Justin Bieber se enfrenta a una demanda por 9 millones de dólares, iniciada por una mujer que lo acusa de haberle provocado “daño auditivo”. La damnificada se llama Stacey Wilson Betts, y alega que el 14 de julio de 2010 acompañó a su hija a un show de Bieber en Oregon, donde una “explosión de sonido” la dejó con tinitus y su percepción auditiva seriamente afectada.
En la demanda Betts se queja de que el sonido de la música combinado con el de los gritos de las fans “sobrepasaba el nivel de decibelios aceptable”. Aparentemente Justin Bieber arengaba al público presente a gritar lo más fuerte que podían agitando sus brazos de lado a lado, creando un ruido insoportable.
La mujer también se expresó contra los promotores de conciertos e ingenieros de sonido, que son “responsables de mantener un nivel seguro de decibelios durante sus eventos”.
Según la mamá de la fan, ellos también deben pagar por “el deterioro de mi calidad de vida y el daño permanente e irreparable en mis dos oídos”.
Justin Bieber se enfrenta a una demanda por 9 millones de dólares, iniciada por una mujer que lo acusa de haberle provocado “daño auditivo”. La damnificada se llama Stacey Wilson Betts, y alega que el 14 de julio de 2010 acompañó a su hija a un show de Bieber en Oregon, donde una “explosión de sonido” la dejó con tinitus y su percepción auditiva seriamente afectada.
En la demanda Betts se queja de que el sonido de la música combinado con el de los gritos de las fans “sobrepasaba el nivel de decibelios aceptable”. Aparentemente Justin Bieber arengaba al público presente a gritar lo más fuerte que podían agitando sus brazos de lado a lado, creando un ruido insoportable.
La mujer también se expresó contra los promotores de conciertos e ingenieros de sonido, que son “responsables de mantener un nivel seguro de decibelios durante sus eventos”.
Según la mamá de la fan, ellos también deben pagar por “el deterioro de mi calidad de vida y el daño permanente e irreparable en mis dos oídos”.