Historia de los Mundiales (1930-2022)

En nombres tenían al mejor equipo de los últimos 10 mundiales

No, no es oficial, pero hasta el Mundial 78 fue lo más parecido a ganar algo, porque ni Copas Américas se ganó desde el 57.

Creo que la ultima CA fue el 57 o 59, no recuerdo.

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La Inglaterra del 2002 y 2006 eran mejores, excepto por los arqueros pero eso hace rato que Inglaterra no tiene uno sólido.

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Sí, me confundí con el plantel de 2006

Claro, por eso digo que los cagaron.
Después la única vez que no clasificamos fue a México 70 porque no pudimos ganarle a Perú en el templo del fútbol mundial, el único estadio gana partidos.

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Estaba viendo y por Posición Final, el Mundial pasado fue el 2do peor de la historia detrás de Chorea - Japón 2002. Claro que no quiere decir que sea el 2do peor realmente ya que con todos los cambios de sistemas y cantidad de equipos participantes es todo distinto.
En Rusia fuimos Decimosextos sobre los 16 clasificados a 8vos.

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Fue mucho peor que el mundial de Japón. Dos derrotas en 2018 (con 9 goles en contra) y una sola (1-0) en 2002.

Desde los números estrictamente hablando, puede ser, pero en 2002 ni siquiera pudimos superar la Primera Ronda. Fracaso rotundo por más que haya sido el grupo de la muerte. Y con el agregado de que la única derrota fue con Inglaterra. Doblemente doloroso, tuvieron su revancha inmediata de lo de 1998 si bien no fue eliminación directa como en aquel duelo en Saint Etienne.

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Es discutible, igual son 3 partidos contra 4.
Pero el solo hecho de quedar afuera en 1ra ronda la hace peor para mi, más allá de como se haya jugado, rivales, etc.
Más allá de todo me refería estrictamente a Posición final.

Pero acá no estamos hablando del dolor que haya causado, eso es otra cosa, es más, si con uno de los 3 era más factible le perder era con Inglaterra.

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Pero justamente estás hablando de forma numérica, porque pasar de ronda dependés de los otros resultados, en los dos mundiales fueron los mismos 4 puntos. Jugando bastante mal en 2002 y pésimo en 2018

Cuestiones políticas y peleas dirigenciales privaron a la Argentina de participar en tres mundiales consecutivos. Un bache de 24 años que conspiró contra una generación dorada de jugadores.

Era otra epoca, otra mentalidad. Absolutamente incompatibles con la valoración cultural con que el fútbol cotiza actualmente en la vida de los argentinos. Hoy –qué duda cabe– sería inconcebible e insostenible la decisión que imperó en la primera mitad del siglo pasado, cuando Argentina, por motivos deportivos o políticos, se abstuvo de participar en tres mundiales consecutivos, construyendo un abismo de 24 años sin intervenir en la máxima cita de la FIFA, desde Italia 34 hasta Suecia 58.

¿Se imaginan a Argentina sin ir al Mundial por decisión propia? Bueno, eso pasó en Francia 38, Brasil 50 y Suiza 54. Una verdadera lástima, ya que en esa época descollaron cracks impresionantes que sólo pudieron dejar constancia de su jerarquía logrando siete Sudamericanos (1937, 1941, 1945, 1947, 1955 y 1957) y obteniendo algunas victorias resonantes en un puñado de amistosos con selecciones europeas. Insuficiente para una generación dorada.

Luego de Uruguay 30 e Italia 34, Argentina creía tener derechos adquiridos para ser la sede de 1938. Para ello esgrimía sus buenas figuraciones en los torneos internacionales de las últimas décadas la supuesta alternancia entre Sudamérica y Europa como anfitriones de la Copa del Mundo. Luego del Congreso que la FIFA celebró en Berlín, en 1936, se le asignó la organización a Francia, y los dirigentes argentinos anunciaron automáticamente que desistían de participar, medida que contó con la solidaridad de México, Colombia, El Salvador, Costa Rica y la Guyana holandesa. Meses después, cundió el arrepentimiento. Le solicitaron a la FIFA la eximición de las eliminatorias y hasta contaron con el impensado respaldo de la revista francesa Football, que lanzó una campaña para la admisión fuera de término de Argentina en honor a la calidad de su juego. Pero era demasiado tarde. La respuesta fue un no tajante, preámbulo para refrendar un boicot que, sin embargo, fue muy cuestionado por los hinchas argentinos, convencidos de que se desperdiciaba una oportunidad preciosa para demostrarle al mundo la jerarquía de nuestro fútbol.

