Las ahora columnas del Moishe Borinsky

HOLA RIVER

El 11 que va encontrando Demichelis

La sucesión de partidos te ayuda a visualizar soluciones. Así fue el fútbol siempre. No hay una receta mágica. A veces pasa que el equipo se encuentra solo y listo, despega sin que el entrenador tenga que meter mucha mano y, en otras ocasiones, se produce un trabajo estilo orfebre para el que hay que tener mucho pulso.

Demichelis llegó con una idea y el equipo le está pidiendo otra cosa. No se trata de traicionar convicciones ni de atentar contra la cultura histórica. No hay que ser tan exagerados para el análisis y la exigencia sobre un equipo que, ya de por sí, tiene un gran desafío por delante.

Demichelis quiere jugar 4-3-3 y eso es muy difícil en el fútbol argentino. Primero, porque para jugar ese módulo táctico tenés que tener dos extremos absolutamente desequilibrantes y decisivos. No los tenemos. De hecho, cuesta encontrar uno. Segundo, porque equipos como River son ampliamente estudiados por los rivales, que se juegan una final contra nosotros en cada partido. Un sistema previsible, un funcionamiento esquemático, favorece la postura del adversario, que encuentra previsibilidad en nuestros movimientos. Preparan un antídoto que, en general, les funciona. El fútbol argentino no es tan lineal. No hay una convicción para jugar a dos toques ni está prohibida la gambeta. Que haya cada vez menos gambeteadores es una carencia y no un valor. Jugar control y pase, control y pase, control y pase, es la respuesta que encontraron los entrenadores a la falta de talento de sus jugadores.

Un entrenador que disponga de talento tendría que intentar dejarlo volar y no limitarlo a esquemas o funciones rígidas.

Nacho Fernández tiene talento. Un talento individual y un talento conceptual. Ahora, además, tiene experiencia. Es un jugador que debe elegir cómo y dónde jugar. Es inteligente. Entiende el juego y sabe leer por dónde va la cosa. Es el jugador que debe estar libre en el armado de la mitad de la cancha. Eso, en el fútbol, antes era denominado enganche. El enganche no siempre jugaba atrás del 9. A veces partía de un costado. Esencialmente, es un tipo que está para ayudar con su juego a que su equipo supere al rival más allá de las planificaciones de los muy trabajadores cuerpos técnicos que hay hoy en el fútbol argentino, que no dejan detalle librado al azar.

Esta victoria con goleada por 3-0 contra Racing de Córdoba por Copa Argentina, confirmó que Beltrán y Borja hacen una buena dupla ofensiva, hoy en mejor rendimiento que los otros delanteros del plantel. Rondón y Solari están un escalón abajo. Pero tampoco hay que enamorarse de ninguna fórmula. Hoy pueden ir dos por dentro y mañana puede Solari aportar su desborde por derecha.

El medio tiene un jugador libre como Nacho y debe ser respaldado por tres volantes. Enzo Pérez y De la Cruz tienen su lugar y el otro se lo disputan Aliendro y Palavecino, uno con un poco más de control y otro que va un poco más para adelante. Barco, Simón y Paradela son alternativas, tanto a volantes internos como a Nacho y rearmado del medio, en caso de ser necesario. Barco ofrece la variante de ser media punta, también.

La defensa parece estar encaminada con los buenos rendimientos de González Pirez y Paulo Díaz, que poco a poco irá ganando ritmo. Casco, Enzo Díaz y Rojas son los laterales de mejor rendimiento. Herrera y Elías Gómez pueden meter presión conforme muestren ese ida y vuelta, tan importante en los laterales de River, cada vez que les toque entrar.

Los equipos se encuentran rápido o se van encontrando. Suele decirse que los jugadores se ponen y se sacan solos. Es una idea que no se ajusta totalmente a la actualidad de River, un plantel riquísimo y con muchos jugadores en un nivel parejo. Es el momento de la receta más difícil: querer a todos pero no casarse con ninguno.

2 Me gusta

Me hace acordar a cuando escribia el De Frente en el diario ole

Como termino la relacion de este señor con Ricardo Roa y el cholo Bostile? que llevo a que se vaya de Ole?

1 me gusta

HOLA RIVER

La fiesta en casa que merecíamos

River volvió a ser River decía D’Onofrio y cae justa la sentencia para esta gran victoria contra Godoy Cruz por 3-0. El River de Demichelis tuvo un partido completo. Sólido, firme, serio, intenso, superior los 90 minutos, sin pasar sobresaltos y mostrando decisión para ir en busca de la victoria siempre.

