De Gorila antes que planero: HERMOSO.
Te vas. Pensé que este día nunca llegaría. Todavía tengo en mi retina tu cara diciéndonos “vamos por todo”. Todavía siento el escalofrío cuando te escuché decir “sólo hay que tenerle miedo a dios, y a mi un poquito”; o el famoso “si fuera una genia haría desaparecer a varios”. Todavía se me pianta una carcajada cuando recuerdo que pensabas que la fórmula del agua era “Hache Dos Cero”, o que la diabetes es una enfermedad de los ricos. Todavía se me pianta un lagrimón cuando recuerdo como te reiste de los 52 muertos en la tragedia de Once con la infame frase “apúrense, si no viene la otra formación y nos lleva puestos”. Anécdotas.
Te vas. Te vas con una plaza llena de banderas de organizaciones adictas a El Estado. Te vas con una plaza con más micros que gente. Te vas llena de joyas, millones de euros, mansiones, hoteles y departamentos. Te vas con más de 700 causas judiciales, muchas bastante avanzadas. Te vas con 100 custodios que te vamos a pagar todos. Te vas, Cristina. Te vas y te llevas mucho, pero dejás mucho también.
Dejás a las instituciones democráticas republicanas destruidas. Dejás un índice de estadísticas que es una vergüenza nacional. Dejás un Banco Central pelado. Dejás más de 13 millones de pobres. Dejás más de 20% de inflación. Dejás 52 muertos por la corrupción Estado/Privados entre Néstor, Jaime y los Cirigliano. Dejás más de 80 muertos por inundaciones y falta de obras. Dejás más de 3000 asesinados por gatillo fácil, torturados en centros de detención en todas tus provincias feudales. Dejás 21 muertos en protestas sociales, entre los que están Mariano Ferreyra y Ángel Verón. Dejás 70 desaparecidos en democracia, entre los que están Julio Lopéz y Luciano Arruga. Dejás una sociedad dividida. Dejás un ejército de jóvenes de enorme corazón fanatizados con un relato maquiavélico que tiene más que ver con la propaganda goebbeliana que con la realidad. Dejás innumerables cartitas de facebook, tuits y declaraciones que dan vergüenza ajena. Dejás organismos de derechos humanos cuestionados por tu obsesión con apropiarte y manchar banderas que son de todos y que nunca te importaron hasta que te convinieron. Dejás al fiscal que tu esposo designó para que investigue el atentado a la AMIA, asesinado, a 4 días de denunciarte, en medio de una zona liberada, y con irregularidades en la investigación. Dejás en ruinas la dignidad de los legisladores que tan obedientemente te dijeron que sí a todo, porque el que habla es un traidor, el que critica es un enemigo, el que opina diferente es antipatria. Dejás “obediencia debida”. Por suerte ésta última no va a durar mucho. También dejás el poder, y estás tan obsesionada con el poder que es lo único que sos. Es lo único que te define. Dejás el poder y dejas de existir.
También dejás Aerolineas Argentinas en manos de El Estado. Pero esa misma Aerolínea le pagó 35.000 habitaciones que nunca usó a tus hoteles en El Calafate. Dejás YPF en manos de El Estado (despues de haberla privatizado), pero la nafta no para de subir y le vendés la patagonia a Chevron. Dejás “la lucha contra las corporaciones”, pero cenás con Chevron, Monsanto y la Barrick Gold. También dejás a la Anses en mano de El Estado, pero con la plata de los jubilados financiaste el Fútbol para Todos y todas tus campañas. Hasta intentaste vaciarla con un decretazo, frenado por los mismos jubilados a través de un recurso de amparo. Dejás la Asignación Universal por Hijo, pero dejas afuera millones de hijos de monotributistas, la dejás con debilidad de decreto, y la financiás con plata de la Anses. Dejás el Futbol para Todos, pero con pérdidas exorbitantes por no vender publicidad oficial y utilizarlo como herramienta de propaganda. Plata que podría haberse usado para construir colegios, comedores, viviendas y hospitales. Dejás un país “desendeudado”, pero en default. Dejás testimonios de tu adhesión a #NiUnaMenos pero no reglamentas la ley de violencia de género. Dejás abajo el cuadro de Videla, pero dejás colgado el cuadro de Milani. Dejás barrasbravas, dejás inseguridad, dejás pibes a merced del paco, de los narcotraficantes. Dejás inseguridad jurídica. Dejás un pésima imagen del país en el mundo.
Andate, pero no te vayas muy lejos. Todavía hay muchas cosas que tenés que explicarnos, a vos que siempre te gustó enseñarnos e instruirnos. Va a llegar el tiempo en el que La Patria, Dios, y La Justicia demanden esas explicaciones. Gracias por mostrarnos la necesidad de una nueva forma de hacer política, que reciclar lo viejo en la política no sirve. Vimos al kirchnerismo convertise en menemismo; y vamos a ver al kirchnerismo desaparecer, o mutar de nuevo; pero nunca vamos a olvidar el peligro del Populismo Mafiocrático. En el 83’ los argentinos tuvimos el coraje de vencer el miedo y terminar con un siglo de golpes de Estado. Estoy casi seguro que la historia juzgará al 2015 como el año en el que los argentinos volvimos a perder el miedo y empezamos a condenar la corrupción, la inoperancia y la falta de gestión. El año en el que le arrebatamos democráticamente El Estado a una asociación ilícita, al crimen organizado, a un grupo de señores feudales, ladrones, corruptos y asesinos. La historia juzgará esta época como el momento en el que recuperamos la democracia y la república. Y vos, Cristina, serás recordada como el mayor obstáculo que tuvimos para lograrlo.
Dije muchas cosas y aún así me quedaron muchas por decir. Seguro habrá tiempo, porque esto recién empieza, así que termino con lo que más importa. Te vas. Te vas de la misma forma en la que gobernaste, intentando dar lástima, intentando asustar, paranoica, confrontativa, rozando lo perverso, mezquina, mentirosa, corrupta y por la puerta chica; pero te vas