Y no le faltaba razón a la gente. En la Selección de ese momento, flamante campeona del Sudamericano 37, podían encolumnarse jugadores como Antonio Sastre, José María Minella, Ernesto Lazatti, Carlos Peucelle, Enrique Guaita, Capote De la Mata, Bernabé Ferreyra, el Conejo Scopelli, Panchito Varallo, el Charro Moreno, Adolfo Pedernera, Roberto Cherro, Alberto Zozaya, el Chueco García… Sobraban jugadores para elegir.

Campeón defensor y dueño de la medalla dorada en Berlín 36, el equipo de Italia no “patrocinado” por el fascismo fue el máximo favorito del torneo, disputado por eliminación directa desde octavos de final. Un torneo adornado por algunas pinceladas pintorescas…

Al ser escaso el movimiento aéreo de cabotaje, la mayoría de los equipos se trasladó en tren de una sede a otra. Como cada delegación debía costear su pasaje, varios viajaron muy apretados en los vagones más económicos.
Austria se había clasificado, pero el IIII Reich la anexó al territorio alemán, degradándola al rango de un simple distrito. ¿Consecuencia? Dejó su lugar vacante y los alemanes, por orden de Hitler, incorporaron a varios austríacos para potenciar a su selección, aunque no pudieron torcer las convicciones de su máxima estrella: Mathias Sindelar.
El brasileño Leónidas hizo un gol descalzo en el espectacular Brasil 6-Polonia 5. Harto del barreal que era la cancha se quitó los botines y convirtió. Un tanto que fue inmortalizado como “el gol de las medias”. Luego el árbitro Eklind lo obligó a calzarse nuevamente.
El técnico suizo, Karl Rappan, estrenó un sistema defensivo que haría furor en los años siguientes, especialmente en Italia: el catenaccio.
Cuba dio un batacazo: eliminó a Rumania. Igualaron 3-3 en el primer partido, con una gran actuación del arquero Carvajales. Y ganaron 2-1 en el desempate. Pero esta vez atajó el suplente, ya que Carvajales fue invitado a comentar el partido por una radio cubana…
Cuando debieron eliminarse Italia y Francia, ambos con camisetas azules, los tanos se ofrecieron a cambiar y aparecieron en la cancha con un atuendo negro, emulando las tétricas camisas negras delos adeptos a Mussolini. Los silbaron a más no poder

A Brasil le marcaron dos penales en condiciones infrecuentes. Nejedly hizo el suyo con el tobillo fracturado en Brasil 1-Checoslovaquia 1. Y el italiano Meazza selló el 2-1 en semifinales tomándose con la mano izquierda el elástico de su pantalón, ya que se le había cortado y había peligro de striptease.

Antes de la final con el excelente equipo de Hungría, los italianos recibieron un telegrama de Mussolini: “Vencer o morir”. La suerte estuvo de su lado y salvaron el pellejo con un inapelable 4-2. Victorio Pozzo quedó inmortalizado como el único entrenador bicampeón de la historia, mientras que Italia, sin saber lo, se quedó con el título más duradero de la historia. La guerra impediría jugar el Mundial durante los 12 años siguientes…

La FIFA se propuso retomar el ritmo normal de las competencias cuando terminó la Segunda Guerra Mundial. El fútbol estaba herido en Europa, pero mantenía su vitalidad en Sudamérica, verdadera meca durante los años cuarenta. Las primeras noticias fueron auspiciosas: Inglaterra terminó con su aislamiento voluntario y anunció su regreso al seno de la FIFA, que decidió bautizar al trofeo en juego como “Jules Rimet”, en homenaje al mentor de los mundiales.

