa” escribiría un duro artículo contra el Real Madrid por la actitud que tuviera en ese partido. El Presidente del Barcelona, Enrique Piñeiro, un hombre del régimen, dimitió indignado. En el otro lado, los merengues hablan del constante victimismo azulgrana y que ese día no ocurrió nada especial más que un ambiente de esos que hoy llamamos “de las grandes ocasiones”. Ocurriera lo que ocurriera, fue la primera gran polémica entre los hoy eternos rivales.
Con el cambio de década empezaría la época de mayor esplendor del Real Madrid. Con el fichaje, también polémico, de Alfredo Di Stéfano, uno de los mejores jugadores de la historia y que pudo haber sido azulgrana, el Madrid conseguiría 4 Ligas consecutivas. En la temporada 53-54, el Madrid conseguiría su primer 5-0. Los merengues conseguirían durante esta década 5 Copas de Europa consecutivas, mientras que el Barcelona, capitaneado por el gran Kubala, que obligaría a construir el Nou Camp con sus actuaciones, lograría 4 Ligas, 3 de ellas combinadas con 3 Copas del Rey.
El dominio absoluto y la final de las botellas
La década de los 60 fue aciaga para el FC Barcelona. Empezaba bien, con su primera final europea de la historia, en Berna, tras ser el primer club en lo que llevábamos de Copa de Europa en eliminar al Real Madrid en la primera eliminatoria que enfrentó a los dos grandes. Pero los palos cuadrados de aquella final harían que se convirtiera en la primera gran decepción de la historia culé y provocaría una gran depresión que se saldaría con solamente dos Copas en toda la década, y ninguna Liga. El Madrid, por contra, se llevaría 8 títulos ligueros en aquellos años. El consuelo blaugrana fue conseguir la Copa del Generalísimo, en Madrid, ante el Real Madrid, en la temporada 1967-68, una final que sería conocida como la final de las botellas.
El partido fue aburrido, y se saldaría con un gol en propia puerta de Zunzunegui. Los aficionados merengues, enfadados, consideraban al árbitro probarcelonista, al considerar que había ayudado al Barcelona ante el Atlético en semifinales, así que el partido ya llegaba con el ambiente caldeado. Y la cosa acabaría de estropearse al considerar los merengues que el árbitro, el mallorquín Rigo, debía haber expulsado a Gallego por una durísima entrada contra Serena, y debía haber pitado un penalty de Eladio a Serena cuando el último ya encaraba al mítico Sadurní. Como protesta, los aficionados merengues lanzaron montones de botellas al campo, en un lamentable espectáculo que sería recordado durante muchos años.
El escándalo Guruceta
Y la década de los 70 empezaba con una nueva polémica. Era un 6 de Junio de 1970 cuando el Barcelona y el Real Madrid se enfrentaban en Cuartos de final de la Copa del Generalísimo. Los ánimos culés ya llegaban exaltados, tras un partido de ida en el que consideraban que el árbitro dio por válido un gol de Amancio en fuera de juego. El resultado final fue de 2-0, pero los culés se preparaban para lo que querían fuese una remontada épica. El árbitro en la vuelta sería José Emilio Guruceta, debutante en primera aquella temporada y que era considerado uno de los árbitros más prometedores del fútbol español.
El Barcelona salió empujando, y conseguiría adelantarse en el marcador al filo de la media parte con un chute cruzado de Rexach que tocaría los dos palos antes de entrar en la portería del madridista Junquera. La afición del Nou Camp empezaba a vislumbrar la remontada. En el minuto 59, el Barcelona perdía el balón y el Madrid comenzaba una contra. Velázquez era objeto de carga por parte de Rifé fuera del área, el jugador merengue se tambaleó y fue a caer varios metros después, dentro del área. En medio del estupor general, Guruceta pitó penalty. Los jugadores blaugrana protestaron airadamente y hicieron un amago de abandonar el campo. Tras anotar Amancio la pena máxima, Eladio, defensor azulgrana, espetó al árbitro “eres un madridista y un sinvergüenza”, lo que significaría su expulsión.