Resultó una noche tremendamente feliz. Un Monumental exultante que enfrentó el calor y vivió una fiesta de la tribuna pero esencialmente del juego.

Demichelis decidió un armado de un medio muy funcional. Aliendo, Enzo Pérez y De la Cruz le dieron vida al equipo. Fueron alternativa de salida, también de elaboración de juego y de llegada. Siempre estuvieron bien plantados y fue casi imposible para el rival agarrarnos mal parados. Fue una zona de gestación pero también de equilibrio. A partir de allí, River construyó una superioridad muy clara, que se fue empezando a traducir en situaciones de gol.

El gol que abrió el partido resultó producto de una jugada bien de River, fútbol de escuela, con toque, circulación y lucidez para romper la línea final adversaria. Incluyó una muy buena habilitación de Aliendro para Nacho, que puso el pase atrás como en Madrid y encontró un genial movimiento en el área de Beltrán, la figura de la noche. Golazo.

La sensación que dio River fue que disfrutó el partido. Eso no es muy común en el fútbol y mucho menos en el argentino, donde todo es nervio, pelea, discusión. River siguió jugando como si nada hubiera pasado. Digamos que el gol solo dio la tranquilidad de jugar sabiendo que el resultado estaba a favor pero el equipo mantuvo la esencia.

Los otros dos goles fueron por penales, que nadie podrá discutir por más que quieran y pudo haber varios goles más, incluyendo una deliciosa definición de Paradela por arriba que dio en el travesaño.

El toque Demichelis también se notó en la defensa, donde eligió probar a Casco por derecha y darle la oportunidad a Enzo Díaz en el lateral izquierdo. Fue una actuación sobria, casi sin dificultades y se ganó el derecho a la continuidad. La defensa es un sector clave y cuando anda bien, hay que tocar lo menos posible.

Por encontrar un detalle, ya que estamos, resultó un poco raro ver a Nacho casi de extremo por derecha en el PT. Más allá de que el gol haya llegado por ahí, da la impresión de que lo mejor de su juego parte de la libertad en el medio y que la velocidad que supone la banda lo expone a un esfuerzo demoledor. Nacho corre pero es Nacho porque piensa.

Estaba maravilloso el Monumental, aunque encontró su punto de conflicto interno en la salida de algunos plateístas unos minutos antes del final. El partido estaba definido, con una goleada clara, y claramente, la desconcentración de un estadio con más de 80 mil personas lleva su tiempo. Están los que primerean al malón para sacar unos 500 metros de ventaja que resultan fundamentales en una evacuación rápida. Hay que llevar a los chicos al colegio, hay que ir a laburar… La cuestión es que empezó una rechifla que no se entendía con una goleada como la que estábamos viendo, hasta que quedó claro el motivo. El folclore del fútbol no admite que haya gente que se vaya antes de la cancha, pero pensándolo bien, eso es más doloroso cuando el equipo va perdiendo.

Hay tanta gente que quiere ir al Monumental, estaba tan lindo, que irse en lugar de disfrutar cinco minutitos más una goleada, resultó extraño. Una forma de verlo es que, más allá de los poquitos que se fueron, los que quedaron duplican a las otras canchas del fútbol argentino. De todos modos, aceptemos a todos, no peleemos entre nosotros y sigamos alentando a un equipo que nos regaló una victoria Monumental, como merecíamos.

7 Me gusta

HOLA RIVER

Sumar jugando bien o jugando mal

Un equipo que quiere ser campeón tiene que aprovechar las oportunidades para sumar, sumar y sumar. Sumar cuando se juega bien y también sumar cuando se juega no tan bien.

No jugamos tan bien. Pero ganamos bien. Cuando se gana bien hay que valorarlo, porque fuimos más que el adversario y la victoria es indiscutible. De todos modos, no debemos conformarnos con superar a Sarmiento, que siempre es un rival difícil y pudimos sacarlo adelante, sino que la idea es aportar en búsqueda de la mejora constante y la superación, único camino que conduce al éxito final.

River tuvo el partido servido de entrada cuando manejó la pelota con criterio, en una superioridad técnica y numérica en la mitad de cancha que desconcertó a un adversario preparado para combatir. Los medios de ellos llegaban tarde a la presión y corrían atrás de la pelota. Nos pusimos rápido en ventaja y eso, en lugar de ser un estímulo para sostener la búsqueda ofensiva a partir del manejo de la media cancha, tuvo el efecto de un bálsamo que hizo que se apagara la aventura ofensiva y se transformara en una posesión inofensiva.

