Rondaba por mi cabeza realizar threads que hablaran sobre los equipos que han engalanado la historia de River gracias a la gloria que nos dieron y al fútbol que jugaron. Este es el primer paso para concretar esa idea. Es un tema donde se recopilarán datos, estadísticas, imágenes y anécdotas, las cuales ustedes pueden aportar, sobre las diferentes épocas que han transcurrido nuestra hermosa institución.
Para el día de hoy, les traigo la década del 30. Momento en el que Carlos Peucelle, primero, y Bernabé Ferreyra, después, visten la camiseta riverplatense. Son los artífices de las primeras conquistas profesionales, marcando un quiebre para que River, considerado el quinto grande en cuanto a número de socios, pase a ser el número uno, popularmente hablando.
Como conclusión, servirá tambien como un humilde homenaje a quienes deberían ser considerados ídolos.
1931
Los Millonarios: el fichaje de Carlos Peucelle
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Antecedentes de 1931
El campeonato de Primera División de 1930 había finalizado en abril del ’31 pero el comienzo del campeonato de ese año tardaría. Es un momento en que tantos futbolistas como dirigentes dirimen cuestiones importantísimas para el futuro del futbol argentino: el pase libre y el profesionalismo.
Si bien ya pagaban primas por partidos jugados a los futbolistas, data desde mediados de la década del ’10, les era dificil explicar a los clubes esos gastos en sus respectivos libros contables. Debido a esta cuestión, anotaban a los futbolistas que cobraban un sueldo como empleados de la institución, aunque jamás asistieron para una tarea como tal. Corrían tiempos de lo que se conoció como Amateurismo Marrón, un amateurismo encubierto en el que se movía muchos billetes.
Sin embargo, los futbolistas alzarían la voz por aquellos años reclamando mejores condiciones contractuales. Lo que se conocía como cláusula candado, ese acuerdo de caballeros por el cual los clubes daban el consentimiento de traspasar un futbolista, dejaba sin opciones de decisión sobre sus carreras. Hubo casos resonantes en el que les era imposible jugar con otra camiseta: Raimundo Orsi casi no juega en la Juventus de Italia porque no podía lograr el pase libre. Recuerden que nuestros futbolistas nacionales habían alcanzado la final de los Juegos Olímpicos de 1928 y del Mundial 1930, junto con los títulos sudamericanos de 1927 y 1929.
Equipo argentino, campeón del Sudamericano 1927
La Argentina consigue la medalla de Plata en los JJOO de París en 1928
1929 es el año en que la Selección consigue el bicampeonato sudamericano
El campeonato mundial estuvo cerca pero Uruguay fue nuevamente el verdugo en 1930
Es entonces que ambas cuestiones fueron solucionadas al mismo tiempo, aunque las conversaciones generales entre los dirigentes de los 38 diferentes clubes que componían la Primera División resultaba imposible en llegar a un acuerdo. Los equipos grandes y poderosos aprovecharon la ocasión de implementar un campeonato reducido, generando la bronca de los equipos denominados chicos.
Como resultado final, encontramos un contexto en el que la gran masa societaria y las boleterías llenas imponen las reglas, y es por eso que el profesionalismo es firmado por equipos como River Plate, Independiente, Boca, Racing, San Lorenzo o Velez. Formaron la Liga Argentina de Football, mientras que la otra parte forma una asociación aun manejada por el régimen amateurista, la Asociación Argentina Amateur de Football. Claramente, no iban a durar mucho y varios de esos equipos desaparecerían o se alejaban del futbol.
Enfocándonos al tema de transferencias de jugadores hallamos que la cláusula candado funcionaría solo para equipos de una misma asociación, y es así que los grandes aprovecharían de una fuerte economía y, prácticamente, comprarían futbolistas pertenecientes al AAAF sin necesidad de hablar con su club de origen. El pase libre aun estaría en discusión pero el campeonato estaba a punto de empezar.
Carlos Peucelle, el Barullo
‘‘En el fútbol hoy sobran los héroes, antes sobraban los ídolos.’’