Antes de finalizar el partido, los aficionados culés invadieron el campo, lleno de cojines que habían lanzado previamente, y Guruceta se vio obligado a suspenderlo. La protesta acabaría con los “grises” disperando a los aficionados. Tras el encuentro, el presidente barcelonista Agustí Montal defendería a sus aficionados y jugadores y pedía cambios en los estamentos federativos. Santiago Bernabéu, por contra, mantenía que el penalty había sido clarísimo. El Comité de Competición sancionaría al Barcelona con 90000 pesetas y aviso de cierre de campo, desestimando la repetición del partido, y suspendía durante 6 meses a Guruceta. El presidente del Comité de Árbitros, José Plaza, presentó por esto último su dimisión y cuenta la leyenda que diría aquello tan famoso de “mientras yo sea presidente, el Barcelona no ganaría la Liga”, algo que curiosamente se cumplió. El Barcelona recusaría de por vida a Guruceta.
Los Madrid-Barça (II)
Dejábamos la primera parte de este artículo con el escándalo Guruceta a finales de la década de los 60. Seguimos pues con el inicio de los años 70, la llegada de Cruyff y el 0-5, la final de Copa del 74, y los duros y salvajes años 80.
Y llegó Cruyff
Los años 70 empezaban con reparto de resultados: 0-1 en el Bernabéu, con gol de Zabalza, y 0-1 en el Nou Camp, con gol de Grande. El Barça seguía con su crisis que se alargaría durante 14 años sin conseguir un solo título de Liga, aunque ese año la Liga sería para el Valencia CF. Hasta la temporada 73-74, Barça y Madrid se enfrentarían solo en Liga, sin ninguna victoria por parte del Real Madrid en esos años (dos empates y dos derrotas). La directiva de Agustí Montal, intentando arreglar los 14 años en que las temporadas buenas del Barça se basaban en ganar la Copa, quizá la Recopa y en ganar al Madrid, puso el dinero sobre la mesa y, tras un tira y afloja con la dictadura franquista, consiguió llevar a Barcelona al mejor jugador de la época y uno de los mejores de la historia: la estrella del Ajax Johan Cruyff.
Hasta la llegada del “Holandés Volador”, que llegó una vez empezada la Liga, el Barcelona había ido bastante mal. A partir de su entrada en el equipo, el Barça fue remontando. En el Camp Nou empató a 0 con el eterno rival en un partido poco notable. La diferencia sería en la vuelta: Cruyff puso la directa y consiguió que el Barça le endosara al Real Madrid, en el Bernabéu, un histórico 0-5 que hasta la fecha ninguno de los dos ha conseguido repetir. Dos goles de Asensi, uno del propio Cruyff, uno de Juan Carlos y otro del “Cholo” Sotil entraron en la portería defendida por García Remón. El recientemente fallecido Luis Molowny, entrenador por entonces del Real Madrid, reconocería la superioridad azulgrana manifestando que “Hacía mucho tiempo que no veía un equipo tan extraordinario como este Barcelona”.
Aquel Barça de Cruyff conseguiría hacerse finalmente con el título de Liga y el holandés fue elevado a los altares azulgranas. Pero la venganza no tardaría en llegar: en la Copa, ambos equipos se enfrentaban en la final. Era en el Calderón, un Barça eufórico tras conseguir el título de Liga se enfrentaba a un Madrid cuyo recuerdo más cercano de partido contra el Barça era ese 0-5. El Barça, súper-favorito, el Madrid, que parecía llegar a hacerle el pasillo al campeón. Pero no fue así: el Madrid consiguió vengarse y consiguió la victoria por 4-0. Los goleadores: Santillana, Rubiñán, Aguilar y Pirri. Poco duraba la alegría blaugrana que en los años sucesivos no lograba repetir éxitos y en los que Cruyff y Rexach eran criticados como los que más.
En la temporada 77-78, con un Cruyff en su última temporada como azulgrana, enfrentado a la directiva y a su otrora amigo entrenador, Rinus Michels, que fue destituido y sustituido por el histórico Laureano Ruiz, el Barcelona volvió a recibir otro 4-0 de su eterno rival, pero sin el holandés en el césped. Dos goles muy tempranos de Jensen, otro de Santillana y otro del malogrado Juanito certificarían el mismo resultado que en aquella recordada final de Copa. El Barça volvía por sus fueros. Concluía la década el Madrid con 6 Ligas y 3 Copas. El Barça salía de los 70 con una Liga, 2 Copas y una Recopa y con la sensación de no haber aprovechado suficientemente la presencia de una leyenda en su equipo.
