En esta lucha de egos pierde la Selección porque se debilita la imagen ante el mundo y lo que queda es un conventillo, con todos los campeones del 86 lavando la ropa sucia con el rating al rojo vivo. Maradona mandó un ultimátum por los medios, Grondona se enojó y comenzó un verdadero día de furia. El problema es que nadie pensó en las consecuencias de tanta exposición negativa y, entonces, cómo se explica puertas afuera que la Selección es prioridad si no hay acuerdo entre el técnico y el presidente. Lo que ocurre, más allá de que al Jefe no le gusta la cara de Ruggeri, es una lucha para ver quién tiene la cuota de poder más grande: el Cabezón es una excusa. En un ciclo que aún no debutó en el campo ya se dieron varios cortocircuitos públicos y por eso la pregunta queda flotando: ¿cómo será la convivencia en un año y medio? ¿Y si hay una derrota qué pasará?
En esta lucha de egos pierde la Selección porque se debilita la imagen ante el mundo y lo que queda es un conventillo, con todos los campeones del 86 lavando la ropa sucia con el rating al rojo vivo. Maradona mandó un ultimátum por los medios, Grondona se enojó y comenzó un verdadero día de furia. El problema es que nadie pensó en las consecuencias de tanta exposición negativa y, entonces, cómo se explica puertas afuera que la Selección es prioridad si no hay acuerdo entre el técnico y el presidente. Lo que ocurre, más allá de que al Jefe no le gusta la cara de Ruggeri, es una lucha para ver quién tiene la cuota de poder más grande: el Cabezón es una excusa. En un ciclo que aún no debutó en el campo ya se dieron varios cortocircuitos públicos y por eso la pregunta queda flotando: ¿cómo será la convivencia en un año y medio? ¿Y si hay una derrota qué pasará?