El barrio de Barracas lo vió nacer el 13 de septiembre de 1908, lo acogió y pasó su niñez allí. De pequeño se alistó a las filas del C.D. Anchorena para luego pasar un tiempo en las inferiores de Boca, tenía entonces 16 años de edad. El destino, prefiero llamarlo fortuna, quiso que dejara la institución de la ribera por problemas burocráticos en los años 20. Empezó siendo wing derecho, luego fue corriéndose más al medio mientras sumaba experiencia y años. Tácticamente era muy inteligente.
Contaba con una buena resistencia física, ventaja que le sirvió para jugar en dos clubes al mismo tiempo, de diferentes asociaciones: San Telmo y Sportivo Barracas. Estos equipos jugaban en distintos horarios, por lo que el Ñato –por su nariz- aprovechaba para vestir ambas casacas. Cabe destacar que es en el equipo de su barrio donde debuta en la Primera División. La Selección Nacional empezaba a posar los ojos en él.
Ya para 1927, llegaba a Sportivo Buenos Aires, un club humilde de la ciudad y del campeonato. El mejor campeonato que realizó durante su estadía sería en 1930, quedando en el undécimo puesto. Mucho para un club de esa envergadura y teniendo en cuenta que participaban 35 equipos. Por causa de estas actuaciones, lo llamaron de la Selección y jugó el Sudamericano de 1927 en Perú. Abrió el marcador ante el equipo local en el debut (3-0) y más tarde se consagraría campeón. Un año despues, en el 1er Mundial de la historia jugadas en tierras uruguayas, aportaría dos goles frente a los Estados Unidos en semis (6-1) y clavaría el primero en la derrota ante Uruguay en la final (2-4). Es el primer argentino en marcar en una final.
Carlos Peucelle con la camiseta de Sportivo Buenos Aires
En su estadía por Uruguay, pleno Mundial de Futbol
Peucelle integrando la delantera titular de la Selección en el '30 (primero desde la izquierda)
Resultaba una obviedad que equipos más poderosos lo querían en sus plantillas. Tras 31 goles en 107 partidos, estaba listo para abandonar Sportivo Buenos Aires. Varios lo tentaron a este futbolista que manejaba los hilos del juego como los que saben, con una técnica un poco ortodoxa –por algo lo llamaba Barullo, pues mareaba a sus rivales- y una inteligencia inusual. Encima ganaría en el campo del liderazgo, factor clave para equipos campeones. El presidente de River en ese momento, Antonio Bacigaluppi no dudó en llevárselo.
No obstante, nadie dijo que sería sencillo contratarlo. Para que no sucedan contratiempos con la competencia, la dirigencia resolvió pagar 10.000 pesos por Carlos Peucelle. Una verdadera locura. En los fichajes de futbolistas, entonces, se hablaba con su club de origen sin dinero de por medio, pero este delantero los valía. Cuentan, además, que donó 3.000 pesos a Sportivo Buenos Aires una vez firmado su contrato con River. A partir de entonces, al conjunto riverplatense lo llamarían el Millonario debido a la inversión realizada.
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Un verdadero animal de nuestra historia. Maestro de inferiores y genio del futbol. Un adelantado a su época.[/SPOILER]
Campeonato de 1931: Mucha Irregularidad
Debido a la formación de una nueva asociación, esta vez profesional, el número de jugadores que tendría la plantilla con respecto a 1930 serían bastantes.
En la portería el titular era José Iribarren, quien llegó al club en 1926. Le pelearía en el puesto un canterano subido especialmente ese año: Juan Poggi.
Refiriéndonos a la defensa, tiene que quedar claro que el zaguero zurdo era Juan Carlos Iribarren –hermano del arquero-, un emblema del final del amateurismo y comienzo del profesionalismo, incluso llegó a ser capitán. El compañero de zaga era José Belvidares, quien surgió de las divisiones inferiores junto a Joaquín Bezos, otro central que rotaba en algunos partidos.
