La historia del club que planea revolucionar el futbol

El club del capitalismo salvaje, un manchester city o psg a la 10ma potencia

[spoiler]Son, sin lugar a dudas, el club de fútbol más odiado del país. Representan a el Mal:al capitalismo más feroz y artificial, a la mercantilización total del juego, a la victoria cruel y devastadora del poder financiero sobre la tradición en el mundo actual. Se puede decir que existe entre todas las aficiones del estado un consenso tácito e inquebrantable: su odio visceral y rabioso hacia ellos. Han tenido que aprender a convivir con él, a trabajar profundamente en mentalizarse para abstraerse del intensísimo clima de antipatía y animadversión que les rodea y competir como entes fríos e impasibles desde una burbuja en la que el exterior pierde capacidad de influencia. Porque de otra forma se volverían locos. Los hinchas de absolutamente todos sus rivales preparan para el día que les visitan sus mayores despliegues de pancartas, tifos y performances con el fin de convertir cada partido suyo fuera de casa en un auténtico y desagradable infierno. Desde vestir de luto un estadio entero para simbolizar la muerte de la cultura del hincha tradicional, destrozar con violencia una lata gigante en medio de un partido, detener su autobús para tirarles billetes falsos ainvadir su propio estadio con 6000 hinchas de incógnito. Nos podemos llevar a muerte entre nosotros, pero cuando tú cantes contra ellos, yo cantaré contigo. Las camisetas, bufandas y accesorios con lemas en su contra se venden en los stands de merchandising de prácticamente todos los estadios del país. El capitán de otro club de su ciudad dijo que “espera estar bajo tierra cuando lleguen a ser campeones.” Y los propios equipos con los que comparte liga se niegana denominarle por su nombre original ni a mostrar su verdadero escudo en los marcadores. Es el RB Leipzig, un auténtico fenómeno social… y deportivo. Porque tienen muy claro que no están aquí para perseguir la simpatía de nadie, persiguen el éxito y además de manera salvaje. Están a un sólo paso de él. Esta es su historia.

Dieter Mateschitz tenía claro que quería entrar en Alemania. Dentro de su particular política de esponsorización deportiva, el fundador de Red Bull ambicionaba introducir su marca en el mercado alemán y Leipzig fue el destino elegido, por proposición de Franz Beckenbauer. En primer lugar, por ser un territorio con un potencial de explotación y una cuota de mercado evidente: en todo el Este de Alemania había un vacío claro respecto a una potencia futbolística que fuera capaz de construir una afición hegemónica.Esa Alemania se encontraba totalmente infrarepresentada en el fútbol de élite: en un radio de 250 kilómetros no había un sólo club de Bundesliga. Y dentro del territorio, la ciudad sajona cuenta con más de 500.000 habitantes y una tradición futbolística (el Vfb Leipzig fue el primer campeón de la historia del país) que en ese momento no se veía satisfecha, pues los continuos intentos de los históricos de la ciudad por volver al primer nivel habían sido fallidos. Además, Leipzig gozaba de una serie de infraestructuras privilegiadas, culminadas con uno de los estadios más modernos de Alemania, construido con motivo del Mundial 2006, con capacidad para 44.000 espectadores y que se encontraba totalmente infrautilizado. Pero no era por falta de interés por el balompié: cada vez que allí iba la selección a jugar, el antiguo Zentralstadion se abarrotaba. Allí había sed de fútbol de élite, sólo hacía falta ofertárselo regularmente. Y eso iban a hacer. Localizado el nicho, era el momento de ponerse manos a la obra.

Su primer intento de establecerse allí fue en 2006. ¿Cómo? En un principio, pensaron hacer como en Salzburgo: comprar uno de los clubs históricos de la región, en este caso el FC Sachsen Leipzig (con más de 100 años de antigüedad, resultado de la fusión entre el BSG Chemie Leipzig y el BSG Chemie Böhler) que se encontraba en la cuarta división del país. Prometían una inversión de 100 millones de euros en los próximos diez años y traer la Champions League a Leipzig, por lo que los poderes fácticos les pusieron todo tipo de facilidades para que se instalaran. Pese a que las cifras nunca han trascendido, se dice que la marca austriaca llegó a ofrecer una cantidad de seis cifras por la institución, que se encontraba económicamente hundida (años más tarde descendería por motivos financieros). En un principio aceptaron gustosamente, pero la DFB no permitió que aquello se llevara a cabo. Las violentas protestas de los hinchas, que veían como su club de toda la vida iba a cambiar repentinamente de colores, de escudo y hasta de nombre, surtieron efecto para que la federación competente les denegara la transacción alegando excesivo poder de un sponsor. La situación se volvió insostenible y Red Bull coqueteó con otros destinos. Se dice que recibieron el no de Sankt Pauli y 1860 Múnich antes de intentar comprar públicamente el Fortuna Düsseldorf, donde la mayoría de seguidores y socios se volvieron a oponer enérgicamente al nacimiento del Red Bull Düsseldorf y la cosa tampoco acabó cuajando.

