En tres meses se perdieron 255.000 puestos de trabajo
Lo informó el INDEC. La desocupación trepó a 7,9% y en algunas ciudades ya supera el 10%. La gente sin trabajo llega a 1,3 millones. La construcción y el sector inmobiliario, los más castigados.
Por Ismael Bermúdez
En apenas tres meses se perdieron 255.000 puestos de trabajo, de los cuales 192.000 se destruyeron en el Gran Buenos Aires. Estas cifras surgen de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que ayer divulgó el INDEC del primer trimestre de 2013. Esos datos oficiales reflejan el deterioro de la ocupación laboral como resultado del estancamiento de la actividad productiva, la falta de inversiones y el cepo cambiario que afectó con particular fuerza a la construcción y al sector inmobiliario. Y la ocupación laboral no cayó más porque aumentó el empleo en el sector público, en especial en las provincias.
De las 255.000 personas que perdieron el empleo, unas 170.000 pasaron a buscar un nuevo trabajo sin conseguirlo, ingresando en la categoría o legión de los desocupados. Por esa razón, el desempleo subió del 6,9 al 7,9% y ahora hay 1.300.000 desocupados.
Con este 7,9% se revierte la baja del desempleo de los últimos años, retrocediendo al valor que existía en el segundo trimestre de 2010.
En tanto otras 85.000 personas directamente se fueron a sus casas y por las pocas chances de conseguir empleo dejaron de buscar trabajo. Por eso la llamada población activa bajó medio punto.
Si a los desocupados se suma el 8% de subocupados (personas que trabajan pocas horas aunque deseen trabajar) el 15,9% de la población activa o 2.600.000 personas padecen problemas de empleo.
El conurbano bonaerense fue la región más castigada. A fines de 2012, en el GBA el INDEC contabilizó que había 4.484.000 personas ocupadas y ayer informó que sumaban 4.292.000: son 192.000 ocupados menos.
Por esa razón la tasa de empleo en el GBA bajó del 43,7 al 41,7%: 2 puntos, más del doble de la caída a nivel nacional. Y el desempleo trepa al 9,4%.
En la Ciudad de Buenos Aires, los empleos cayeron en 25.000 puestos laborales (de 1.498.000 a 1.473.000). La tasa de empleo porteña bajó del 49,9 a 49,1%.
Ahora, si se suma Capital y GBA, hay 561.000 desocupados.
En base a estas cifras, el director de Poliarquía y experto en temas laborales Ernesto Kritz le dijo a Clarín que “ratifican el fin del ciclo de crecimiento del empleo y hay que prestar atención a lo que sucede en el conurbano bonaerense con un desempleo del 9,4%. Pero lo que está claro es que el crecimiento del empleo, que fue la mayor fortaleza del kirchnerismo, se está perdiendo”.
El diputado Claudio Lozano sostuvo que “la tasa de empleo es inferior tanto a la del primero como a la del cuarto trimestre de 2012, indicador preciso de que estamos en presencia de la destrucción neta de puestos de trabajo”. Agregó que eso se combina con una débil situación en materia de ingresos. De ahí que concluye que “menos empleo y menos ingresos determinan un escenario de ascenso en la conflictividad social, debilitamiento gubernamental e indican que estamos más cerca del ajuste que de la tan proclamada inclusión social”.
También el titular de COPAl (industria alimenticia) Daniel Funes de Rioja destaca la preocupación por “la suba del desempleo juvenil que llega a duplicar la tasa de desempleo general.” Y agrega que “las economías regionales, que son dinamizadoras del empleo, la están pasando mal. No hay inversión en mano de obra”.
La pérdida de empleos también se extendió a Córdoba, mientras aumentó la ocupación en Resistencia (Chaco), Jujuy, Santiago del Estero y Mar del Plata, en este ultimo caso por obvias razones estacionales. Aunque el informe no lo señala, las mayores pérdidas de empleo englobaron al sector de la construcción y a los servicios inmobiliarios y afectaron en especial a los trabajadores informales o “en negro”.
Si se excluye la Capital y el GBA, según el INDEC en el interior del país la ocupación casi se mantuvo sin cambios (de 41 a 40,9%) pero el desempleo creció (de 5,8 a 6,8%) porque más gente salió a buscar trabajo y no lo consigui ó.