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Los hermanos Iribarren en 1931[/SPOILER]
Muchos juveniles debutarían en 1927, y dos de ellos jugaban en la mitad de la cancha como titulares: Esteban Malazzo y Camilo Bonelli, ambos jugaban como escuderos del centrojás. El primero jugó casi toda la década del ’30 y despues iría al Fluminense, mientras que el segundo vestiría la camiseta de Boca en 1934 pero se excusaría: ‘’ ¿Qué quieren que haga? Tengo que comer’’. A quien acompañarían en el medio fue a Manuel Dañil, centrehalf de Tigre en el amateurismo.
La delantera es la zona donde más se reforzó. Apenas Vicente Locasso, Antonio Ganduglia y Atilio Granara Costa, de los que jugaron en 1930, disputarían algunos partidos en 1931. River contrató a Emilio Castro desde Banfield (54 goles en 100 partidos), al uruguayo zurdo Pedro Lago de Bella Vista y al mencionado Carlos Peucelle de Sportivo Buenos Aires, entre las incorporaciones importantes. Subió desde las divisiones inferiores a Ricardo Zatelli.
El 31 de mayo de ese año, River visita a Atlanta por la 1º fecha y con el siguiente equipo: Jorge Iribarren; José Belvidares, Juan Carlos Iribarren; Esteban Malazzo, Manuel Dañil, Raúl Cecarelli; Francisco Gondar, Mario Celio Artel, Antonio Ganduglia, Vicente Locasso, Camilo Méndez. Llegado a los 18 minutos del segundo tiempo, Vicente Locasso puso las cosas 1-0 y fue el primer jugador en convertir para River en el profesionalismo. Siete días más tarde, Los Profesores de Estudiantes de La Plata, últimos subcampeones del futbol argentino, alienando a su delantera histórica: Lauri, Scopelli, Zozaya, Ferreira y Guaita, caerían en un entretenido partido (2-1) a cinco minutos del final.
Curiosamente, River cortaría una racha de 4 victorias consecutivas el mismo día en que debuta Peucelle. Es que Emilio Sampayo, delantero de Chacarita, tendría una inspirada tarde y marcaría un triplete para la victoria de su equipo (3-2). Barullo igual aportaría el gol del empate parcial y asistía para la victoria parcial que no alcanzó. La forma no caía pues, en La Plata, Peucelle de cabeza le daba el triunfo por la mínima al Millonario.
Desde ese punto del campeonato, cosecharían cinco victorias en diez fechas: 1-0 a Independiente, 3-0 a Tigre, 3-2 a Velez Sarsfield, 4-3 a Argentinos Juniors y 4-0 a Lanús. Despuntaría Emilio Castro gracias a sus 7 goles en 6 partidos jugados. Aun así, River era irregular en su juego y aún estaba lejos de la pelea por el título. Sin embargo, el Superclásico estaba cerca y era una oportunidad importante de recortarle puntos al puntero y último campeón, justamente, Boca Juniors.
Existía una tensión en la previa que presagiaba los acontecimientos que correrían esa tarde. Había espectadores que se acercaron al estadio ubicado en Brandsen y Del Crucero, casa de Boca entonces, desde las 10 de la mañana. Al partido de reserva lo tuvieron que suspender por las agresiones entre futbolistas, por lo que tuvieron que adelantar el encuentro de los mayores. Esa tarde la visita formó con la siguiente alineación: Jorge Iribarren; José Belvidares, Juan Carlos Iribarren; Esteban Malazzo, Manuel Dañil, Camilo Bonelli; Carlos Peucelle, Pedro Marassi, Emilio Castro, Pedro Lago y Camilo Méndez. Boca le llevaba cuatro puntos de ventaja a River.
Cuando el reloj marcó los 16 minutos de la primera parte, Carlos Peucelle, la compra rutilante del año, demostró porque pagaron tanto por él y anotó el gol para su equipo. Los riverplatenses empezaron a aguantar las embestidas locales hasta el minuto 28, punto de quiebre del partido. Francisco Varallo elude al último hombre y queda mano a mano con Iribarren, quien lo derriba y le comete penal. Los futbolistas de River discutirían la decisión a pesar de que no sirve de nada. La bomba de tiempo está a punto de estallar.
