yo lo que vivi fue insolito e indignante, venia con el auto, llegando al acceso de river y “gente” identificada con ropa de river nos empezo a tirar piedras, en un momento me tiraron un ladrillo que pego en un parante del auto, es decir q por unos centimetros no me da de lleno en la cabeza a mi, desesperadamente les mostraba la camiseta y pararon… las roturas materiales la verdad me chupan un huevo… lo q realmente me jode es q ir a la cancha a veces sea meterte en un inframundo, donde el estado esta completamente ausente y la gente tiene margen para hacer lo q sea… en fin…
Hoy más tranquilo, repensando todo lo que pasó ayer, leyendo historia tras historia, me doy cuenta que no hay fanatismo que valga para ir y arriesgar la vida en una cancha de fútbol.
No tiene sentido lo que pasó ayer, y lo que debe pasar tantos partidos que no nos enteramos.
No me entra en la cabeza que digan “agárrense para ir a xxx cancha”. O sea, cómo pueden querer seguir yendo sabiendo que estás arriesgando tu vida? Cuál es el límite entre fanatismo y estupidez? Tu vida vale menos que un partido de River? O es la sensación de que “a mi no me va a pasar nada…”?
Yo, personalmente, antes de volver a ir a una cancha catalogada como “difícil”, lo voy a pensar y repensar varias veces y seguramente termine optando por el no ir.
Es increible que por ser de un club diferente al del otro, te quieran hacer daño y hasta matar personas que si te las cruzás un lunes a las 9 de la mañana tomando el bondi para ir a trabajar, no te van a hacer nada.
Qué mal que estamos y qué lejos estamos de poder cambiar algo.
Cuando a uno le toca un incidente bien de cerca se replantea algunas cosas. Yo voy a seguir yendo a la cancha xq me encanta ir, tomare mas precauciones, ire’ camuflado, bien temprano si es necesario, pero voy a tratar siempre de ir.
Claro, yo fui 3 veces nomás de visitante y por ahora no me pasó nada, si algun día me pasa algo seguramente me voy a replantear todo. Pero, no es por hacerme el capo ni nada, pero siento que no me va a pasar nada, no se porqué, a muchos les debe pasar, hasta que les pasa algo.