RIVER
“Estoy cansado de que se hable de la droga y el alcohol en la juventud y nadie haga nada”
“Recibí un equipo que estaba en el medio del río. Ahora quiero uno más agresivo”.
Mar Del Plata | 12-01-2011
El Negro no tiene miedo de que le pasen factura por haber borrado a Ortega. “Hay chicos que necesitan buenos ejemplos”, dice y anticipa que la 10 puede quedar sin dueño. Imperdible.
-¿Creés que te expusiste demasiado al borrar a Ortega?
-No. Tomé la decisión porque era lo mejor para el grupo. Me gustan la disciplina y el respeto y había cosas suyas que no comparto. Soy sincero. No soy hipócrita. Pensé que no era oportuno que siguiera con nosotros y se lo dije.
-¿No tenés miedo de quedar como un vigilante?
-Yo asumo las consecuencias que vengan. Creo que con esto le puedo mejorar la vida a cualquiera. Sobre todo a la gente que se hace mal y no se da cuenta. Es así de sencillo.
-El Burrito contó en Olé que su relación con vos no daba para más. ¿Sentías lo mismo?
-Sí, lo leí. Y yo sabía que él no estaba cómodo conmigo, pero prefiero no meterme en su vida privada o en lo que siente.
-¿No te dio miedo de que el plantel lo respaldara y te dejara en offside?
-No. Esta determinación se tomó por el bien de todos. Con Pitarch, el Pato Fillol y los profes queremos que haya un grupo unido, alegre, con compromiso. Queremos conformar una gran familia.
-¿Y el Burrito no encajaba en esa familia?
-Yo veo que acá hay un montón de chicos jóvenes que necesitan buenos ejemplos y una línea de disciplina. Estoy cansado de que se hable de la droga y el alcohol en la juventud y nadie haga nada. Yo sé lo que hice. Y sé que se pueden decir un montón de cosas adentro y afuera del plantel. Aunque esto es algo que excede el dolor que uno pueda sentir por el jugador.
-¿Estás diciendo que hoy Ortega te genera dolor?
-No. Dios quiera que esta decisión le sirva para reaccionar. Hay gente que no ve la realidad y que necesita un quiebre para cambiar. Y hay otros que creen que los estás ayudando al decirles todo que sí.
-Y vos sos de las personas que dicen que no.
-Puede ser. Yo lo que quiero es que él tenga una buena calidad de vida. Apenas tomé la determinación, hablé con Daniel y me aseguró que a Ariel nunca le va a soltar la mano. Y que River siempre va a estar dispuesto a ayudarlo.
-¿Ayudarlo era separarlo del equipo u otra cosa?
-Ayudarlo va más allá de lo futbolístico. Siempre hablamos de los europeos, que son grandes profesionales, que tratamos de copiar sus métodos de trabajo… Pero acá hay que ver todo.
-¿Qué hubieras hecho en tu época de jugador ante una situación similar?
-No sé, pero yo nunca compartí esa forma de manejarse. Vos podés divertirte, pero tenés que entender los momentos. Y aparte debés saber que tu herramienta de trabajo es el físico. Y más a esta altura…
-¿Es verdad que tenés preparado un decálogo de reglas para implementar en el vestuario?
-Sí, es verdad. Uno ha visto colegas y compañeros que no han terminado bien sus carreras. Y no quiero eso para los pibes. Por eso es algo que empezamos a inculcar en las Infantiles y en las Inferiores para que todos sean grandes profesionales y tengan una gran vida después del retiro. A algunos le puede caer mal, pero va a ser así.
-¿Te vas a apoyar en los jugadores experimentados para controlar a los más pibes?
-No, los jugadores en esto no tienen nada que ver. Tenemos referentes como Almeyda, Carrizo y Ferrari y también se vienen imponiendo los Maidana, Román y Ferrero, pero nosotros, los técnicos, somos los que debemos encauzar a los más jóvenes por el buen camino.
-¿Es decir que no es sólo la prohibición de usar arito y pelo largo?