El mismo Varallo es el encargado de ejecutar la pena máxima. El portero Iribarren logra tapar brillantemente pero deja el rebote, el cual es tomado nuevamente por Varallo y, una vez más tapado por Iribarren. La jugada prosigue con el arquero reteniendo la pelota y Varallo aun así patea para el gol de Boca. River explota, protesta y pide que anulen la jugada. El árbitro hace caso omiso: expulsa a tres futbolistas por supuestas agresiones a su persona: Bonelli, Belvidares y Lago. El capitán, Juan Carlos Iribarren, pide retirar el equipo ante tamaña injusticia. Suspenden el partido, los aficionados se ven decepcionados por este burdo entretenimiento y comienzas las trifulcas en las tribunas y fuera de ella. Hasta hubo corridas por parte de los policías por los disturbios. Ese lunes, a Boca le dan los puntos. Polémico.
Esa decisión molestaría a River, quien iniciaba la segunda rueda bastante lejos de sus eternos rivales, a la postre futuro campeón. Sólo una gran victoria, la segunda consecutiva, ante Los Profesores pondría un poco de color a la parte final del campeonato. Fue una entretenida victoria por 3-2, con tripleta de Emilio Castro, que se transformaría en el goleador del Millonario en el campeonato. Ya en la última fecha, jugada el 6 de enero de 1932, River recibía a un Boca consagrado que lo derrotaría claramente (3-0), exhibiendo su condición de campeón recién estrenado. Pero la revancha no tardaría en venir.
Formación base: José Iribarren; José Belvidares, Juan Carlos Iribarren; Esteban Malazzo, Manuel Dañil y Camilo Bonelli; Carlos Peucelle, Pedro Marassi, Emilio Castro, Pedro Lago y Camilo Méndez
Campaña de 1931:
Campeonato de Primera División
4º Posición
34 Partidos Jugados
19 Partidos Ganados
6 Partidos Empatados
9 Partidos Perdidos
63 Goles a Favor
39 Goles en Contra
24 Diferencia de Gol
31/05/1931 - Atlanta 1-0 | Locasso.
04/06/1931 - Estudiantes (LP) 2-1 | Ganduglia (2) // Guaita.
07/06/1931 - Talleres (RdE) 3-1 | Rival, Gondar, Marassi // Lammana.
14/06/1931 - San Lorenzo 2-0 | Rival (2).
21/06/1931 - Chacarita Jrs. 2-3 | Peucelle, Marassi// Sampayo (3)
05/07/1931 - Gimnasia (LP) 1-0 | Peucelle
09/07/1931 - Quilmes 1-2 | Peucelle // Arrillaga, Ravello
12/07/1931 - Ferro C.O 0-0
19/07/1931 - Independiente 1-0 | Marassi.
26/07/1931 - Platense 1-2 | Ganduglia // Beristain, Ferrara.
02/08/1931 - Tigre 3-0 | Méndez, Marassi, Castro.
09/08/1931 - Vélez Sarsfield 3-2 | Castro (2), Peucelle // Garbini, Lupo.
16/08/1931 - Racing Club 1-1 | Marassi // Fassora.
30/08/1931 - Argentinos Jrs 4-3 | Marassi, Lago, Castro (2) // Gatti, Rodriguez, Ruffo
05/09/1931 - Huracán 1-1 | Lago // Onzari.
13/09/1931 - Lanús 4-0 | Peucelle, Lago, Castro (2).
20/09/1931 - Boca Jrs. 1-1* | Peucelle // Varallo.
27/09/1931 - Atlanta 1-0 | Castro.
04/10/1931 - Estudiantes (LP) 3-2 | Castro (3) // Uslenghi, Zozaya.
11/10/1931 - Talleres (RdE) 1-1 | Lago // Cilento.
18/10/1931 - San Lorenzo 0-0.
25/10/1931 - Chacarita Jrs. 0-1 | Díaz.
01/11/1931 - Gimnasia (LP) 4-1 | Marassi, Peucelle, Lago (2)// Naón.
11/11/1931 - Quilmes 0-1 | Ravello.
15/11/1931 - Ferro C.O. 2-0 | Lago, Peucelle.
22/11/1931 - Independiente 1-2 | Lago // Porta, Betinotti.
