Algún coach de inferiores se garchó a la vieja, si no no se entiende el odio que nos tiene este tronco :lol:
Todos lo putean pero nadie pone qué dijo.
Dijo que no le debe nada a River.
Un infeliz. Sos lo que sos gracias a River. Seguí boqueando que así te va a ir. No se muerde la mano del que te dio de comer. Sorete.
Le hicieron una nota a la lacra esta
“No odio a River”
[SPOILER]-Treinta y siete años y estás hecho un pibe. ¿Cuál es el secreto, Pepe?
-Secretos no hay; lo que hay es trabajo, sacrificio, y un equipo que juega para mí y me permite lucirme como en mi primera etapa en el club. La mayoría de las jugadas terminan dentro del área y yo sólo tengo que meterla. Tampoco me quito mérito porque aporto lo mío en el juego, pero en el fútbol nadie gana los partidos solo. Si mis compañeros no me buscan y la pelota no me llega, es lo mismo que la nada.
-Volviste a Lanús pensando en jugar tus últimos torneos y la rompiste toda. ¿Imaginabas este presente?
-Yo siempre imaginé lo mejor, y a su vez sabía que podía dar un plus porque volvía al club del cual soy hincha y al que amo con toda mi alma. Pero también sentía algo de temor, porque en el fondo una nunca sabe lo que puede pasar. Gracias a Dios salió todo como lo había soñado.
-¿A esta edad alcanza con el trabajo del día a día?
-No, no alcanza. Desde antes del Mundial de Brasil que vengo trabajando en Outliers (un centro de entrenamiento específico para deportistas de alta competencia), y también me hizo muy bien comenzar a tratarme con un nutricionista y un psicólogo. Además, cuando no hay partido entre semana, me entreno por mi cuenta en doble turno. Los años pasan y eso me obliga a estar mejor preparado que antes.
-¿Por qué en Lanús te va mejor que en otros clubes?
-Porque Lanús es todo para mí. Es mi casa, mi familia, mi mundo. Mi hijo Benjamín es fanático, vive con la camiseta de Lanús puesta, se pone feliz cuando meto goles y se fastidia cuando los erro. Siempre di el 100% en los clubes donde jugué, desde el más grande al más chico, pero Lanús es distinto a todos. No sé cómo explicarlo. En Lanús renací como jugador.
-¿Llegaste a pensar en dejar?
-Sí, varias veces. Porque mi carrera iba hacia abajo. Volví de México con la ilusión de jugar en un grande como Racing y me fue muy mal. Después pasé por Tigre y Argentinos, y tampoco rendí. Pensé que el fútbol se había terminado para mí, me planteé si valía la pena seguir, si estaba en condiciones, pero escuché a mi familia y a mi representante (Juan Cruz Oller) y encontré en la psicología la contención que me hacía falta para volver a ser el jugador que había sido. Me propuse trabajar más lo mental que lo físico, y me dio resultado. Hoy me siento pleno.
-¿Y qué era lo que te tenía mal?
-El tema era que los problemas del fútbol y de la vida cotidiana me afectaban en la cancha. Es más: es el día de hoy que lo sigo trabajando. Cuando no hago un gol me bajoneo mucho, y tal vez me lleva un par de semanas volver a ponerme bien de la cabeza. Son situaciones que tal vez descubrí tarde. Ahora estoy maduro, muy firme, lo voy superando de a poco. Si todo esto lo hubiese advertido antes, quizá mi carrera hubiera sido mejor.
-¿No volver antes a Lanús te afectó?
-Puede ser, porque yo quería volver hacía rato. Pero también llegué a pensar que no iba a volver más.
-¿Cómo fue pasar en un año y medio de los flashes de Racing a la B Nacional en Boca Unidos?
-Difícil, aunque nunca se me cayeron los anillos. Pasaron y se dijeron cosas que me dieron fuerza para seguir. Sabía que mi objetivo era trabajar duro para poder volver algún día a Lanús. Y esa esperanza me mantuvo vigente. Es duro entrenarse y no tener club, que nadie te llame. Entonces llamé yo al presidente de Boca Unidos y le dije que precisaba un equipo donde recuperarme futbolísticamente. No me importaba bajar de categoría. Lo había hecho en Defensores de Belgrano y tenía esa misma ilusión de volver a subir. El tema era la edad: ya tenía 34 años y todo pasaba muy rápido.
-¿Cómo era prender la tele y que después de muchos años no se hablara de vos ni se te nombrara para Lanús?
-Trataba de estar tranquilo, pero era complicado. Los hinchas sabían lo que yo sufría estando lejos del club. Jugando en otros países me ponía a ver mis goles en Lanús y me largaba a llorar. Por suerte Teté Quiroz me vio jugar en Boca Unidos, me llevó a Aldosivi y ahí pude rendir muy bien. Le metí un gol a Lanús, un par a Banfield, y eso quizá me ayudó a volver.
-¿Cuál fue la mayor muestra de afecto que recibiste en este año y medio?
-Siempre recibo cariño, no vivo en la ciudad pero estoy rodeado de gente de Lanús. Un hincha me fue a buscar hasta Mar del Plata para pedirme que volviera, ahora una parejita me hizo la bandera que cuenta mis goles. Pero lo más loco es cuando algún hincha se tatúa un festejo mío. Esas cosas me dejan sin palabras, me quedo sorprendido, no sé qué decir. El tipo pasó un dolor terrible para que le tatúen ¡mi cara! Eso es increíble. No sé si merezco tanto.
-En River, en cambio, no te van a recibir muy bien que digamos.