Tras el fracaso inicial, en 2009 volvieron a la carga a Leipzig. La idea, en esta ocasión, era la de construir un equipo de cero. Sin embargo, pasar por todas las divisiones era un tramité bastante farragoso, por lo que lo que hicieron fue comprar la plaza del SSV Markranstädt, un pequeño club a las afueras de Leipzig, que se encontraba en la quinta división del país. ¿Y por qué en la quinta división y no por encima? Porque debajo de la cuarta división no tenían que pasar por el riguroso método de licencias que establecía la DFB. Lo registraron bajo la denominación Rasenballsport Leipzig e.V – no podían llevar el nombre de Red Bull en su denominación y casualmente así coinciden las siglas – , cambiaron su logo -tuvieron que jugar sin escudo durante un tiempo – y pusieron en marcha su proyecto. Como, ejemplarmente, la DFB exige unos determinados requisitos de academias y equipos de formación para poder ascender, compraron los cuatro principales filiales del FC Sachsen, en ese momento en la bancarrota. Intentaron adquirir también a las principales promesas del otro histórico de la ciudad, el Lokomotiv, pero una revuelta de sus hinchas en la junta de accionistas en la que lo explicaban consiguió que la institución se replanteara venderlos. Ya entonces se encontró el RB Leipzig con las primeras protestas de los aficionados de los dos históricos de Leipzig, reaccionando ante una bestia que iba a devorar su protagonismo: herbicida en el campo, cancelación de amistosos, piedras en los autobuses… Empezaban las primeras reacciones.
A su vez, Red Bull se hizo con los derechos del Zentralstadion -que a partir de ese momento sería rebautizado como Red Bull Arena – hasta el año 2040, donde se trasladarían tras reformarlo. Después de una primera inversión en la que llegaría a adquirir hasta jugadores de la 2.Bundesliga para jugar en 5ª división, el RB Leipzig asciende con 22 puntos de ventaja sobre el segundo. Sin embargo, la cosa fue más lenta de lo que todo el mundo esperaba en la ciudad. Instalados en la 4ª división, el proyecto recibió un significativo jarro de agua fría al resistírsele durante dos años consecutivos el indiscutible objetivo del ascenso, pese a que en 2011 lograron su primer gran éxito eliminando al Wolfsburgo de la DFB Pokal ante 30.000 espectadores en el Red Bull Arena. En ese instante, al finalizar la temporada 2012/2013 y como consecuencia del rotundo fracaso que supuso no ascender, se produjo una decisión que sería a la postre el más decisivo punto de inflexión en la trayectoria del proyecto: al frente de la dirección deportiva de Leipzig y de Salzburgo sería nombrada una de las mentes más brillantes del fútbol europeo: Ralf Rangnick. El suabo, durante su etapa como entrenador, ya sabía lo que era pasar de la tercera división a ser campeón de invierno de la Bundesliga en un lapso de tres años en un proyecto de características similares como es el Hoffenheim, incluso durante su etapa en Ulm consiguió dos ascensos seguidos con un grupo de jugadores semiprofesionales a través de un fútbol absolutamente revolucionario e innovador que luego serviría de germen conceptual para figuras como Jürgen Klopp, Joachim Löw o Thomas Tuchel. Rangnick había dimitido como entrenador del Schalke 04 – equipo al que había llevado a su primera semifinal de Champions League de la historia y con el que había conquistado la Copa de Alemania – tras sufrir un burnoutque le había obligado a frenar su fulgurante carrera profesional. Y el proyecto Red Bull fue capaz de ofrecerle un cargo a su medida, que quizá no requería tanto desgaste mental, por lo que fue capaz de imponerse a equipos de muchísima más entidad que peleaban por hacerse con sus servicios. Rangnick iba a dotar al proyecto de una aproximación moderna, metódica y ultraprofesional al fútbol de élite que le confiere, por fin, una identidad indiscutible y un rumbo conceptual hacia la élite absolutamente claro y reconocible.

Desde su aterrizaje en la ciudad sajona, Rangnick impone cambios drásticos en la política deportiva. Como hizo en el Hoffenheim, quiere un equipo insultantemente joven, cuya media de edad no supere los 22 años. El rompedor fútbol que quiere introducir, “de transiciones extremas y con una gran cantidad de sprints”, exige un desempeño físico para el que, según su juicio, los jugadores más jóvenes son los actores óptimos. Cree que ese perfil de futbolista está más preparado para aprender y, sobre todo, cuenta con una mayor capacidad de recuperación. “El fútbol ha cambiado mucho. Recorrer 12 kilómetros por partido es a día de hoy casi la normalidad para cada jugador. Y entre 2 y 2.5 de esos kilómetros son sprints al ritmo más alto posible. Eso sólo lo consigues con una condición física óptima y la mentalidad adecuada, pero también con una determinada capacidad de recuperación. (…) En líneas generales, además de cuestiones físicas, quizá en los jugadores de más experiencia la capacidad de introducirse sin ambages en nuestra idea y darlo todo no es igual, sobre todo si no han entrado en contacto ni conocido el particular fútbol que practicamos en toda su carrera. Un futbolista veterano que venga a nuestro club puede preguntarse: ¿por qué corren y esprintan tanto estos locos? ¡Si no es necesario! Además, como inversión, no es interesante comprar un jugador de 28 años” explica el propio Ralf. Por ese motivo, el proyecto intensifica su trabajo de cantera con el fin de convertirse en una potencia internacional también ese aspecto. Se invierten 35 millones de euros en la construcción de una nueva ciudad deportiva, con 13.000 metros cuadrados la más grande del país, y se busca hacerse con el nicho de talento que existe en todo Alemania del Este. El objetivo es adquirir casi a cualquier precio los mayores proyectos de las canteras de los equipos de la región y que todos los jóvenes de la zona identifiquen en el RB Leipzig su trampolín más seguro hacia el fútbol de élite. Este verano, por ejemplo, el club sajón pagó 250.000 euros al Hertha de Berlín por Elias Abouchabaka, un jugador de 15 años. Eso, como era de esperar, refuerza la animadversión que los fans de otros equipos tienen hacia ellos.

