La mayor amenaza de Rusia: cómo es el nuevo misil nuclear RS-28 Sarmat, el “Satán” de los cielos
Podría destruir un área del tamaño de Francia. Elude radares y escudos antimisilísticos
Vladimir Putin continúa su guerra fría y una carrera armantística propia. Su objetivo: atemorizar a Occidente con su capacidad militar. Y es por eso que hoy salió a la luz el nuevo y amenazante misil nuclear de Rusia. ¿Su capacidad de destrucción? En un abrir y cerrar de ojos podría devastar un área similar al tamaño de Francia.
Se trata del nuevo RS-28 Sarmat, el sucesor del RS-20, y el orgullo de Putin. Las imágenes fueron descubiertas por los diseñadores del Centro de Cohetes Estatales ruso. La OTAN lo reconoce como Satan 2, el nombre con el que la coalición militar lo bautizó.
Sus características aterran. Tiene la capacidad de eludir radares y sistemas antimisilísticos enemigos. En su cabeza puede transportar 40 megatones, 2.000 veces más poderoso que las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945
Pero por sobre todo, el RS-28 podría cubrir el trayecto Moscú-Londres (10 mil kilómetros, aproximadamente) en apenas 13 minutos. Muy poco tiempo como para evacuar a los millones de personas que viven y trabajan en la capital inglesa.
El misil antecesor del Satan 2 fue creado en 1988, cuando todavía existía la Unión Soviética. Fue diseñado y fabricado en Dnipropetrovsk, en lo que hoy es Ucrania. Esta nueva arma fue hecha en las afueras de Moscú. El Ministerio de Defensa de Rusia tiene planificado poner en servicio el Sarmat hacia finales de 2018 y discontinuar el viejo misil hacia 2020.
La influencia militar y geopolítica de Rusia crece, amenazante. Desde que entabló una alianza férrea con la dictadura de Siria, su importancia en Medio Oriente creció, al ritmo de sus bombardeos para masacrar a los rebeldes del régimen. Fue así que consiguió que Bashar al Assad le otorgara el privilegio de mantener una base naval permanente en el Mediterráneo.
En los últimos días, además, mantiene una tensa fricción con el Reino Unido. Una flota nuclear pasará por el canal de la Mancha con rumbo a su nueva base siria, lo cual encendió las alarmas en la Armada Real.