Los años 80
Los inicios de los años 80 fueron una etapa relativamente extraña en el fútbol español. Desde su último título liguero en la temporada 79-80, el Real Madrid no conseguiría repetir éxito hasta la 85-86 con la aparición de la Quinta del Buitre. El Barça algo parecido, pues no se llevaría el título hasta la 84-85 con Terry Venables en el banquillo. Por el camino, un 3-0 para los merengues en la temporada 80-81, con goles de Juanito, Santillana y Uli Stielike, y un 0-3 para los azulgranas en la 84-85, en la primera jornada de Liga con Urízar Azpitarte (que luego protagonizaría una polémica con cierto búlgaro) pitando y con el Barça más inglés que se recuerda. Goles de Ángel en propia puerta, Archibald y Calderé en un partido extraño en la temporada en que el Barça, por fin, repetía título. Antes, España había visto como el Bernabéu aplaudía un golazo de un chaval argentino que había fichado la directiva de Josep Lluís Núñez: Diego Armando Maradona.
La alegría azulgrana duraría poco puesto que la temporada siguiente, los conflictos protagonizados mayoritariamente por Bernd Schuster harían tambalearse al equipo. En la capital, un tal Emilio Butragueño, que había debutado dos temporadas antes, empezaba a echarse el equipo a la espalda, apoyado por otros jugadores de su Quinta y por el fichaje de un mexicano del Atlético de Madrid: Hugo Sánchez. El primer Clásico en esa etapa empezaría con derrota blanca por 2 goles a 0 en el Camp Nou, con goles de Marquitos Alonso y Calderé. A la vuelta, el Madrid ganaba 3-1 con goles de Valdano, Maceda y “El Buitre” y se acabaría alzando con el título de Liga, el primero de otros 5 consecutivos que estaban por venir. El Barça llegaría a la segunda final de la Copa de Europa de su historia, en Sevilla, una final de infausto recuerdo para los azulgranas en la que perdieron ante el Steaua de Bucarest a los penaltis.
Ese mismo año, en la desaparecida Copa de la Liga, el Barça le endosó un 0-4 al Real Madrid en el Bernabéu. Dos goles de Amarilla, uno de Urbano y otro del “Boquerón” Esteban, tras una roja directa a Rafael Martín Vázquez, conseguían llevar algo de alegría a la capital catalana. Después, varios duelos sucios, físicos, y sin mucha historia, que no hicieron que el Barcelona pudiera frenar la hegemonía del Real Madrid en la competición española, y un desfile interminable de entrenadores en el equipo azulgrana, que acabaría explotando en el famoso Motín del Hesperia. Hasta abril de 1990, el Barça se llevaba una Liga, dos Recopas, 2 Copas de la Liga, 1 Supercopa de España y 3 Copas del Rey. El Madrid acababa la década con 5 Ligas consecutivas, 3 Copas del Rey, 2 Supercopas de España, 1 Copa de la Liga y 2 UEFAs. Quedaba la decepción de no haber logrado poner la guinda a ese equipazo histórico con la Séptima, a causa de que el Madrid tuvo que cruzarse con el Milan de Arrigo Sacchi.
Y volvió Cruyff
Tras el Motín del Hesperia, la directiva azulgrana había confiado su futuro a Johan Cruyff, que empezaba su carrera como entrenador. El carisma del holandés y el gusto por el buen fútbol habían decantado a Núñez por su fichaje, y el holandés recibía un cheque en blanco dado que el Barça empezaba desde lo más abajo, con unos jugadores enfrentados a la directiva que el presidente no quería ver ni en pintura. Cruyff renovó la plantilla e instauró un sistema que causó más de uno y de dos ataques de nervios en la susceptible tribuna del Camp Nou: el 3-4-3.
Las cosas seguían tranquilas en Madrid: el equipo jugaba como un tiro, y ganaba las Ligas sin despeinarse. El Barça, ya con Cruyff, no conseguía hacerle sombra al Madrid y las dudas empezaban a instaurarse en el Camp Nou, dado que no se veía muy claro que ese fútbol suicida llegara a alguna parte. Llegaban así pues los dos equipos a una final de Copa, el 5 de Abril de 1990, que iba a ser una especie de examen final para Cruyff. Si el Barça perdía, Johan se tenía que marchar. Si ganaba… se ganaba un quizás. Y ganó. Pero esa historia ya la hemos contado.
A partir de entonces, ya nada sería igual.