29/11/1931 - Platense 2-5 | Peucelle, Castro // Sánchez (3), Ferrara, Landolfi.
06/12/1931 - Tigre 5-2 | Castro (3), Marassi, Granara Costa // Perez, Cuello.
08/12/1931 - Vélez Sarsfield 5-1 | Granara Costa (3), Marassi, Castro// Quiroga.
13/12/1931 - Racing 1-1 | González (EC) // Mellone.
20/12/1931 - Argentinos Jrs. 4-2 | Marassi, Granara Costa, Castro, Lagos // Vassini, Bongiovani
27/12/1931 - Huracán 3-1 | Marassi, Artel, Peucelle // De los Santos
03/01/1932 - Lanús 1-0 | Zatelli.
06/01/1932 - Boca Jrs. 0-3 | Varallo, Alberino, Muttis.
Goleadores
Campeonato de Primera División
Emilio Castro – 16 goles
Pedro Marassi – 12 goles
Carlos Peucelle – 10 goles
Anual
Emilio Castro terminó con un gran promedio: 16 goles en 18 partidos. Increíblemente, sólo vestiría la camiseta tricolor de River durante ese único año.
Los que lo siguieron fueron: Pedro Marassi, al año siguiente iría a Boca, con 12 goles y Carlos Peucelle con 10 dianas. [/SPOILER]
Convocatorias internacionales
19/04/1931| Amistoso
Paraguay 0-1 Argentina | Peucelle (1 gol), Emilio Castro y Mario Artel
09/07/1931| Copa Rosa Chevallier Boutell
Argentina 3-1 Paraguay | Emilio Castro (2 goles)
18/09/1931| Amistoso
Paraguay 0-1 Argentina | Peucelle, Emilio Castro y Mario Artel
22/09/1931| Amistoso
Paraguay 1-5 Argentina | Peucelle (1 gol), Emilio Castro (2 goles) y Mario Artel
25/09/1931| Amistoso
Paraguay 1-1 Argentina | Peucelle, Emilio Castro (1 gol) y Mario Artel
Surge la Fiera: Bernabé Ferreyra, el Mortero de Rufino
-
Así que, usted es la Fiera.
- No, maestro. La Fiera es usted cuando canta.El 12 de febrero de 1909 es un día especial para el andar de la historia riverplatense, porque hablamos de un prócer que cambio para siempre la reputación de la institución, y surgiría de un pequeño pueblo santafesino llamado Rufino. Lo apodaban el Ñato, y aprendió a jugar al futbol, y a patear más que nada, peloteando frente a una pared.
El futbol llamaba a su puerta, Jorge Newbery fue el equipo que lo vió nacer y salir campeón con apenas 18 años en 1925, la liga rufinense quedaba en sus manos y él anotó 26 goles para lograr el cometido. Ya los diarios de la zona lo apodaban Balazo o Pibe cañonazo, debido a la violencia y a la potencia que llevaban sus disparos.
Armó las valijas y recaló en Junín con su hermano Paulino para trabajar en el ferrocarril, aunque se inscribió en Buenos Aires al Pacífico de la liga juninense. Laburaba entre semana, jugaba al futbol los fines. Hacía once años que la liga juninense le era esquiva a BAP, hasta que en 1927 vuelven a ganarlo de la mano del rufinense, goleador y figura. Permanecería allí hasta 1929, año en que Tigre lo observó y lo fichó, así llegaba a la Primera División.
Costó adaptarse, firmó un contrato encubierto y organizaron un amistoso porque no confiaban mucho en futbolistas del interior. La rompió. Luego, entro en crisis y quiso largar todo pero Paulino lo convenció y volvió. Y volvió a romperla. Huracán y Velez lo pidieron para hacer giras. En Huracán convirtió 13 goles en 8 cotejos. En Velez tuvo la posibilidad de visitar Chile, Perú, Cuba, México y Estados Unidos.