Cuando un equipo no lastima, la defensa del adversario se adelanta y entonces empezaron a mandar mandobles al área desde todos lados, poniendo el partido en el lugar preciso donde menos nos convenía. Armani hizo lo suyo, como siempre, apareciendo en las bravas para sostener. Sino, otra hubiera sido la historia.

La reflexión del entretiempo no corrigió esa dificultad. Teníamos muchos volantes que habían saciado su voracidad ofensiva con un gol de penal y nos quedamos peligrosamente. La presión bien directa de Sarmiento no tuvo muchas luces y por eso, más Armani y el esfuerzo defensivo del equipo no empataron.

El ingreso de Rondón fue la idea que cambió el partido. Resultó una presencia que obligó a la defensa rival a prestar atención a otro delantero y una grata compañía para la, hasta ahí, solitaria pelea de Beltrán. Amén de la ayuda que podía aportar en el juego aéreo defensivo, es alguien que aguanta la pelota adelante para que no vuelva tan rápido. Así se adelanta la defensa, gana aire el medio y se acomoda el equipo.

Rondón no está fino y está falto de fe, entre otras cosas que formaban parte de sus virtudes y todavía le faltan. Pero estratégicamente resultó un cambio fundamental. A partir de su ingreso cambió el juego y a partir de ese nuevo orden llegó el notable golazo de Palavecino que terminó todo.

Para salir campeón hay que sumar jugando bien o jugando mal, como dice la canción. También hay que estar muy atento a la lectura del juego porque tenemos variantes. Cuando se plantea un equipo con cinco volantes y un solo delantero, al menos tres de esos volantes deben llegar con frecuencia al gol. No una vez cada tanto. Con frecuencia. Deben ser casi goleadores. Sobre todo, jugando contra un equipo de combate como Sarmiento, que más allá de la declaración de su entrenador no se hubiera ido triste con un empate.

Hay que intentar siempre ser un poco mejor. Tenemos con qué pelear el campeonato. Tenemos con qué ganar el campeonato. Todos, absolutamente todos, debemos estar concentrados, alineados y dando lo mejor.

No hay mejor consejero que la cancha para mostrarnos lo que está bien así y lo que podemos mejorar.

La defensa se asentó, el medio es con Nacho libre y Enzo acompañado por dos de estos tres: Aliendro, De la Cruz y Palavecino. Arriba, hoy Beltrán está jugando para quedarse y su compañero dependerá de cómo lo vea en la semana el técnico, del rival, etcétera… Borja y Solari parecen el acompañamiento más normal en este momento.

No hay mucho que inventar. Tenemos unos días para entrenar duro y crecer, crecer, crecer para creer.

7 Me gusta

El gordo habla de fútbol, como ya nadie hace. Me imagino a un bostero promedio leyendo esa nota y buscando las pelotudeces que escriben los suyos diariamente. No pasa de la mitad y se toma el palo porque no entiende nada.

2 Me gusta

No hay mucho para inventar dice pero ya le quiere cambiar el esquema a Demichelis.

El esquema q mejor le funcionó a este cuerpo tecnico, hasta ahora, es el 4-2-3-1. Hay q seguir así mientras siga dando resultados.

4 Me gusta

HOLA RIVER

La Máquina de Demichelis

Los nombres están guardados en la memoria del más glorioso paladar riverplatense. Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Loustau. La famosa Máquina de River brilló en nuestro fútbol de la década del 40 siendo un equipo tan disruptivo que se consideró el antecesor de la Naranja Mecánica holandesa de los 70. La Máquina es algo así como el despertar del fútbol total. Como la enciclopedia original de los jugadores que intercambian posiciones con gran habilidad y dinámica haciéndose indescifrables para sus rivales.

Demichelis dijo que su objetivo es que su equipo juegue como la Máquina en una frase que medio pasó de largo, porque justo llegó luego de una buena victoria que dejó a River en la punta del campeonato, situación ratificada con la derrota de San Lorenzo al día siguiente.

Primero y principal: Demichelis no sólo se atrevió a agarrar el fierro caliente de la sucesión del Muñeco sino que a la primera de cambio le apunta a uno de los equipos que marcaron la rica historia de nuestra institución. Es asombroso y a la vez marca la enorme personalidad de un conductor que está demostrando su forma de liderar.

