Si bien la batalla por la televisación era un conflicto anunciado su exteriorización pública se anticipó y la vorágine lo convirtió en el acontecimiento más importante de la semana en todo el ámbito nacional.
Se vislumbraba que los intereses detrás de algunos candidatos explicarían la “pornográfica” campaña que nos averguenza como riverplatenses frente a una sociedad empobrecida y llena de incertidumbre.
Pero la “guerra” estalló antes y es necesario advertir sobre las incompatibilidades de algunos candidatos. Los primeros en hacerlo fueron los creadores de A River lo quiero - Los Sobrios del Hormigón: Incompatible
Incompatible
[[IMG]http://2.bp.blogspot.com/_ta0uRFjdpHE/SoCVcBA7-HI/AAAAAAAAAeA/pUf8tiULJHs/s320/shakinghands.jpg[/IMG]](http://2.bp.blogspot.com/_ta0uRFjdpHE/SoCVcBA7-HI/AAAAAAAAAeA/pUf8tiULJHs/s1600-h/shakinghands.jpg)Es bueno hacer negocios entre amigos
Sobre el conficto entre la AFA y TyC, exacerbado por enfrentamiento entre el gobierno nacional y el grupo Clorín, hubo un fragmento de una nota de Gustavo Veiga que me llamó mucho la atención:
“Julio no es un boludo. Si se tira a la pileta es porque tiene un guiño o porque maneja una información que nosotros no conocemos. Una posible desregulación del cable, por ejemplo, con el ingreso de las telefónicas al negocio. Él controla el Consejo de Televisión y Mercadotecnica de la FIFA. No se olvide”
A partir de esto que leemos arriba y en relación a River y más precisamente a los candidatos de las próximas elecciones es obvio que resulta incompatible que existan candidatos con intereses particulares por un tema tan importante como es el de la televisación del fútbol.
Aunque económicamente acá sea un tema infravalorado por el pésimo contrato firmado con TyC, la televisión es el principal sostén económico, y con diferencia, de los clubes más poderosos del mundo y así tendría que ser en el fútbol argentino en algún momento.
En el mejor de los casos tal vez sea posible avanzar en un modelo donde cada club pueda vender sus derechos de televisación individualmente, considero esa la manera más justa.
Por ello no es confiable un candidato con intereses concretos en el negocio. Ávila y su socio Daniel Vila o D’Onofrio relacionado con el grupo Werthein, son casos paradigmáticos. Ante una negociación fundamental como la venta de los derechos de televisación, no se puede delegar en nombre de River la responsabilidad de negociar un contrato semejante a un dirigente con intereses en alguna de las empresas oferentes. No es compatible ni ético.
Vaya a saber que candidato/s arreglaron o arreglarán con Clarín, pero la nota fuera de contexto en apoyo a TyC de Diego Santilli previo a los penales del partido de veteranos del domingo fue lamentable por lo obsecuente, seguramente habló en nombre del PRO, pero tal vez en nombre de Hugo también y allí podría haber una punta de un continuador del actual modelo.
Por: Negro Enrique
Publicado por A River lo quiero - Los Sobrios del Hormigón