-No. No está enfocado únicamente en lo futbolístico. En Inferiores lo venimos haciendo desde este año y pico que estamos en el club. Hay psicólogos que trabajan con los chicos y los padres. Y después hay recomendaciones, pautas, reglas. Lo del aro es norma. De hecho, hay un reglamento que no lo permite. Y lo del pelo es relativo: Almeyda usa el pelo largo y es un ejemplo de vida. Todo pasa por el respeto hacia el otro.
-¿Tuviste buena aceptación con estas reglas?
-Muy buena. Y cada vez sumamos más colaboradores. Ahora, por ejemplo, tenemos a Cachito Vigil, quien sueña con llevar estos valores a todos los deportes que se practican en el club. Eso suma.
-¿Y es cierto que intercambian ideas tácticas?
-Cachito es un tipo que siempre propone. Y más allá de que en el hockey la pelota no puede ir por arriba, con inventiva siempre se pueden adaptar cositas al fútbol. Todo sirve.
-Por ejemplo el software que él usaba cuando dirigía a las Leonas para analizar a los rivales…
-Y, uno tiene que aggiornarse a las nuevas tecnologías. No me puedo quedar en el pensamiento de Labruna. Ojo, Angelito era un monstruo, ya quisiera yo saber ver a los jugadores como lo hacía él. Pero hoy hay que agregar otras cosas: mostrarles cositas puntuales de los videos. Con Cachito tenemos unos juegos en los que ellos se ven en unos dibujos. Y eso nos funciona muy bien.
-¿Este aggiornamiento surgió de vos o te lo sugirió Passarella?
-Fue mío. Sé las decisiones que tomo y las que no. Y no me dejo llevar por lo que piensen afuera.
-El que se autodefinió como un soldado del Kaiser fuiste vos…
-Fue una metáfora. Jugamos nueve años juntos, tuvimos la suerte de estar con un DT como Angelito, que nos dejaba opinar, y éramos de los que más lo hacíamos. Pero hoy él es el presidente del club y yo, el técnico. Cada uno sabe el puesto que tiene.
-¿Sí? ¿Están claros los límites de trabajo?
-Seguro. Yo tengo mis ideas y tomo mis propias decisiones. El día de mañana no me gustaría irme de River pensando que Daniel hizo todo y yo, nada.
-Se habló mucho del estilo de juego. ¿Rompiste la idiosincrasia del club?
-No. Pienso que son circunstancias. No soy un fundamentalista. Me adapto a la actualidad y a un fútbol cerrado como el actual.
-¿Hoy es imposible jugar bien y lindo?
-Sería lo ideal. A todos nos gusta. Pero hoy se especula mucho con la pelota parada. Y yo no me quedo en el tiempo. Me adapto.
-¿Por eso jugaste varios partidos con solamente un delantero?
-A ver… Recibí un equipo que estaba en el medio del río. Y había que asumir la realidad. Ahora, quiero uno más agresivo.
-¿Ya dejaste de sentirte un técnico interino?
-Nunca me sentí interino. Sabía que de una forma u otra me iba a quedar en River. Y trabajaba para eso. Yo le estoy muy agradecido a Passarella: me dio una oportunidad hermosa, pero yo no me caso con nadie.
-¿Con los jugadores tampoco te casás?
-No. Lo más importante es encontrar el equipo y después, el funcionamiento.
-¿Y como qué equipo te gustaría que juegue tu River a partir de ahora?
-Nooo. Hablar de grandes equipos es vender una cosa que no es. Podés poner de ejemplo al Barcelona, al Arsenal o al Inter, pero no es lo correcto.
-¿Por qué?
-Por que esos clubes compran. Y nosotros, no. Estamos en otra frecuencia.
-¿River no va a incorporar a nadie más?
-Estamos en eso. En silencio y sin hacer ruido, se hace lo que se puede.
-¿Y si no se puede?
-Trabajaremos con lo que hay, con lo que tenemos.
-¿Y con lo que hay qué se puede armar o cuál es tu máxima aspiración?
-La de siempre: distribuir bien la gente, presionar, sorprender y mover mucho la pelota.
-¿River va a ser un equipo que tenga la pelota?