Rangnick incorpora para dirigir la cantera a Frieder Schrof, con el que ya trabajó durante su etapa en Stuttgart y principal responsable de que el Vfb se haya convertido en una de las potencias del país en el desarrollo de futbolistas. De allí salieron jugadores como Mario Gómez, Kevin Kurany o Sami Khedira y permitieron que el club suabo sacara más de 100 millones de euros por traspasos de jugadores formados en la casa. En la nueva ciudad deportiva de Cottaweg se va a trabajar con un método absolutamente moderno, analítico y riguroso orientado explícitamente a formar jugadores para el primer equipo. Rangnick siempre se ha mostrado muy crítico con que clubs como el Chelsea o el Manchester City destinen millones de euros en formar talento para luego no poder aprovecharlo y perjudicar sus carreras. Es por eso que van a enfocar la formación y captación de jugadores al desarrollo de un tipo de futbolista muy concreto: aquel que pueda ser útil después siguiendo la filosofía del primer equipo. Para el modelo de juego que se ha instaurado en el club, de pressing ultraagresivo y transiciones eléctricas, necesitan futbolistas atléticos, explosivos y dinámicos que sean capaces de hacer esfuerzos sostenidos, que cuenten con resistencia física y capacidad de fricción. Esas son las cualidades que van a potenciar. Por ejemplo, a la hora de captar futbolistas, se les hace test atléticos que deben pasar: miden sus valores y si no están por encima de la media, los descartan, pese a que su nivel técnico sí sea bueno. Una vez dentro, su campo de entrenamiento está diseñado concienzudamente para potenciar su modelo. Cuentan con la tecnología más vanguardista para medir, trabajar e incrementar la velocidad. Se cotejan los datos semanalmente de todos sus jugadores y se hace un seguimiento exhaustivo sobre la evolución de los valores. Desde niños se corrigen mediante sesiones de vídeo sus movimientos. No extrañó ver a Joshua Kimmich aguantar una carrera a plena velocidad a Pierre – Emerick Aubameyang el pasado sábado: su pasado en el RB Leipzig asegura que han exprimido su potencial físico hasta el último milímetro. Por supuesto, estando Rangnick detrás, la formación es holística: aspectos como la nutrición, la psicología y los valores sociales ni mucho menos se dejan de lado. Por ejemplo, los chicos no pueden llevar tatuajes por contrato y deben ir al peluquero regularmente, reciben asesoramiento sobre redes sociales, deben comer en grupo, saludar a toda la mesa cuando entran al comedor y deben pagar 50 euros por cada kilo que engorden. Y, pese a ser un plan esencialmente largoplacista, los resultados no tardan en llegar. En el año 2015, las divisiones sub 12, sub 13, sub 14, sub, 17, sub 19 y sub 23 del club se proclamaron campeones de sus respectivas divisiones. El RB Leipzig fue el único equipo de Alemania en el que sus dos primeros filiales disputaron el playoffs por el título nacional. Y 25 jugadores de un club que hace seis años no existía formaban parte de las categorías inferiores de la selección alemana.

De cara a definir por fin su asalto a la tercera división, el RB Leipzig contrata a Alexander Zorniger, un entrenador cuya sensibilidad futbolística se encontraba mucho más cercana a la que Ralf quería dar a su proyecto. Pese a casi no desembolsar dinero en adquirir nuevos jugadores, el conjunto sajón arrasaría ese año. Aunque esa temporada el ascenso se había complicado notablemente por reformas en la estructura de la liga, que añadía un playoff que dificultaba el asunto, el Leipzig lo logra brillantemente. Permanece invicto durante toda la temporada y finiquita su plaza en la 3 división tras un competido playoff ante el Sportfreunde Lotte en el que asisten 30.000 espectadores al partido de ida en el Red Bull Arena, récord absoluto del club hasta ese momento. Leipzig se empezaba a ilusionar.

Tras su entrada en el profesionalismo, el RB Leipzig realiza una inversión sustancial por valor de casi 3 millones de euros. Llegarían once jugadores, entre ellos ilustres comoYoussef Poulsen o Joshua Kimmich, cuya media de edad no llegaba a los 21 años de edad. Y acabarían logrando su segundo ascenso consecutivo con la media de asistencia más alta de la categoría (16.000). El proyecto estaba a un sólo paso de desembarcar en el fútbol de élite. Sin embargo, antes tenían que superar un duro obstáculo: conseguir la licencia necesaria para disputar las dos primeras divisiones del país. La Deutsche Fusball Liga no se lo iba a poner fácil. Tenía detrás la presión de medio país para denegársela.

El elemento central de discusión es la famosa regla del 50 + 1, la ley que siguen denunciando los hinchas de media Alemania que el RB Leipzig no cumple. Esta regla, con el objetivo de evitar una instrumentalización excesiva de los clubes de fútbol, estima que entre todos los inversores externos no pueden poseer más del 49% de las acciones con derecho a voto de un club. Con las excepciones de Leverkusen y Wolfsburgo, donde se considera que la vinculación de Bayer y Volkswagen es probadamente seria y comprometida. Sin embargo, de entrada la DFL no se cierra a dar la licencia al proyecto sajón. La DFL interpreta que en el RB Leipzig no hay un club previo que se pueda instrumentalizar, pues el RB Leipzig es Red Bull: sin la marca, es la nada. Es por eso que le abre las puertas, pero le pone tres duras condiciones que debe cumplir para obtener la licencia: le obliga a cambiar el escudo, que interpretan que es demasiado parecido al de Red Bull, le obliga a facilitar la entrada a nuevos socios (por encima de los 800 euros anuales era la cuota que tenían pagar y el club se reservaba el derecho a aceptarlos o no, hasta el punto de que en el momento del ascenso a la 2.Bundesliga contaba con 9 socios), que son los que a la postre deben elegir la junta directiva y le obliga a que la dirección del club no esté formada mayoritariamente por trabajadores de Red Bull. El RB Leipzig apela la decisión, que entiende como “una decapitación del proyecto” y Mateschitz amenaza con frenar su inversión en el este de Alemania, lo que enciende las alarmas de algunos miembros de la federación que consideran capital que esa parte del país se active. Mas, tras la negativa DFL, el club se acaba comprometiendo a cumplir las exigencias (no sin recurrir legalmente antes), por lo que finalmente le es concedida la licencia.