El fútbol argentino atravesaba una época gloriosa, desbordaba de cracks. Pero resolvió renunciar al Mundial 50 un minuto después de que le adjudicaran la sede a Brasil, único postulante en el Congreso de 1946, en Luxemburgo. ¿Los motivos de la segunda deserción? Por un lado, se puso énfasis en una virtual ruptura de relaciones deportivas luego del Argentina 2-Brasil 0 del 10 de febrero de 1946, en el Monumental, que terminó en una verdadera batalla campal. Enfadados, los brasileños les prohibieron a sus equipos enfrentar a clubes argentinos en amisto sos pactados. Pero otro motivo, acaso el más fuerte, germinó a partir de la huelga de futbolistas de 1948, motivada por un pedido salarial. Desde Colombia les ofrecieron sumas fabulosas a jugadores de la talla de Pedernera, Di Stéfano, Rossi, Pontoni, Perucca… Los clubes argentinos perdieron a sus figuras. Y la Selección se debilitó notablemente, pues no podía nutrirse de futbolistas que militaban en el fútbol colombiano. Ante la imposibilidad de presentar un combinado pode roso, el gobierno encabezado por Juan Domingo Perón prefirió la renuncia antes de cargar con el costo político de una decepción.

La dimensión de la oportunidad que se dejó pasar puede resumirse con sólo recordar que Argentina venía de ganar en forma invicta los Sudamericanos de 1945, 1946 y 1947, ausentándose del torneo de 1949 porque se disputaba en Brasil. Y esa sensación se amplifica con mencionar los jugadores que podrían haber descollado: la delantera de La Máquina (Muñoz, Moreno, Labruna, Pedernera, Loustau), un trío legendario como Farro, Pontoni y Martino, el gran Alfredo Di Stéfano, Tucho Méndez y tantos otros… Nadie lloró por Argentina, por supuesto. Y el torneo se celebró brillantemente. A instancias de Brasil, la FIFA accedió a disputar una primera fase de grupos y una ronda final de todos contra todos. Autoexcluidos los países comunistas, suspendida Alemania y debilitada Italia por el accidente aéreo de Superga, donde murieron las estrellas del Torino que nutrían a la Azzurra, los locales se erigieron en favoritos, apenas jaqueados por la sombra de Uruguay, rival del último encuentro en el estadio Maracaná, por entonces a medio terminar. Ante 200.000 brasileños que daban por descontada la consagración del Scratch, los celestes liderados por Obdulio Varela produjeron el milagro. Absorbieron el gol de Friaca y, con personalidad mitológica, dieron vuelta el resultado con goles de Schiaffino y Ghiggia. Aquel 16 de julio se consumó el “Maracanazo”. Argentina, mientras tanto, mantenía sus ojos vendados…

Esa ceguera deportiva determinó que la Selección sólo disputara nueve partidos internacionales entre 1950 y 1953, mientras el fútbol europeo reverdecía tras los años oscuros de la guerra. La FIFA celebraba su cincuentenario en 1954. Y era una ocasión más que propicia para adjudicarle la organización de la Copa del Mundo a Suiza. No sólo porque allí funcionaban sus oficinas, sino también porque los helvéticos se habían mantenido neutrales durante el conflicto bélico y eran mirados con beneplácito por los potenciales participantes europeos.

Argentina logró un triunfo histórico el 14 de mayo de 1953, en cancha de River. Contra todos los pronósticos, superó 3-1 a la poderosísima Inglaterra. Mejor prueba de fortaleza, imposible. Pero ni ese hito, que enfervorizó al ambiente local, fue suficiente para modificar la decisión tomada en los años anteriores.

La AFA seguía enemistada con varias asociaciones sudamericanas, además de agigantar su enojo por la negativa de FIFA a adjudicarle la sede de un Mundial. Aunque ese cuadro de situación era nada comparado por la verdadera razón de la tercera deserción consecutiva: una estrategia política del gobierno peronista. ¿Quiénes hubieran jugado para Argen tina el Mundial 54? Por ejemplo, los once que derrotaron a Inglaterra un año antes: Julio Mussimessi, Pedro Dellacha, José García Pérez, Francisco Lombardo, Eliseo Mouriño, Ernesto Gutiérrez, Rodol fo Micheli, Carlos Cecconato, Carlos Lacasia, Ernesto Grillo y Osvaldo Cruz.

Una vez más, nadie lloró por Argentina. Los 16 clasificados se repartieron en cuatro grupos, con dos cabezas de serie cada uno, que no se enfrentaron entre sí en la curiosa fase inicial. Francia-Yugoslavia, el partido inaugural, fue visto por 5 millones de personas. No en el estadio, por supuesto, sino a través de esa cámara de televisión situada en lo alto de una tribuna, que emitió las imágenes para Inglaterra, Dinamarca, Bélgica, Francia, Alemania Federal, Italia, Holanda y Suiza.