-Es algo que me tiene sin cuidado, estoy pensando mucho más en Lanús, en cómo ganar un partido que va a ser difícil. Yo tengo que estar concentrado en el juego y en meter goles, nada más.
-¿Te sentís en deuda con el club que te formó?
-No, no le debo nada. En Inferiores me fue muy bien, aún hoy sigo siendo el goleador histórico del fútbol amateur del club. Muchas veces se dijo que me había superado Federico Andrada, pero a él le cuentan los goles de Infantiles, y yo llegué después. Fui goleador en Novena, Octava, Séptima, Sexta y Cuarta. Me fui a préstamo, volví, metí seis goles en el título del Clausura 2004 y como no anduve bien en el semestre siguiente me prestaron a Banfield. Hasta ahí todo bien, había un respeto mutuo.
-Pero gritaste un gol en 2007 y chau.
-Pasa que antes del partido me acerqué al banco de River para saludar a Passarella y me puteó toda la platea San Martín. Y yo era un pibe del club que se había ido a ganar continuidad a otro lado, que jamás se había guardado nada y había tratado de hacer lo mejor por la camiseta. Esa tarde metí un gol, me llevé la mano a la oreja y la gente se lo tomó a mal. Fue una reacción del momento, pero es mentira que yo odio a River. Hoy por hoy no siento nada. Sí le estoy agradecido porque viví en el club y me dio la posibilidad de debutar. Para mí es un tema terminado.
-¿Y en la calle, cómo es el trato?
-Muy bueno, los hinchas se me acercan, me saludan, me preguntan cómo estoy, cuándo vuelvo a River. Es gente que quizá me putea un poco en la cancha, pero termina el partido y se olvida. Cuando me ven me tratan con respeto, me piden que vuelva, tengo una buena relación.
-¿Y qué les contestás?
-Nada, les agradezco. Pero es algo que no va a pasar…
-Fuiste compañero de Gallardo. ¿Lo imaginabas tan buen técnico?
-Salimos campeones juntos en el 2004 y él era un referente del plantel, pero no daba la sensación de que iba a terminar siendo técnico. Hoy es uno de los mejores entrenadores del país. Es un gran estratega.
-¿Es el mejor?
-Para mí en esta serie van a chocar los dos mejores entrenadores del momento. Resalta más lo de Marcelo en River porque ganó muchos títulos internacionales y dirige a un equipo grande. Pero lo que logró Almirón con Lanús es para sacarse el sombrero. Los dos tienen futuro en el fútbol europeo y en la Selección. Jorge no tiene techo. A mí me potenció muchísimo. En algún momento se dijo que nos llevábamos mal, pero era porque a mí no me gustaba salir y eso me enojaba, je. Lo hablamos y en esa misma charla le dije que era el mejor técnico que tuve en mi carrera.
-Es una obviedad preguntarte si gritarías un gol.
-Gritar un gol no me parece una falta de respeto a ningún club. En mi vida grité goles contra todos los equipos, menos contra Lanús. Y voy a seguir igual.
-¿Todavía soñás con la selección?
-Es difícil pensar que voy a tener otra chance a esta edad, pero uno siempre conserva la ilusión. Cuando sale la lista no salgo corriendo a mirar si estoy, porque sé que el técnico busca otra clase de jugadores y por eso no creo que se fije en mí. Además en la Selección hay delanteros que juegan en clubes de primer nivel, es muy complicado competir con esos monstruos.
-¿Te sentís menos que ellos?
-Si es por cantidad de goles, no me considero menos que los que están hoy, pero la edad no me ayuda, ése es el problema. Debería tener diez añitos menos, je. Desde que volví a Lanús metí más de 50 goles, así que no creo ser menos que otros. El tema, ya te digo, es la edad; no el nivel.
-Siempre te gustó Alario. ¿Debería estar?
-El Flaco es un gran goleador, tiene muchas condiciones. Los jugadores del medio local demuestran que también están a la altura. Ahora le tocó a Benedetto y rindió. El 9 de la Selección necesita tranquilidad, porque hay una presión doble. Icardi es muy bueno, el Pipa también, Alario lo mismo. Hay material.[/SPOILER]
Apostaría a que nos clava.
El mejor 9 del planeta. El martes me rompo las manos aplaudiendolo. Espero que Sampaoli lo lleve al mundial.
Es fija que nos clava
Imposible evitar un gol de este fuera de serie
Es el mejor delantero del mundo, pelota que toca va a adentro. No hay chances de que River le pueda ganar a su equipo, es de publico conocimiento que él hace mejorar el rendimiento de sus compañeros.
Es un jugador brillante, con muchos recursos prácticos, bien pensados. Está asegurando el bienestar del fútbol argentino y su higiene personal es impecable.
En esa nota dice q los hinchas de River se le acercan y le preguntan cuando vuelve a River, Hay gente Tan pelotuda??
Debe ser para cagarlo a palos en nuñez.
mucha suerte para tus ligamentos, menisco y tendones mañana jose edison sandvani
LA CONCHA DE LA RE PUTA DE TU VIEJA FORRO HORRIBLE OJALA SEAS GAGO MAÑANA Y EL PASTO TE DESTRUYA
Te deseo la mejor salud para esta semana y la próxima
Pepito querido, siempre fuiste mi jugador favorito.
Te amo, toma estas buenas vibras
Crack, Correntino! Mañana metes 2 o 3. Te voy a aplaudir todo el partido.
Toda la suerte para mañana, crack!
genio propongo que su nuevo apodo sea “rey del monumental” , o el “rey arena”