A la temporada siguiente, tras una inversión en fichajes de más de 23 millones de euros, al RB Leipzig se le resiste su tercer ascenso consecutivo por poco: quedan quintos. Zorniger había dimitido a mediados de temporada cuando, tras una racha que le alejó de los puestos de cabeza, se le comunicó que a partir de la próxima temporada no contarían con él. La buena noticia: el RB Leipzig fue durante la 2014/2015 el segundo club con mayor asistencia de la 2.Bundesliga, con 28.000 aficionados de media, sólo por detrás del Sankt Pauli. La hipótesis inicial de Beckenbauer se cumplía. El este estaba respondiendo.

Para su segunda temporada en la 2. Bundesliga, el club tiene muy claro quién quiere que dirija esta fase del proyecto: Thomas Tuchel. El ahora entrenador del BVB fue jugador del Ulm de Ralf Rangnick, al que considera su mentor, y también trabajó junto a él durante su etapa en el Stuttgart. El RB Leipzig hace todo lo posible por convencerle, pero Tuchel les dice desde un principio que no va a entrenar en la 2. Bundesliga. Su plan A fallaba. Tras la negativa de Sascha Lewandowski, la segunda opción, Rangnick accede a volver a entrenar y se hace cargo del banquillo del club. Paralelamente, finaliza su vinculación con el Red Bull Salzburgo, alegando que con el RB Leipzig tan cerca de la élite y con la posibilidad de que ambos clubes disputen competición internacional a corto plazo podría producirse cierta disfunción de la competición que no era positiva. Del club austriaco aterrizan seis de sus principales estrellas para integrar el ambicioso proyecto del ascenso, lo que provoca que los hinchas del Salzburgo canten “mierda de RB Leipzig” durante sus partidos. Sin embargo, Mateschitz siempre tuvo claro que el equipo fuerte y prioritario era el del Leipzig y que en Salzburgo querían idealmente jugar con un equipo “cuasi sub 21” que sirviera para “desarrollar jugadores formados en las academias propias“. Además del Red Bull Salzburgo, el proyecto cuenta con otro club satélite en Europa, el FC Liefering de la 2ª división austriaca, que ambos utilizan para destinar futbolistas que aún no están preparados para el primer equipo. El RB Leipzig acaba siendo el tercer equipo con más gasto neto de Alemania, sólo por detrás de Bayern Múnich y Borussia Mönchengladbach, rondando los 17 millones de desembolso en fichajes. Entre ellos David Selke, uno de los delanteros más prometedores de Alemania, que por ocho millones se convierte en [b]el traspaso más caro de la historia de la 2.Bundesliga[/b], o Willi Orban, que rechaza ofertas de varios equipos europeos cuando le llama Ralf Rangnick.

Y, tras un inicio titubeante, el RB Leipzig ha alcanzado por fin la velocidad de crucero: está arrasando bajo el mando de Rangnick. Ha ganado 13 de sus últimos 15 partidos, lo que le ha servido para situarse en una posición francamente ventajosa de cara al ascenso, liderando cómodamente la división con 9 puntos de distancia respecto al tercer clasificado a falta de 10 partidos. Su aterrizaje en la Bundesliga es únicamente una mera cuestión de tiempo. Pero el proyecto no frena lo más mínimo. Ya han confirmado que quieren construir un nuevo estadio en Leipzig con capacidad para 80.000 espectadores de cara a conseguir ingresos propios que le permitan cumplir el Financial Fair Play. Rangnick quiere centrarse exclusivamente en su faceta como director deportivo y se habla, además del prometedor Sandro Schwarz, de Lucien Favre, Markus Weinzierl y Markus Gisdol como sus candidatos a sustituirle. Y Sportbild revelaba hace poco que el club sajón era uno de los que está pujando por Leroy Sané (su precio ronda los 60 millones), para acompañar a los ya brutales Emile Forsberg (ojo con este), Yussuf Poulsen o a Marcel Sabitzer en su andadura en la Bundesliga. El monstruo ya está en la puerta de casa. Más vale que lo vayamos conociendo.[/spoiler]

Lo pongo en spoiler porque es bastante largo, pueden leerlo de aca si quieren

http://www.marcadorint.com/bundesliga-2/red-bull-leipzig-proyecto-bundesliga-ralf-rangnick/

El club del capitalismo salvaje, un manchester city o psg a la 10ma potencia

[spoiler]Son, sin lugar a dudas, el club de fútbol más odiado del país. Representan a el Mal:al capitalismo más feroz y artificial, a la mercantilización total del juego, a la victoria cruel y devastadora del poder financiero sobre la tradición en el mundo actual. Se puede decir que existe entre todas las aficiones del estado un consenso tácito e inquebrantable: su odio visceral y rabioso hacia ellos. Han tenido que aprender a convivir con él, a trabajar profundamente en mentalizarse para abstraerse del intensísimo clima de antipatía y animadversión que les rodea y competir como entes fríos e impasibles desde una burbuja en la que el exterior pierde capacidad de influencia. Porque de otra forma se volverían locos. Los hinchas de absolutamente todos sus rivales preparan para el día que les visitan sus mayores despliegues de pancartas, tifos y performances con el fin de convertir cada partido suyo fuera de casa en un auténtico y desagradable infierno. Desde vestir de luto un estadio entero para simbolizar la muerte de la cultura del hincha tradicional, destrozar con violencia una lata gigante en medio de un partido, detener su autobús para tirarles billetes falsos ainvadir su propio estadio con 6000 hinchas de incógnito. Nos podemos llevar a muerte entre nosotros, pero cuando tú cantes contra ellos, yo cantaré contigo. Las camisetas, bufandas y accesorios con lemas en su contra se venden en los stands de merchandising de prácticamente todos los estadios del país. El capitán de otro club de su ciudad dijo que “espera estar bajo tierra cuando lleguen a ser campeones.” Y los propios equipos con los que comparte liga se niegana denominarle por su nombre original ni a mostrar su verdadero escudo en los marcadores. Es el RB Leipzig, un auténtico fenómeno social… y deportivo. Porque tienen muy claro que no están aquí para perseguir la simpatía de nadie, persiguen el éxito y además de manera salvaje. Están a un sólo paso de él. Esta es su historia.