Cualquier entrenador que agarra River en estas circunstancias, sacaría pecho por estar puntero y trataría de que la tabla hable por sí sola. ¿Para qué más? Pues está visto que Micho quiere más de su equipo y no tiene problema en declararlo públicamente. No sólo quiere más, sino que quiere que juegue como La Máquina.

Aquel equipo que hizo historia tenía como emblema de la innovación a un nueve que bajaba a jugar como Pedernera, considerado como la clave del sistema. Se asociaba al Charro Moreno en la creación y también llegaba desde atrás a definir, como Labruna. Uno conoce la Máquina porque leyó la historia y vio algunas cositas, pocas, muchas menos de las que hubiera querido. También uno habla por los ojos de los abuelos que nos cuentan el fútbol que han visto y se puede advertir en el brillo de la mirada que esos ojos guardan secretos compartidos, recuerdos imborrables, emociones que vuelven a sentirse en la evocación de una época del fútbol con mucha más tribuna que televisión.

Este River está intentando encontrar su juego a través de la acumulación de volantes y casi sin dar referencias adelante. Beltrán, el único punta, tiene tanta movilidad que es difícil encasillarlo. De hecho hay quienes le ven similitudes con el estilo de juego esforzado de Julián Alvarez, el crack campeón del universo en Madrid y campeón del mundo en Qatar.

El resto son volantes que intercambian posiciones y tienen movimientos difíciles de leer para el adversario. Es una idea que está en plena etapa formativa y por ahora depende mucho de quiénes sean esos volantes que se hacen impredecibles.

Hay que tener en cuenta que De la Cruz, uno de los seguros titulares, está más afuera que adentro por las lesiones. Todavía es pronto para hacer una evaluación e incluso para saber si la acumulación de volantes es una apuesta definitiva o transitoria. Lo que es seguro es la declaración del técnico, que sigue poniendo el desafío bien arriba.

Ahora que estamos primeros, tenemos que enamorarnos de mirar la tabla y vernos ahí, arriba de todos. El freno a la competición para que la Selección festeje el fenomenal logro del Mundial debería servir para machacar y machacar, meta y meta funcionamiento, a los que estén en los entrenamientos. Es un campeonato al que tenemos que apuntar muy seriamente y no podemos dar ninguna ventaja. Si lo queremos ganar, tenemos que seguir creciendo.

Empecemos por ahí. La Máquina… Parece un poco mucho. Dicen que los cobardes no hacen historia. Conociendo la baraja, Micho tenía primera y lo lógico era cantar truco. Sin chamuyo ni medias tintas, fue directo al vale cuatro. Martín Demichelis, qué loco que está…

3 Me gusta

HOLA RIVER

El Grupo de la Muerte de la Copa

Será máxima la exigencia de la Copa Libertadores que ya casi está por empezar. No hay lugar para tropiezos ni para desconcentraciones. El sorteo realizado en Paraguay metió a River en un grupo que no le da lugar a errores.

Así es la Copa. A veces te toca un sorteo favorable y casi siempre te pone a prueba y en dificultades de entrada, sin aclimatación ni espacio para las dudas.

Fluminense, The Strongest y Sporting Cristal son los rivales. Para empezar el análisis, los tres equipos que se enfrentan con River en la primera fase de la Copa van punteros en sus ligas. Teniendo en cuenta que al día de hoy también River va primero, podríamos decir que es el grupo más difícil de toda la Copa. Sin dudas, es el Grupo de la Muerte.

River debutará en la altura contra The Strongest. En la temida La Paz y sus 3.600 metros que tantas dificultades nos causaron a lo largo de la historia. Obviamente será un rival mucho más difícil por su localía que cuando venga al Monumental a cerrar el grupo. Por eso, es doblemente importante que arranquemos bien, porque es un resultado que nos puede acomodar o nos mete en el quilombo. Ganaron cinco de sus seis partidos en el torneo boliviano, con sólo un empate. Su momento es de lo mejor de los últimos tiempos.

La segunda fecha recibiremos a Sporting Cristal, el equipo peruano de amplia experiencia en la Copa y que viene de eliminar en el último turno del repechaje a Huracán en una definición infartante. Comparte la punta del torneo peruano tras cuatro victorias y tres empates, consiguiendo 15 puntos. El Globo de Parque Patricios no le pudo meter un gol en los dos partidos del repechaje.