El torneo, que se desandaría al ritmo de la eficacia germana y de la fantasía húngara, no contó con la presencia española, que perdió su eliminatoria con Turquía por sorteo, luego de una victoria por bando y una igualdad en el tercer encuentro. El encargado de sacar el papelito de los turcos fue un niño llamado Franco. “Qué podíamos esperar de un Franco”, fue la irónica reflexión de los republicanos ibéricos, opositores a la dictadura del Generalísimo.

Alemanes y húngaros, que ostentaban un invicto de cuatro años, se enfrentaron en la final. Antes habían chocado en la fase de grupos. Hungría ganó 8-3, pero el técnico alemán, Sepp Herberger, había alineado una formación suplente para perder. Lo movilizaban dos motivos: evitar rivales duros como Brasil o Uruguay en las rondas siguientes y detonar el exceso de confianza en los magiares para una probable final. Y así se dio. Alemania llegó más fresco que Hungría al choque decisivo y se impuso por 3-2 con una gran actuación de Helmut Rahn, el hombre que Herberger convocó de urgencia en medio de la competencia, pues no estaba satisfecho con la producción ofensiva de su equipo. Una lección estratégica de la que Argentina se enteró por los diarios. Llegaba la hora de terminar con el aislamiento absurdo…

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No tenía este dato:

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Ese equipo del 2002 llegaba bien a punto al Mundial. Tan así que parecía que habíamos salidos campeones antes de jugar, aunque así nos fue. Inglaterra era el mejor de los tres rivales, pero también con el que más dolería perder, y ojo porque esa Suecia llegaba con un invicto largo al torneo, aunque no tenía figuras rutilantes. Solamente Larsson que jugaba en la liga escocesa y Ljungberg que le iba muy bien en el Arsenal. Después todos medio pelo para abajo.
No eramos menos que Inglaterra en la previa, podía ser parejo en todo caso pero no nos sentíamos inferiores como fue en 2018 que clasificamos al Mundial de pedo en la altura de Quito por Messi + una vendida de los ecuatorianos y llegamos jugando para el orto con un plantel jubilado y que no jugaba a nada. En la previa hasta Nigeria nos goleó en un amistoso y expuso nuestras debilidades.

Jugando bastante mal en 2002 a nivel general? No coincido. Con Nigeria se arrancó dormidos pero tampoco la sufrimos, se ganó con lo justo con un gol en el ST pero bien ganado al fin sin sobrar nada. Con Inglaterra se arrancó bien, siendo más claros que ellos y los ingleses plantados de contra-ataque. Sobre el final del PT encuentran el penal y se ponen arriba, y en el ST fueron superiores, jugaron con neustra desesperación, hasta podrían haber hecho otro gol tranquilamente. Argentina estaba superada y sin ideas.
Con Suecia nos cansamos de llegarles absolutamente todo el partido, ellos estaban plantados atrás buscando el empate porque los clasificaba más allá de lo que pase en el Nigeria-Inglaterra. Argentina tuvo muchas chances que no concretó, con Hedman, el arquero de ellos,siendo figura. Suecia llegó solamente dos veces en el partido: el tiro libre de Svensson y un ataque por la izquierda en el ST que Chamot desvía y casi mete en contra pero Cavallero la encuentra de pedo. Sobre el final el equipo entró en la desesperación de buscar el empate, que llegó recién sobre el final.

En 2002 hubo mucho mala suerte, más que otra cosa. Se pueden criticar cosas como Bielsa que físicamente no fue visionario con sus jugadores ni siquiera tener plan B cuando se necesitaba, pero fue más mala leche que otra cosa.

En 2018 cuándo se jugó bien? Solamente el PT contra Nigeria. Partido muy chato contra Islandia, tenés hasta la chance de ponerte arriba con un penal y ni así podés. Con Croacia venía parejo y el error de caballero descajetó todo. El ST contra Nigeria ellos aguantan nuestra desesperación y el gol de Rojo es de pedo.
Contra Francia no se jugó bien. Ellos arrancan mejor y nos encontramos con dos goles que dan vuelta el marcador, pero no pudimos aguantarlo ni diez minutos siquiera. Ellos ponen el pie en el acelerador y se ponen 4-2 arriba, ya estábamos entregados y Francia nos respetó, ya que empezó a recular más pensando en los Cuartos. El gol de Agüero en el final fue de sorpresa, y lo tragicómico es que casi lo emptamos al toque de esa con una clara de Otamendi, tras un centro a media altura cruzado. Francia fue mucho más en el desarrollo, con sólo ver la diferencia que sacó Mbappé con neustra defensa, quedó clarito.