Dieter Mateschitz tenía claro que quería entrar en Alemania. Dentro de su particular política de esponsorización deportiva, el fundador de Red Bull ambicionaba introducir su marca en el mercado alemán y Leipzig fue el destino elegido, por proposición de Franz Beckenbauer. En primer lugar, por ser un territorio con un potencial de explotación y una cuota de mercado evidente: en todo el Este de Alemania había un vacío claro respecto a una potencia futbolística que fuera capaz de construir una afición hegemónica.Esa Alemania se encontraba totalmente infrarepresentada en el fútbol de élite: en un radio de 250 kilómetros no había un sólo club de Bundesliga. Y dentro del territorio, la ciudad sajona cuenta con más de 500.000 habitantes y una tradición futbolística (el Vfb Leipzig fue el primer campeón de la historia del país) que en ese momento no se veía satisfecha, pues los continuos intentos de los históricos de la ciudad por volver al primer nivel habían sido fallidos. Además, Leipzig gozaba de una serie de infraestructuras privilegiadas, culminadas con uno de los estadios más modernos de Alemania, construido con motivo del Mundial 2006, con capacidad para 44.000 espectadores y que se encontraba totalmente infrautilizado. Pero no era por falta de interés por el balompié: cada vez que allí iba la selección a jugar, el antiguo Zentralstadion se abarrotaba. Allí había sed de fútbol de élite, sólo hacía falta ofertárselo regularmente. Y eso iban a hacer. Localizado el nicho, era el momento de ponerse manos a la obra.

Su primer intento de establecerse allí fue en 2006. ¿Cómo? En un principio, pensaron hacer como en Salzburgo: comprar uno de los clubs históricos de la región, en este caso el FC Sachsen Leipzig (con más de 100 años de antigüedad, resultado de la fusión entre el BSG Chemie Leipzig y el BSG Chemie Böhler) que se encontraba en la cuarta división del país. Prometían una inversión de 100 millones de euros en los próximos diez años y traer la Champions League a Leipzig, por lo que los poderes fácticos les pusieron todo tipo de facilidades para que se instalaran. Pese a que las cifras nunca han trascendido, se dice que la marca austriaca llegó a ofrecer una cantidad de seis cifras por la institución, que se encontraba económicamente hundida (años más tarde descendería por motivos financieros). En un principio aceptaron gustosamente, pero la DFB no permitió que aquello se llevara a cabo. Las violentas protestas de los hinchas, que veían como su club de toda la vida iba a cambiar repentinamente de colores, de escudo y hasta de nombre, surtieron efecto para que la federación competente les denegara la transacción alegando excesivo poder de un sponsor. La situación se volvió insostenible y Red Bull coqueteó con otros destinos. Se dice que recibieron el no de Sankt Pauli y 1860 Múnich antes de intentar comprar públicamente el Fortuna Düsseldorf, donde la mayoría de seguidores y socios se volvieron a oponer enérgicamente al nacimiento del Red Bull Düsseldorf y la cosa tampoco acabó cuajando.

Tras el fracaso inicial, en 2009 volvieron a la carga a Leipzig. La idea, en esta ocasión, era la de construir un equipo de cero. Sin embargo, pasar por todas las divisiones era un tramité bastante farragoso, por lo que lo que hicieron fue comprar la plaza del SSV Markranstädt, un pequeño club a las afueras de Leipzig, que se encontraba en la quinta división del país. ¿Y por qué en la quinta división y no por encima? Porque debajo de la cuarta división no tenían que pasar por el riguroso método de licencias que establecía la DFB. Lo registraron bajo la denominación Rasenballsport Leipzig e.V – no podían llevar el nombre de Red Bull en su denominación y casualmente así coinciden las siglas – , cambiaron su logo -tuvieron que jugar sin escudo durante un tiempo – y pusieron en marcha su proyecto. Como, ejemplarmente, la DFB exige unos determinados requisitos de academias y equipos de formación para poder ascender, compraron los cuatro principales filiales del FC Sachsen, en ese momento en la bancarrota. Intentaron adquirir también a las principales promesas del otro histórico de la ciudad, el Lokomotiv, pero una revuelta de sus hinchas en la junta de accionistas en la que lo explicaban consiguió que la institución se replanteara venderlos. Ya entonces se encontró el RB Leipzig con las primeras protestas de los aficionados de los dos históricos de Leipzig, reaccionando ante una bestia que iba a devorar su protagonismo: herbicida en el campo, cancelación de amistosos, piedras en los autobuses… Empezaban las primeras reacciones.
A su vez, Red Bull se hizo con los derechos del Zentralstadion -que a partir de ese momento sería rebautizado como Red Bull Arena – hasta el año 2040, donde se trasladarían tras reformarlo. Después de una primera inversión en la que llegaría a adquirir hasta jugadores de la 2.Bundesliga para jugar en 5ª división, el RB Leipzig asciende con 22 puntos de ventaja sobre el segundo. Sin embargo, la cosa fue más lenta de lo que todo el mundo esperaba en la ciudad. Instalados en la 4ª división, el proyecto recibió un significativo jarro de agua fría al resistírsele durante dos años consecutivos el indiscutible objetivo del ascenso, pese a que en 2011 lograron su primer gran éxito eliminando al Wolfsburgo de la DFB Pokal ante 30.000 espectadores en el Red Bull Arena. En ese instante, al finalizar la temporada 2012/2013 y como consecuencia del rotundo fracaso que supuso no ascender, se produjo una decisión que sería a la postre el más decisivo punto de inflexión en la trayectoria del proyecto: al frente de la dirección deportiva de Leipzig y de Salzburgo sería nombrada una de las mentes más brillantes del fútbol europeo: Ralf Rangnick. El suabo, durante su etapa como entrenador, ya sabía lo que era pasar de la tercera división a ser campeón de invierno de la Bundesliga en un lapso de tres años en un proyecto de características similares como es el Hoffenheim, incluso durante su etapa en Ulm consiguió dos ascensos seguidos con un grupo de jugadores semiprofesionales a través de un fútbol absolutamente revolucionario e innovador que luego serviría de germen conceptual para figuras como Jürgen Klopp, Joachim Löw o Thomas Tuchel. Rangnick había dimitido como entrenador del Schalke 04 – equipo al que había llevado a su primera semifinal de Champions League de la historia y con el que había conquistado la Copa de Alemania – tras sufrir un burnoutque le había obligado a frenar su fulgurante carrera profesional. Y el proyecto Red Bull fue capaz de ofrecerle un cargo a su medida, que quizá no requería tanto desgaste mental, por lo que fue capaz de imponerse a equipos de muchísima más entidad que peleaban por hacerse con sus servicios. Rangnick iba a dotar al proyecto de una aproximación moderna, metódica y ultraprofesional al fútbol de élite que le confiere, por fin, una identidad indiscutible y un rumbo conceptual hacia la élite absolutamente claro y reconocible.