Un claro ejemplo es Tierra del Fuego. Las cifras dicen que en Ushuaia-Rio Grande se mantuvieron en 58.000 los empleos, pero la desocupación subió del 4,9 al 10,1% porque se incorporaron sin éxito 4.000 personas al mercado laboral.A diferencia del cuarto trimestre de 2012 en que en todas las localidades la desocupación fue de un digito, ahora hay cuatro distritos con un desempleo superior al 10%: Tierra del Fuego con el 10,1%, Salta y Paraná con el 10,6% y Córdoba con el 10,8% que encabeza así el ránking de desempleo.
Además, y así como el INDEC informó semanas atrás que el Norte casi no tiene indigentes, en materia del empleo el Noroeste es la región con la menor desocupación: en promedio solo el 3,1%, con otro dato llamativo: con el 1,2% o solo 2.000 desocupados, Resistencia (Chaco) casi no tiene desempleo y con el 1,5% o apenas 1.000 desocupados le sigue la ciudad de Formosa.
LA SITUACIÓN LABORAL
Otro papelón de Lorenzino: “No estamos perdiendo empleo”
El jefe de Economía habló del “éxito” de la batalla contra la desocupación, justo cuando el INDEC dijo que subió.
“La economía sigue transitando el sendero del crecimiento. No estamos perdiendo empleo”. Para el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, el tema del empleo se ha convertido en una “obsesión”, tal como él mismo reconoció en una entrevista que concedió al canal oficialista C5N el domingo por la noche. Lo que el funcionario no previó fue que la difusión de sus dichos iban a coincidir con la publicación de un informe del INDEC que reconoció un aumento de la desocupación en el primer trimestre de este año, que llegó al 7,9% (ver página 6).
Lo llamativo de la entrevista fue que casi todo el discurso del ministro giró en torno del empleo.
“Este programa económico fue exitoso en muchos sentidos, pero fundamentalmente en bajar el desempleo de 25% que había en 2002 al 7% que tenemos hoy”, dijo.
Frente a preguntas referidas al blanqueo de capitales, las proyecciones de crecimiento del Producto Bruto Interno o a los aumentos de precios, las respuestas de Lorenzino derivaron -invariablemente- hacia el supuesto éxito en la generación de empleos. Consciente de su propia reiteración, se excusó: “Y no me canso de repetirlo”.
El caso es que el ministro, en media hora de entrevista televisiva, abundó en autoelogios sobre el desempleo y reveló un escaso sentido de la oportunidad. Ni siquiera reparó en que su colega de Trabajo, Carlos Tomada, había preparado el terreno en las últimas semanas al admitir dos veces que el empleo ya no crecía como antes.
Sobre las motivaciones del blanqueo de dólares, Lorenzino sostuvo que “poner dólares en el circuito productivo será un vehículo para beneficiar a la gente a través de la creación de empleo, el consumo o el pago de nuevos impuestos”.
“Nuestro objetivo es, y no me canso de repetirlo, que la tasa de desempleo baje cada vez más ”, dijo en otro momento.
Una de las respuestas más llamativas fue la que dio cuando el periodista le preguntó qué hace el Gobierno para combatir la inflación. Como si lo hubieran sacado de libreto, Lorenzino miró a su interlocutor y dijo con énfasis: “Trabajamos todos los días para que haya …” y se quedó unos segundos pensando cómo seguir. Y completó: “cada vez más empleo”.
De inmediato, agregó: “Nuestra obsesión es la generación de empleo, porque sabemos que el empleo es la única forma de inclusión legítima en la sociedad”. Sobre las perspectivas económicas, contestó casi con la misma frase: “Nuestras hipótesis son de crecimiento de empleo. Nuestros objetivos de política económica son de crecimiento y de generación de empleo”.
Frente a tanta insistencia en el tema, el periodista le hizo notar que en los últimos dos años la creación de empleo “se estancó”. Un dato que el ministro había ignorado en su exposición.
Frente a eso, Lorenzino descargó la responsabilidad en el mundo.
“No nos olvidemos lo que está pasando afuera”, dijo y recordó que España sufre desempleo récord y que Francia está por entrar en recesión.