-La pelota siempre es la distracción para el rival. El asunto es saber moverla y tener velocidad en los momentos necesarios. En el Apertura nos faltó tenencia cuando íbamos ganando. Eso es clave porque cansás al contrario y podés lastimar nuevamente.
-¿Lo defensivo ya no va a ser tan importante?
-Al contrario. Lo defensivo siempre pesa. Hay que estar bien parados para no pagar en la contra. Para mí, el fútbol es funcionamiento y equilibrio.
-¿Es perjudicial que haya tantos chicos?
-Y, no es lo ideal. Aunque es una satisfacción que haya 23 chicos surgidos de las Inferiores, porque eso nos va ayudar en el futuro. Ojo, hoy tenemos que apoyarnos en los hombres de experiencia.
-¿Se puede pelear el título con un plantel así?
-River no está pensando en el campeonato. Si bien podemos pelear, la realidad es que si no sacamos algunos resultados, podríamos volver a la Promoción.
-¿O sea que el miedo al descenso aún existe?
-Yo no tengo miedo. Pero hay que ser cautos. Necesitamos 32 ó 33 puntos. Y después, el rendimiento individual y colectivo dirá para qué estamos.
-Labruna decía que si un equipo tiene una columna vertebral, podés poner hasta a tu tía…
-Coincido plenamente. Por eso la idea inicial es mantener la base del año pasado.
-Almeyda es esencial…
-A Matías lo necesitamos adentro de la cancha. Es un referente y el que le da equilibrio al equipo. Por suerte va a estar a pleno: bien en lo físico y con toda su experiencia.
-¿Cirigliano será su sucesor cuando falte?
-Pienso en Matías y en preparar al resto para cualquier eventualidad. También tenemos a Ballón y acaba de subir Quignón, un chico que nos puede dar satisfacciones a corto plazo: juega bien, es zurdo, inteligente…
-¿Uno de los desafíos es recuperar a Funes Mori?
-A todos. Hablé con Caruso y le pedí que trabajara porque yo mucho no lo vi. A lo mejor no arranca como titular, pero quiero que se ponga bien. No tenemos tantos delanteros. Están Pavone, Funes Mori, el propio Caruso…
-Bordagaray.
-Sí, es joven y nos puede dar varias alegrías. Por suerte hoy mismo (por ayer) se suma a nosotros.
-¿Con Buonanotte está todo aclarado?
-A Diego quiero ponerlo bien, que se recupere, que vuelva a ser el Buonanotte que salió campeón. En la nota que le hicieron ustedes él admite que tuvo un año duro. Yo lo entiendo y si bien todos debemos trabajar con humildad, me gusta tener un chico así, con carácter.
-¿Va a ser titular?
-Eso se lo va a ganar cada uno. Diego es un jugador de ocho o nueve goles y no se puede despreciar. Tiene que estar bien cerca del área, donde saca ventaja con velocidad y habilidad.
-¿Creés que Lanzini es el enganche del futuro?
-Es un jugador con un gran potencial y hay que trabajarlo tranquilos, sin sumarle presión. Hay que explotarle la juventud y la frescura.
-¿Está para ponerse el equipo al hombro?
-No. Los grandes deben conformar el equipo y a los chicos hay que darles libertad. Sin apuros.
-¿Y Lamela?
-Lo mismo. Hay que dejarle volar su creatividad y su frescura. También hay que darle libertad cerca del área, pero que siga ordenado cuando perdemos la pelota, para la recuperación.
-¿La llegada de D’Alessandro te solucionaría varios problemas?
-Andrés es un jugador hecho, que conoce todo. Vos le decís jugá y él juega.
-¿Le vas a guardar la 10 que usaba Ortega?
-No pensé quién se la va a poner. Tal vez sea Coco (Lamela), porque es el que más se aproxima al enganche, aunque nosotros no utilizamos específicamente esa posición. Puede ser Lanzini, Rojas o Buonanotte. Hoy no está ése 10.
-O sea que esa camiseta puede quedar vacante.
-Sí, hay que ver. Hoy lo más importante es el equipo.
Declarando, es el mejor técnico de los últimos años. Ojalá que a la hora de los porotos, pase lo mismo.