Desde su aterrizaje en la ciudad sajona, Rangnick impone cambios drásticos en la política deportiva. Como hizo en el Hoffenheim, quiere un equipo insultantemente joven, cuya media de edad no supere los 22 años. El rompedor fútbol que quiere introducir, “de transiciones extremas y con una gran cantidad de sprints”, exige un desempeño físico para el que, según su juicio, los jugadores más jóvenes son los actores óptimos. Cree que ese perfil de futbolista está más preparado para aprender y, sobre todo, cuenta con una mayor capacidad de recuperación. “El fútbol ha cambiado mucho. Recorrer 12 kilómetros por partido es a día de hoy casi la normalidad para cada jugador. Y entre 2 y 2.5 de esos kilómetros son sprints al ritmo más alto posible. Eso sólo lo consigues con una condición física óptima y la mentalidad adecuada, pero también con una determinada capacidad de recuperación. (…) En líneas generales, además de cuestiones físicas, quizá en los jugadores de más experiencia la capacidad de introducirse sin ambages en nuestra idea y darlo todo no es igual, sobre todo si no han entrado en contacto ni conocido el particular fútbol que practicamos en toda su carrera. Un futbolista veterano que venga a nuestro club puede preguntarse: ¿por qué corren y esprintan tanto estos locos? ¡Si no es necesario! Además, como inversión, no es interesante comprar un jugador de 28 años” explica el propio Ralf. Por ese motivo, el proyecto intensifica su trabajo de cantera con el fin de convertirse en una potencia internacional también ese aspecto. Se invierten 35 millones de euros en la construcción de una nueva ciudad deportiva, con 13.000 metros cuadrados la más grande del país, y se busca hacerse con el nicho de talento que existe en todo Alemania del Este. El objetivo es adquirir casi a cualquier precio los mayores proyectos de las canteras de los equipos de la región y que todos los jóvenes de la zona identifiquen en el RB Leipzig su trampolín más seguro hacia el fútbol de élite. Este verano, por ejemplo, el club sajón pagó 250.000 euros al Hertha de Berlín por Elias Abouchabaka, un jugador de 15 años. Eso, como era de esperar, refuerza la animadversión que los fans de otros equipos tienen hacia ellos.

Rangnick incorpora para dirigir la cantera a Frieder Schrof, con el que ya trabajó durante su etapa en Stuttgart y principal responsable de que el Vfb se haya convertido en una de las potencias del país en el desarrollo de futbolistas. De allí salieron jugadores como Mario Gómez, Kevin Kurany o Sami Khedira y permitieron que el club suabo sacara más de 100 millones de euros por traspasos de jugadores formados en la casa. En la nueva ciudad deportiva de Cottaweg se va a trabajar con un método absolutamente moderno, analítico y riguroso orientado explícitamente a formar jugadores para el primer equipo. Rangnick siempre se ha mostrado muy crítico con que clubs como el Chelsea o el Manchester City destinen millones de euros en formar talento para luego no poder aprovecharlo y perjudicar sus carreras. Es por eso que van a enfocar la formación y captación de jugadores al desarrollo de un tipo de futbolista muy concreto: aquel que pueda ser útil después siguiendo la filosofía del primer equipo. Para el modelo de juego que se ha instaurado en el club, de pressing ultraagresivo y transiciones eléctricas, necesitan futbolistas atléticos, explosivos y dinámicos que sean capaces de hacer esfuerzos sostenidos, que cuenten con resistencia física y capacidad de fricción. Esas son las cualidades que van a potenciar. Por ejemplo, a la hora de captar futbolistas, se les hace test atléticos que deben pasar: miden sus valores y si no están por encima de la media, los descartan, pese a que su nivel técnico sí sea bueno. Una vez dentro, su campo de entrenamiento está diseñado concienzudamente para potenciar su modelo. Cuentan con la tecnología más vanguardista para medir, trabajar e incrementar la velocidad. Se cotejan los datos semanalmente de todos sus jugadores y se hace un seguimiento exhaustivo sobre la evolución de los valores. Desde niños se corrigen mediante sesiones de vídeo sus movimientos. No extrañó ver a Joshua Kimmich aguantar una carrera a plena velocidad a Pierre – Emerick Aubameyang el pasado sábado: su pasado en el RB Leipzig asegura que han exprimido su potencial físico hasta el último milímetro. Por supuesto, estando Rangnick detrás, la formación es holística: aspectos como la nutrición, la psicología y los valores sociales ni mucho menos se dejan de lado. Por ejemplo, los chicos no pueden llevar tatuajes por contrato y deben ir al peluquero regularmente, reciben asesoramiento sobre redes sociales, deben comer en grupo, saludar a toda la mesa cuando entran al comedor y deben pagar 50 euros por cada kilo que engorden. Y, pese a ser un plan esencialmente largoplacista, los resultados no tardan en llegar. En el año 2015, las divisiones sub 12, sub 13, sub 14, sub, 17, sub 19 y sub 23 del club se proclamaron campeones de sus respectivas divisiones. El RB Leipzig fue el único equipo de Alemania en el que sus dos primeros filiales disputaron el playoffs por el título nacional. Y 25 jugadores de un club que hace seis años no existía formaban parte de las categorías inferiores de la selección alemana.

