Errores propios
Publicado por Gerardo Fernández
La gran pregunta es si el resultado de las PASO expresa un “hasta acá llegamos” de la sociedad o es un duro castigo a errores del kirchnerismo. El discurso de Sergio Massa de anoche ratificó los ejes que desarrolló en la campaña, que no son otra cosa que un retorno a los grandes trazos de los noventa pero con mayor control de daños ¿Es eso lo que busca la sociedad argentina luego de 10 años de kirchnerismo? ¿Hay cansancio por la confrontación o hartazgo por una militancia de la confrontación transformada en pose?
Hay datos de la realidad que innegablemente pesan a la hora de evaluar el resultado: El siniestro de Once y el martirio cotidiano de viajar en tren significa una sangría de votos de un tamaño incalculable; la política contra el dólar y luego su corrección sui generis vía el blanqueo también suma en contra y mucho. Ferrocarriles y dólar sintetizan dos fuentes de enemistad con anchas franjas de la sociedad que este domingo fueron debidamente facturadas, pero el problema de fondo está en la pregunta que abre este post, porque si la respondemos bien encontraremos una lógica en tanto que si nos quedamos en una respuesta que por ahí nos calme y nos de algo de paz, en términos del diagnóstico nos hará más daño puesto que nada es peor que leer equivocadamente una derrota.
Si pensamos que la sociedad dijo “hasta acá” vamos a tener problemas en comprender cómo dos años atrás nos dio con el 55 % de los votos la mayoría absoluta. Me inclino por suponer que el 55 % terminó siendo un tanto contraproducente porque nos metió en una “nube de pedo” en la que no habríamos entrado si, ponele, hubiéramos obtenido el 45 %. Creo que el mensaje de 2011 fue “en vistas del desastre que fue el Grupo A y que para gobernar se necesita la mayoría, te la doy para que gestiones sin obstáculos y quiero ver qué haces”. Creo también que el accionar del oficialismo no estuvo a la altura de lo que se esperaba. Además del desastre ferroviario, consecuencia de años de malos manejos, se sumaron fricciones como las que hubo con Daniel Scioli, traducidas en falta de asistencia económica que impactaron pésimamente en el pueblo de la provincia por la sencilla razón de que la gente corta ancho y siempre vio al gobernador y la presidenta del mismo lado del mostrador, entonces no se explicaba cómo un trabajador tenía que cobrar más tarde el aguinaldo por peleas entre ellos.
La pelea contra el dólar también resultó letal y el blanqueo vino a sincerar que algo había salido mal. Entendámonos: si no peleamos contra la cultura del dólar estamos fritos porque no hay país que se pueda edificar si cada uno al que le sobran dos mangos va a comprar dólares, eso es muy claro. Entonces: hay que dar esa pelea, pero con un diagnóstico muy bien elaborado, porque es una contienda de largo alcance y te ponés de punta a un entramado de cultura y negocios fabuloso en una puja que no se resuelve en un par de meses.
Por eso es que a la la hora de responder la pregunta del comienzo me inclino sin ninguna duda porque el resultado de las PASO es un pase de factura por los errores y no un “hasta acá llegamos”. Si bien es cierto que el kirchnerismo es lo más avanzado que la sociedad argentina pudo darse en esta década, no lo es que ahora esa misma sociedad esté poniendo el freno. Me niego a esa hipótesis porque la presiento como una lavada de manos. No me cabe duda que la sociedad banca la recuperación de YPF como tampoco dudo de que apoye la de Aerolíneas, a pesar de la campaña de difamación de que es objeto. No me cabe duda que la sociedad sigue apoyando una serie de leyes estructurales que nos hicieron avanzar y mucho. Eso sigue teniendo acompañamiento. Lo que por ahí no tiene tanto acompañamiento es la apertura semanal de hipótesis de conflicto y cierta displicencia en temas que debieron haber sido atendidos en su momento como el descuento de Ganancias a los trabajadores. Habrá que entrarle ahora, nunca es tarde, pero no debimos esperar a que el massismo no corra con un proyecto para ponernos las pilas.
Pero ojo que esto también es resultado de que cuando muchos cayeron en la cuenta del 55 % se querían matar y salieron con todo a esmerilar al gobierno temiendo lo peor. Bueno, al fin y al cabo esto es política ¿no? ¿Qué podíamos esperar? ¿Que se quedaran cruzados de brazos viendo cómo nos los llevábamos puestos?
El problema no es el pueblo, el problema no es que la gente haya dicho “hasta acá llegamos”. El problema es que se percibieron errores y votaron en consecuencia e incluso no podemos dejar de contemplar la hipótesis de que hayan utilizado las PASO para dar el tirón de orejas porque al fin y al cabo, esta elección no es por los porotos.
Lo más grave, empero, es que los errores del kirchnerismo pudieran habilitar el regreso de los grandes lineamientos de los noventa que son la savia del proyecto económico del massimo. Esto es central y estratégico. Porque con Massa no viene un kirchnerismo prolijo y eficiente, con Massa vuelve Menem, a ver si nos entendemos. El Frente Renovador no viene a hacer bien lo que el kirchnerismo hizo mal, no. El FR viene a reinstalar los grandes trazos del modelo neoliberal y lo va a hacer si no tenemos la capacidad de demostrarle a la sociedad qué es lo que está en disputa. Si no corregimos le serviremos en bandeja la coartada a ese retorno. Y ojo que esto no es para octubre, esto es para 2015. Tenemos 2 años y medio de control del parlamento como para garantizarnos un blindaje y poder gestionar en el sentido de soldar todos aquellos factores que elevaron el piso de modo tal que no les resulte fácil petardearlo.
Hay que mirar más para afuera que para adentro y hay que recordar que cuando perdimos sacamos lo mejor de nosotros y que el mejor kirchnerismo fue el que se levantó de la traición de Cobos y la derrota del 2009.
Nada está perdido. Pensemos ¿Acaso no era ésta la ocasión perfecta para el tirón de orejas? ¿Qué tiene más a mano el tipo que nos acompañó en 2007 y 2011 pero ahora está a las puteadas si no son las PASO donde no están los puntos en juego?
¡Las usaron y en buena hora!
Hay una ley vital, revolucionaria, que la propusimos nosotros y fue aprobada por unanimidad, hablo de la ley del trabajo doméstico. Si fuimos capaces de lograr unanimidad para una ley tan entrañable y tan revolucionaria, es señal de que también se pueden obtener otras tantas leyes sin necesidad de imponer mayoría porque si cuando tenés posibilidad de sumar a otros bloques terminás usando la mayoría (que es legítima) vas a ganar la votación, pero vas a tener filtraciones precisamente en términos de legitimidad.
El gobierno tiene en sus manos las herramientas para corregir el rumbo y el kirchnerismo como fuerza política y como cultura tiene mucho que darle al pueblo argentino. Este pueblo que así como nos premió cuando hicimos las cosas bien nos fajó cuando metimos la pata. Si entendemos que las causas del resultado de ayer hay que buscarlas en nuestros errores y no en que la gente haya dicho “hasta acá llegamos”, tenemos mucho camino por delante.
---------- Mensaje unificado a las 09:59 ---------- El mensaje anterior habia sido a las 09:51 ----------
Coincido plenamente con esa editorial. Lo peor que le podía pasar a la derecha restauradora era una victoria en esta instancia, lo que implicaría como viene pasando en la historia, es que el kirchnerismo se agranda en las díficiles. Tiene esa manía de esperar chocarse contra la pared para ir por todo ¿Qué es ese todo? Transformaciones para darle movilidad social a los morochos y los sectores medios…