El tercer rival es el líder del fútbol brasileño. El Flu está haciendo una gran temporada, dos puntos arriba, nada menos que de Flamengo (actual campeón de la Copa) y Vasco da Gama, producto de ocho victorias, un empate y dos derrotas. Tiene figuras de gran nivel, como el argentino Germán Cano, de números asombrosos de goles a nivel global. En 2022 fue el tercer goleador del mundo, por detrás de Mbappé y Halland. Amén de un plantel muy competitivo y poderoso, cómo está pasando con el fútbol de Brasil, acaban de repatriar a un consagrado como Marcelo, ganador de todo con el Real Madrid. El lateral izquierdo, de gran calidad, será sin dudas alguien que jerarquice el nivel de la competencia. Felipe Melo, otro histórico, integra el plantel y viene siendo suplente.

La suerte movió sus fichas y cayó una zona complicada. Ahora depende de nosotros domarla, dominarla, pisar fuerte, no dar ventajas y demostrar de entrada para qué estamos. Así como tenemos rivales complicados, tenemos que intentar que River sea difícil para todos. A veces viene mejor un sorteo como éste, para que sepamos de entrada que no estamos en condiciones de relajarnos ni de regalarnos. Será un lindo desafío para el River de Demichelis.

1 me gusta

HOLA RIVER

Todo al campeonato

El ruido mediático se lo llevan otros, pero el puntero es River y esta noche cueste lo que cueste, como dice la canción, esta noche tenemos que ganar. El rival será Unión en un Monumental que volverá a lucir de fiesta, como nos tiene acostumbrados, rompiendo récords a nivel convocatoria en el fútbol argentino.

Demichelis comienza el ciclo de la afirmación conceptual del equipo y de la consolidación de los rendimientos colectivos. Ya pasaron las etapas del conocimiento de jugadores, la instalación de conceptos, el ensayo de las ideas y también la superación de las primeras adversidades que surgen con la competencia.

El equipo viene creciendo en su rendimiento y eso es producto del trabajo de un entrenador que tiene a la superación y a la mejora continua como un modelo, un método de trabajo. De todos modos, el parate por la fecha FIFA que incluyó la fiesta de los campeones del mundo y el inminente comienzo de la Copa Libertadores, con las dificultades que plantea el grupo inicial, puede confundir.

Nada debe cambiar: River tiene que consolidar su posición en el torneo local. No hay que guardar nada esta noche. Hay que ganar porque hoy la prioridad es el torneo local. La Copa recién empieza el martes para nosotros y encima en la altura, con la complejidad extra que implica jugar en esas condiciones tan difíciles.

Pensar en ganar en La Paz es una misión complicada, por decirlo de un modo que deje abierta la misteriosa puerta de la hazaña. La altura es un lugar en el que generalmente se castiga a los equipos que son dinámicos en el llano. Si corremos, perdemos. Nos ahogamos y perdemos. Es así de traicionera la altura. Creés que al final no es para tanto, pero en el mismo momento en que pensás eso, te sacude con un ahogo del que resulta complejo salir. Si no corremos y defendemos posicionalmente, a lo mejor te ganan por cansancio o te embocan desde afuera con un zapatazo.

Todos los partidos son importantes y hay que jugarlos como merece la camiseta de River. También hay que ser inteligentes y advertir el contexto en el que competimos. Hoy es momento de aprovechar el envión en el torneo local y seguir sumando para acostumbrarnos a liderar la tabla. No podemos dejar puntos en el camino y menos en casa. La Copa recién empieza y la realidad es que se podría armar un equipo distinto para jugar ahí, con mayoría de suplentes.

Es un desafío que implica un esfuerzo enorme y hay que jugar diferente a 3.600 metros sobre el nivel del mar. Menos dinámico, más posicional, cuidar la pelota, estar cortitos entre líneas y tratar de que el partido se haga largo con un rival que se frustre al no encontrar el gol.

Para la Copa ya habrá tiempo. Primero lo primero. Hoy necesitamos tener una actuación que demuestre la continuidad del camino iniciado. El campeonato es la prioridad en este momento.

4 Me gusta

Qué?

Hola River

Cafe126x114

Olvidemos esto lo antes posible

La Copa es jodida, más en la altura. Ya jugar contra un rival que está habituado a esas circunstancias y adaptado a las exigencias físicas que generan los 3.600 metros de La Paz es una empresa muy difícil. Si encima el árbitro te cobra un inexistente penal en contra, es decididamente un imposible.

Se puso todo cuesta arriba de entrada. River salió a jugar como si fuera un partido normal y tuvo dos chances de gol que no pudo concretar. Eso de las chances desperdiciadas es algo que viene ocurriendo en el torneo doméstico pero ahí el equipo tiene aire como para volver a intentarlo. En la altura, cuando te esforzás y volvés con las manos vacías cuesta el doble volver a llenar el tanque del ánimo para seguir intentando.