De cara a definir por fin su asalto a la tercera división, el RB Leipzig contrata a Alexander Zorniger, un entrenador cuya sensibilidad futbolística se encontraba mucho más cercana a la que Ralf quería dar a su proyecto. Pese a casi no desembolsar dinero en adquirir nuevos jugadores, el conjunto sajón arrasaría ese año. Aunque esa temporada el ascenso se había complicado notablemente por reformas en la estructura de la liga, que añadía un playoff que dificultaba el asunto, el Leipzig lo logra brillantemente. Permanece invicto durante toda la temporada y finiquita su plaza en la 3 división tras un competido playoff ante el Sportfreunde Lotte en el que asisten 30.000 espectadores al partido de ida en el Red Bull Arena, récord absoluto del club hasta ese momento. Leipzig se empezaba a ilusionar.

Tras su entrada en el profesionalismo, el RB Leipzig realiza una inversión sustancial por valor de casi 3 millones de euros. Llegarían once jugadores, entre ellos ilustres comoYoussef Poulsen o Joshua Kimmich, cuya media de edad no llegaba a los 21 años de edad. Y acabarían logrando su segundo ascenso consecutivo con la media de asistencia más alta de la categoría (16.000). El proyecto estaba a un sólo paso de desembarcar en el fútbol de élite. Sin embargo, antes tenían que superar un duro obstáculo: conseguir la licencia necesaria para disputar las dos primeras divisiones del país. La Deutsche Fusball Liga no se lo iba a poner fácil. Tenía detrás la presión de medio país para denegársela.

El elemento central de discusión es la famosa regla del 50 + 1, la ley que siguen denunciando los hinchas de media Alemania que el RB Leipzig no cumple. Esta regla, con el objetivo de evitar una instrumentalización excesiva de los clubes de fútbol, estima que entre todos los inversores externos no pueden poseer más del 49% de las acciones con derecho a voto de un club. Con las excepciones de Leverkusen y Wolfsburgo, donde se considera que la vinculación de Bayer y Volkswagen es probadamente seria y comprometida. Sin embargo, de entrada la DFL no se cierra a dar la licencia al proyecto sajón. La DFL interpreta que en el RB Leipzig no hay un club previo que se pueda instrumentalizar, pues el RB Leipzig es Red Bull: sin la marca, es la nada. Es por eso que le abre las puertas, pero le pone tres duras condiciones que debe cumplir para obtener la licencia: le obliga a cambiar el escudo, que interpretan que es demasiado parecido al de Red Bull, le obliga a facilitar la entrada a nuevos socios (por encima de los 800 euros anuales era la cuota que tenían pagar y el club se reservaba el derecho a aceptarlos o no, hasta el punto de que en el momento del ascenso a la 2.Bundesliga contaba con 9 socios), que son los que a la postre deben elegir la junta directiva y le obliga a que la dirección del club no esté formada mayoritariamente por trabajadores de Red Bull. El RB Leipzig apela la decisión, que entiende como “una decapitación del proyecto” y Mateschitz amenaza con frenar su inversión en el este de Alemania, lo que enciende las alarmas de algunos miembros de la federación que consideran capital que esa parte del país se active. Mas, tras la negativa DFL, el club se acaba comprometiendo a cumplir las exigencias (no sin recurrir legalmente antes), por lo que finalmente le es concedida la licencia.

A la temporada siguiente, tras una inversión en fichajes de más de 23 millones de euros, al RB Leipzig se le resiste su tercer ascenso consecutivo por poco: quedan quintos. Zorniger había dimitido a mediados de temporada cuando, tras una racha que le alejó de los puestos de cabeza, se le comunicó que a partir de la próxima temporada no contarían con él. La buena noticia: el RB Leipzig fue durante la 2014/2015 el segundo club con mayor asistencia de la 2.Bundesliga, con 28.000 aficionados de media, sólo por detrás del Sankt Pauli. La hipótesis inicial de Beckenbauer se cumplía. El este estaba respondiendo.

Para su segunda temporada en la 2. Bundesliga, el club tiene muy claro quién quiere que dirija esta fase del proyecto: Thomas Tuchel. El ahora entrenador del BVB fue jugador del Ulm de Ralf Rangnick, al que considera su mentor, y también trabajó junto a él durante su etapa en el Stuttgart. El RB Leipzig hace todo lo posible por convencerle, pero Tuchel les dice desde un principio que no va a entrenar en la 2. Bundesliga. Su plan A fallaba. Tras la negativa de Sascha Lewandowski, la segunda opción, Rangnick accede a volver a entrenar y se hace cargo del banquillo del club. Paralelamente, finaliza su vinculación con el Red Bull Salzburgo, alegando que con el RB Leipzig tan cerca de la élite y con la posibilidad de que ambos clubes disputen competición internacional a corto plazo podría producirse cierta disfunción de la competición que no era positiva. Del club austriaco aterrizan seis de sus principales estrellas para integrar el ambicioso proyecto del ascenso, lo que provoca que los hinchas del Salzburgo canten “mierda de RB Leipzig” durante sus partidos. Sin embargo, Mateschitz siempre tuvo claro que el equipo fuerte y prioritario era el del Leipzig y que en Salzburgo querían idealmente jugar con un equipo “cuasi sub 21” que sirviera para “desarrollar jugadores formados en las academias propias“. Además del Red Bull Salzburgo, el proyecto cuenta con otro club satélite en Europa, el FC Liefering de la 2ª división austriaca, que ambos utilizan para destinar futbolistas que aún no están preparados para el primer equipo. El RB Leipzig acaba siendo el tercer equipo con más gasto neto de Alemania, sólo por detrás de Bayern Múnich y Borussia Mönchengladbach, rondando los 17 millones de desembolso en fichajes. Entre ellos David Selke, uno de los delanteros más prometedores de Alemania, que por ocho millones se convierte en [b]el traspaso más caro de la historia de la 2.Bundesliga[/b], o Willi Orban, que rechaza ofertas de varios equipos europeos cuando le llama Ralf Rangnick.