La tarde de consagración ocurriría en el campeonato del 31, donde Tigre perdía 2-0 frente a San Lorenzo en condición de local. Faltaban menos de 10 minutos cuando, con tres certeros zapatazos, el [i]Mortero de Rufino[/i], otro de los tantos sobrenombres, da vuelta el match y logra la victoria. Casi 5 millones de personas dijeron estar en la cancha ese día en una jornada donde registra apenas 4500 espectadores. La oferta de River era inminente.
Al principio ofertaron 25.000 por el pase, peor Tigre necesitaba la plata y pidió 10.000 más. River quedó en esa cifra, Tigre lo pensaría, al fin y al cabo, era mejor que darlo gratis. Cuando se dio cuenta, River había puesto lo que pedía y arregló con el jugador en un cine de Victoria. Entre la transferencia y el contrato, por el jugador depositaron 50.000 pesos. En ese entonces, nunca habían pagado tanto por un jugador en la historia del futbol mundial.
Iba a ponerse la Banda Roja el rufinense de los goles en cantidad e importantes: Bernabé Ferreyra.
El Campeonato del 32: La Revolución
Los dirigentes siguieron nutriendo al plantel de flamantes incorporaciones. Traído desde el Club Comunicaciones, las condiciones atléticas de Sebastián Santos Sirni asombraban tanto como sus 164 centímetros de altura. Y es que para un arquero es muy bajo. Lo supliría con un corazón y una valentía inmensa, hasta el punto de que en sus casi diez años en el club siempre jugaba los partidos importantes y los ganaba. Este era su temporada debut. Angel Bossio, de Talleres de Remedios de Escalada y arquero titular en el Mundial del 30, llegaría para pelear por el puesto.
Reforzaron la zona defensiva con la compra a Atlanta y a Tigre, respectivamente, por Roberto Basílico y Alberto Cuello (18.000 pesos). Necesitaban un centrojás y Platense poseía a Carlos Santamaría, por quien recibieron una oferta de 15.000 pesos y aceptaron de inmediato. La medula completaba su rompecabezas con Dañil-Santamaría y Malazzo (promovido desde las inferiores).
Los delanteros Juan Carlos Arrilaga, de Quilmes (22.000 pesos), Oscar Sciarra, de ferro, y Nazareno Luna, llegado desde Rosario, acompañarían a la dupla titular y carta más importante del equipo: Peucelle-Ferreyra.
El día en que volvía la camiseta Banda Roja, dejando la tricolor, River entró a un estadio como pocas veces estuvo: a reventar. El estadio de Alvear y Tagle colmó sus tribunas en el partido ante Chacarita por la 1º fecha. Bernabé no defraudó y anotó dos goles para la victoria por 3-1.
Las victorias se cortarían en la fecha 9, en el empate frente a Velez, pero Ferreyra seguía con su bagaje goleador hasta la fecha 13. El Diario Crítica envío un premio al arquero de Huracán, De Nicola, por ser el primer arquero del campeonato invicto ante la Fiera.
Un River puntero era perseguido por ambos equipos de Avellaneda, Independiente y Racing, y visitaba el estadio de este último. La Academia se encontraba a dos puntos, mientras que el Rojo se ubicaba a cuatro. Si ganaba compartía la punta. Bernabé no lo quiso y, a siete minutos del final, sacó un fierrazo para convertir al arquero Bottaso. Triunfo por la mínima. Luego, tropezarían en el Superclásico como local, salvando el día una vez más Ferreyra para el empate 1-1. Otra vez tocaba visitar Avellaneda, la Doble Visera para ser exactos, la casa de Independiente. Los Rojos no tuvieron piedad y demolieron a River 6-1. El campeonato se puso apasionante en la recta final.
Mermarían el rendimiento durante la segunda rueda, quedando terceros detrás de los de Avellaneda. Hubo partidos entretenidos como el 3-3 ante el Estudiantes de Los Profesores. Debutaría Aaron Wergifker de 17 años de edad, promovido de la cantera y rueda de auxilio del mediocampo.
Asomaba Racing, esta vez como visitante, y fue un deja vú de lo ocurrido en los aposentos de la Academia. Tribunas repletas y un resultado ajustado. Mismo autor: Bernabé Ferreyra. El Superclásico quedó para los bosteros, quienes ganaron 2-1 como local, gracias a Delfín Benítez Cáceres. El campeonato tenía a Independiente como único puntero y a Racing y River con los mismos puntos y tres puntos menos que el Rojo.