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El 2018 fue peor que el de 2002 para mí. Si lo analizamos en cuanto a juego para mí en 2018 se jugó mucho peor. A Suecia la cagamos a pelotazos y no se dió. Además era un grupo más difícil. Acá excepto por Croacia no había otro fuerte.
En 2002 estaba Inglaterra y estaba Suecia que siempre es un rival jodido, una de esas selecciones que parece que no pero por algo están decimos en la tabla histórica.
Contra esos mismos rivales en 2018 nos íbamos en fase de grupos también.
De hecho en 2018 hicimos los mismos puntos, cuatro puntos. Solo que en uno pasamos y en otro no por diversos resultados que se dieron en otros partidos.

Pero en cuanto a juego solo nos podemos retrotraer a 1974 para encontrar algo comparable.

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Me refería a ese partido más que nada, Nigeria ni lo cuento y contra Suecia se tuvo mala suerte pero siempre intentando lo mismo con centros del Piojo, no se le cayó una idea a Bielsa

Mucho centro del piojo López ese día, y así y todo tuvimos varias chances claras. Hedman estuvo iluminado. Y sí, Bielsa obtuso con sus ideas, ni pensó en tener plan B, ni creyó que lo necesitábamos en un torneo como es el Mundial, que dura solamente un mes pero tenés que ser lo suficientemente versátil para adaptarte a varias situaciones de juego que surjen en el mismo. Durante bastante tiempo, y más en ese contexto de Argentina post 2001, me animo a decir que Bielsa fue puteado a nivel nacional tanto como De La Rúa, era la figura más odiada. Lo fue revirtiendo de a poco, levantando el nivel de la selección que estaba devastada tras esa eliminación mundialista, fue haciendo recambio. Se fue de Argentina con una imagen positiva, en un mes perdió la final de la Copa América en Perú pero ganó la medalla dorada de los JJOO en Atenas. Ahora ese torneo quedó bastante descafeinado, ya me animo a decir que es de segundo nivel (el último “interés” que tenía se perdió al ganarlo Brasil en 2016, que era lo único que le faltaba ganar), pero en ese momento nos moríamos por tenerlo. Se festejó mucho en 2004, me acuerdo patente. También recuerdo el gran dolor que provocó esa final con Nigeria en Atlanta, con Passarella jugando al offside en el último minuto :man_facepalming:

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Estoy viendo de vuelta el partido contra Francia que hace poco lo subieron con buena calidad a Youtube.
Alguna conclusiones, solo desde lo actitudinal y emocional tal vez fue de lo más rescatable de Argentina ese Mundial junto con el primer tiempo de Nigeria.
Me refiero a que al contrario de los otros partidos que parecía que salía derrotada antes de entrar a la cancha, por lo menos con Francia no se vio esa actitud.
Pero en cuanto a juego… Esa Argentina si no era el equipo con menos dinámica del Mundial pega en el palo. Equipo lento y absolutamente previsible. De hecho Francia le dejaba tener la posesión porque Argentina no hacía nada, la pasaban de un lado a otro en tres cuartos pero nunca generaban nada. El remate de afuera de Di María fue tal vez de la única llegada clara en el primer tiempo y fue gol.
Francia por otra parte cuando recuperaba la pelota salía jugando rápido, sin muchos toques, jugadas directas pero que casi siempre generaban peligro.
Y la diferencia de velocidad entre ambas selecciones fue algo inaudito. Ver la jugada de Mbappe que termina en penal da vergüenza ajena.
Por otra parte Rojo es un tremendo imbécil. Lo empuja casi llegando al área y si bien el primer empujón es afuera, después le da otro empujón más fuerte y mucho más visible adentro del área.

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Y Francia creo que nos respetó de más en algún momento. Me da esa impresión.
Lo más imperdonable igualmente es haber jugado sin 9 casi todo el partido. Ni un amateur hace eso.
Siempre se habla de que Bielsa no tenía plan B o que Pékerman no puso a Messi. Todas pavadas al lado de la imbecilidad del pelado de haber jugado sin 9 y solo con Messi adelante casi todo el partido.

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Y lo siguieron convocando después de hacerse echar en una final…