En La Paz había que ser contundente y no lo fuimos. Lo pagamos caro por la avivada de Triverio, que se dejó caer mientras Armani salía lento y lejos pero claramente evitaba el contacto. Así empezamos la Copa a nivel arbitraje. Después estarán los malintencionados a cuerda que dirán que los árbitros favorecen a River, que la Conmebol es amiga pero la cuestión es que nos arruinaron el debut en el lugar que más te complica un error arbitral.

Cuando jugás en la altura o cuando la cancha está inundada, el arquero debe sacar a la defensa a la mitad de cancha y tirarla para arriba, para jugar allá, bien lejos de nuestro arco. Por supuesto, también la formación debe estar adaptada a esa idea. River intentó jugar por abajo.

En desventaja, perdimos el control y nos hicimos el segundo por un error de salida, que espero sirva de lección. La Copa no perdona y la altura menos.

Después, podemos decir lo que queramos pero la realidad es que todo se hizo muy cuesta arriba desde un penal que no fue bajo ninguna circunstancia. Habrá quien intente buscar con lupa un contacto y lo encontrará, producto de la avivada de Triverio pero eso no es penal ahora, antes ni nunca. Ese penal llegó en el mejor momento del equipo y ya a partir de ahí todo el trámite cambió.

Terminó siendo un mal arranque de Copa en un grupo que ya de entrada resultaba complicado. Lamentablemente, todos los progresos que veníamos mostrando pueden verse contaminados por una noche negra. Esperemos que haya suficiente templanza como para separar la paja del trigo. La altura siempre es compleja y esta vez nos castigó duro.

También es cierto que, en un momento, el partido logró alcanzar cifras astronómicas y finalmente pudimos descontar por un penal que fue y hasta tal vez meter algún otro gol más, como para dejar una imagen un poco más decorosa.

La mejor recomendación es analizar lo qué pasó con humildad y tratar de dar vuelta la página lo antes posible. Luego, ya otra vez en casa, redoblar esfuerzos para lo que viene. Trabajo, trabajo y más trabajo para seguir arriba en el torneo local. La Copa, ya veremos.

1 me gusta

Y la de hoy? @nico :stuck_out_tongue_winking_eye:

1 me gusta

Para que no cuelgue jaja

HOLA RIVER

Una fiesta de fútbol

Un partido excepcional jugó RIver. Un partido que no fue perfecto porque faltó contundencia, sobre todo, en el PT que resultó de fútbol total. La convicción con la que resolvió un partido habitualmente difícil y lo bien que le queda el traje de puntero del campeonato son hermosos motivos de una linda Pascua riverplatense.

Huracán es uno de esos rivales jodidos que sabe cómo complicarnos. Lo hace habitualmente. Esta expedición al hermoso Palacio de Parque Patricios pareció como de otra época, en la que hacíamos una enorme diferencia, simplemente, con la jerarquía de los jugadores.

Vimos a un River dominante, marcando esa superioridad en todos los sectores de la cancha. Haciéndose fuerte en el medio con Enzo Pérez y Aliendro manejando los hilos, logrando en la continuidad de Nacho, la inteligencia que hizo que River disfrutara del juego.

No es común en el fútbol argentino que un equipo disfrute. Eso es lo qué pasó con este River que goleó 3-0 a Huracán, en un resultado que quedó corto. Viene creciendo el rendimiento, está asentado el equipo, encontrando funcionamiento en todas sus líneas y eso hace que las individualidades también aporten un alto nivel.

Como frutilla del postre, mostrando la buena estrella, el cambio que decidió Demichelis en el 11 inicial pagó con dos goles. Apareció Rondón mostrando clase y contundencia. Le agregó vitalidad a sus buenos movimientos, más energía y una muy buena conexión con Beltrán, rotando a espaldas de los contenciones rivales, tratando de fijar y escapar de los centrales.

El primer tiempo de River fue sencillamente sensacional. A los dos goles del venezolano se le sumaron varias acciones de gran calidad, con participación del medio, de los laterales y una firme atención de los defensores en los arrestos de Huracán.

En ese sentido, viene bien hacer un reconocimiento a González Pirez. Tuvo un gran partido también, pese a que uno puede pensar que un 3-0 holgado no tiene participación de los defensores. Resultó muy importante su concentración para marcar cuando el equipo estaba atacando y reducir los intentos del siempre peligroso Cóccaro. También estuvo la atajada de Armani de cada partido, mostrando por millonésima vez su condición de arquero de equipo grande que siempre dice presente.