Quedaba el mano a mano ante Independiente en Alvear y Tagle. Venían con la delantera diezmada, Ravaschino y Seoane no pudieron formar parte del partido. Aun así, si ganaban esa tarde, serían campeones del futbol argentino. River les pagó con la misma moneda y los venció por 6-1. Incluso Racing perdió con Boca y quedó sin chances, a solo una jornada de que finalice el campeonato.
Había que trasladarse a Boedo, San Lorenzo esperaba en su estadio y, en Avellaneda, se jugaba el Clásico entre académicos y diablos. Requerían que Racing venciera y River ganara para salir campeón o empatara para forzar un desempate. Un gol tempranero sentenció las acciones en Avellaneda y River sufrió para empatar 1-1, pero el gol de Zatelli dio tranquilidad. Forzaron el desempate para conquistar el título que se les negaba desde 1920.
El Gasómetro, estadio de San Lorenzo, sería el escenario del 20 de noviembre. River formó de la siguiente manera: Sebastián Sirni; Roberto Basílico, Alberto Cuello; Carlos Santamaría, Manuel Dañil y Esteban Malazzo; Ricardo Zatelli, Pedro Lago, Bernabé Ferreyra, Carlos Desiderio Peucelle y Nazareno Luna. Bastaron solo 45 minutos para liquidar el pleito por 3-0, debido a las conquistas de Ferreyra, Peucelle y Ricardo Zatelli.
Los aplausos bajaron de los palcos mientras los futbolistas daban la vuelta olímpica. River era el nuevo campeón del futbol argentino y una dinastía estaba a punto de nacer.
La Copa Competencia de 1932:
Al mismo tiempo en el que se disputaba el Campeonato de Primera División, los mismos equipos jugaban la Copa Competencia. Y River iniciaba el andar en Octavos de Final frente a Racing, ganando por la mínima y metiéndose en otra instancia.
Estaba peleando por no descender a esa altura Atlanta, rival de los cuartos de final, quien no hizo fuerza para que River avance a las semifinales por un 4-1. Ya era campeón de Primera, pero River quería el doblete. El 27 de noviembre, en cancha de Boca, Lanús y River empataban sin goles. Tres días más tarde, en campo de Huracán, sin Bernabé en la cancha, River sacó un partido increíble cuando iba dos goles abajo. Terminó imponiéndose por 4-3, doblete de Zatelli incluido y hombre importante de la recta final.
La final la disputaron River y Estudiantes de La Plata el 4 de diciembre, en cancha de San Lorenzo. Los Profesores querían ganar un título pero tenían al gran Bernabé enfrente. Peucelle puso el 1-0, Guaita empata el marcador y Ferreyra pone un doblete para el 3-1 final para que River cierre un año mágico. El año en que rompe con el maleficio de no salir campeón. El año en que Ferreyra anota 44 goles en una temporada. El año en que River genera una revolución en las tribunas, sumando socios e hinchas.
Campaña de 1932:
River jugó 35 partidos por el torneo de Primera División: 34 de liga + 1 de desempate. Cosechó 23 victorias, 6 empates y 6 derrotas. Marcando en la portería contraria 84 goles y encajando 43 goles en la suya. Obviamente, el goleador de la campaña fue Bernabé Ferreyra con la increible conquista de 44 goles, más de la mitad de todo el equipo y sacandole casi el doble a su perseguidor en la tabla de artilleros.
Por Copa Competencia jugó 5 partidos, logrando 4 victorias y un empate, por lo que terminó como campeón invicto. Convirtió 12 goles y concedió 5. El goleador fue nuevamente Bernabé con 3 dianas, seguido de Pedro Lago, Carlos Peucelle y Ricardo Zatelli con dos tantos cada uno.
En general, Bernabé Ferreyra finaliza el año con 47 goles.
Dos títulos obtenidos: Primera División 1932 - Copa Competencia 1932
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Cuentan que fueron grandes amigos.[/SPOILER]