Y, tras un inicio titubeante, el RB Leipzig ha alcanzado por fin la velocidad de crucero: está arrasando bajo el mando de Rangnick. Ha ganado 13 de sus últimos 15 partidos, lo que le ha servido para situarse en una posición francamente ventajosa de cara al ascenso, liderando cómodamente la división con 9 puntos de distancia respecto al tercer clasificado a falta de 10 partidos. Su aterrizaje en la Bundesliga es únicamente una mera cuestión de tiempo. Pero el proyecto no frena lo más mínimo. Ya han confirmado que quieren construir un nuevo estadio en Leipzig con capacidad para 80.000 espectadores de cara a conseguir ingresos propios que le permitan cumplir el Financial Fair Play. Rangnick quiere centrarse exclusivamente en su faceta como director deportivo y se habla, además del prometedor Sandro Schwarz, de Lucien Favre, Markus Weinzierl y Markus Gisdol como sus candidatos a sustituirle. Y Sportbild revelaba hace poco que el club sajón era uno de los que está pujando por Leroy Sané (su precio ronda los 60 millones), para acompañar a los ya brutales Emile Forsberg (ojo con este), Yussuf Poulsen o a Marcel Sabitzer en su andadura en la Bundesliga. El monstruo ya está en la puerta de casa. Más vale que lo vayamos conociendo.[/spoiler]

Lo pongo en spoiler porque es bastante largo, pueden leerlo de aca si quieren

http://www.marcadorint.com/bundesliga-2/red-bull-leipzig-proyecto-bundesliga-ralf-rangnick/

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Aguantá vieja. ¿Quién carajo va a leer todo eso?

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Es muy interesante, lees el primer parrafo y no vas a querer dejar de leer la increible historia de ese club y todo el proyecto (y dinero) que tiene detras

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Ya me lo leí todo, no entendí mucho, se me mezclaron los clubes del Este y no terminé cazando cuál estadio y cuál entrenador era de cada uno. Pero el RB Leipzig es el próximo clubcito que gana todo gracias a la guita a lo PSG, City y Barcelona, y este año están en la segunda división a punto de ascender.

Increíble la guita que tienen ciertas multinacionales, ya se gastaron cientos de millones de dólares en un proyecto y piensan meter mucho más… ¿Tan seguros están de recuperar esa plata?

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Resumen nivel 5?

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Un club aleman fundado por Red Bull hace 6 años y que en apenas ese tiempo paso de la 5ta division a la 2.bundesliga y esta a punto de ascender.

Red Bull pone toda la guita y se lleva a los mejores jugadores de las inferiores de los demas equipos y tienen todo un proyecto de formacion de jugadores parecido a La Masia y parece que mal no les va porque salieron campeones en casi todas las divisiones menores y la nota termina diciendo que quieren comprar a un jugador por 60 milones (a eso sumale 8 millones por un tal David Selke y 35 millones de euros en la construccion de una ciudad deportiva) para que te des una idea de la millonada que estan gastando.

Si siguen a este ritmo es solo cuestion de tiempo de verlos jugando la champions y quien te dice…

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Petroeuro wins

Bueno, aquí en baloncesto ya pasa, como en balonmano…es cuestión de tiempo…si hay personas que tienen 70000 millones de euros imaginate que dedican 2000 a un club por capricho…

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Que asco, arruinan el fútbol estas mierdas.

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El resumen pa, el resumen

Lei todo, muy interesante, no tenia ni idea de la existencia de este club

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Son re nazis. Que asco. Daria para jugarles un amistoso y clavarles tres pepas a domicilio a estos putitos.

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Ademas de este equipo ya tienen un equipo en Brasil y el Salzburgo

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no tienen uno tambien en estados unidos??

El ny red bull

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Sana competencia, diría mi amigo el capitalista…
Como me cagué de risa con esto “en el momento del ascenso a la 2.Bundesliga contaba con 9 socios”…jajaa q abusos.
Igual, vamos a ver, a la masia la pintaban como el semillero del fútbol mundial que iba a sacar un messi cada 2 años y hasta el momento poco y nada…

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a todo esto cual fue el último buen jugador que sacó la Masía?

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3 comentarios arriba tuyo

Segun wikipedia

FC Red Bull Salzburg
SSV Markranstädt
ESV Delitzsch
New York Red Bulls
Red Bull Brasil
Red Bull Ghana
RB Leipzig

Todos esos equipos estan relacionados y tienen el mismo dueño (Red Bull) pero en el que ponen toda la guita es en este ultimo

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No creo que esperen recuperar el dinero, al menos no por ingresos al club.

La idea de Red Bull es tener presencia permanente en el ámbito deportivo. Vamos, que es muy caro y dificil conseguir lugares como patrocinador en la Bundesliga y en la Champions, con este proyecto tentativamente ellos podrían tener ambos año con año.

En pocas palabras, publicidad con piernas (como en su tiempo lo fue PSV para Philipps, aunque ya su relación es más una de “club - patrocinador” común y corriente).

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