Es impresionante la seguidilla de victorias en el torneo local: el objetivo que nos pusimos. No hay absolutamente nada decidido. La punta hay que defenderla fecha a fecha, con rivales que harán todo lo posible por bajarnos. Para poder seguir en la punta, tendremos que jugar como en Parque Patricios.

Después del golpe del debut de la Copa, era una respuesta que el equipo debía dar. Una actuación sólida, consistente, que invita a seguir creyendo. Mostró que está entero y que sigue creciendo en el rendimiento. El camino es por acá.

3 Me gusta

La subió en el thread del partido kjj

3 Me gusta

HOLA RIVER

La evolución del puntero

“Ahora nos volvimos a ilusionar”, dice la canción que domina todos los rankings en los corazones argentinos de los últimos cuatro meses y se ajusta perfectamente al momento que vive el River de Demichelis.

Es un dato relevante porque no era fácil el momento. Vemos clubes que sufren amplias dificultades para reemplazos menores y nosotros debimos afrontar la salida de un prócer de la historia absolutamente vigente.

La ilusión se da porque el trabajo de Demichelis brinda resultados y funcionamiento cada día más estimulantes. Luego de los vaivenes iniciales, por otra parte previsibles, el equipo va encontrando su forma, su equilibrio, con una disposición protagónica ofensiva dominante y mucha inteligencia para la lectura de los momentos de los partidos.

La sensación que transmite el equipo es que va evolucionando partido a partido. Por ejemplo, se nota claramente la mejoría en el mediocampo, con variantes y posiciones difíciles de encasillar a la hora de atacar y buenos relevos que encuentran al equipo bien parado cuando se pierde la pelota.

En ese sentido, viene siendo clave el aporte de Aliendro, muy funcional a las necesidades del equipo. Entiende su rol de socio de Enzo, pareciera tener un ojo puesto en el partido y el otro en su compañero para saber dónde posicionarse. Se muestra como alternativa de pase, es prolijo con la pelota y se la da a los compañeros, a veces incluso intenta alguna cosita linda y hasta se anima a llegar a posición de gol. Una tarea completa de un mediocampista inteligente que entendió la tarea que debe cumplir.

Esos detalles hacen al crecimiento de un equipo. Enzo y Nacho son los cerebros que manejan los tiempos. Tienen la capacidad, la experiencia, la espalda y el respaldo para hacerlo. También la vigencia, porque se ganan los minutos en la cancha con su rendimiento. Otro detalle que resulta clave para la conformación de un buen grupo. No se juega con el apellido ni con la historia.

Pasada ya la tercera parte del torneo, los números nos sonríen. River es el único puntero y se verá en esta fecha entre semana por cuánto. El duelo con Gimnasia será duro y habrá que ratificar todo lo bueno que venimos haciendo. Hasta ahora, con 8 victorias en 10 partidos somos los que más ganamos. Somos los que más goles metimos (18, junto a Talleres) y los que menos goles recibimos (5, al igual que San Lorenzo). Las dos derrotas que sufrimos fueron en las fechas en las que todavía el equipo no se había desplegado con la plenitud que viene mostrando desde marzo.

El trabajo de Demichelis demuestra que el equipo sigue en proceso de crecimiento y transformación, lo que supone una tarea continua en el fútbol. Siempre hay que intentar mejorar porque si no te quedás, te estudian, te contrarrestan, te equilibran y te ganan. Un ejemplo de esto es la aparición de Rondón entre los titulares en cancha de Huracán. Una presencia inesperada para todos los que no estamos en la cocina interna y que sólo vemos los rendimientos de los jugadores durante los partidos.

Como explicó el DT, lo vio muy bien al venezolano en los entrenamientos y sintió que merecía un lugar como titular. La respuesta con dos goles y además una prestación muy mejorada, le dan la razón a la decisión del técnico. Otro detalle más: el trabajo de la semana se ve en el rendimiento en los partidos.

Es un camino que nos tiene ilusionados porque la cancha de River volvió a ser un espacio para disfrutar. Con lo difícil que es disfrutar en el fútbol argentino. Metiendo, corriendo, bien concentrados, pero también jugando, algo que no se ve en otros lados.

River marca el camino en los números y también en el juego. Con un estadio espléndido que es una fiesta y ridiculiza relatos oxidados, líderes también en Reserva, con jugadores destacados en el Sub 17. Queridos amigos: tal vez haya en la sala algún optimista excesivo que pensaba que a esta altura esto iba a ir así. Si anda por aquí, quisiera conocerlo. Abrazos para todos.

5 Me gusta

Me duele que el gordo sea tan acertado a veces (o la mayoría de las veces que escribe y analiza el andar de River) pero haya sido tan funcional a papada Aguilar.

@nico

kjjjjj

2 Me gusta

A mí no me agrada este gordo, porque no solo fue funcional a Aguilar, sino también al mismo grupo Clarín cuando trabajaba en Ole, y aprobaba las tapas de ese pasquin que se burlaban de River.
Ahora se hace el macho, cuando antes callaba como mujer. Es fácil ahora decir lo que dice, cuando debió decirlo antes…fue cómplice y ahora quiere lavarse las manos.

3 Me gusta

HOLA RIVER

Un candidato con todas las letras

River consolida partido a partido su candidatura al título porque muestra distintas facetas y en todas, a veces con más brillo, saca adelante los desafíos que van proponiendo los rivales.

Así como nos vamos satisfechos con la onda positiva que tiene el equipo y con momentos de un fútbol de pura cepa riverplatense, no fue esta vez tan fácil como el resultado lo indica. River terminó dando show los últimos minutos, pero antes hubo un juego muy disputado con un equipo de Gimnasia que se plantó bien, cerró los circuitos de juego, intentó bloquear la circulación de pelota, le puso devoción a la idea de sacrificarse en la presión y la reducción de espacios, y hasta se animó a alguna excursión ofensiva.

Seamos claros: la realidad de las dificultades que tuvimos no invalida la alegría por cómo las resolvimos y sacamos adelante un partido en que toda la obligación era nuestra.

Cierta tendencia al centro apresurado por la tentación de tener a Rondón y Beltrán en el área, quitó volumen de juego que se hubiera ganado con algunos pases adicionales. Es totalmente lógico lo qué pasó. Primero, porque teníamos la necesidad de ratificar en la red todo lo que viene haciendo el equipo en el campeonato. Y segundo, porque el rival tapó todo lo que pudo el juego asociativo interno. Obviamente, para eso, necesitó hacer un enorme esfuerzo que terminó pagando los últimos minutos. Pero ese esfuerzo hizo que creciera la ansiedad de River por encontrar esos espacios que tan bien achicó el rival, situación que produjo cierto apuro e imprecisión. Estuvo trabado el funcionamiento por un lapso del juego.

Eso también es ser inteligentes. Manejar los tiempos de los partidos. Por eso, esta vez el equipo se adaptó a un contexto distinto y después de sacar la ventaja se calmó un poco. Hay ansiedad del equipo por demostrar que crece cada vez que juega, de la gente por seguir disfrutando de un Monumental épico e incomparable y también de cada uno de los jugadores en lo personal, por demostrar que están bien elegidos por el técnico (los titulares) o que merecen jugar más minutos (los suplentes).

Hubo grandes momentos de Enzo Pérez y también de Enzo Díaz. Barco redondeó una muy buena actuación completa, con juego, desequilibrio y recuperación. Aliendro tuvo el gol que merecía por su trabajo silencioso, pero la nota emotiva de la noche fue el golazo de Matías Suárez. Es un enorme jugador muy talentoso que viene padeciendo desde hace tiempo una lesión que no lo deja competir con continuidad. Ese gol y su emoción, la alegría de sus compañeros, el abrazo posterior con Demichelis, hablan por sí solos: el equipo formado por el Muñeco sigue siendo una familia.

El arco en cero, una vez más, no es un detalle ni hay que dejarlo pasar. Si bien cometimos algunos errores y hasta hubo un momento en que Paulo Díaz se mandó varias de esas distracciones que pueden costar caro, la realidad es que el equipo en general y la defensa en particular cuidaron muy bien a Armani, que sólo tuvo un par de intervenciones de las que siempre tiene para mostrar su jerarquía. Es fundamental seguir por este camino y cerrar el arco.

Un equipo que quiere ser campeón tiene que adaptarse a todos los partidos y tratar de superar los obstáculos que pondrán los rivales. Está claro que River es el equipo a vencer y el fútbol argentino siempre intenta complicar al mejor. Será duro el camino pero hay que hacer el esfuerzo máximo por sostenerse arriba y no aflojar ni subestimar ningún partido. Será así palo y palo, muchos partidos con poco descanso y serán importantes todos los jugadores.

Jueguen los que jueguen, hay que seguir ganando.

5 Me gusta